6. NUEVAS CAMPAÑAS DE RECOLECCIÓN DE MÚSICAS Y TEXTOS POR LA SECCIÓN DE FOLKLORE DEL CENTRÓ DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, 1930-1936.
6. NUEVAS CAMPAÑAS DE RECOLECCIÓN DE MÚSICAS Y TEXTOS POR LA SECCIÓN DE FOLKLORE DEL CENTRÓ DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, 1930-1936. IV. EL PROYECTO DE PUBLICACIÓN DE EPOPEYA Y ROMANCERO FINES DE LOS AÑOS 20, COMIENZOS DE LOS AÑOS 30.
Según un reportaje de prensa publicado en Oviedo, el maestro Torner, a propósito de los planes de publicación del Romancero de Menéndez Pidal y su participación en ellos, afirmaba en 1930 que "Hay reunidas hasta hoy cerca de mil melodías"119. Es cierto que muchas de ellas eran herencia de anteriores decenios: ante todo, de la gran labor realizada por Manuel Manrique de Lara y también de la actividad, tanto en Asturias, 1916, como en Aragón, 1917, del propio Torner, quien, en sus publicaciones musicales, había dejado de incluir las melodías que de los romances anotaba "porque su música es de índole especial" y "exige un estudio aparte del de las canciones líricas". Pero una parte no despreciable de aquel millar de melodías se estaba obteniendo en un nuevo esfuerzo recolector; y Galicia no era la única región española a que se prestaba aquellos años atención en el Centro de Estudios Históricos. Sabemos de varias "excursiones" para las que se disponía de ayuda económica extraordinaria. En su carta, desde Oviedo, del 29 de Setiembre de 1928, Torner anunciaba a Menéndez Pidal que
"la Diputación consignará en el próximo presupuesto 3.000 pts. para que realice una excursión folklórica más amplia que la que yo solicitaba, la cual será el próximo verano. Me ofreció también costear la 2a edición del Cancionero Asturiano, para la que tengo ya y reuniré en la próxima excursión materiales en abundancia".
Por otra parte, los gastos de 1930 a Febrero de 1932 con cargo a la subvención de la Hispanic Society incluyen también los de "una excursión para recogida de romances"120. Por tanto, con las subvencionadas por los Sres. Gutiérrez de Buenos Aires, sabemos con seguridad de tres que recibieron, por entonces, financiación transatlántica. Ahora bien, las realizadas por colaboradores del Centro son algunas más.
En 1929, Eduardo Martínez Torner volvió a recoger romances en la región de Babia (León)121. Entre el 7 de Enero y el 11 de Febrero de 1930, Eduardo M. Torner exploró para el Romancero la provincia de Huelva (intensamente) y el Sur de Badajoz (pero los sujetos encuestados procedían a veces de más al Norte, incluso de Madroñera, ya en Cáceres)122. Quizá, por no haber agotado los fondos y el tiempo inicialmente proyectados para la encuesta de Andalucía, desde el 3 de Mayo al 12 de Junio de ese año de 1930 hizo otra excursión por el Norte de Ciudad Real y el Occidente de Toledo123. Al año siguiente, encuesta durante 15 días del mes de Setiembre de 1931 en el Sur de Cantabria (zona del Alto Ebro) y volvió a visitar los pueblos con bailes romanceados de Ruiloba, Llanes y Cabrales que, según vimos, recorrió Menéndez Pidal en 1930124. A su vez, Jesús Bal exploró la tradición de la provincia de Cáceres entre el 5 de Marzo y el 10 de Abril de 1931125. Entre los hallazgos más curiosos de esta encuesta de Bal se hallan las abundantes muestras de la tradición romancística portuguesa conservadas por cantores de los pueblos cacereños de lengua portuguesa, Cedillo y Herrera de Alcántara. Sirvan de ejemplo el comienzo de una versión dicha por Antonia Nevado (40 a.) en Herrera de Alcántara, de El conde Alemán:
"Já la vem o dia claro, ja lá vem o claro dia,
la vem o Conde de Armonía com quem a rainha dormía.
Não sabia o senhor rei o que nas Cortes sabiam;
sabia-o só uma infanta filha da mesma rainha.
— Por Dios te pido, ’nha filha, que me salas encobrir
que o Conde de Armonia de oro te ha de vestir.
— Não quero vestidos de ouro, que já os tenho de amasto,
inda tenho meu pae vivo, já querem’ dar padastro.
