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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

8. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL ROMANCERO. UNA NUEVA EMPRESA COLECTIVA, 1977-1984

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8. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL ROMANCERO. UNA NUEVA EMPRESA COLECTIVA, 1977-1984. VIII EL ARCHIVO DEL ROMANCERO RENACE COMO PATRIMONIO CULTURAL DE INTERÉS MUNDIAL.

      El proyecto de dar a conocer los fondos inéditos del Romancero archivados en la antigua casa de Ramón Menéndez Pidal en Chamartín, anunciado en 1970-71 y que daría su primer fruto impreso en el catálogo del romancero sefardí de S. G. Armistead, no tuvo continuidad, a pesar de algunos intentos169. No obstante, la idea permaneció viva y, en los primeros años de la cola­boración entre el "Seminario Menéndez Pidal" y el "Center for Iberian an Latin American Stu­dies (CILAS)" resurgió bajo una forma nueva. En una comunicación presentada al "2nd In­ternational Symposium. University of California, Davis", el equipo constituido por J. A. Cid, P. Montero, F. Salazar, A. Valenciano y J. Yokoyama explicó así el desarrollo de los nuevos planes de catalogación del Romancero Pan-hispánico:

    "Durante el año académico 1976-77 la Cátedra-Seminario Menéndez Pidal, por iniciativa de su Director de Investigaciones (Diego Catalán), ha emprendido un nuevo proyecto que, para aquellos que formamos parte del equipo investigador de la CSMP representa un nuevo foco de interés y una nueva concepción de nuestras actividades. El proyecto consiste en la cre­ación de un catálogo descriptivo de las narraciones tradicionales que constituyen el Roman­cero hispánico moderno. Este catálogo será un utensilio de trabajo para cuantos estudien el Romancero: a) por servir como una guía sistemática de todos los temas de la balada hispáni­ca conocidos, b) por ofrecer noticia detallada de las versiones inéditas almacenadas en el Ar­chivo Menéndez Pidal (AMP), c) por proporcionar una descripción bilingüe (en español e in­glés) de los romances tradicionales y d) por hacer posible una clasificación temática exhaustiva del Romancero. Además, el catálogo será una importante contribución teórica, ya que pro­pone un modelo de descripción apropiado para narraciones abiertas, capaz de recoger junta­mente las invariantes y las variantes de un texto tradicional"170.

      La labor de descripción de los romances por el equipo redactor del informe citado, realizada en Madrid durante el curso 1976-1977, corrió paralela en el tiempo con mi actividad en varios seminarios graduados de la University of California, San Diego171 en que se

    "fue perfilando un modelo analítico que permitiese dar cuenta de los mensajes expresados en el «lenguaje» llamado romancero, describiendo su articulación al nivel del discurso, al ni­vel de la intriga, al nivel de la fábula y al nivel «actancial» o «funcional»172",

y, durante una breve estancia mía en Madrid, en Diciembre de 1976173, pude dedicar "tres se­siones de cuatro horas" al equipo internacional que entonces trabajaba en la Cátedra-Seminario sobre el Romancero174, "para establecer el sistema de descripción de los romances para nuestro Catálogo General del Romancero’. Según poco después le expliqué a Samuel G. Armistead175,

    "Después de estudiar tu Catálogo, los ejemplos de descripción hechos por cada uno de los «seminaristas» durante los últimos meses, los propósitos de la obra, etc., nos pusimos a la ta­rea, primero por separado, luego en mesa redonda. Te adjunto el ejemplo que trabajamos más, por ser muy complejo: Conde Niño. Comenta y critica. En las semanas venideras irán enviándome los resultados de sus mesas redondas sobre: 1. Tamar, 2. La noble porquera, 3. La muerte ocultada, 4. La guardadora de un muerto, 5. La condesita; 6a. Los presagios del labrador, b. Rueda de la Fortuna; 7 Infantina y Caballero burlado; 8. Hermana cautiva; 9. Esposa fiel. 10. Conde Claros. Irán viniendo como resultado de cada «Viernes»176".

