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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA. I. ALFONSO X HISTORIADOR.

      Junto a los problemas planteados por la cronología y sincronización de los hechos, la otra gran preocupación alfonsí fue el armonizar los relatos de las fuentes. El conocimiento cierto de los hechos exigía entrelazar cuidadosa­mente las versiones que de unos mismos sucesos ofrecían los autores consul­tados, procurando no perder ningún detalle: así vemos completar sistemáti­camente al Toledano con Lucas de Tuy, a pesar de que don Rodrigo no había hecho muchas veces sino recontar en un latín más cultivado lo que decía el Tudense.95 Aunque los relatos más pormenorizados, más ricos en informa­ción se imponen necesariamente como fuentes, ello no quiere decir que sean preferidos. En caso de disentimiento no armonizable entre las fuentes, se da preferencia a las más respetadas, de acuerdo con un orden jerárquico que, por ejemplo, exige corregir al Tudense con el Toledano,96 a la Historia Roderici con estos dos historiadores generales,97 a Ibn cAlqama con la Historia Arabum98 y a los cantares de gestas y romances de los juglares con cualquier fuente erudita.99

      La labor de entrelazamiento, de verdadera taracea, en el «ayuntamiento» de fuentes es realizada con un primor extraordinario. Sólo cuando la reduc­ción a un relato único, fiable, no es posible se recurre, como en la General estoria, a contraponer las versiones discordantes, a veces acompañadas de juicios críticos:

    «...Oppa fijo del rey Egica que fuera arçobispo de Seuilla; pero dize aqui don Luchas de Thuy que fue fijo de Vitiza... E algunos dizen que fue fijo de Vitiza, et otros que hermano del cuende Julian, mas lo que es uerdad fue fijo de Egica et hermano de Vitiza; e de qualquier destos que fuesse, sabida cosa es que fue arçobispo de Seuilla et despues de Toledo...» 100

    «Mas pero assy fue como el arçobispo e don Luchas de Tuy lo cuentan, aqui en la estoria del rromançe del infante Garçia dize desta otra manera»101

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

95  Lucas había escrito su obra histórica (Chronicon Mundi) [h. 1237] antes de ser [magister scolarum (1239), primero, y después] obispo de Tuy. El libro cuarto abarca desde la invasión musulmana hasta la conquista de Córdoba por Fernando III (1236). Como otros historiadores medievales, utiliza verbatim la obra de sus predecesores y sólo la altera para interpolar datos de fuentes laterales. Aparte del interés que estas adiciones tienen, por estar basadas en fuentes desconocidas de origen discutible [véase B. F. Reilly, «Sources of the Fourth Book of Lucas of Túy’s Chronicon Mundi», Classical Folia, XXX, 1976, 127-137], su contribución fundamental es escribir la historia «contemporánea». Su prosa carece de vuelos literarios. Don Rodrigo aprovechó ampliamente la obra del diácono leonés, pero rompió con la tradición historiográfica anterior al no calcar en su discurso narrativo el de su fuente.

96  Por lo general, Alfonso X, en caso de disentimiento entre don Rodrigo y don Lucas, da preferencia al testimonio del arzobispo, según notó ya R. Menéndez Pidal (Primera crón.2, p. XXXVII), aunque suele citar la versión alternativa. Si los textos se complementan y le parece preferible el texto del Tudense por ser más «completo», puede llegar a corregirlo con el Toledano sin hacer explícita la enmienda.

97  Según ya notó Menéndez Pidal (Primera crón.2, p. XXXVII). Ejemplo: en los pasajes de PCG, pp. 532a12-15, a46-b17, 535a18-b16, 536a28-537a9, procedentes de la Historia Roderici, se introducen los nombres de los reyes de Zaragoza que da la Historia Arabum, XLIX, 282a, y del rey de Aragón que figura en la Historia Gothica, XXVIII.33-34, en substitución de los históricos que ofrecía la fuente.