A costura que estou fazendo n’a chegara a concluir
si quando pae vinher da missa não lho fora a decir (...)"
y su desenlace:
— ¡Malo haja, minha filha, mas o leite que mameste,
oía um Conde tão bonito e a morte que lhe fazestes!
— Cale-se la, minha mãe mais não me faza falar,
que a morte que levou o Conde não la vaia tamem a dar;
o el inicio de Conde Atareos dicho en Cedillo por Catalina Ramalleta (50 a.):
Vindo a Dona Silvana pelo corredor ácima
tocando n’uma guitarra cousa que ella bem sabia,
respondeu seu pae da cama: — Que é esso, filha minha?
— Tenho tres irmans casadas, todas tres tenhem familia
eu, por ser a mais fremosa, por que razão ficaria?
— Não acho com quem te cases, com tão alta senhoria:
Conde d’Alva ja é casado, é casado e tem familia.
— Com esse, pae, com esse, com esse que eu casarla (...).
Durante el año de 1933, gracias al "Donativo de los doctores don Avelino y don Ángel Gutiérrez para continuar la formación del Atlas lingüístico de España y Romancero Español", que la Junta para Ampliación de Estudios incluye en las cuentas adjuntas a su Memoria anual, pudieron efectuarse "Excursiones" de encuesta, unas exclusivamente dedicadas al ALPI, otras sólo al Romancero. En esas cuentas, únicamente los nombres de los investigadores nos permiten intuir el campo disciplinar en que trabajaban126. Pero los resultados para el Romancero pueden verse claros en el "Archivo Menéndez Pidal / Goyri". El músico segoviano Agapito Marazuela recogió, con esa ayuda, una valiosa colección de textos y melodías para el Centro de Estudios Históricos en lugares de las provincias de Ávila y Segovia. Aunque posteriormente publicaría un cancionero basado en esos materiales, es en el Archivo Menéndez Pidal donde se hallan sus textos completos y convenientemente localizados127. Por su parte, Aníbal Otero, hizo en Diciembre de 1934 una exploración de la tradición romancística de Ourense y de la Sanabria de habla gallego-portuguesa (Zamora) llena de sorprendentes hallazgos128, que remitió a Menéndez Pidal, desde Barcia, el 1 de Enero de 1935:
"Tengo el gusto de enviarle algunos romances que los trabajos del Atlas lingüístico me dieron oportunidad de recoger".
Andados los años, en Siete siglos de romancero (1969), pp. 163-165, 205-206, tuve la ocasión de comentar las extraordinarias versiones referentes a la persecución de Búcar por el Cid (El moro que reta a Valencia) de Hermisende (Zamora), procedentes de esta encuesta, en las cuales se conserva la ironía del persecutor (al llamar "yerno" al moro fugitivo) propia ya de la escena épica.
Otras contribuciones procedentes de corresponsales varios siguieron incrementando, en 1928 y 1929 y en los primeros años 30, los fondos del Archivo. Alejo Hernández, desde San Esteban de Pravia (Asturias), envió el 22 de Agosto de 1929 una versión del villancico glosado de La dama y el pastor, recalcando:
"Esta composición se copió para Don Ramón Menéndez Pidal en la Romería de Ranón (16 de Agosto 1929), lugar próximo a San Juan de la Arena (Soto del Barco), Asturias. La recogió Alejo Hernández de labios de un joven juglar que la cantaba admirablemente acompañado de un violín de ciego y llevando él el compás sobre un bombo. No quiso decir de dónde procedía. La música, muy dulce, parecía castellana, pero el chico cantaba gran parte de su extenso repertorio en gallego"129.
Mayor interés tiene otro texto hallado por Alejo Hernández en Lumbrales (Salamanca), que remitió al Archivo en forma impresa como parte de un artículo periodístico ("De nuestro romancero") publicado en "El Heraldo de Madrid", 20-1-1930, pp. 8-9: se trata de la única versión octosilábica recogida del curiosísimo romance El caballo robado, que en la tradición sefardí de Marruecos y en la catalana se conserva en hexasílabos:
En los palacios del rey faltara el mejor caballo.
El rey le pregunta al conde: - ¿Eres tú el que lo has robado?
— ¡Ni robo caballerías, ni aguanto tales agravios! —
El rey lo mandó prender, tres cadenas va arrastrando:
una le traba las piernas y las otras dos las manos.
(................................ .................................)
—Carpintero, carpintero, di ¿por qué repicas tanto?
— Estoy haciendo la horca para un conde ajusticiado.