      Los resultados teóricos de los análisis de la estructura narrativa de los romances de tradición oral logrados en mis clases prácticas de investigación con estudiantes graduados en La Jolla (en un nuevo modelo de cursos académicos introducido por mí en la University of California, San Diego, que recibió el nombre de "Research practicum") me permitieron acudir al "2nd Interna­tional Symposium" de Davis acompañado de un grupo de alumnos a los que cedí minutos del tiempo programado para mi comunicación al simposio. Tras una inicial introducción mía pretendidamente "ejemplar", titulada "Análisis semiótico de estructuras abiertas: El modelo «Romancero»", cada uno de ellos fue ilustrando ese modelo con ejemplos particulares variados. Aquella exposición multifacética se recogería en 1979 en la versión impresa del simposio for­mando parte del volumen El Romancero hoy: Poética177.
      La experiencia adquirida por el equipo de analistas de Madrid y los "avances" en la com­prensión del "modelo" narrativo romancístico por aquellos que trabajábamos sobre otros corpora de romances en La Jolla, se conjuntaron durante el año académico siguiente, en que nuestro modelo analítico recibió una forma definitiva178. Después, a lo largo de varios años, un equipo constituido por Diego Catalán, Jesús Antonio Cid, Beatriz Mariscal, Sandra Robertson, Flor Salazar y Ana Valenciano179 emprendió de forma sistemática la elaboración de un Catálogo general del Romancero Pan-hispánico (CGR).
      La incorporación de este nuevo proyecto de descripción de todos los fondos inéditos del "Ar­chivo del Romancero Menéndez Pidal / Goyri" a un gran proyecto de "Description, Editing and Analysis of the Pan-Hispanic Romancero" (DEAPHR), presentado al "National Endowment for the Humanities" y financiado por este organismo gubernamental americano y por otras en­tidades de diversos países durante diez años (1978-1988) 180, llevó a concebirlo como descrip­ción exhaustiva de todas las versiones, inéditas o publicadas, accesibles del Romancero pan-his­pánico, en que, aparte de la fábula con sus variantes de intriga, se reproducían todas las variantes del discurso poético presentes en todas las versiones181. Estos propósitos de exhaustividad ralentizaron extraordinariamente el proceso descriptor de cada romance, ya que exigía previamente la búsqueda bibliográfica de toda versión que hubiera sido recogida en el amplio mundo de las lenguas castellana, sefardí, gallega, portuguesa y catalana. Más grave fue el querer ampliar, du­rante los mismos años en que se redactaba el CGR, el corpus de textos conocido de cada romance acudiendo a las versiones que pudieran existir en la tradición oral. El éxito de las campañas de recolección de romances realizadas durante el tiempo en que se iba elaborando el CGR (sobre las que enseguida hablaré) obligaron a los redactores de esta obra a incorporar, sobre la marcha, decenas y decenas de textos que de los romances en vías de descripción iban proporcionando las encuestas182. Llegaron, a pesar de ello, a redactarse descripciones de todos los romances de tema histórico-nacional y de la mayor parte de los de tema carolingio (o referido al espacio histórico-legendario francés) y verían la luz dos volúmenes de descripciones183, junto con dos volúmenes teóricos sobre la Poética del romancero y los criterios de descripción propios del CGR184. Al tropezar en la redacción de las descripciones con romances cuyas versiones superaban el millar de textos diferentes (Conde Claros, Gerineldo), la labor descriptiva de sus discursos poéticos des­bordó nuestra capacidad de trabajo185. Por otra parte, el equipo internacional no pudo conti­nuar reunido en los siguientes años para seguir analizando colectivamente, como estaba progra­mado, los corpora de romances objeto de descripción.
      El Catálogo General del Romancero Pan-hispánico quedó, pues, inconcluso, y frustrado el propó­sito de, mediante él, proporcionar a los estudiosos del Romancero noticia, en un plazo breve, del conjunto de romances cantados (o recitados) en los siglos XIX-XX para paliar lo muy lentamente que se avanzaba en la edición de las versiones inéditas de romances procedentes de la tradición oral. Fue, de resultas, preciso idear una nueva vía para facilitar a los interesados en el Romancero al menos la identificación de todos los temas presentes en la tradición oral en el conjunto de la tradición pan-hispánica: la preparación de un índice general ejemplificado del Romancero (IGER).

