Blogia
ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

6. ÉXITO EN LA TRADICIÓN ORAL DE ALGUNAS VERSIONES FACTICIAS DE LA FLOR NUEVA.

6. ÉXITO EN LA TRADICIÓN ORAL DE ALGUNAS VERSIONES FACTICIAS DE LA FLOR NUEVA.   VI. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL CONFINADOS EN SU CASA.

      En la encuesta conquense de Galmés y mía en 1947 nos sorprendió hallar, según vimos, "una Boda [= La condesita] extraña, aflornuevada", esto es con una sucesión de versos o variantes de discurso poético que nos pareció revelaban una relación de dependencia de la versión respecto al texto del romance elaborado por Ramón Menéndez Pidal para su inclusión en la Flor nueva de romances viejos. Aquella versión de Salvacañete, que hoy puede leerse publicada en el vol. V del Romancero tradicional189 no era única. De hecho, ya en Cañete, el día anterior, habíamos anotado otra ("además 1 Boda, pero de Salamanca"190) sin que nos llamara la atención191, y, poco después, recogeríamos otra en Cuenca192.

      En verdad, la primera de este carácter con que habíamos tropezado y que habíamos recogido fue en Tordesillas en Octubre de 1946, durante nuestra encuesta ciclista por tierras de Valladolid, cuando aún no conocíamos en detalle las variantes del romance típicas de cada región193. En Julio de 1947 yo volví a anotar otra versión "aflornuevada" en Peguerinos (Avila)194 y Alvaro Gal­més otra en Fornells (Menorca)195. En Octubre de 1947 Galmés y yo recogimos más versiones con ese carácter en la excursión de La Mancha: en Munera, Alcaraz y Povedilla196. No éramos, por entonces, los únicos colectores a quienes se nos recitaban (y, a menudo, cantaban) versiones de La condesita basadas en Flor nueva: ya en 1941, Manuel García Matos había recogido una en Plasencia, procedente de El Cabrero (Cáceres), y en Agosto de 1945, Juan Tomás había anotado otra en Albendea (Cuenca); en 1947, Angeles Gasset también recogió, sin duda en el balneario de El Solán de Cabras, otra con las mismas características, procedente de Cantavieja (Teruel). El encuentro en la tradición oral de versiones de este tipo ya no se interrumpiría: junto a estas ver­siones, en el Romancero tradicional se reproducen muchas otras recogidas desde fines de los años 40 hasta la fecha de la publicación de la obra en los primeros años 70. La difusión de versiones de La condesita "aflornuevada" se había extendido, en esos años de posguerra, a todo el ámbito de la tradición española peninsular, a Menorca, en las Baleares, y a las diversas islas Canarias197; en Abril de 1948 ya encontré esta forma del romance integrada al repertorio romancístico de la co­munidad judía de Tetuán198, y los nuevos investigadores del romancero sefardí de Marruecos lo anotarían en años sucesivos repetidas veces, tanto en Tetuán como en Alcazarquivir199.

      En la difusión de la versión facticia creada por Ramón Menéndez Pidal en 1928 intervino, sin duda, la utilización de su texto (a través de muy distintas reediciones)200 por los maestros en la enseñanza rural, de que arriba dimos ejemplo201. Como ya subrayé en el Romancero tradicio­nal, V (1971-72),

    "algunas de las versiones orales derivadas de ese texto impreso se cantan con melodías tra­dicionales, y son ya notables las variaciones introducidas por los cantores: en unos casos se trata de variantes en la expresión, surgidas por acomodación del texto de Menéndez Pidal a la memoria de los sujetos campesinos que tratan de retenerlo; otras veces se percibe la inter­ferencia de las versiones tradicionales locales"202.

