47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO
4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO. VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA
[La Crónica de Castilla o de los reyes de Castilla, de que venimos hablando, es una reelaboración de la *Estoria de España de Alfonso X que, como su nombre indica,36 sólo abarca desde el reinado de Fernando I, primer rey de Castilla, hasta que Fernando III accede al reino de León y unifica definitivamente los dos reinos de Castilla y León;37 esto es, una crónica especializada en la llamada «Cuarta parte de la Crónica General de España».38 Su personalidad estriba en ser la reelaboración de la *Estoria de España más atenta a una ideología aristocrática de la historia (quizá como resultado de la revolución nobiliaria que depuso a Alfonso X)39 y la más inclinada a manipular la información histórica para acomodarla a sus propósitos doctrinales;40 no es pues de extrañar que sea también la que acoge con menos reservas los relatos de la épica tardía, con cuyo sistema ideológico y con cuya concepción de la narración histórica se halla básicamente identificada.41 Un carácter en cierto modo similar al de la Crónica de Castilla tiene la que en otro lugar he llamado Crónica fragmentaria, 42 que cubre un período de la historia inscrito en la «Tercera parte de la Crónica General de España».43 Esta crónica es una reelaboración de la Versión concisa 44 de la Estoria de España que incorpora a la compilación alfonsí nuevos materiales historiográficos, en buena parte 45 de origen épico-novelesco. Al parecer, la reelaboración abarcaba tan sólo la historia del reino astur-leonés correspondinete al Libro IV de la Historia Gothica del arzobispo toledano don Rodrigo Ximénez de Rada. Su parte inicial nos es conocida a través de un único manuscrito, Xx,46 descubierto y dado a conocer parcialmente por J. Gómez Pérez.47 Este manuscrito nos permite leer la Crónica fragmentaria desde la mitad de su capítulo 6° 48 (año 3° del reinado de Pelayo):
«alaraues por conpañeros del rregno que gelo ayudasen a mantener a sus sobrinos fijos de Vlit» [...]49
hasta el fin del reinado de Alfonso II (cap. LXXXII):50
«[...] Murió este rrey don Alfonso dicho Casto en buena vegez e en mucha honrra e fue enterrado muy onrrada mente en la iglesia de Santa Maria de Ouiedo que el fiziera. La su alma rreyne [con Dios, amen. En este año murió el papa Pascual e fue puesto en su logar Eugenio, e fueron con el nouenta e siete apostoligos» (fol. mod. 101a)
A partir de este punto el ms. Xx cambia de fuente.51 Afortunadamente, la familia de manuscritos constituida por B 52 y la subfamilia U,53 X,54 V 55 nos conserva la Crónica fragmentaria desde en medio del reinado de Alfonso II (B desde el cap. 69 56 y la subfamilia desde el cap. 72 57 de la Crónica fragmentaria), pues la utiliza para continuar una crónica cuyo original acababa trunco en medio del cap. 616 de PCG.58 Estos manuscritos (B y U, X, V) continúan la transcripción de la Crónica fragmentaria hasta el fin del reinado de Ordoño II, en que acaban. En consecuencia, conocemos hoy toda la Crónica fragmentaria desde Pelayo a Ordoño II, con la sola excepción de los 5 capítulos y medio (correspondientes a PCG, caps. 564 59-568 y a parte del 569) que figurarían en los 5 folios iniciales perdidos del ms. Xx.
En esta crónica, que, a falta de mejor nombre, seguiré llamando Crónica fragmentaria, volvemos a encontrar citas repetidas de una historia de África, para introducir pasajes interpolados en el relato heredado de su fuente principal, la Versión concisa de la *Estoría de España de Alfonso X.