— Hazla bien alta y derecha, que yo soy el sentenciado
y no quiero que los perros me coman por los zancajos. 130
Quizá gracias a gestiones del matrimonio Catalán/Menéndez Pidal, en 1930, Orosia Usieto recogió algunos romances en Huesca (Esposa, Asa), y Antonio Margelí, beneficiado-tenor de la Catedral de Madrid, remitió una curiosa colección procedente de varios pueblos de la provincia de Teruel próximos a la frontera entre el catalán y el castellano-aragonés, en el partido judicial de Valderoures (La Codoñera, Torrecilla, La Fresneda, etc.) y de Zurita (Castellón), que constituyen la más importante muestra de la tradición de un área que hoy sigue siendo mal conocida131. No me ha sido posible fechar otra contribución aragonesa que, a pesar de presentar los textos en forma incompleta132, no deja de tener gran interés. Se debe a Lucía Dueso, maestra de Plan (Huesca), quien entregó a Jimena Menéndez Pidal unos apuntes de campo133 en que se anotaban versiones alto-aragonesas de romances en su mayoría muy raros. Destaca entre ellos el del Ardid de la Condesa de Castilla para liberar a su marido (é.o), ya que sólo había sido recogido una vez por Manuel Manrique de Lara en Ansó en el año 1918134:
— Vístete los mis vestidos, cálzate los mis calzados,
entre duques y marqueses que seas muy bien hablado;
allá para en la muralla encontrarás el caballo (...);
pero son también notables las versiones de Doña Isabel de Liar, de Gaiferos y Calvan135, de Conde Claros (tres, con diversos comienzos136), de Adriana y la sierpe (dos, con comienzos distintos137), de La noble porquera, de La infantina, de Silvana (dos versiones), e incluso de El conde Niño, ya que lleva incorporados los motivos centrales de La enamorada de un muerto:
— Escúchame, dama hermosa, si me quieres escuchar,
veinticinco heridas tengo, la que menos es mortal.—
Baja la dama y lo cose con aguja de bordar,
lo peinaba y lo calzaba como si hubiera de andar,
le lavaba la boquita con agua clara de azar
para que no oliera a muerto [cuando lo fuese a besar]138.
El hecho de que Jimena Menéndez Pidal copiara en limpio los apuntes y que no se incorporaran nunca a las carpetas del Archivo hace pensar que esos papeles puedan haber llegado a sus manos en un tiempo en que la Guerra Civil iba a mantenerla o la mantenía aislada de todo contacto con el Archivo139.
En 1931 Tomás Navarro Tomás envió versiones de Arenas de San Pedro, y en 1932 Luis Santullano contribuyó con alguna versión de Navalcán (Toledo). Tamayo y Francisco continuó remitiendo textos andaluces de Almería (1928-1931) y también alguno de Sevilla (1933); por su parte, Aurelio de Llano continuó sus envíos de textos asturianos en 1933, aunque ya no muy numerosos140. Dos profesoras del Instituto Escuela, María Luisa Sánchez Robledo (en 1934) y Felisa de las Cuevas (antes de 1936), recogieron algunas versiones en Mazueco de la Ribera (Salamanca), Barajas de la Sierra (Ávila) y Camporreal (Madrid)141 y en Páramo del Sil y en Castroañe (León)142, respectivamente, y otra, María Cruz Rubio, obtuvo de la maestra de Viniegra de Abajo textos de Villoslada de Cameros (Logroño). En 1936, un estudiante de la Universidad de Salamanca, Manuel Muñoz Cortés, por indicación de Manuel García Blanco, puso en conocimiento de Menéndez Pidal dos versiones extremeñas de Gerineldo y otras siete de Gerineldo continuado con La condesita143 y, asimismo, algunos romances por él recogidos en Doñinos y Tejares (Salamanca)144.
A Manuel García Blanco, antiguo discípulo común de Miguel de Unamuno y de Ramón Menéndez Pidal, se debe también, por otra parte, la llegada al Archivo, en 1934, durante el breve período en que fue Catedrático de la Universidad de La Laguna antes de pasar a la Universidad de Salamanca, de un conjunto, no muy numeroso, pero sí muy novedoso, de versiones de romances cantados en Tenerife (Canarias), que fue logrando reunir con la ayuda de varios colectores isleños, especialmente Francisco García Fajardo (bibliotecario de la Universidad) y los hermanos Leopoldo y Ramón de la Rosa145. Gracias a esta colección comenzó a saberse que el Romancero del Archipiélago canario constituía una rama de la tradición pan-hispánica con un repertorio muy particular y valioso de romances viejos. Una localidad como La Caleta de Interián (Los Silos, Tenerife) podía atesorar romances tan notables como el de París y Elena:
— ¿De dónde es ese caballero tan humilde y cortesano
con su rodilla en el suelo y su sombrero en la mano?
