41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE
3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE. VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV
En esta rapidísima transformación sufrida por la Crónica General de España jugó, a mi parecer, un papel decisivo cierto monje caradignense que novelizó la biografía del Cid e hizo pasar su relato fabuloso por traducción de una *Estoria del Cid compuesta en arábigo por Abenalfarax (Ibn al-Faraŷ), el alguacil histórico del Cid en Valencia. La tal *Estoria es ejemplo precioso de un género historiográfico de creación monacal, propenso a la libre manipulación de los datos históricos y carente del científico respeto a las fuentes habitual en la historiografía regia.26 El monje-cronista tomó como punto de partida la traducción de Al Bayān al-wāḍ iḥ fi l-mulimm al-faḍ ih de Ibn cAlqama, utilizada en la Estoria de España alfonsí,27 para autorizar con su relato fidedigno toda una historia legendaria concebida como reclamo de las «reliquias» cidianas que los monjes de San Pedro de Cardeña exhibían al turista-peregrino. La *Estoria del Cid del pseudo Ibn al-Faraŷ combina una *Refundición del Mio Cid ya muy anovelada y cierto relato semi-hagiográfico relativo a las postrimerías del héroe y a sus maravillosos hechos después de muerto 28 (*Leyenda de Cardeña).
Esta narración novelesca fue incorporada a la Crónica General, a pesar de que su extensión desequilibraba la estructura del reinado de Alfonso VI: figura en una Interpolación cidiana a la Versión ampliada, en la Crónica de Castilla y en la *Crónica manuelina. El contraste estilístico entre esta sección de la Crónica 29 y las procedentes de los talleres historiográficos alfonsíes se refuerza por la libertad con que el monje caradignense construyó su relato a partir de los materiales épicos y pseudo-eruditos que manejaba. P. Russell ha puesto de relieve cómo el autor de la *Estoria del Cid va racionalizando sistemáticamente todos los hechos asombrosos contados por la leyenda cidiana semi-hagiográfica inventada en Cardeña;30 esta curiosa actitud se manifiesta también, a mi parecer, en los pasajes de procedencia épica. Sírvanos de ejemplo el famoso episodio del león.
El Mio Cid del s. XII daba comienzo al «Cantar de la afrenta de Corpes» con una escena en que los infantes de Carrión quedan «enbaidos», moralmente maltrechos, ante toda la corte cidiana:
2278 En Valencia sedi
mio Cid con todos los sos,
con elle amos sos yernos
ifantes de Carrion;
yazies en un escaño,
durmie el Campeador,
mala sobrevienta,
sabed, que les cuntió:
salios de la red
e desatos el leon;
2283 en grant miedo se vieron
los del Campeador
.......................
................etc.
El episodio cómico tiene la función de poner de relieve la cobardía de los yernos del Cid, momentos antes de que la pacífica posesión del señorío valenciano venga a ser amenazada por el desembarco de Búcar (2311-2312: «Ellos en esto estando... / fuerças de Marruecos Valencia vienen çercar»).
El cronista trata de racionalizar el episodio. Primero considera necesario aludir a la existencia de «el leon» con anterioridad a su irrupción en la corte:
«El Çid auie vn leon que era fecho muy grant et muy fuerte, et guardauanle tres omnes; et aquel leon estaua en vna casa en que auie vn grant corral».
Después se preocupa de explicar el cómo y el por qué se escapa, y su aparición ante toda la corte del Cid. Para ello, anticipa las nuevas del desembarco de Búcar y supone que el Cid tiene con todos los suyos un consejo en el alcázar, antes de adormecerse en su escaño. Seguidamente explica:
«Los omnes que guardauan el leon auien dexado vna cuerda colgada por ol dauan de comer et eran ydos al palaçio por oyr aquellas nueuas que dizien de los moros, et dexaron la puerta del corral abierta. Et el leon trauosse por aquella cuerda, et subio suso; et commo fallo la puerta del corral abierta, enderesço para el palaçio do el Çid estaua con todas aquellas conpannas...»31
No sabemos qué modificaciones habría introducido la * Refundición del Mio Cid en el comienzo del «Cantar de Corpes», pero me parece evidente que la razonada exposición cronística no se aparta aquí del viejo Mio Cid por seguir invenciones poéticas nuevas, sino a causa de una preocupación por aumentar la credibilidad del episodio análoga a la señalada por P. Russell en los pasajes de la leyenda monacal.
Esta tendencia del monje-cronista a crear un trabado relato novelesco a partir de los materiales épicos ha de ser tenida muy en cuenta al examinar el contenido juglaresco de la *Estoria del Cid caradignense; las invenciones del prosificador no deben confundirse con las innovaciones del juglar que en el s. XIII refundió la vieja gesta cidiana.
La incorporación a la Crónica General de España de esta larga novela sobre el Cid introdujo en la obra alfonsí un desequilibrio estructural y estilístico que facilitó extraordinariamente la evolución de la historia nacional hacia formas cada vez más anoveladas.
Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolución. (1990)
NOTAS
26 Véanse mis referencias a esta obra en «El Mio Cid de Alf. X» (1963), pp. 209-210 y 304-306 [cap. IV, §§ 2 y 4, pp. 102-103 y 117-119 del presente libro] y en «Reyes de Africa de Gilberto» (1963), pp. 348-349 [cap. VII, § 2 del presente libro], así como la bibliografía allí citada.
27 En los caps. anteriores al 896 de PCG todas las crónicas combinan el texto de Ibn cAlqama con otras fuentes alfonsíes, heredando sin duda la estructura de la Estoria de España alfonsí. Después del cap. 896, la Crónica de veinte reyes, que sigue utilizando las fuentes alfonsíes y no incorpora la biografía novelizada del Cid, continúa aprovechando el relato de Ibn cAlqama. Creo, pues, que la traducción es alfonsí. Por otra parte, el respeto al texto traducido es extraordinario (incluso en pasajes que contienen juicios morales basados en el punto de vista musulmán) y no hay el menor intento de novelización; el pseudo-Ibn al-Faraŷ no habría traducido a Ibn cAlqama de tal forma.
28 Sorprende que A. Ubieto, en Arbor, XXXVII (1957), 155-157, considere como una fuente histórica digna de fe los pasajes de la Primera crónica que reproducen la *Leyenda de Cardeña, y que utilice las fábulas del monje caradignense para desechar la información de los documentos conservados.
29 En el ms. E2 una mano tardía, E2(d), interpoló esta sección de la Crónica (véase De Alfonso X, pp. 64-69); figura también en el ms. F. Con esta interpolación se relaciona la existencia de una laguna en la historia del Cid. Cfr. Catalán, «El Mio Cid de Alf. X» (1963), pp. 206-215 [y en el presente libro cap. IV, § 2].
30 «San Pedro de Cardeña» (1958), pp. 57-79.
31 PCG, p. 603a.
CAPÍTULOS ANTERIORES: LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:
PRESENTACIÓN
* 1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»
I. ALFONSO X HISTORIADOR
* 2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM
* 3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS
* 4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS
* 5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA
* 6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA
* 7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES
* 8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA
* 9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS
* 11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS
* 12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA
II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.
* 17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»
* 19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO
* 20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO
* 22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO
* 23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA
* 24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO
* 25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR
* 26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO
IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ
* 28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL
* 29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID
* 30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X
* 31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»
V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES
* 33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL
* 34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»
* 36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA
* 37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»
* 38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS
VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV
* 39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X
* 40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES
Imagen: Descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago. Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela.
0 comentarios