La primera vez que el interpolador nombra esa historia de África da a la obra un título muy completo:
«Cuenta Sigiberto, en su Estoria que fizo de los rreyes moros que ouo en Africa que aseñorearon a España, que fue vno dellos este Ysca miramomelin, e que ouo vn fijo que dixeron Fines»;60
en adelante, se limita a invocar el nombre del autor («et segunt cuenta Sigiberto [...]; «cuenta Sigiberto que [...]»; «cuenta Sigiberto en su estoria [...]»; etc.)61 o alude a la materia de que la historia ocasionalmente trata («segunt cuenta Sigiberto en su estoria que fizo de Flores e de Blanca Flor, dize que [...]»).62 Alguna vez, supone que «Sigiberto» escribió en árabe:
«E dize Sigiberto, vn sabio que escriuio esta estoria en arauigo, [que la] rrazon por que el rrey Fines [fazi]a esta yda con Abdurramen era [,..]»63
«E dize Segiberto, el que fizo esta estoria de Flores e de Blanca Flor, que fue natural de Cordoua e que se açerto y aquel dia en Cordoua, que besaron la mano al rrey Flores syete mill caualleros de alaraues e bien mill e quinientos christianos que fueran en el Andaluzia e en el Algarbe bien dende el tienpo que fuera vençido el rrey Rrodrigo quando perdieron los christianos la tierra asi commo la Estoria de los Godos lo cuenta [...]»;64
pero en otra ocasión presenta a «Sigiberto» como mero traductor:
«Et segunt cuenta Sigiberto, vn sabio que saco esta estoria del fecho de Flores e de Blanca Flor de arauigo, diz que [...],65
cosa más natural, si se tiene en cuenta que el interpolador seguirá atribuyendo a «Sigiberto» la historia de Carlos Mainete, el biznieto del rey Fines (de cuya abdicación en Flores se dice más arriba haber sido el autor testigo):66
«Segunt cuenta Sigiberto en su estoria, dize que quando Carlos Maynete fue de hedat de quinze años [...]»67
La materia interpolada en la Versión concisa de la Estoria de España, cuya presencia se autoriza con la Estoria de los reyes moros que ovo en Africa que aseñorearon a España de «Sigiberto» abarca fundamentalmente todo un ciclo de leyendas épico-novelescas relacionadas con Carlomagno y sus antecesores. Se trata de largos capítulos dedicados a contar las historias intérrelacionadas de Flores y Blancaflor, de Berta y de Mainete.68 Aunque los episodios de las mocedades de Carlomargo pertinentes en una historia «de todos los fechos que fallar se pudieron» de España habían sido resumidos por Alfonso X según otra versión del Mainete,69 lo incrementado por el interpolador desentona manifiestamente con la herencia historiográfica alfonsí recibida a través del manuscrito de la Versión concisa que sirvió de fuente estructural a la Crónica fragmentaría, tanto prosísticamente, como por la andadura fuertemente novelesca de los relatos adicionados. Sirvan de ejemplo los siguientes pasajes:
«Yo he pensado mucho en vuestro fecho e non he fallado carrera que pueda ser si non vna. Yo he acostunbrado, que quando viene el tienpo de las rrosas e de las flores, que enbio çestos llenos dellas a las donzellas de la torre e do a cada vna el suyo, e agora es el tienpo ca es el mes de abril; pues yo he asmado que entredes en vn çesto de aquellos e cobrir vos he de flores e de rrosas e yo asi he asmado de vos sobir por que cunplades vuestra voluntad, e leuare a mis cuestas el çesto do vos yredes, ca me non fiaria en otro omne que vos alla subiese, e meter vos he en la camara donde mora Blanca Flor e por esta manera la podedes aver».
«Cuenta la estoria que estando el ynfante Flores en la prision del rrey de Babilonia, segunt que la estoria lo ha contado, que llego el tienpo en que el rrey solie fazer sus cortes e casar. E llegaron y todos los altos omes de tierra de Egipto por mandado del Galifa a fazer aquella honrra al rrey de Babilonia cuyos vasallos eran asi commo lo auien acostunbrado de luengo tienpo. E vinieron y Tençer almiral de tierra de Exçeria que es tierra de los negros, e Gradifer almiral de Nubia e Alfanges almiral de Oliferna e otros muchos honrrados altos omnes que eran vasallos deste rrey de Babilonia. E almirales quiere tando dezir commo dizen en este nuestro tienpo por los arrahezes que son adelantados de las cibdades mayores. Et quando fueron todos ayuntados ante el rrey en vn palaçio muy grande e muy bueno que era en el su alcaçar, el rrey començo su rrazon e dixo asi: Vos todos venistes aqui por me onrrar e por me fazer alegria, asi commo lo soliemos vsar; et quamaño solie ser el plazer que yo auia quando aqui veniedes las otras vezes, tamaño es el pesar que yo agora he de la desonrra que rreçebi, e muestro vos lo porque sodes todos mis vasallos e que vos deuedes sentir mucho de la mi desonrra... Et agora rruego vos a todos que me consejedes commo los judgue con derecho e tome vengança deste ynfante que tamaña desonrra me fizo...
