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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

98.- 1. FONOLOGÍA GENERAL

98.- 1. FONOLOGÍA GENERAL

1. FONOLOGÍA GENERAL. X. NUEVOS ENFOQUES DE LA FONOLOGÍA ESPAÑOLA.                      

      La primera mitad es la parte menos alterada de la obra. Aunque ya en la 2ª ed. Alarcos prescindió del subtítulo originario (el cual aclaraba que la Fonología se exponía «según el método de la escuela de Praga»), ahora con­sidera oportuno advertir que el libro, «en su parte general, sigue los Grundzüge de Trubetzkoy». Sin embargo, la obra ha ido perdiendo todo carácter dogmático, según iban hallando en ella cabida «otras opiniones y otros desa­rrollos ulteriores de la fonología», hábilmente armonizados con la primitiva doctrina.

      Las novedades que ahora hallamos engastadas en la originaria exposición son buena muestra del deseo, compartido por Alarcos con tantos otros jóvenes lingüistas, de dar lugar a una fructífera simbiosis de las varias orientaciones metodológicas que años atrás parecían hacer difícil todo diálogo entre las distintas tradiciones de la lingüística. Esta parte del libro va al presente encabezada por una «Bibliografía general» (que suma las referencias bibliográficas con que se cierra cada capítulo); los nue­vos títulos citados en ella nos ayudan a mejor estimar las alteraciones introducidas en lo que sigue; también nos informan exactamente sobre la fecha de la revisión: 1958-59 3.

      Alarcos se desvía radicalmente de los grandes principios de la fonología de raíces saussureanas al admitir, siguiendo a E. Coseriu4: la distinción cuatripartita entre hablar concreto, norma individual, norma social y sistema lingüístico (frente a la dicotomía habla : lengua)5; la ineludible necesidad de tender un puente entre la fonética y la fonología por ser ambas «disciplinas lingüísticas»6; lo erróneo de atribuir al objeto estudiado, el lenguaje, una antinomia, como la de sincronía-diacronía, que sólo pertenece al plano de la investigación, la lingüística; y, en fin, la importante afirmación de que la sincronía presupone una abstracción, pues la lengua, no siendo un «código», sino un instrumento adaptable a las necesidades expresivas de los hablantes, es histórica por naturaleza, y para funcionar y seguir existiendo ha de rehacerse de continuo7. No menos notable es el intento de fecundar la «fonolo­gía» ortodoxa (según Trubetzkoy y la escuela de Praga), con ciertos puntos de vista propios del método distribucional.

      La fonología de raíces saussureanas, basada en el concepto de «lengua», sólo consideró de interés el estudio de los elementos fónicos con valor distintivo que se «oponen» paradigmáticamente en el sistema lingüístico y utilizó el procedimiento de la «conmutación» para separar las diversas unidades que pueden concurrir en un mis­mo contexto; pero descuidó el análisis de la estructura funcional de una lengua tal como la manifiestan los «contrastes» sintagmáticos entre elementos sucesivos coexistentes en el decurso. Al «opercionalismo» norteamericano, que toma como base las «utterances» y parte de los «speech events», se debe, en cambio, el descubrimiento de la importancia lingüística de la clasificación distribucional. Desde luego, Alarcos en modo alguno considera posible ni necesario el prescindir del criterio semántico para la identificación de las unidades8; pero se interesa ahora por la estructura de la «secuencia hablada», del «decurso hablado» [en el sentido de ingl. discourse]9, y (con Marti­net) introduce la noción de «contraste»10 como esencialmente distinta del concepto de «oposición», reconociendo que el criterio de la «conmutación» es por sí solo insufi­ciente y que la descripción fonológica necesita acudir al criterio de la «distribución complementaria» 11; por consiguiente, admite «la existencia fonológica de la sílaba» y emplea toda una terminología descriptiva vinculada a la distribución 12. La nueva atención que Alarcos presta a la «posición» de los fonemas, como criterio comple­mentario de la conmutación, no le impide rechazar decididamente los intentos de sustituir, en cuanto a metodología, la tradicional investigación de «identidades» por la mera clasificación distribucional: «La sustancia fónica, y no la sola distribución, debe ser el criterio que decida la agrupación de variantes bajo un mismo fonema» (40 ss.).