    "Esta nueva obra se propone, simplemente, identificar todos los romances existentes en la tradición oral de los pueblos que se expresan en lenguas hispánicas. Para lograrlo, recurre a ofrecer una muestra (o varias muestras, cuando el romance se diversifica en tipos bastante di­similares) de cada tema romancístico, asignando al tema un título y un número distintos. / El modelo inicialmente ideado se enriqueció, enseguida, con la adición del inventario de los versos iniciales (mal llamados incipit) con que el romance aparecía en la tradición (...)186 y de indicaciones acerca de la dispersión geográfica del tema"187.

      Por constituir dos conjuntos temáticos peor conocidos que el resto del romancero, se dio prioridad en la elaboración del índice al examen del romancero religioso188 y del romancero vul­gar y nuevo189 presentes en la tradición oral.
      Aunque el Catálogo general del Romancero pan-hispánico no llegara a cumplir los propósitos para los que fue concebido, las múltiples horas de análisis de muy variados corpora romancísticos por equipos complejos de especialistas (o especialistas en ciernes), del Romancero sirvieron, creo, para que los participantes en la experiencia alcanzáramos un conocimiento muy comple­to, nunca antes logrado, tanto del proceso y mecanismo creadores propios de la transmisión oral de textos de autoría "colectiva", como de la poética del Romancero atesorado por las memorias que retienen un "saber" tradicional, como de la complejidad y conflictividad ideológica de unos textos que son a la vez herencia de una cultura venida de tiempos remotos y campo experimen­tal para analizar la vida presente por parte de las comunidades en que se cantan190.

Diego Catalán: "El archivo del Romancero, patrimonio de la humanidad. Historia documentada de un siglo de historia" (2001)

 

NOTAS

169 A. Valenciano compiló, pero no llegó a darle forma definitiva, un catálogo similar al sefardí, de los romances recogidos en Galicia presentes en el "Ar­chivo del Romancero".

170  "Towards the elaboration of the General Des-criptive Catalogue ofthe Pan-Hispanic Romancero", en El Romancero Hoy. Poética (1979), pp. 335-363. Re­traduzco el texto inglés (versión de B. Mariscal, S. Petersen, M. Sutherland y J. A. Yokoyama).

171  "Antes o después participaron en ellos activa­mente Margot Beyersdorff, Luis María Brox, Janet Falk, Kath[leen] Lamb, Teresa [González] Lee, Marguerite Mizrahi Morton, Beatriz Mariscal de Rhett, Sandra Robertson, Francisco Romero, Cynthia Steele, Francisco Tavares", CGR 1A, p. 61. La idea de inten­tar diseñar un modelo analítico de las narraciones del romancero que, teniendo en cuenta las diversas pro­puestas de "análisis del relato" que por entonces se dis­cutían, permitiera describir los textos "abiertos" romancísticos, me fue sugerida por mi colega Claudio Guillen. Dada la crisis por que atravesaban los estudios de las literaturas clásicas referentes a las lenguas romá­nicas y la filología en una Universidad como la de Ca­lifornia, San Diego, los análisis estructurales del relato constituían una tabla de salvamento que no quise de­jar escapar. De ahí el interés que Guillen muestra por mi "modelo" de análisis del Romancero en Entre lo uno y lo diverso. Introducción a la Literatura Comparada, Barcelona: Crítica, 1985, pp. 193-195, 224-226.