— Yo soy Parisio, señora, Parisio el enamorado,
por la tierra soy ladrón, por el mar un gran corsario
y tengo siete navios, todos siete a mi mandato;
en el más chiquito de ellos tengo un manzano plantado
que echa manzanitas de oro tres navidades al año (...),
y el de El conde Grifos Lombardo, con los episodios del sueño traicioneramente promovido por la mujer del sobrino del forzador de la doncella peregrina a Santiago, cuando éste está siendo conducido al patíbulo y reclama su ayuda:
—Sobrino mío don Golfo, ¡cuánto me hubieras costado!
y, si de esta me valieras, lo diera por bien empleado.
Anillo de sueño tienes, tu contraria te lo ha echado,
el del juramento de venganza del sobrino al pie de la horca, al hallar a su tío vilmente ahorcado:
— Los pies le beso, mi tío, porque la mano no alcanzo,
que quien le besa los pies mejor le besa la mano
y el de la propuesta del rey de hacer las paces:
También iba por el rey si no dice: -Aspado, aspacio, aspacio,
señor don Golfo, que sernos primos hermanos.
Los muertos queden con Dios, y los vivos paz tengamos.—
De América llegaban asimismo nuevas versiones. De 1932 son las que en la República Dominicana recogió Pedro Henríquez Ureña (en la provincia de Azúa) y remitió a Menéndez Pidal146. El 10 de Marzo de 1935 Amado Alonso, desde Buenos Aires, escribía a Menéndez Pidal:
"¿Recibió V. unos romances sanluiseños que le mandé? Si no, dígamelo y le enviaré nueva copia. El incansable Carrizo me ha prometido un buen lote de romances jujeños para V. Acaba de publicar otro tomazo, Cancionero popular de Salta, que ya se lo ha enviado (...). Dicte V., D. Ramón, unas palabras amables para el gordo Carrizo (155kg.). Es un colector que confunde lo tradicional arraigado con lo oral de moda y que se impresiona sobre todo con las glosas romanticonas de los médicos, curas, secretarios y maestros rurales. Pero, aunque desquiciados de sentido por él, denuncian un curioso estado de cultura rural poética durante el siglo XIX (...)"
E, incluso, el Secretario de la Academia Filipina, Jaime C. de Veyra recordó para Menéndez Pidal en 1932 una versión de Las señas del marido (é) que recitaba en su niñez Norberto Romuáldez, magistrado del Tribunal Supremo de Manila.
En cuanto a la tradición judeo-española, el Archivo Menéndez Pidal se enriqueció en esos años con varias colecciones nuevas que, si bien no competían en número de textos con las anteriores exploraciones de Manrique de Lara, sí tenían cada una de ellas un interés particular. De 1930 es el envío de la colección de Enima Adatto, con versiones judeo-españolas todas ellas procedentes de Salónica147. En 1934, el polígrafo cubano José María Chacón y Calvo remitió un conjunto de romances recogidos en Arcila. Mucho tiempo después, el propio Chacón recordará aquella experiencia recolectora comentando148:
"En Arcila [«la interesante ciudad marroquí de la zona española»] encontré tres generaciones fieles al romance. Un amigo sefardita muy orgulloso de su vieja ascendencia hispana me invitó a ir a su casa al contarle que un rabino erudito me había desengañado de encontrar por allí romances tradicionales: «Esas canciones que usted dice se cantan en mi casa». Y primero su hijita, niña de pocos años, luego su madre política, fueron diciéndome, con una tonada muy sencilla, romances que eran indubitablemente viejos".
En 1935, María Sánchez Arbós, que había trabajado como auxiliar de Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos, proporcionó otra colección de Casablanca. Estas dos colecciones procedían de dos comunidades sefardíes de Marruecos cuya tradición no estaba explorada. También en este período (el 20 de Junio de 1934) entró en el Archivo, por entrega de Félix de Llanos y Torriglia, otro conjunto de textos marroquíes: la notable colección de romances de Tetuán que había recogido a comienzos de siglo (1905-1906) su cuñado Eugenio Silvela, consistente en un total de 54 composiciones, en su mayoría romances149.