      La creciente importancia concedida por Alarcos al «realismo fonético»13 significa, al mismo tiempo, un alejamiento respecto a la lingüística de la «lengua»; pues, aunque Alarcos continúa definiendo la lengua como forma y considerando indiferente para el sistema la sustancia (110), el hecho de plan­tearse el problema de la identidad lingüística (40 ss.) supone ya una ruptura con el supuesto saussureano de que «en la lengua no hay más que diferencias»14.

      De hecho, el gran abismo que hace unos veinte años o más separaba la Fonolo­gía de la Fonética ha sido salvado gracias a la beneficiosa colaboración del lingüista estructural con el ingeniero acústico; Alarcos, que en la 2ª ed. se interesaba ya por la moderna investigación instrumental de los sonidos, incorpora ahora nuevas precisiones fonéticas basadas en los estudios espectrográficos15. Finalmente, influido sin duda por la dura crítica de Martinet (Économie, pp. 73-77) a Jakobson, Alarcos abandona en esta 3ª ed. la posición «binarista» que caracterizaba aún a la 2ª  ed.16. Algunas otras reformas son de menor trascendencia17.

      La incorporación a la originaria redacción de la Fonología de novedades metodológicas y teóricas tan fundamentales podría llevar a pensar que la estructura y la orientación de la Primera Parte han sido profundamente alteradas; nada más lejos de la realidad. Alarcos, amparándose en un benévolo y armonizador eclecticismo, ha sabido interpolar todos esos elementos sin modificar apenas las líneas generales primitivas; para la «Fonología general» puede admitirse sin reserva alguna lo que el autor declara respecto al conjunto del libro: «En esta edición se mantiene en lo esencial la ordenación de la primera (1950) y la segunda (1954)». Es lástima que Alarcos no se haya decidido a reconstruir esta sección del libro con menos respeto por la estructura inicial (heredada de los Grundzüge), repensando las cuestiones fundamen­tales a la luz de los novedosos puntos de vista que ahora se vislumbran en rápidas y ocasionales interpolaciones18.

Diego Catalán. El español. Orígenes de su diversidad (1989)

NOTAS

3 Alarcos añade referencias a los nuevos libros de Coseriu (1952, 1953, 1954 y 1958), Deferrari (1954), Martinet (1955, 1956), Jungemann (1955), Hockett (1955), Lüdtke (1956), Jakobson y Halle (1956, 1957), Weinrich (1958), Hill (1958), además de a dos obras antiguas (Rosetti, 1947; Menéndez Pidal, 1950). Aparte de una tardía atención respecto a ciertos artículos publica­dos tiempo atrás en Lang. (1925, 1926, 1930, 1934, 1946, 1951: Sapir, Bloomfield, Hill, Swadesh, Hoenigswald, Haugen), en los TCLP (6, 8: Vachek, Tesnière) y en el JASA (1950: Joos), Alar­cos acude a los números recientes de Word (1952-59: Bazell, Bolinger, Cantineau, Frei, Haas, Halle, Mandelbrot, O’Connor y Trim, Prieto, Ruipérez, Stankiewicz, Vogt, Weinreich) y de Phonetica (1958-59: Delattre, Maack), a los homenajes a Jakobson (1956: Bazell, Fischer-Jørgensen, Haugen) y a Martinet (1957-62: Catalán, Fourquet), al Manual of Phonetics de Kai­ser (1957: Martinet, Newman). Restan, sólo, una docena de artículos procedentes de publicaciones varias (de A. Avram, Yuen-Ren Chao, Fischer-Jørgensen, Mariner, Martinet, Rosetti, Ruipérez, Saporta, Vachek). Con número bis figuran los trabajos publicados en los Proceedings of the Eighth International Congress of Linguists, Oslo, 1958 (Coseriu, Diderichsen, Fant, Fischer-Jørgensen, Pike, Spang-Hanssen) y la Introduction to the Spectrography of Speech de E. Pulgram (1959); algunos libros de 1958 y dos artículos aparecidos en revistas de 1959 llevan aún numeración correlativa. No hay obras del 60.

4  Pp. 24, 30, 111; 27; 28 s. y 112. Nótese también la omisión del apartado inicial del § 74 en el cual Alarcos, siguiendo de cerca a Saussure, consideraba como extraña paradoja el que cam­bie la lengua, «un organismo sistemático en que todo está entre sí relacionado». También supone influjo de E. Coseriu la tendencia a prescindir de la palabra «causa-as» al tratar de los cambios, en favor de «razón», «condiciones», «motivos», «factores» (110-113). Cfr., sobre todo, Coseriu, Sistema, norma y habla, Montevideo, 1952; Forma y sustancia en los sonidos del lenguaje, Montevideo, 1954 [reunidos en Teoría del lenguaje y lingüística general. Cinco estudios, Ma­drid, 1962], y Sincronía, diacronía e historia, Montevideo, 1958. Trabajos resumidos por N. C. W. Spence, «Towards a New Synthesis in Linguistics: The Work of Eugenio Coseriu», ArL, 12 (1960), 1-34.