172 D. Catalán, con la colaboración de J. A. Cid, B. Mariscal, F. Salazar, A. Valenciano y S. Robertson, Teoría general y metodología del Romancero Pan-hispá­nico. Catálogo general descriptivo-, CGR 1 .A, Madrid: Seminario Menéndez Pidal, 1984, p. 60.

173  Para presentar ante el "Patronato de Gobierno de la Cátedra-Seminario Menéndez Pidal" (en su reunión del 22-XII-1976) el Informe científico del Director de Investigaciones, la Propuesta de Conve­nio de cooperación ente la Universidad de California —Center for Iberian and Latin-American Studies— y la Universidad Complutense de Madrid —Cáte­dra-Seminario Menéndez Pidal—, y el plan de inves­tigaciones quinquenal titulado "Edición y estudio, con ayuda de ordenadores electrónicos, de estructu­ras narrativas abiertas. A: El modelo «Romancero». B: el modelo «Crónicas»".

174  "[Jesús Antonio] Cid, Ana [Valenciano], Palo­ma [Montero], Flor Salazar, Jane Yokoyama + Rina Benmayor" (carta a S. Petersen, sin fecha).

175  Carta sin fecha de c. 10-I-1977.

176 La labor encargada no se limitaba a esto, ya que "Al mismo tiempo elaborarán (por parejas, indepen­dientemente) descripciones de (...)", y, a continua­ción le citaba, a Armistead, una larga lista de roman­ces que "cada Miércoles" "considerarían" en esta otra forma, precisándole los equipos y el orden en que los irían viendo.

177 D. Catalán, "El análisis semiótico de estructuras abiertas: El modelo Romancero"; E Romero, "Hacia una tipología de los personajes del Romancero"; B. Mariscal de Rhett, "The modern european ballad and myth: A semiotic approach"; K. D. Lamb y C. Steele, "Con las armas que él traía: Closure and thematic structure in Romance de una fatal ocasión. Part I: Problems of actantial definition; Part II: Changing charachterization in the evolution of a tragic ending"; M. Mizrahi Morton, "Tamar: Variation on a theme"; S. Robertson, "The limits of narrative structure: One aspect in the study of El prisionero"; en las pp. 231-249, 251-273, 275-284, 285-293, 295-304, 305-311 y 313-318 (por libre, comentó otro romance desde un punto de vista psicoanalítico, J. Falk, "The romance as therapy: The case of El polo", pp. 321-331).

178 Año en que pude trasladarme a Madrid, junto con algunos assistant researchers de CILAS al frente del programa de "Education Abroad" de la Univer­sity of California en Madrid. La conjunción de las actividades desarrolladas en el "Seminario Menéndez Pida!" y en el "Center for Iberian and Latín Ameri­can Studies" en 1977-78 y 1978-79 explica que, en la versión publicada de la comunicación presentada al "2nd International Symposium" del Romancero (cita­da en la n. 170), aparezca ejemplificado el modelo de descripciones con una del romance de Belardo y Valdovinos (pp. 348-360) que recoge ya la forma perfec­cionada elaborada en el nuevo curso académico 1977-78.

179  Equipo al que se sumó temporalmente Marga­rita Pazmany. Cid, Salazar y Valenciano eran becarios permanentes del Rectorado de la Universidad Com­plutense de Madrid en la "Cátedra-Seminario Me­néndez Pidal"; Mariscal, Robertson y Pazmany graduadas becarias del "Center for Iberian and Latín American Stucües" de la University of California.

180 Acerca de los resultados del DEAPHR, véase D. Catalán, J. A. Cid, B. Mariscal, S. Petersen, E Sala-zar y A. Valenciano, "Diez años de estudios sobre el Romancero. El proyecto «Description, Editing and Analysis of the Pan-Hispanic Romancero»", en Ro­mancero e historiografía (1984), pp. 19-86, o Semina­rio Menéndez Pidal, "Ten years’ Research into the Romancero (1978-1988): Project «Description, Edi­ting and Analysis of the Pan-Hispanic Romancero» (DEAPHR)", en De Balada y Lírica, 1. 3er Coloquio Internacional del Romancero. Ed. D. Catalán, J. A. Cid, B. Mariscal, E Salazar, A. Valenciano, Madrid: Fundación Ramón Menéndez Pidal y Universidad Complutense de Madrid, 1994, pp. 23-80. El NEH aceptó como "matching funds" (fondos extra-mura­les que la agencia federal doblaba, como parte de su compromiso de apoyo) los obtenidos en el proyecto "Edición y análisis de estructuras abiertas: El modelo «Romancero»", aprobado por el Comité Conjunto Hispano-Norteamericano" en 1977, 1978 y 1979.