Especialmente conmovedor es el envío, el 24 de Junio de 1934, por A. Rubió i Lluch, desde Barcelona, de una pequeña colección de romances catalanes cuando no podía ya escribir de su puño y letra por el "desdichado estado" de su vista:
"Tengo una cocinera catalana, hija del ama que crió a Jorge, natural del pueblo de [Torre de] Tamurcia (provincia de Lérida, partido de Tremp, comarca de Ribagorza) rayano en la frontera de Aragón a 960 mts. alt. con un vecindario que no llega a un centenar de almas. La casa solariega de mi actual cocinera María Cors y Palacín es un rico nido de canciones catalanas y de tradiciones populares. La madre de María Cors y su abuela, poseían un tesoro riquísimo de canciones catalanas, pero luego yo he observado que en ese tesoro se encuentran también y se encontraban quizás todavía en mayor cantidad, un crecido número de romances castellanos. Hasta ahora llevo tomados de viva voz, los que le remito en las adjuntas copias"150.
Diego Catalán: "El archivo del Romancero, patrimonio de la humanidad. Historia documentada de un siglo de historia" (2001)
NOTAS
119 En la lámina 28 del Romancero general de León (1991) se reproduce una foto de la entrevista periodística de Torner.
120 Los "Gastos realizados hasta el 29-2-1932" incluyen en este concepto 607 pts. con 85 cts.
121 Véase Romancero general de León (1991), p. LII.
122 Se conservan dos mapas hechos por Torner. En cada uno de ellos se precisan los lugares visitados y aquellos de que proceden las versiones recogidas. El de Extremadura fue publicado como lámina (frente a la p. 41), en el RTLH, VIII, Madrid, 1976.
123 Descrita en el correspondiente mapa.
124 Según se ve, claramente, en el mapa diseñado entonces por Torner.
125 Los lugares donde obtuvo romances figuran en un mapa de mano de Bal. En RTLH, XI (1977-1978), frente a la p. 16, puede verse un original de Bal anotado en Madroñera (Cáceres).
126 Véanse, en la p. 557 de la Junta para Ampliación de Estudios, Memoria correspondiente a los cursos 1933 y 1934, Madrid, 1935, las cuentas presentadas en relación con este "Donativo". Los gastos reseñados (por valor de 3.926,80 pts.) en 1933 son los de las "Excursiones realizadas por los señores Marazuela, Espinosa, Rodríguez Castellano, Sanchís Guarner y Otero y material folclórico".
127 Sobre la colección de Agapito Marazuela del Archivo Menéndez Pidal véase R. Calvo, Romancero general de Segovia (1993), pp. xxxvi-xxxviii, donde se da cuenta de las versiones segovianas (veinticinco versiones); buena parte de los textos que recogió Marazuela proceden de lugares de la provincia de Avila, aunque ese hecho no queda claro en sus publicaciones.
128 Pero sus versiones no llegaron a ser distribuidas por las carpetas antes de la Guerra Civil. Andado el tiempo (1953), Aníbal Otero le recordaría a Menéndez Pidal: "Antes de la guerra le envié una colección de romances recogidos en Zamora y Orense que no sé si llegó a su poder porque Vd. no me acusó recibo (...). Si no la tiene Vd., dígamelo, porque la colección es importante (...)". La colección de 1933 incluía también algunos textos de la Sierra de El Courel (Lugo). En O Bolo logró además textos de Oriente, Cuba, de boca de Flora Cid, de 34 años. Otero guardó también copia de esta colección en un bloc de notas (13’5 x 10’5 cms.), que describe A. Requeixo, en la p. 56 del artículo arriba citado (n. 62).
129 En RTLH, X (1977-1978) se reproduce en lámina, entre las pp. 216 y 217, la carta-versión.
130 Véase sobre este romance el CGR, vol. I, cap. 1.4.6 (pp. 51-53) y II.2.1 (pp. 82-83).
131 Sospecho, aunque no tengo pruebas documentales, que estas contribuciones aragonesas (y otras de 1930 o sin fecha) se relacionan con gestiones de la familia Catalán.
132 Sólo se anotan los comienzos, más o menos amplios, y algunos motivos o versos sueltos, como para que fueran identificados antes de recogerlos de forma plena.
133 Se trata de dos conjuntos, copiados en papeles diferentes pero con abreviaturas similares. En uno de ellos Jimena Menéndez Pidal anotó su origen.
134 Esta versión "única" fue publicada en RTLH, II (1963), p. 36.
135 Con "Vamonos, tío del alma, a París esa ciudad" y con el motivo de A las armas, mariscote "Entran por Fuenterrabía, entran por San Sebastián".