5  Cfr. Spence, «A Hardy Perennial: The Problem of La Langue and La Parole», ArL, 9 (1957), 1-27. Alarcos entiende mal (p. 24, fin) la última alternativa (basada en A. H. Gardiner) que Coseriu presenta en la interpretación de la dicotomía habla : lengua, pues convierte los «hechos de habla» (facts of speech) en «el hablar concreto», cuando se trata del «aspecto original e inédito comprobado en cada acto lingüístico», y, a su vez, los «aspectos sistemáticos y norma­les del hablar» (facts of language) en «las normas, tanto individuales como sociales, y el sistema» (tal como Alarcos presenta esta alternativa resulta mera repetición de la ya expuesta al oponer lo concreto a lo abstracto).

6  En verdad, el puente ha sido tendido ya en la década de los 50.

7 Recuérdense a este respecto los irónicos versos de F. G. Cassidy (en el poema leído ante la Linguistic Society of America, Paideia, 11 [1956], 270 s.):

I am the very model of a modern linguistician.
An out-and-out descriptivist, an anti-historician;
I like to catch a language in an attitude synchronic.
The fact that that’s impossible I only find ironic.

Actualmente un número creciente de estructuralistas reconoce «the dynamism of synchrony» (U. Weinreich, Word, 9 [1953], 312) pese a la intransigencia de algunas escuelas. El propio Jakobson ha llegado a afirmar: «Any sound change, at its proceeding, is a synchronic fact» (en el Manual de Kaiser, p. 249); «in language ’statics’ and ’synchrony’ do not coincide. Any change originally belongs to linguistic synchrony» (en Proc. Eighth Intern. Congr., p. 22). Para una formulación muy semejante a la de Coseriu, cfr. E. Dorfman:
   «We all know...that language is ever changing, ever in flux. A static description is therefore a distortion of reality, like the frozen stillness of a photograph. A truly dynamic picture requires a third dimension, showing the phonemic ’drift’ necessarily present at any stage in the history of a language» (MLJ. 38 [1954), 1959 s.).

8  Frente a la posibilidad y conveniencia de un análisis puramente distribucional (aun apoya­do en el «realismo fonético») que prescinda de todo control semántico, cfr. P. Diderichsen, «The Importance of Distribution Versus Other Criteria in Linguistic Analysis», y H. Hoijer, «Native Reaction as a Criterion in Linguistic Analysis» en Proc. Eighth Intern. Congr., pp. 156-182, 194 ss. y 573-583; también W. Haas, «Relevance in Phonetic Analysis», Word, 15 (1959), 1-18 (y sus anteriores artículos en TPS, 1954 y 1957; «On Defining Linguistic Units» y «The Identification and Description of Phonetic Elements»).

9  En las pp. 34, 37, 46, 83, 85, 102, 107. Y a propósito del español: 142, 146, 147 s., 212.

10 En las pp. 34, 37, 42, 54, 83 s., 90, 101, 106. Aplicada al español: 139, 147 s., 177, 198. Cfr. A. Martinet, Économie des changements phonétiques, Berne, 1955, p. 23.

11 Pp. 40 ss. Referido al español: 148, 189 s. Alarcos sólo considera en «distribución com­plementaria» las variantes que figuran en «posiciones» diversas respecto al núcleo silábico (p. ej.: s-~-s, j-~), no aquellas que se excluyen mutuamente en una misma posición.

12 Así: «núcleo silábico», «margen silábico», elementos «prenucleares» y «postnucleares», combinación «tautosilábica», ausencia o presencia de «juncture» (sutura), «distribución comple­mentaria» y «defectiva», «macrosegmentos», etc. (41 s., 47, 54, 83 s., 94, 99, 102. Aplicado al español: 144, 146-154, 157, 159, 189 s., 199).

13  Pp. 41 s., 108.

14 También el hablar del «campo de dispersión» de un fonema (40, 110, 122 s.) supone aceptar que un fonema es en cierto modo «lo que es».