181  Tanto las variantes de la intriga, como las del discurso poético llevan en cada descripción indica­ciones sobre su adscripción geográfica.

182  "La labor de investigación de campo realizada por los equipos del DEAPHR hizo obsoletas las des­cripciones recién elaboradas [de los romances carolingios]. Para comprender por qué fue necesario pos­poner el trabajo de descripción basta citar, como ejemplos El conde Claros en hábito de fraile, en el que la recolección de los últimos años ha supuesto la adi­ción de 290 nuevas versiones al corpus de textos co­nocidos del romance, y Belardo y Valdovinos, que de poder ser estudiado en sólo 21 versiones (1978) cuenta hoy con un corpus textual de 72 versiones y fragmentos", Romancero e Historiografía medieval. Dos campos de la Literatura cultivados en el Seminario Menéndez Pidal, Madrid: Fundación Ramón Areces y Fundación Ramón Menéndez Pidal, 1989, p. 69.

183  D. Catalán,  J. A. Cid, B. Mariscal, E Salazar, A. Valenciano y S. Robertson, El Romancero Panhis­pánico. Catálogo general descriptivo I The Pan-Hispa­nic Bailad. General Descriptive Catalogue, 2 vols., CGR, 2 y 3, Madrid: Seminario Menéndez Pidal, 1982 y 1983.

184  El citado en la n. 172 y su versión inglesa: D. Catalán, with the collaboration of J. A. Cid, B. Ma­riscal, S. Petersen, E Salazar, A. Valenciano, J. K. Nystrom and S. Robertson, General Theory and Methodology of the Pan-Hispanic Bailad. General descriptive catalogue, Madrid: Seminario Menéndez Pidal, 1988.

185  Ya la descripción del romance de la Muerte del príncipe don Juan, sobre el que llegamos a reunir 265 versiones (41 de ellas fragmentarias), puso de mani­fiesto que el número de octosílabos diversos citados en el apartado dedicado al "Discurso" podía resultar ago­biante para redactores y lectores del CGR (cfr. CGR. 2, pp. 367-433, en especial las pp. 390-423 en que se in­ventarían todas las variantes del discurso poético).

186 "Inventario, claro está, sólo provisional, dada la enorme creatividad de la tradición oral".

187 Romancero e Historiografía medieval (19’84), pp. 69-70.

188 La labor realizada se refleja indirectamente en la publicación preparada en Estados Unidos por William H. González, Romancero religioso de tradición oral, Madrid: Eypasa, 1994.

189  Desde 1988 ha estado a disposición de quienes lo han solicitado el corpus textual de la obra Roman­cero vulgar y nuevo, I: Romances de sucesos, lances e his­torias admirables, y II: Romances beatos y edificantes. Preparada por E Salazar y D. Catalán, con la ayuda de Déb. Catalán, P. Esteban, A. Ferrer y M. Manzanera. Fotocomposición a cargo de S. Petersen, con la ayuda de J. B. Crespo. Con 250 temas ejemplificados y 6 índices. Se publicaría sólo diez años después.

190 Personalmente, considero fruto de esa experiencia, no sólo el trabajo citado en la n. 183, sino los que hoy pueden leerse reunidos en Arte poética del ro­mancero oral, Parte 1ª, caps. V a XI y Parte 2ª, caps. II a IV. Supongo que otros de los redactores del CGR y aún de los participantes en cursos prácticos de las Universidades de California, San Diego y Complu­tense de Madrid o en los Cursillos de Segovia, sobre los que enseguida hablaré, podrían reconocer, similarmente, esa deuda respecto a los análisis relaciona­dos con el CGR en relación con algunas de sus pu­blicaciones.