136 En uno de ellos se conserva bien la conversación entre el Conde y el Emperador mientras se pasean comentando "cosas que en la corte había".
137 Una se inicia diciendo: "Paseándose está la niña lavando su blanca cara, / por un caño mana el oro por otro mana la plata, / por allí pasó una sierpe y delante se le planta: / - O son estos mis pecados, o la vida se me acaba. / -Tres años te cortejé, no pude hablarte palabra / y ahora, si me lo das, serás muy bien estimada (...)"; y la otra: "Por los ríos y corrientes donde va el agua más clara / vi venir una señora vestida de seda y grana, / la luna lleva a sus pies, el sol en su blanca cara (...)".
138 Los otros romances son La mala suegra y La bastarda y el segador.
139 En uno de los dos bloques de apuntes (en el que no se nombra a la maestra de Plan) figuran las señas "Nueva York, 300, México, 18, D. F." ¿habrá que relacionarlas con el acto de copia? Observo, por otra parte, que los fragmentos parecen proceder de versiones de diversos lugares del Alto Aragón y, quizá, de informantes entrevistados previamente por otros encuestadores que recorrieron el Alto Aragón, ya que coinciden a menudo con versiones que poseemos.
140 Desde "Asiegu", el 7 de Agosto de 1933, Aurelio de Llano le escribió: "El calor me hizo bajar de los Picos de Europa; las rocas despedían fuego (...). En Asiegu encontré con una buena recitadora de romances; me recitó uno de la Boda estorbada; con éste son dos los que encontré en el Oriente asturiano".
141 María Goyri hizo una lista de las diez versiones recogidas por María Luisa Sánchez Robledo y las localidades de donde cada una procede.
142 Sobre el valor de los textos de Manuela "la Romancera", véase D. Catalán, Romancero General de León, tomo I (Madrid, 1991 y 19), p. LII.
143 Muñoz decía a Menéndez Pidal en 1936 (sin fecha): "Por indicación de D. Manuel García Blanco, profesor de la Facultad de Letras de Salamanca de la que soy alumno y de D. Antonio Rodríguez Moñino, me permito escribirle (...). Estoy recogiendo versiones de romances, que una vez ordenadas, serán publicadas en este Centro [de Estudios Extremeños de Badajoz]" y se extrañaba que sus diez versiones de Gerineldo tuvieran el juramento por la Virgen de la Estrella, visto que en los mapas pidalinos de "Sobre geografía folklórica" la provincia de Badajoz no estaba incluida en el área de esa variante. Muñoz publicó, en efecto, su pequeña colección, pero al concluir la Guerra Civil: "Versiones extremeñas de romances tradicionales", Revista del Centro de Estudios Extremeños, XIII (1939), 101-106.
144 Cuyo envío anunciaba a Menéndez Pidal en otra carta de 1936, igualmente sin fecha, en que le agradecía la oferta de una beca del Centro de Estudios Históricos.
145 Sobre la labor de Manuel García Blanco y la incorporación de estas colecciones canarias al Archivo Menéndez Pidal, véase D. Catalán, La flor de la marañuela, I (1969 y 2a ed. 1986), cap. IV de las "Notas históricas" que encabezan la edición. Los textos recogidos se publican en la "Primera flor" de ese romancero.
146 En RTLH, VI (1975), en lámina situada entre las pp. 232 y 233, se reproduce fotográficamente una de las versiones enviadas.
147 Fueron inventariadas por S. G. Armistead, El romancero judeo-español (1978), III, pp. 145-146.
148 En uno de los artículos periodísticos de la serie "Hechos y comentarios" dedicado al Romancero que publicó en el "Diario de la Marina": en el incluido el 18 de Agosto de 1954.
149 Sobre estas colecciones sefardíes, cfr. S. G. Armistead, El Romancero judeo-español (1978), III, pp. 146 (n° 237), 147-150 (nº. 242-263), 83 (n° 17). En el Archivo se conserva la carta de Llanos y Torriglia (con membrete del Banco Hipotecario de España), que acompañaba al envío de los romances de Silvela y una lista de los temas que contenía la colección de mano de María Goyri.
