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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

  4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA. I. ALFONSO X HISTORIADOR.

      El principio de «contar la estoria toda como contescio e non dexar della ninguna cosa»,56 entendido como lo entendió Alfonso, exigía manejar un caudal de testimonios inmenso en su extensión y, a la vez, complejísimo en sus interrelaciones. De ahí que el desafío mayor fuera dar estructura a esa suma de informaciones y comentarios.

      Basándose en la tradición de los Chronici Canones de Eusebius-Iheronimus, Alfonso impuso como principio ordenador la cronología. Para los tiem­pos más antiguos recurrió a la Biblia y a la «linna de los padres del Uieio Testamento» como fuente estructural capaz de proporcionar una historia continua desde la Creación hasta que, con el cautiverio de Babilonia, «la cuenta de la estoria se perdio por una uez de tod en todo yr por los annos de la linna de los ebreos e passo la cuenta a los gentiles».57 En efecto, hasta el «segundo anno de Dario, rey de Persia fijo de Ydaspo», en que en virtud del Cautiverio los judíos «perdieron la ondra desta cuenta», Alfonso, por muy extensamente que cuente «las razones de los gentiles desse tiempo», actúa de acuerdo con el principio expresado en el «Prólogo» del Libro XI de la General estoria:

    «Nos, en tod este libro la estoria de la Biblia auemos por aruol a que acordamos de nos tornar toda uia como a linna cada que acaba­mos las razones de los gentiles que contamos en medio»58

      Sin embargo no se sintió satisfecho con el modo que tenía la Biblia de fragmentar temporalmente la historia; de ahí que haga notar:

    «Sabed que nin Moysen nin Jheronimo, como quier que lieuen la estoria de la Biblia por annos, non la lieuan por la cuenta dellos departiendo las estorias diziendo: Esto contescio en tal anno e esto en tal»,59

y que ejemplifique esa insuficiencia comentando cómo la Biblia y Jerónimo suelen conformarse con decir:

    «nacio Seth tal anno, e empos esto cuentan luego su estoria unada, e en cabo dizen: Seth fizo fijos e fijas e uisco tantos annos e murio, mas non fazen y en la estoria otros departimientos por annos. E assi lieuan las uidas e los annos de todos los otros padres de la linna, saluo ende en muy poquillos logares...»60

      La historia «ecuménica» concebida por Alfonso necesitaba de mayores precisiones cronológicas:

    «Mas Nos, lo uno por que auemos mester estos departimientos por los fechos et por las estorias e por las razones de los gentiles que enxerimos en la estoria de la Biblia, e auemos otrossi mester annos sennalados de la linna que nombremos en que contescieron aquellas cosas de los fechos de los gentiles e los metamos alli en la estoria, lo al otrossi por que fallamos estos departimientos fechos que los fizieron los sabios en sus estorias e pero aun esto que lo fazen sobre las razones de los gentiles mas non sobre las de la Biblia si non como auemos dicho, conuiene nos aqui a departir los annos...»61

      A partir del Cautiverio de Babilonia, la General e grand estoria abandona la «linna» de los patriarcas, jueces y reyes de los hebreos y recurre a la de los reyes gentiles de «el mayor sennorio del mundo» que en cada tiempo hubiera, según se había anunciado en la Parte 1ª, Lib. X, cap. VI «De como se contaron a tiempos las estorias por los annos de los reyes gentiles»:

    «Pero sobresto es otrossi de saber que muchos años fallaredes en que se cuenta la estoria por los reyes gentiles, como por los annos del rey Dario, e por los de Alexandre el Grand, e del rey Arthaxerses e de los otros reyes gentiles d’aquellos tiempos, e de los romanos otrossi como de Julio Cesar e Otauiano Cesar, e d’otros reyes e emperadores de quien oyredes adelant en esta Estoria; mas esto fue otrossi por que el regno de Israel finco estonces como destruydo después de la catiuidad de Babilonna, donde se ouo a contar la estoria por los reys gentiles que era estonces el mayor sennorio del mundo». «Et maguer que después de la catiuidad de Babilonna o esta cuenta e la ondra della perdieron cobraron regno, pero nunqua despues esta cuenta cobraron nin se contó la estoria por los annos de la su linna, como ueredes en esta Estoria. E de la uenida de Christo a adelant cuentan se las estorias por los annos de los cesares e de los emperadores de Roma e por la su era; e qui quiere cuenta por la encarnación de Christo o aun qui quiere por todo fascas por amos estos tiempos e por amas estas cuentas del Cesar e de Christo, esto es, por ell era e por la encarnation»62

      De acuerdo con estas declaraciones tan explícitas, una de las mayores preocupaciones que se manifiestan en la construcción de la General estoria es el estudio de las sincronías y el establecimiento de criterios para poder fragmentar las historias «unadas» y decir «esto contescio en tal año e esto en tal» otro.63

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

56  Véase atrás, n. 29.

57  General estoria, 1ª Parte, Lib. X, cap. 6 (I, p. 267b38-48).

58  Ed. Solalinde, I, p. 288a21-26.

59  General estoria, 1ª Parte, Lib. XXI, cap. 2 (I, p. 595a50-55).

60  General estoria, 1ª Parte, Lib. XXI, cap. 2 (I, p. 595b18-26).

61   General estoria, 1ª Parte, Lib. XXI, cap. 2 (I, p. 595b36-50).

62  General estoria, 1ª Parte, Lib. X, cap. 6 (I, p. 267b22-37 y 267b50-268a9).

63  Cfr. F. Rico, Alfonso el Sabio y la G. E., 2ª ed., Barcelona, Ariel, 1984, pp. 56-59. [La primacía de la cronología sobre otros criterios de organización de la historia, aunque reconocida como regla por Alfonso, fue repetidamente conculcada en la General estoria, por razones didascálicas. Sirva de ejemplo el «Prólogo» a la «Estoria de Troya» (2ª Parte, Lib. de los Juyzes, cap. 437): «E pero por que non seamos reprendidos de los tienpos en que los fechos de aquellas otras estorias contesçieron nin ayan en que nos trauar en ello, dezimos que aquellas estorias non son todas de vn anno, asi commo lo departiremos alli do fablaremos dellas, e maguer leuamos esta General estoria por los annos en que acaesçieron las cosas e se deurien contar cada vna dellas en sus tienpos, pero por memoria d’esta estoria de Troya e por que fuese el su fecho todo ayuntado e que se entendiese por y mejor toda la estoria e los achaques por do vino aquel destruymiento d’esta çibdad, touimos estas estorias e sus razones todas para aqui, asy commo vienen vnas en pos otras ordenada mientre» (ed. Solalinde et al, II, 2, p. 48a40-b9). I. Fernández-Ordóñez, «La Estoria de España, la General estoria y los diferentes criterios compilatorios», Revista de Literatura, 50 (1988), 16-35, ha llamado certeramente la atención respecto a las vacilaciones y cambios de criterio que se perciben en las dos grandes compilaciones alfonsíes, la Estoria de España y la General estoria, entre dar preferencia a la estructuración cronológica o a la presentación razona­da de las «estorias» en que se articula la Estoria].

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada 

Imagen: miniatura de Juegos diversos de Axedrez, dados, y tablas con sus explicaciones, ordenados por mandado del Rey don Alfonso el sabio.

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