Como caso notable de esa incorporación a la tradición se da el caso de que, por influjo de la "moda" de considerar como dos partes de una misma historia los romances de Gerineldo y de La condesita, surjan versiones en que el texto de este romance procedente de Flor nueva va precedi­do del de Gerineldo (no tomado del de Flor nueva)203. Otra muestra de la "vida tradicional" del texto facticio consiste en la interpolación en una versión de origen no letrado de motivos pro­cedentes de la de Flor nueva204.
      Otro texto, de los creados en Flor nueva por Ramón Menéndez Pidal combinando motivos y variantes procedentes de versiones varias de la tradición oral, que alcanzó difusión oral es el de La loba parda. Entre las versiones recogidas en diversas localidades rurales de España que publicó en 1978 Antonio Sánchez Romeralo, 7 de ellas derivan de la versión facticia de Menéndez Pidal. Proceden de Sejas de Aliste (Zamora), Viniegra de Arriba y Almarza de Cameros (Logro­ño), Malpartida de Plasencia (Cáceres), Cañamares (Cuenca), El Bonillo (Albacete) y Almagro (Ciudad Real)205; la más antigua es de 1944. Como su editor comenta:

    "La versión facticia de Menéndez Pidal, divulgada en libros y a través de la escuela, ha ga­nado ella misma su propia tradicionalidad. Unos cuantos textos que dejamos publicados, re­cogidos en lugares distintos y apartados entre sí, revelan claramente su procedencia de Flor nueva (...). Algunos de los recitadores declararon haber aprendido el romance en un libro, o en la escuela; pero se dio también el caso de que algún recitador o recitadores aseguraba que lo había aprendido de su padre, es decir, ya por tradición oral"206.

Esta "oralización" del texto resulta, en efecto, manifiesta, en la versión que Galmés y yo recogi­mos en Octubre de 1947 en El Bonillo. Como su editor subraya:

    "Esta versión está basada en Flor nueva, pero con influencia también de la tradición oral en algunos versos que no aparecen en Flor nueva"207.

      Los restantes textos facticios creados por Menéndez Pidal no han entrado, a lo que parece, en la tradición oral208.

      La difusión por medio de la enseñanza primaria y secundaria de romances impresos, que eventualmente llegan a ser transmitidos, a veces con variaciones creadoras, por tradición oral, no es modernamente un fenómeno que sólo ocurra con algunos textos pidalinos. En el propio romance de La condesita hallamos versiones que, como pone de manifiesto su ubicuidad, esto es su falta de adscripción a un área geográfica delimitada, han tenido que implantarse en la tradi­ción por vía escrita. Así lo hicimos notar en el Romancero tradicional al editarlas. Se trata de un conjunto de versiones (de La condesita y de Gerineldo + La condesita), con caracteres constantes muy llamativos209, dispersas por comarcas tan dispares de la tradición como el Alto Aragón (San­ta Cruz de la Seros, Huesca), la vertiente sur de la Sierra de Gredos (Arenas de San Pedro, Ávila), Huelva (Lepe), Lanzarete (Villa de Teguise y Mala-Haría) y las comunidades sefardíes de Ma­rruecos (Alcazarquivir)210. El descubrimiento de la fuente escrita y de su génesis, explica, a ve­ces, textos romancísticos cuyas variantes los hacen extraños. El texto "letrado" de mayor difusión es, sin duda, la "versión vulgata" del romance de El conde Niño, fabricada, según creo, por Eduardo Martínez Torner con criterios poéticos (¡y musicales!) verdaderamente lamentables211 y que, pese a ello (o, quizá, gracias a ello), compite en la tradición con las más degradadas ver­siones del romancero "de corro" o "infantil". Al parecer, el origen de su "escolarización" arranca desde el tiempo de "Misiones Pedagógicas", pero lo apadrinó "Falange femenina" y hasta su so­niquete se convirtió en sintonía de Radio Nacional. Curiosamente la fábula del romance, que Torner había dejado truncada omitiendo la sección final con las transformaciones de los aman­tes perseguidos en plantas, aves, etc., aparece completada en una versión portorriqueña de Can­grejos recogida en 1932212 con un desenlace que "ofrece variantes típicas de la tradición portu­guesa de Trás-os-Montes, cuya presencia en Puerto Rico resulta, de entrada, difícil de explicar"213. En la Teoría general y metodología del Romancero Pan-hispánico. CGR 1.A (1984)214, conseguí dar explicación a tan extraña mixtura: en aquella versión de origen libresco, si el comienzo depende de la versión publicada por E. Martínez Torner en 1924215, el final está basa­do en la pésima traducción castellana que F. Maristany hizo en 1918216 de As cem melhores poe­sías (líricas) de língua portuguesa reunidas por C. Michaëlis de Vasconcelos217.