150 Rubió anticipa a Menéndez Pidal que "los temas de estos romances son por V. archiconocidos, v. gr. La mala suegra-, etc." y le informa "He procurado conservar las adulteraciones de la lengua castellana naturales en un país de lengua catalana". Con anterioridad a este envío, en otra carta de Julio de 1933, Rubió había escrito a Menéndez Pidal: "Dejé sin contestar su anterior con la esperanza de enviarle una nueva remesa de Romances castellanos, mas la curiosa fuente folklórica regresó a su abrupto pueblo de Tamurcia y se me hace ya imposible explotarla".
LÁMINAS
Mapa sobre la encuesta de E. M. Torner en Huelva y Badajoz, 1930.
Mapas sobre la encuesta de E. M. Torner en Toledo y Ciudad Real, 1930 y la de J. Bal en Cáceres, 1931.
Ramón Menéndez Pidal y su nieto Diego Catalán:
SUMARIO:
I PRESENTACIÓN: EL ROMANCERO Y EL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL
* EL ARCHIVO DEL ROMANCERO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
II. CREACIÓN Y ORÍGENES DEL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL DEL ROMANCERO
* 2. DESCUBRIMIENTO DE LA TRADICIÓN ORAL CASTELLANA EN 1900
* 3. LOS PRIMEROS PASOS EN LA COMPILACIÓN DE UN ROMANCERO ORAL PAN-HISPÁNICO
* 4. EN BUSCA DE ROMANCES FUERA DE LA PENÍNSULA: EN CANARIAS Y EN LAS COMUNIDADES SEFARDÍES, 1904
* 5. "A POR PAN Y A VER AL DUQUE": PRIMER VIAJE A AMÉRICA, 1905-1906
* 6. EL FONÓGRAFO DE CILINDROS DE CERA VIAJA EN BUSCA DE MELODÍAS, 1905-1906
* 7. LA MÚSICA Y LA DANZA COMO PARTE DEL ROMANCERO, 1905
* 8. ANTE UNA BUENA COSECHA, 1905-1908
* III EL ROMANCERO HISPÁNICO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS
* 1. LA CREACIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS Y EL ROMANCERO DE RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL
* 2. LOS DIALECTÓLOGOS Y EL ROMANCERO ORAL: 1910-1912
* 3. MANRIQUE DE LARA COLECTA EN ORIENTE EL ROMANCERO SEFARDÍ, 1911-1912
* 4. OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO ANTERIORES A LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, 1909-1913
* 5. EL ROMANCERO HISPÁNICO DE AMÉRICA DEL NORTE, 1913
* 6. LOS PLIEGOS SUELTOS DE PRAGA LLEGAN AL ARCHIVO, 1913-1914
* 7. MENÉNDEZ PIDAL VUELVE A AMÉRICA, PERO DEJA DE LADO EL ROMANCERO, 1914
* 8. LAS GRANDES ENCUESTAS REGIONALES DE JOSEFINA SELA Y DE EDUARDO M. TORNER, 1914-1920
* 10. POESÍA POPULAR Y ROMANCERO, 1914-1918
* 11. LA GEOGRAFÍA FOLKLÓRICA Y LA EXPLORACIÓN DE REGIONES HASTA EL MOMENTO POCO ENCUESTADAS, 1920
* 12. AURELIO DE LLANO Y EL CONOCIMIENTO DEL ROMANCERO ASTURIANO, 1919-1925
* 13. OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO DE COMIENZOS DE LOS AÑOS 20
* 14. LA TERCERA PARTE DE LA SILVA, PERDIDA, 1921
* 15. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO, EN EL OLIVAR DE CHAMARTÍN DE LA ROSA, 1925
* 16. SIGUE LA ACTIVIDAD RECOLECTORA, 1926-1927
* 17. LA CEGUERA TEMPORAL DE MENÉNDEZ PlDAL Y SU "FLOR NUEVA DE ROMANCES VIEJOS", 1926-1928
* IV. EL PROYECTO DE PUBLICACIÓN DE EPOPEYA Y ROMANCERO FINES DE LOS AÑOS 20, COMIENZOS DE LOS AÑOS 30
* 1. EL ROMANCERO, PARTE DE UNA MAGNA OBRA A PUNTO DE PUBLICARSE
* 2. LAS FUENTES DOCUMENTALES ANTIGUAS
* 3. GALICIA EN EL FOCO DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE EL ROMANCERO PAN-HISPÁNICO, 1928-1931