Estonçes el almiral Alfages dixo: Señor rrey, non vos quexedes nin tomedes grand saña por lo que ellos vos dizen por cuyta de su señor, e por el bien e la bondat que ay en el rrey Fines su señor, asi commo vos conto aquel cauallero e que nos sabemos en verdat que es asi, non dexedes de los oyr, ca non peresçera la justicia por y que quisieredes fazer. Et los otros almirales dixeron al rrey que era bien que los oyese. Et el touolo por bien. Et Gaydon finco los ynojos ante el e dixo esta rrazon contra ellos: Señores almirales e vos todos de la corte avedes dado juyzio contra el ynfante nuestro señor e mandades lo matar rrazonando fiera mente que es traydor e dezides que fazedes justicia, lo qual non es assy, ca justiçia non es si non aquella que se cumple con derecho; et commo al ynfante non fallades vos en culpa por que deua morir, si non por que vedes a vuestro señor que se siente del poco yerro que fizo e entendedes que ha sabor de lo matar, e por le fazer a el plazer dezides que fizo trayçion e non judgades el derecho e judgades las vuestras voluntades... Otrosi por que dezides que Flores es traydor, non es traydor si non faze trayçion en vna de tres maneras: o matar a su señor o alçarse con su castillo que tenga del o yazer con muger de su señor. E, loado sea Dios, el infante non fizo ninguna destas cosas, ca si el rrey dize que el querie casar con Blanca Flor, el casamiento non era avn fecho nin era avn su muger...»
La falta de adecuación de los relatos interpolados a la concepción de la historia y al arte de historiar alfonsí no debe, sin embargo, hacernos olvidar que el cronista se esfuerza por encajar las leyendas épico-novelescas francesas en el marco de la historia de Al-Andalus que le proporcionaba la Estoria de España alfonsí. Los personajes de la leyenda han sido acomodados a la circustancia histórica que le proporcionaba la Historia Arabum del Toledano romanceada por los compiladores de la Estoria de España; de resultas vemos aparecer en la historia novelesca de «Flores y Blanca Flor los mucho enamorados» a personajes que el acoplador de estas leyendas a la Estoria de España conocía a través de su fuente cronística básica, como son Ysca miramomelín, a quien se supone abuelo de Flores, «vna su sobrina fija de Yzid su hermano», identificada con la madre de Flores, o Abilit (por Alulit), primo de Flores, y estas precisiones acerca del linaje del protagonista condicionan el hecho de que la primera etapa del infante en su viaje en busca de Blancaflor consista en visitar en Berbería a su abuelo el miramomelín Ysca. La mezcla de datos de las dos fuentes da lugar, más adelante, a la suposición de que, antes de la llegada a España de cAbd al-Raḥmān I, la Europa musulmana se halle repartida entre cuatro reyes: Hixem, de Toledo, llamado en los cantares «Galafre» por confusión con su alguacil (según se nos dice), Abrahen, de Zaragoza, llamado Bramante, y otros dos anónimos, de Burdeos y de Tolosa. Para la «contaminación» de la leyenda con elementos historiográficos se acude, no sólo a los datos de la Estona de España procedentes de la Historia Arabum, sino a los que porporcionan otras sincronías establecidas por la Estoria de España. Por ejemplo, en el relato de la conversión masiva al cristianismo de los subditos musulmanes de Flores se hace jugar un papel al rey astur-leonés Fruela I y al papa contemporáneo de este rey, Paulo, e incluso se recuerda el dato cronístico de que Fruela había fundado la diócesis de Oviedo, y se nos cuenta que el legado papal enviado a auxiliar a Flores en su misión confirma al obispo de Oviedo instaurado por Fruela.
Por otra parte, el interpolador retoca pasajes derivados de la Historia Arabum para dar cabida en ellos a los personajes de la leyenda, obviamente sin que su fuente épico-novelesca contuviera información adicional alguna relacionada con ellos. Y en esos casos se permite también citar a «Sigiberto» para atestiguar lo narrado:
«Mas Abdurramen non lo quiso alborotar mucho e guisose muy bien e apoderose e fue con grande hueste sobre Muños que se alçara. Enpero ante rrogo al rrey Fines, fijo de su señor, que fuese en su ayuda e el que yrie con el e que le cataria por señor commo era guisado. Et dize la estoria que commo [quier que] Fines era mançebo e tenie muy buena caualleria e muy bien guisada, que [se] acogio luego a lo que le rroga[u]a Abdurramen. E quando esto [oy]o Abdurramen, plogole mucho, [per]o que metio mayor pena en [l]euar mas gente por que mas [g]uardado fuese el fijo de su señor, commo quier que leuaua [el]l rrey Fines muy grand gen[te] e muy bien guisada. Et dize Sigiberto, vn sabio que escriuio esta estoria en arauigo [que la] rrazon por que el rrey Fines [se mouio] a esta yda con Abdurramen era por que las gentes e los pueblos de España lo conosçiesen e sopiesen commo era fijo de Ysca miramomelín su señor. El rrey Fines mouio de su rregno de Almeria e Abdurramen de Cordoua e fueron cercar a Munos en vn castillo a que dizen Çiritania...» (cfr. PCG, p. 331b32-36)
Esta actitud vuelve a recordarnos el modo de historiar de la Crónica de Castilla. También en ella, junto a largos pasajes cidianos interpolados procedentes de las Mocedades de Rodrigo abundan otras alusiones a Rodrigo en episodios o capítulos de origen historiográfico, alusiones que hay que atribuir al deseo del autor de convertir los reinados de Fernando I a Alfonso VI en una biografía del héroe castellano y no a que hubiera consultado una fuente épico-novelesca que recogiera pasajes de abolengo historiográfico y los incorporara a la leyenda cidiana. Esas adiciones pueden limitarse a la mera mención interpolada de un nombre o extenderse hasta constituir un episodio de pura invención introducido para reforzar la imagen heroica del Cid o para manipular su figura con intenciones políticas (según ocurre en el ejemplo discutido en Catalán, «Poesía y novela», 1969, pp. 437-438 [o en la presente obra, cap. VI, § 4] referente al fabuloso cerco de Rueda por el Cid)].
Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolución. (1990)
NOTAS
36 [Por las razones que doy en De Alfonso X, pp. 323-325, creo que la Crónica de Castilla, aunque fuera concebida como parte postrera de la Crónica General de España, pretendió desde un principio desembarazarse del pasado nacional remoto y nació como historia particular del reino independiente de Castilla. Los manuscritos en que aparece unida a otras partes de la Crónica General (A, G, J) son de constitución artificiosa. No existió, pues, la *«Variante da Primeira Crónica ampliada a partir de Fernando I» propuesta por Cintra en Crón. 1344].
37 [La demostración de que en ese punto acababa originalmente la Crónica de Castilla puede verse en De Alfonso X, pp. 345-349].
38 [Sobre la división en «partes» de la Crónica General, véase Menéndez Pidal, Primera crón.2, pp. XVII-XIX y XXVI y Cintra, Crón. 1344, pp. CCIX y CCXXX].
39 [Según supuse en D. Catalán, «Poesía y novela» (1969), p. 437, n. 3; véase en la presente obra, cap. VI, § 4 y n. 3].
40 [Véase D. Catalán, «Poesía y novela» (1969), pp. 436-441, o en la presente obra, cap. VI, § 4].
41 [Especialmente el poema de las Mocedades de Rodrigo (cfr. S. G. Armistead, «La Gesta de las Mocedades de Rodrigo» ─Doct. Diss, y «The Earliest Ref. to M.R.») y la Refundición del Mio Cid (cfr. D. Catalán, «Poesía y novela» (1969), pp. 434-435, o en la presente obra, cap. VI, § 4].
42 [D. Catalán, De Alfonso X, pp. 155-161, 176-177].
43 [Véase n. 38].
44 [Sobre esta versión de la *Estoria de España, véase D. Catalán, De Alfonso X, pp. 124-177. Se nos conserva en más o menos manuscritos, según la sección de la «Tercera parte» de que se trate: Desde Pelayo hasta la «Cruz de los ángeles» (en el reinado de Alfonso II), en los mss. E1(orig), Y y en la familia T, G, Z; hasta el fin del reinado de Alfonso II, en Y, E2(b) y en T, G, Z; desde Ramiro I al año 1° de Alfonso III (inclusive), en Y únicamente; en adelante, en Y y en T, G, Z (o en los manuscritos de esta lista que vayan quedando cuando algunos terminen truncos por pérdida de sus hojas finales)].
45 [Una importante adición de origen historiográfico consiste en la incorporación de una descripción muy completa de las construcciones piadosas de Alfonso II tomada de Pelayo Ovetense. Los manuscritos de la Versión concisa sólo acudían a la Crónica pelagiana para añadir dos pequeños pasajes (PCG, p. 348a43-b19 y 348b30-32) en la lista de reliquias contenidas en el Arca Santa de Ouiedo, pasajes que los textos derivados de la Versión crítica desconocen.].
46 [Ms. 7583 de la Biblioteca Nacional, Madrid].
47 [J. Gómez Pérez, «Leyendas medievales españolas del ciclo carolingio», Anuario de Filología-Maracaibo, II-III (1963-1964), 7-136, y «Leyendas carolingias en España», Anuario de Filología-Maracaibo, V (1966), 121-193].
48 [Equivalente al cap. 569 de PCG].
49 [Cfr. PCG, p. 324b27].
50 [Equivalente al cap. 627 de PCG, pero muy diferente].