      El fenómeno de implantación de textos "letrados" del romancero en la tradición no ocurrió por vez primera en los años 30 y 40; en el "Archivo Menéndez Pidal / Goyri" podemos hallar desde principios del s. XX casos varios de versiones recogidas de la tradición oral con orígenes escritos218. Pero, evidentemente, como fenómeno de una cierta amplitud sólo en la posguerra empezó a tener importancia.

      Pese a los casos reseñados, es preciso destacar —como ha resaltado, en contexto y por razo­nes muy diferentes, Antonio Cid— que

    "En el estudio del Romancero (...) se nos impone la realidad de una poesía cuya plasmación en letras de molde es un hecho en gran medida accidental y, además, de importancia muy secundaria para explicar su modo de producción e, incluso, el porqué y la forma de transmitirse (...). Naturalmente no se trata de negar aquí el hecho bien conocido de las continuas interferencias y vaivenes de lo culto a lo popular, o, más exactamente, de lo escrito a lo oral (...). Los testimonios impresos son, en el mejor de los casos, un reflejo más o menos ma­nipulado por los editores (...) de una corriente de tradicionalidad preexistente a la imprenta y que tras su ocasional emerger en pliegos sueltos o cancioneros sigue su curso, con indepen­dencia de que el texto impreso pueda incidir en la corriente tradicional o genere, incluso, una tradicionalidad nueva"219.

En efecto, en 1971-72 y en 1978, de las 617 versiones de La condesita y de las 182 versiones de La loba parda recogidas de la tradición oral, sólo 46220 y 7, respectivamente, son dependientes de versiones impresas.

Diego Catalán: "El archivo del Romancero, patrimonio de la humanidad. Historia documentada de un siglo de historia" (2001)

NOTAS

189  Versión V1II.24, en las pp. 240-241 del Roman­cero tradicional, V (1971-72).

190 Carta del 25-26 Junio o Julio de 1947.

191  Procedía de Aldea del Obispo. Véase Romance­ro tradicional, V (1971-72), n° viii. 15, p. 234.

192 De una niña de 10 años, Romancero tradicional, V, n° VIII.22, p. 239.

193  RTLH, V, n° vih. 14, pp. 233-234.

194  RTLH, V, n° vm.16, pp. 235-236.

195  RTLH, V, n° vin.29, p. 244.

196 RTLH, V, n° vin.19 y 20, vin.17 y 18 y viii.43, pp. 237-238, 236-237 y 250-251.

197  Véase D.  Catalán,  La flor de la Marañuela (1969), I, pp. 166-167, 342-343, y II, pp. 59-60, 153-154 (o RTLH, V, versiones viii.29 a 32, pp. 244-246).

198  RTLH, V (1971-72), versión vin.40, p. 249 y n. 3.

199  Recogidas por A. de Larrea Palacín, S. G. Armistead, J. H. Silverman, I. J. Katz y I. M. Hassán (RTLH, V, versiones vill.33 a 36, pp. 246-248). Armistead lo reconoció, asombrado, en una carta que me escribió desde Los Angeles el 13-V1-1967: "Gra­cias por su amable carta del 19 de mayo. Mucho me alegro que fueran de algún interés nuestras versiones romancísticas. No nos habíamos parado a estudiarlas en detalle. Es curiosísimo que las dos versiones del Conde Sol derivaran de la Flor Nueva —igual que pasó en Méjico con El enamorado y la muerte".

200 Ya en RTLH, V (1971-72) se llama la atención acerca de que las versiones recogidas de la tradición oral remontan (directa o indirectamente) unas a la 1a edición de Flor nueva (1928) y otras a la 2a (1933).

201  Véase atrás, cap. IV, § 8.

202 RTLH, V (1971-72), p. 233.

203 RTLH, V (1971-72), pp. 250-254. Versiones de El Cabrero (Cáceres) y de Povedilla (Albacete),  reco­gidas respectivamente por García Matos (1941) y por Catalán y Galmés (1947).

204  Versión recogida en Los Nogales (Lugo) por Amada López de Meneses, remitida a Menéndez Pi­dal en Febrero de 1949 (RTLH, V, versión n° VIII.45, pp. 254-255).