98  Puede servir de ejemplo el cap. 877 de PCG basado en Ibn cAlqama, pero donde se consigna (PCG, p. 549a27-29) que «entre tanto murio Hamet Abenhuth rey de Saragoça et regno empos el su fijo Yuçaf Abenhuth» por atender a la enumeración de los reyes zaragozanos de la Historia Arabum, XLIX, 238a («Post quem filius eius Hamath successit: post eum filius eius Yuceph») y seguir arrastrando el desplazamiento en el tiempo de esa serie, que venía de atrás en la crónica. Quien realmente muere (antes del 17 de abril de 1086, que es el fin del año árabe 478) es Yūsuf b. Amad al-Mu’tamīn y quien hereda el reino Amad II ibn Yūsuf al-Mustacīn. De resultas, se supone que la hija del «alguazil Abubecar fijo de Abdalhaziz» se casa «con el rey de Saragoça que auie nombre Hameth Abenhuth», siendo cierto que se desposó en Zaragoza (el 26-27 de enero de 1085) con Amad ibn Yūsuf  cuando quien reinaba era el padre de éste, Yūsuf  al-Mu’tamīn. El error a que la Historia Arabum dio lugar queda patente más adelante, pues la propia Estoria de España alude a la muerte de «Yuçaf Abenhut rey de Saragoça» (en PCG, c. 890, p. 559b42-45) y a su sucesión por «Almoztaen el que fue yerno de Abubacar Abneabdalhaziz». La sucesión de «Yuceph» al-Mu’tamīn por «Hamath cognomine Almuztaim» procede aquí de la Historia Arabum (XLIX, 283a), mientras que la identificación del sucesor a través del «alguazil» de Valencia es propia de Ibn cAlqama. La Crónica de veinte reyes se percató de la contradicción entre los dos pasajes y en el primero identificó al novio con «el nieto» del rey de Zaragoza (aunque respetó las correcciones erróneas del compilador de la Estoria de España).

99 Así, por ejemplo, al resumir la versión juglaresca («La Estoria del romançe deste infante Garçia») de la muerte del último conde castellano descendiente de Fernán González asesinado en León, la Estoria de España dice (cito por el ms. T, pero lo corrijo con el ms. G, ambos representantes de la Versión concisa):

    «e leuaron le mal e desonrradamientre fastal conde Rrodrigo Uela, que era su padrino. Ell infante, quando se vio antel, començol de rrogar que nol matassen, e que les darie grandes tierras e heredades en su condado. El conde ouo estonçes duelo e dixo a los otros que non era bien de matar lo assy, mas que serie meior de tomar aquello que el les daua, et a el quel echassen de tierra (omite e. de t. G). Yniego Uela fue muy sannudo contra el e dixo: Don Rrodrigo, ante quel matassemos los caualleros (omite los c. T) fuera esso de veer, mas ya agora non es tienpo de dexarle assy. La infanta doña Sancha, quando sopo que el infante Garcia era preso, fu para alla, e quandol uio començo a meter grandes bozes...»

(cfr. en PCG, c. 788, p. 471a45-b16 la Versión amplificada de 1289). Gracias a la Crónica de veinte reyes sabemos que, donde la Versión concisa y la Versión amplificada hablan del conde Rodrigo Vela, padrino del infante, la fuente épica romance nombraba al conde Muño Rodrigo:

     «e leuaron lo preso muy desonrradamente antel conde Muño Rrodrigo. El infante, quando se vio ante el conde, començole a rrogar que le non matasen, e que les darie heredades e tierras muy grandes en su condado. El conde Muño Rrodrigo ouo duelo del e dixo a los fijos de don Vela que le non matassen assi, e que mas valdrie de tomar aquello que les el daua que de lo matar. E Yñigo Vela dixo estonces: Don Muño Rrodrigo, antes que le matassemos los caualleros fuera eso de veer, mas agora ya non es tienpo de le dexar assy. La infante doña Sancha, quando oyo que el infante era preso e le auian leuado desonrrada mente ante el conde Muño Rrodrigo, fue alla corriendo, metiendo grandes bozes...» (cito por el ms. N; Cintra, Crón. 1344, I, p. CDXL, edita el texto correspondiente del ms. J, que no difiere. [El ms. Ss también coincide, salvo que omite el primer «Muño»]).

La documentación contemporánea del asesinato confirma la participación de Muño Rodrigo en el suceso, pues el epitafio del infante que   se conservaba en Oña, acusaba:

    «...interfectus fuit proditione a Gundisaluo Munione et a Munione Gustios et a Munione Rodriz et a multis aliis, apud Legionem ciuitatem»

(véase R. Menéndez Pidal, «El Romanz del infant Garcia y Sancho de Navarra antiemperador», en Historia y epopeya, II, Madrid: CEH, 1934, pp. 29-98, esp. pp. 51-52). El retoque en la tradición troncal de la Estoria de España se debe a que los historiadores alfonsíes desconocían al personaje histórico «Muño Rodrigo» y, en cambio, «sabían», a través del arzobispo don Rodrigo, utilizado antes y después de resumir la versión romance, que «el primero que le fue ferir del venablo fue Rruy Vela su padrino de bautismo» («Roderico Vegilae ea manu, qua eum de sacro fonte levaverat, gladio feriente», Historia Gothica, Lib. V, cap. 25, p. 115b), y naturalmente daban plena fe a su autorizado relato («esto es la verdad»).

100  Cito por el ms. E1(orig). PCG, cap. 566,p. 321b24-26 y cap. 568, pp. 323b52-324a1-5.

101   Mss. T y G. Cfr. en PCG, c. 788, p. 471a31-35 la lección del ms. E (Versión amplificada).

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

Diseño gráfico: 

 

La Garduña Ilustrada 

Imagen: detalle del Beato de Liébana.

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