15 Pp. 50 ss. (y esquema), 56 s., 59, 62, 65 s. (y esquema), 67, 70, 73, 76, 77 ss.; y novedades paralelas en la fonología del español. Alarcos emplea nueva terminología fonética: «color» (55-58), «bemolizada» y «sostenida» (56 ss., 75 s., 78 ss.), «sonicidad» (59). Acerca del «locus» espectrográfico y el «punto de articulación» de las consonantes (73), cfr. además P. S. Green, «Consonant-Vowel Transitions. A Spectrographic Study», SL, 12 (1958), 57-105.

16  En la exposición teórica, Alarcos continúa interesándose por la doctrina binarista al exa­minar la «localización» de las consonantes (70-76), pero procura distanciarse de ella. El abando­no del binarismo es más radical en los capítulos de fonología aplicada; es decir, en el estudio del español.

17 En la p. 29 alude de pasada (en el apartado «Fonología y gramática») a la «doble articula­ción del lenguaje» (Martinet). En el cap. VII, dedicado a la «Fonología de la frase», trata deteni­damente (102-105) de la entonación, insistiendo en que sus elementos fónicos escapan a la «do­ble articulación del lenguaje» y parecen organizarse fuera de la típica «arbitrariedad» de los signos lingüísticos; considera importante su estudio por atañer a la norma de cada lengua (aun­que no al sistema). En la fonología diacrónica introduce un nuevo apartado (§98), «Dialectolo­gía y diacronía» (132 ss.).

18 Aunque admito el valor didáctico general del eclecticismo, considero muy objetable, a veces, la forma en que Alarcos da entrada en su exposición a ciertas opiniones, como si se tratase meramente de precisiones que vienen a completar la doctrina en curso de desarrollo. He aquí un ejemplo: al hablar de la antinomia habla : lengua (24), Alarcos cita ahora, como una «mayor precisión», las distinciones (introducidas por Coseriu) entre hablar concreto, norma in­dividual, norma social y sistema lingüístico y, dispuesto a elegir entre las varias interpretaciones posibles de «parole» y «langue», que Coseriu presenta (1952, p. 60; 1962, p. 101), aclara: «Aquí usaremos lengua refiriéndonos a lo sistemático y habla como equivalente al hablar concreto» (24). Ahora bien, todo el trabajo de Coseriu está dirigido precisamente a mostrar la insuficiencia de la dicotomía habla : lengua tal como Alarcos la usa, poniendo de relieve las incoherencias resultantes de equiparar en extensión las distinciones «concreto : abstracto» e «individual : so­cial». Alarcos, al atribuir al dominio de la lengua tan sólo lo social y sistemático (estructural, funcional) e identificar el habla con el hablar concreto, fundamenta la dicotomía en dos criterios distintos y deja fuera del campo de uno y otro concepto la norma social, las característica asistemáticas fijadas por la tradición. Sería conveniente desterrar la identificación de la lengua (como opuesta al hablar concreto) con lo sistemático y de la fonología (como opuesta a la disciplina que se ocupa de los sonidos concretos: la fonética) con el estudio del sistema, del conjunto de las oposiciones fónicas pertinentes, funcionales: la descripción estructural de las formas fónicas en que cada lengua articula los significantes de los signos lingüísticos no puede dejar fuera —en un terreno de nadie— las «normas de realización», que, sin ser sistemáticas (es decir, sin pertenecer al sistema de oposiciones distintivas), son parte de la ordenación de la materia sonora. La «fonología de la norma», el estudio (con método estadístico, no a base de «ejemplos») de las formas fónicas normales, debiera ser un capítulo ineludible en la investigación tipológica a partir de los enunciados.

CAPÍTULOS ANTERIORES:  EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

ADVERTENCIA

1.- EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

I ORÍGENES DEL PLURALISMO NORMATIVO DEL ESPAÑOL DE HOY

*   2.-1. EL FIN DEL FONEMA /Z/ [DZ - Z] EN ESPAÑOL

*   3.- 2. EL FIN DEL FONEMA /Z/

*   4.- 3. ¿PROCESO FONÉTICO O CAMBIO FONOLÓGICO?

*   5.- 4. ¿PROPAGACIÓN DE UN CAMBIO FONÉTICO O DE UN SISTEMA FONOLÓGICO?