205 Versiones nos I.11, 25, 100, 105, 160, 164 y 180 publicadas en las pp. 40, 49-50, 117-118, 121, 177-178, 185 y 195 de RTLH, IX (1978). Tres de ellas fueron recogidas por Galmés y por mí; las restantes por M. García Matos, por Ángeles Gasset, por Sa­muel G. Armistead, lacob M. Hassán e Israel J. Katz y por María Soledad Martínez de Pinillos y Antonio Sánchez Romeralo.

206 RTLH, IX (1978), p. 206.

207 RTLH, IX (1978), p. 195.

208 No parece resultado de un proceso de tradicionalización la versión que, derivada de Flor Nueva, publicó Ismael Moya en su Romancero. Estudios so­bre materiales de la colección de folklore, II, Buenos Aires, 1941, pp. 32-33, aunque quien la proporcio­nó, José Blanco, dijera haberla conocido desde pequeño. Señalé ya su carácter literario en RTLH, VII, pp. 259-260. Por otra parte, la versión de El enamo­rado y la Muerte creada por Menéndez Pidal sirvió de base a unos Versos de la Parca (á.a), que V. T. Mendoza, El romance español y el corrido mexicano, México, 1939, pp. 409-410, publicó como proce­dentes de la tradición oral de Tlalnepantla; mostré su origen erudito en Por campos del Romancero (1970), pp. 51-54.

209 Suficientemente llamativos en el conjunto de la tradición para que su reaparición conjunta no pueda ser casual. No obstante, las varias versiones recogidas ofrecen ya bastante diversidad textual.

210  RTLH, V, nos v.131; VII.129 y 130; VII. 128; V. 322 y 323; V. 321; versiones recogidas entre 1930 y 1952.

211  No es fácil determinar la procedencia de las va­riantes a que se dio preferencia en el texto, sin duda facticio. No son fruto de una selección de expresio­nes tradicionales felices. Sorprende la eliminación de los motivos que llevaron a Ramón Menéndez Pidal a titular el romance "Amor más poderoso que la Muer­te", esenciales en todas las áreas de la tradición en que pervive el romance sin influjo letrado. La melodía es, asimismo, ramplona.

212  Dicha por Matilde Quiñones, 40 a. Remitida por M. García Blanco en 1932 a Menéndez Pidal.

213 CGR.I (1983), p. 33.

214 Madrid: Seminario Menéndez Pidal, 1984, pp. 33-34.

215  Su difusión se debe a la publicación de E. Mar­tínez Torner, Cuarenta canciones españolas armoniza­das. Madrid: Residencia de Estudiantes, 1924. Torner reprodujo la versión en publicaciones posteriores di­versas: Metodología del canto y de la música, Madrid: Publicaciones de la Revista de Pedagogía, 1935, pp. 63-65; Cancionero musical español, London: George G. Harraf and Co., 1948, pp. 50-52.

216 F. Maristany, Las cien mejores poesías de la lengua portuguesa, Valencia: Cervantes, y Buenos Aires: Tor, 1918.

217  Publicadas en Lisboa-Rio de Janeiro-Bruxelles-Lausanne-London and Glasgow, 1914.

218 Procedente de la versión publicada por B. Mas y Prat en el Almanaque de la Ilustración, Madrid, 1888, del romance de Gerineldo + La condesita (pp. 25-27) es ya una versión cantada a Luis Maldonado en 1901 ó 1902 por su cochero Ramón Reyes, de Robliza de Cojos, Salamanca (RTLH, V, pp. 223-226), según ya advertimos en el cap. II, n. 67; más curiosa es la difu­sión alcanzada por la versión publicada por Juan Me­néndez Pidal del romance de El Conde Niño + Valdovinos sorprendido en la caza, ya que se sigue recogiendo en la tradición oral hoy en día.

219 J. A. Cid, "Recolección moderna y teoría de la tradición oral (...)", en El Romancero hoy. Nuevas fronteras (1979), pp. 281-359: específicamente pp. 288-291.

220 Las 34 más o menos dependientes de Flor nue­va, las 5 que suponemos descendientes de un texto escrito no conocido y además otras 2 basadas en la versión de origen tradicional que publicó en 1888 el Almanaque de la Ilustración (RTLH, V, n° Vlll.9: Ro­bliza de Cojos y n° VIII. 10: México, s. 1.), otra influida por la versión arreglada por A. Duran que se publicó en 1849 (RTLH, V, n° VIII.7: Arahal), otra que reproduce o, simplemente, copia unas coplas impresas en Fregenal de la Sierra descendientes del pliego de la Canción nueva... de Gerineldo impresa en 1846 (RTLH, V, n° VIII.1: La Palma del Conda­do) y otra basada en el Pliego Suelto de El Puerto de Santa María de c. 1837 (RTLH, V, n° VIII.3: Santiponce).