51 [Desde el comienzo del reinado de Ramiro I (capítulo sin numerar [= LXXXIII]), el ms. Xx abandona la transcripción de la Crónica fragmentaria y copia la Versión amplificada de 1289 (ed. en PCG, cap. 628, p. 359b47 y ss.). He podido comprobar que en algunas variantes se relaciona especialmente con la traducción gallego-portuguesa del ms. E2(c) conservada por los mss. A1, A’ (y, retraducida, por Ae). Me ocuparé de demostrarlo en un próximo libro dedicado a estudiar en toda su complejidad la tradición manuscrita de la Estoria de España].
52 [Ms. 2022 de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca; ant. II-18. Tuvo las signaturas 2-B-2 y, antes, VII-F-2 cuando se conservaba en la Biblioteca de Palacio Real].
53 [Ms. 158 de la Biblioteca de la Universidad de Madrid; ant. 118-Z-2].
54 [Mss. 10213 y 10214, ant. Ii-113 e Ii-114 de la Biblioteca Nacional, Madrid].
55 [Ms. 1277, ant. F-85 de la Biblioteca Nacional, Madrid].
56 [El cambio de fuente se hace patente en el ms. B por la duplicación de ciertos sucesos (debida a diferencias en el orden de lo narrado en los dos textos combinados): inmediatamente después de reproducir los caps. 614 y 616 de PCG siguiendo a la primera fuente, vuelve a incluir (con notables variantes) parte de esa materia al final del capítulo correspondiente a PCG, c. 616, y en dos capítulos adicionales en que se habla de nuevo de las buenas obras de Alfonso II y del Arca Santa de Oviedo y sus reliquias. Véase Catalán, De Alfonso X, pp. 39-40].
57 [El prototipo de X, U, V se percató de la duplicación y trató de eliminarla].
58 [En la sección anterior estos manuscritos derivan del ms. C, copia de E1(orig), esto es de E1 + E2(a) antes de ser desmembrados los cuadernos finales de E1(orig) e incorporados a E2(orig); la copia, como su original, E1(orig), acababa dejando inconclusa una frase (véase atrás, cap. IV, n. 21). El ms. B sólo depende de esa fuente desde que una segunda mano, B(b), trata de continuar un manuscrito preexistente, B(a), de la Versión vulgar de la Estoria de España, que acababa en el cap. 425 de PCG (en el reinado de Eurico)].
59 [El reinado de Pelayo y el manuscrito comenzaban en el mismo lugar que el ms. T de la PCG y que la «Cuarta parte» del ms. L y de la Estoria del fecho de los Godos (mss. F, D; «segunda» en el ms. I)].
60 [Crón. fragm., cap. XV (ms. Xx, f. 5d)].
61 [Ms. Xx, fols. 5d, 6c, 8c, etc.].
62 [Ms. Xx, f. 13d].
63 [Ms. Xx, f. 10v. Se trata de un pasaje tomado de la Historia Arabum del Toledano (que figura en PCG, c. 582, p. 331b35 y ss.), pero amañado con la participación del rey Fines].
64 [Ms. Xx, f. 45a. Se trata del capítulo en que el rey Fines cede su reino al rey Flores. Materia ajena a la Versión concisa de la Estoria de España].
65 [Ms. Xx, f. 8d].
66 [En el pasaje arriba citado del f. 45a (véase n. 64)].
67 [Ms. Xx, f. 66b].
68 [J. Gómez Pérez, en los artículos citados en la n. 47, dio a conocer los pasajes legendarios del ms. Xx interpolados. No aclara bien el hecho de que el interpolador manipuló la fuente épico-novelesca y la narración cronística de base alfonsí para realizar el acoplamiento de las leyendas a la historia erudita].
69 [PCG, pp. 340a30-343a25].
CAPÍTULOS ANTERIORES: LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:
PRESENTACIÓN
* 1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»
I. ALFONSO X HISTORIADOR
* 2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM
* 3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS
* 4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS
* 5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA
* 6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA
* 7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES
* 8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA
* 9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS
* 11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS
* 12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA
II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.
* 17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»
* 19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO
* 20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO
* 22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO
* 23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA
* 24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO
* 25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR
* 26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO
IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ
* 28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL
* 29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID
* 30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X
* 31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»
V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES
* 33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL
* 34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»
* 36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA
* 37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»
* 38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS
VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV
* 39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X
* 40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES
* 41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE
* 42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL
VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA
* 44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO
* 45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO
* 46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL
Imagen: Miniatura medieval que representa a Sancho III el Deseado, rey de Castilla, hijo de Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla y León. Vía Wikipedia
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