LÁMINAS

 El apoyo concedido por el "National Endowment for the Humanities" de Estados Unidos al pro­yecto "Description, Editing and Analysis ofthe Pan-Hispanic Romancero" (DEAPHR) desde 1978 a 1988 me permitió transformar todo el panorama de la investigación sobre el Romancero desde el Seminario Menéndez Pidal con la colaboración de la University of California.
Comienzo de la carta del NEH de aceptación de uno de los "final financial reports" del proyecto DEAPHR (15 de Junio de 1982).

 

Reconocimiento de la recepción por el NEH de uno de los volúmenes del Catálogo General del Romancero (la versión inglesa de la teoría) el 20- VI-1988 y del "final performance report" en 7-IV-1989, en que la agencia fede­ral de USA celebra el impacto del pro­yecto y, en especial, "el entrenamiento de nuevos investigadores que en el futuro continúen el trabajo en ese campo".


  

 

El Catálogo General del Romancero Pan-hispánico, aunque inconcluso, aportó a los estudios de la poesía oral una nueva comprensión de los textos "abiertos", desde perspectivas analíticas especial­mente atentas a la creatividad en el proceso de transmisión de los textos memorizados por una colec­tividad de "usuarios" y no solamente por profesionales del canto "tradicional".

La creatividad en los componentes narrativos de las fábulas romancísticas se manifiesta en las expresiones varias que en las versiones de un mismo romance tienen esos componentes. Página del CGR, vol. 1A, ejem­plificando un caso extremo de equivalencia de "motivos" expresivos de una misma "secuencia" de la estructura del relato.

La creatividad en el discurso poético de los romances tiene su manifestación más característica en la substi­tución de unas representaciones formularias por otras narrativamente equivalentes. Página del  CGR, vol. 1A, en que se defiende y ejemplifica el carácter de "tropos" que tienen las expresiones formularías.
El CGR. se proponía, describir con todo detalle el corpus de cada romance en la tradición oral mo­derna reflejando su variable estructura narrativa y dando a conocer la representación poética verbal múltiple de sus componentes narrativos (con la precisión, en ambos casos, de la procedencia geográfi­ca de las variantes recogida en notas).
Comienzo de la descripción del
corpus de El moro que reta a Valencia.

Precisiones geográficas respecto a los moti­vos descritos en el resumen anterior.

Fragmento de las referencias a las variantes del discurso poético correspondientes a las secuencias narrativas previamente expuestas.

Notas acerca de la procedencia geográfica de cada variante poética citada.

El hallazgo en 1980 en el valle asturiano del Ibias durante la encuesta del "Primer Cursillo Teórico-práctico sobre el Romancero" de una versión de Durandarte envía su corazón a Belerma  puso de manifiesto la posibilidad de que el romancero oral guardara escondidos temas medievales que se creían olvidados desde el s. XVI.
Ya Cervantes y Góngora trataron en vena cómica el tema medieval del caballero (Durandarte) que, al morir, encomienda a un amigo (Montesinos) que le saque el corazón del pecho y se lo lleve a su amada (Belerma) por ser ella a quien realmente pertenece al habérselo entregado en vida. Aquí Ion Juaristi, uno de los cursillistas, recurre a esa misma vena para comentar el hallazgo de 1980 que dio pie a un análisis detenido (por parte de Diego Catalán) de cómo se formó el texto asturiano.




Juaristi escenifica al infante Arnaldos, (con su halcón) y al marinero cantor, que con su canto atrae a las aves del cielo y a los peces del mar, pero que se niega a cantar para Arnaldos, a menos de que el caballero se embarque: "Yo no digo mi canción sino a quien conmigo va" (como el pueblo cantor a los eruditos letrados).

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