LÁMINA

Portada de la edición de 1928 de Flor Nueva de Romances viejos, de R. Menéndez Pidal

SUMARIO:

I
PRESENTACIÓN: EL ROMANCERO Y EL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL

* EL ARCHIVO DEL ROMANCERO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

II. CREACIÓN Y ORÍGENES DEL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL DEL ROMANCERO

*1. LOS FONDOS DEL S. XIX

* 2. DESCUBRIMIENTO DE LA TRADICIÓN ORAL CASTELLANA EN 1900

* 3. LOS PRIMEROS PASOS EN LA COMPILACIÓN DE UN ROMANCERO ORAL PAN-HISPÁNICO

* 4. EN BUSCA DE ROMANCES FUERA DE LA PENÍNSULA: EN CANARIAS Y EN LAS COMUNIDADES SEFARDÍES, 1904

* 5. "A POR PAN Y A VER AL DUQUE": PRIMER VIAJE A AMÉRICA, 1905-1906

* 6. EL FONÓGRAFO DE CILINDROS DE CERA VIAJA EN BUSCA DE MELODÍAS, 1905-1906

* 7. LA MÚSICA Y LA DANZA COMO PARTE DEL ROMANCERO, 1905

* 8. ANTE UNA BUENA COSECHA, 1905-1908

* 9. MENÉNDEZ PIDAL HACE INVENTARIO: LAS PRIMERAS MIL QUINIENTAS VERSIONES DEL ARCHIVO Y LAS CONFERENCIAS EN LA COLUMBIA UNIVERSITY DE NUEVA YORK EN 1909

* III EL ROMANCERO HISPÁNICO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS

* 1. LA CREACIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS Y EL ROMANCERO DE RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL

* 2. LOS DIALECTÓLOGOS Y EL ROMANCERO ORAL: 1910-1912

* 3. MANRIQUE DE LARA COLECTA EN ORIENTE EL ROMANCERO SEFARDÍ, 1911-1912

* 4. OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO ANTERIORES A LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, 1909-1913

* 5. EL ROMANCERO HISPÁNICO DE AMÉRICA DEL NORTE, 1913

* 6. LOS PLIEGOS SUELTOS DE PRAGA LLEGAN AL ARCHIVO, 1913-1914

* 7. MENÉNDEZ PIDAL VUELVE A AMÉRICA, PERO DEJA DE LADO EL ROMANCERO, 1914

* 8. LAS GRANDES ENCUESTAS REGIONALES DE JOSEFINA SELA Y DE EDUARDO M. TORNER, 1914-1920

* 9. MANRIQUE DE LARA, EL ROMANCERO DE LOS JUDÍOS DE MARRUECOS Y DE LA PENÍNSULA Y LA MÚSICA DE LOS VIHUELISTAS, 1915-1922

* 10. POESÍA POPULAR Y ROMANCERO, 1914-1918

* 11. LA GEOGRAFÍA FOLKLÓRICA Y LA EXPLORACIÓN DE REGIONES HASTA EL MOMENTO POCO ENCUESTADAS, 1920

* 12. AURELIO DE LLANO Y EL CONOCIMIENTO DEL ROMANCERO ASTURIANO, 1919-1925

* 13. OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO DE COMIENZOS DE LOS AÑOS 20

* 14. LA TERCERA PARTE DE LA SILVA, PERDIDA, 1921

* 15. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO, EN EL OLIVAR DE CHAMARTÍN DE LA ROSA, 1925