* 4. APORTACIONES AL ARCHIVO DE COLECCIONES AJENAS. EL ROMANCERO CATALÁN, 1930-1933
* 5. 1930. LOS BAILES ROMANCEADOS QUE AÚN PERDURAN
* 7. PARÁLISIS RECOLECTORA EN PORTUGAL, 1930
* 8. DISCOGRAFÍA Y PELÍCULAS ETNOGRÁFICAS; EL ROMANCERO INCORPORADO A LA ENSEÑANZA ESCOLAR. 1932-1936
* V. LA GUERRA CIVIL. EL ROMANCERO, PARTE DEL TESORO NACIONAL
* 1. DISCONTINUIDAD DE EPOPEYA Y ROMANCERO Y CONTINUIDAD LATENTE DEL ROMANCERO
* 2. MADRID BOMBARDEADO. EL ARCHIVO "REFUGIADO" EN LA EMBAJADA DE MÉXICO
* 4. ANÍBAL OTERO, ENCUESTADOR DEL ROMANCERO Y DEL ATLAS LINGÜÍSTICO, ACUSADO DE ESPIONAJE
* 5. MENÉNDEZ PIDAL, ANCLADO EN CUBA, A LA BÚSQUEDA DE ROMANCES
* VI. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL CONFINADOS EN SU CASA
* 1. DEPURACIÓN DE MENÉNDEZ PIDAL. FIN DE SUS PROYECTOS CON UNA PROYECCIÓN NACIONAL, 1939-1941
* 2. EL ROMANCERO DORMITA EN SUS CAJONES, 1939-1945
* 3. UNA NUEVA GENERACIÓN DE ROMANCISTAS TOMA EL RELEVO, 1945-1946
* 4. MENÉNDEZ PIDAL VUELVE AL ROMANCERO, 1946-1950
* 6. ÉXITO EN LA TRADICIÓN ORAL DE ALGUNAS VERSIONES FACTICIAS DE LA FLOR NUEVA
* 7. HACIA UNA RECUPERACIÓN DEL ROMANCERO PORTUGUÉS, 1948
* 12. HACIA UNA EDICIÓN INTEGRAL DE LAS FUENTES IMPRESAS DEL ROMANCERO DEL S. XVI
* VII. LA PUBLICACIÓN DE LOS FONDOS DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO ENCOMENDADA AL SEMINARIO RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL
* 1. EL "SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL" DE LA UNIVERSIDAD DE MADRID Y EL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL, 1954
* 2. LOS PRIMEROS DIFÍCILES AÑOS DEL "SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL" Y EL ROMANCERO, 1954-1959
* 3. INTENTOS DE ROMPER CON EL AISLAMIENTO INTELECTUAL DE LA ESPAÑA DE LOS AÑOS 50
* 4. GRAN RECOLECCIÓN DE ROMANCES EN LAS ISLAS CANARIAS, 1952-1957
* 5. EL ROMANCERO TRADICIONAL, CUESTIONADO, 1959-1962
* 6. ÚLTIMAS CONTRIBUCIONES DE MENÉNDEZ PlDAL AL ROMANCERO, 1959-1965
* 7. MENÉNDEZ PIDAL EN ISRAEL Y EL ROMANCERO SEFARDÍ, 1964
* 8. EL SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL Y EL FUTURO DEL ARCHIVO-BIBLIOTECA MENÉNDEZ PIDAL, 1963-1966
* 9. REACTIVACIÓN DE LA LABOR EDITORIAL DEL ROMANCERO, 1966
* VIII EL ARCHIVO DEL ROMANCERO RENACE COMO PATRIMONIO CULTURAL DE INTERÉS MUNDIAL
* 2. BELLAS PALABRAS Y NEGRAS REALIDADES, 1969-1970
* 4. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y LA CONEXIÓN AMERICANA, NUEVAS PERSPECTIVAS, 1971-1975
* 5. EL ROMANCERO ¿AÚN VIVE?, 1973-1975
* 6. CRECER, PARA NO MORIR, 1976-1981
* 7. EL ROMANCERO AÚN VIVE. VOCES NUEVAS DE LA TRADICIÓN ORAL, 1977-1978
* 8. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL ROMANCERO. UNA NUEVA EMPRESA COLECTIVA, 1977-1984
* 9. LAS GRANDES ENCUESTAS COLECTIVAS DEL PROYECTO DEAPHR, 1980-1984
* 10. LAS TRADICIONES ORALES LEONESAS Y EL ROMANCERO EN LEÓN A FINALES DEL S. XX, 1984-1988
* 13. EL ROMANCERO ANTE EL CENTENARIO DEL ’98
* EPÍLOGO
* 1.- EL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS MENÉNDEZ PIDAL DINAMITADO
* 3.- LOS FONDOS DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y LA INVESTIGACIÓN
Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
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