* 16. SIGUE LA ACTIVIDAD RECOLECTORA, 1926-1927

* 17. LA CEGUERA TEMPORAL DE MENÉNDEZ PlDAL Y SU "FLOR NUEVA DE ROMANCES VIEJOS", 1926-1928

* 18. MANRIQUE DE LARA NUEVAMENTE EN ORIENTE. EDICIÓN FRUSTRADA DE LAS MÚSICAS DEL ROMANCERO: 1923-1928

* IV. EL PROYECTO DE PUBLICACIÓN DE EPOPEYA Y ROMANCERO FINES DE LOS AÑOS 20, COMIENZOS DE LOS AÑOS 30

* 1. EL ROMANCERO, PARTE DE UNA MAGNA OBRA A PUNTO DE PUBLICARSE

* 2. LAS FUENTES DOCUMENTALES ANTIGUAS

* 3. GALICIA EN EL FOCO DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE EL ROMANCERO PAN-HISPÁNICO, 1928-1931

* 4. APORTACIONES AL ARCHIVO DE COLECCIONES AJENAS. EL ROMANCERO CATALÁN, 1930-1933

* 5. 1930. LOS BAILES ROMANCEADOS QUE AÚN PERDURAN

* 6. NUEVAS CAMPAÑAS DE RECOLECCIÓN DE MÚSICAS Y TEXTOS POR LA SECCIÓN DE FOLKLORE DEL CENTRÓ DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, 1930-1936

* 7. PARÁLISIS RECOLECTORA EN PORTUGAL, 1930

* 8. DISCOGRAFÍA Y PELÍCULAS ETNOGRÁFICAS; EL ROMANCERO INCORPORADO A LA ENSEÑANZA ESCOLAR. 1932-1936

* V. LA GUERRA CIVIL. EL ROMANCERO, PARTE DEL TESORO NACIONAL

* 1. DISCONTINUIDAD DE EPOPEYA Y ROMANCERO Y CONTINUIDAD LATENTE DEL ROMANCERO

* 2. MADRID BOMBARDEADO. EL ARCHIVO "REFUGIADO" EN LA EMBAJADA DE MÉXICO

* 3. OCASO DE LA JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS. CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD DE LOS PROYECTOS DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS

* 4. ANÍBAL OTERO, ENCUESTADOR DEL ROMANCERO Y DEL ATLAS LINGÜÍSTICO, ACUSADO DE ESPIONAJE

* 5. MENÉNDEZ PIDAL, ANCLADO EN CUBA, A LA BÚSQUEDA DE ROMANCES

* 6. VERANO DE 1937. LOS DISCÍPULOS DE MENÉNDEZ PIDAL Y LAS CANCILLERÍAS SE PREOCUPAN DE LA SEGURIDAD DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO

* 7. EL ROMANCERO Y LA HISTORIA DE LA LENGUA DE MENÉNDEZ PIDAL VIAJAN COMO PARTE DEL TESORO CULTURAL DE ESPAÑA

* VI. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL CONFINADOS EN SU CASA

* 1. DEPURACIÓN DE MENÉNDEZ PIDAL. FIN DE SUS PROYECTOS CON UNA PROYECCIÓN NACIONAL, 1939-1941

* 2. EL ROMANCERO DORMITA EN SUS CAJONES, 1939-1945

* 3. UNA NUEVA GENERACIÓN DE ROMANCISTAS TOMA EL RELEVO, 1945-1946

* 4. MENÉNDEZ PIDAL VUELVE AL ROMANCERO, 1946-1950

* 5. LA CARTOGRAFÍA ROMANCÍSTICA Y LA EXPLORACIÓN DE LA TRADICIÓN EN LA SERRANÍA DE CUENCA, EN LAS BALEARES, EN SORIA, EN SEGOVIA, EN ÁVILA, EN LA MESETA MANCHEGA, EN ALISTE Y EN MARRUECOS, 1947-1948

* 6. ÉXITO EN LA TRADICIÓN ORAL DE ALGUNAS VERSIONES FACTICIAS DE LA FLOR NUEVA

* 7. HACIA UNA RECUPERACIÓN DEL ROMANCERO PORTUGUÉS, 1948

* 8. NUEVAS ENCUESTAS: LIÉBANA Y POLACIONES; LA SIERRA DE BÉJAR Y PLASENCIA; SANABRIA. LLEGAN OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO. 1948-1949

* 9. FIN DEL SEMINARIO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS. FINAL DE LAS ENCUESTAS Y PUBLICACIÓN DIFERIDA DE LOS TRABAJOS SOBRE EL ROMANCERO, 1950-1954

* 10. ACTIVIDAD RECOLECTORA EN LA AMÉRICA HISPANA. SU REPERCUSIÓN EN EL "ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL", 1948-1952

* 11. REPERCUSIONES DE LAS PUBLICACIONES SOBRE EL ROMANCERO EN LA EXPLORACIÓN DE LA TRADICIÓN ORAL, 1953-1954

* 12. HACIA UNA EDICIÓN INTEGRAL DE LAS FUENTES IMPRESAS DEL ROMANCERO DEL S. XVI

* VII. LA PUBLICACIÓN DE LOS FONDOS DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO ENCOMENDADA AL SEMINARIO  RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL

* 1. EL "SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL" DE LA UNIVERSIDAD DE MADRID Y EL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL, 1954

* 2. LOS PRIMEROS DIFÍCILES AÑOS DEL "SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL" Y EL ROMANCERO, 1954-1959

* 3. INTENTOS DE ROMPER CON EL AISLAMIENTO INTELECTUAL DE LA ESPAÑA DE LOS AÑOS 50

* 4. GRAN RECOLECCIÓN DE ROMANCES EN LAS ISLAS CANARIAS, 1952-1957

* 5. EL ROMANCERO TRADICIONAL, CUESTIONADO, 1959-1962

* 6. ÚLTIMAS CONTRIBUCIONES DE MENÉNDEZ PlDAL AL ROMANCERO, 1959-1965

* 7. MENÉNDEZ PIDAL EN ISRAEL Y EL ROMANCERO SEFARDÍ, 1964

* 8. EL SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL Y EL FUTURO DEL ARCHIVO-BIBLIOTECA MENÉNDEZ PIDAL, 1963-1966

* 9. REACTIVACIÓN DE LA LABOR EDITORIAL DEL ROMANCERO, 1966

* 10. PROPUESTA DE CREACIÓN CON CAPITAL AMERICANO DE UN CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS EN EL ARCHIVO-BIBLIOTECA MENÉNDEZ PIDAL, 1967-1968

* VIII EL ARCHIVO DEL ROMANCERO RENACE COMO PATRIMONIO CULTURAL DE INTERÉS MUNDIAL

* 1. NON OMNIS MORIAR, 1969

* 2. BELLAS PALABRAS Y NEGRAS REALIDADES, 1969-1970

* 3. ACTIVIDADES DE LA CÁTEDRA-SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL. CATALOGACIÓN DE LOS FONDOS SEFARDÍES DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO. LOS FONDOS PATXOT SE HACEN INACCESIBLES. 1969-1971

* 4. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y LA CONEXIÓN AMERICANA, NUEVAS PERSPECTIVAS, 1971-1975

* 5. EL ROMANCERO ¿AÚN VIVE?, 1973-1975

* 6. CRECER, PARA NO MORIR, 1976-1981

* 7. EL ROMANCERO AÚN VIVE. VOCES NUEVAS DE LA TRADICIÓN ORAL, 1977-1978

* 8. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL ROMANCERO. UNA NUEVA EMPRESA COLECTIVA, 1977-1984

* 9. LAS GRANDES ENCUESTAS COLECTIVAS DEL PROYECTO DEAPHR, 1980-1984

* 10. LAS TRADICIONES ORALES LEONESAS Y EL ROMANCERO EN LEÓN A FINALES DEL S. XX, 1984-1988

* 11. FIN DE ETAPA. DISPERSIÓN DEL EQUIPO INVESTIGADOR DEL PROYECTO DEAPHR. LA FUNDACIÓN RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL Y EL CAPITAL PRIVADO INAUGURAN UNA ÉPOCA NUEVA. 1984-1989

* 12. LOS ARCHIVOS DEL ROMANCERO NUEVAMENTE EN EL FOCO. LOS LABORATORIOS HUMANÍSTICOS INSTALADOS EN EL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS MENÉNDEZ PIDAL, 1988-1998

* 13. EL ROMANCERO ANTE EL CENTENARIO DEL ’98

* EPÍLOGO

* 1.- EL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS MENÉNDEZ PIDAL DINAMITADO

* 2.- EL ARCHIVO DEL ROMANCERO ANTE LA REESTRUCTURACIÓN DE LA FUNDACIÓN MENÉNDEZ PIDAL Y DEL CENTRO SITO EN CHAMARTÍN

* 3.- LOS FONDOS DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y LA INVESTIGACIÓN

* 4.- DESPEDIDA

Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

0 comentarios