*   6.- 5. LA FALTA DE DISTINCIÓN /Z/ : /Ç/, REGIONALISMO CASTELLANO - VIEJO

*   7.- 6. LA CONFUSIÓN SE CONVIERTE EN NORMA DEL HABLA DE LA CORTE (FINALES DEL SIGLO XVI)

*    8.- 7. LA PÉRDIDA DE LA DISTINCIÓN /Ç/ : /Z/ NORMA GENERAL DEL HABLA (EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVII)

*   9.- 8. EL CAMBIO EN LA NORMA CORTESANA, VISTO POR LOS GRAMÁTICOS EXTRANJEROS

10.- 9. EL ESPAÑOL ORIENTAL ANTE EL TRIUNFO DE LA NUEVA NORMA DE MADRID

11.- 10. RESISTENCIA DEL ANTIGUO SISTEMA TOLEDANO EN LA ALTA EXTREMADURA

*   12.- 11. LA NUEVA NORMA ANTE EL CECEO ANDALUZ

*   13.- 12. CONCLUSIÓN

 II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

*   14.- 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

*   15.- 2. CECEOSOS DE LENGUA ESTROPAJOSA

*   16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

17.- 4. COMUNIDADES CECEOSAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI. SU LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Y SOCIAL

18.- 5. EL ÇEZEO SEVILLANO EN TIEMPO DE LOS REYES CATÓLICOS, SEGÚN EL TESTIMONIO DE LAS GRAFÍAS

*    19.- 6. EL ÇEÇEO SEVILLANO, DESCRITO POR NEBRIXA

20.- 7. CARÁCTER FRICATIVO DE LA /Ç/ Y DE LA /Z/ DEL SEVILLANO MEDIEVAL

*    21.- 8. LAS GRAFÍAS Y EL ÇEZEO MEDIEVAL

*   22.- 9. CONCLUSIÓN: EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA

III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 23.- III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 24.- 1. CONSIDERACIONES DIACRÓNICAS ACERCA DE LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL

* 25.- 2. LAS SIBILANTES IMPLOSIVAS EN EL ESPAÑOL DE ESPAÑA: GEOGRAFÍA Y DIACRONÍA

26.- 3. LA EVOLUCIÓN DE -S, -Z COMPARADA CON LA DE -R, -L

*   27.- 4. FONÉTICA Y FONOLOGÍA

* 28.- 5. LOS ALÓFONOS DEL ARCHIFONEMA SIBILANTE EN EL ESPAÑOL Y LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

29.- IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

*    30.- 1. SINGULARIDAD DEL HABLA «CHINATA»

*    31.- 2. PERSONALIDAD LINGÜÍSTICA DE NUESTRO AUTOR

*    32.- 3. TEXTOS

 * 33.- 4. EL SISTEMA FONOLÓGICO «CHINATO» EN LA CONCIENCIA DE NUESTRO AUTOR

*   34.- 5. PROBLEMAS DE FONÉTICA SINTÁCTICA

*   35.- 6. DEBILIDAD DE LA ANALOGÍA MORFOLÓGICA

V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*  36.- V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*   37.- 1. EL ÇEZEO [ÇEZ̧EO] SEVILLANO Y EL ESPAÑOL DE CANARIAS Y LAS ANTILLAS EN EL PRIMER CUARTO DEL S. XVI

*   38.- 2. EL ESPAÑOL ULTRAMARINO DE LOS PUERTOS Y EL ESPAÑOL MERIDIONAL

VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   39.- VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   40.- 1. EL ESPAÑOL DE LOS PUERTOS DE AMÉRICA

*   41.- 2. EL DATO CANARIO: ESTRATOS VARIOS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO

*   42.- 3. CONSONANTES IMPLOSIVAS

*    43.- 4. EL FONEMA /H/

*   44.- 5. LA -D- (< -T- LATINA)

*   45.- 6. LA OPOSICIÓN [L PALATAL] : [Y] Y EL YEÍSMO

*   46.- 7. LA -CH-

*    47.- 8. LA DIPTONGACIÓN DE LOS HIATOS

*    48.- 9. CONCLUSIÓN

VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    49.- VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    50.- 1. LA DIALECTALIZACIÓN VERTICAL: COEXISTENCIA DE MODALIDADES ARCAIZANTES Y NEOLÓGICAS DE ESPAÑOL ATLÁNTICO

*    51.- 2. EL CONFLICTO ENTRE LA NORMA REGIONAL Y EL ESPAÑOL NORMATIVO

*    52.- 3. DOCUMENTACIÓN (ILUSTRATIVA DE LAS CUESTIONES TRATADAS)

*    53. 4. LA S SONORA

*    54.- 5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES

*    55.- 6. LA ASPIRACIÓN

*    56.- 7. YEÍSMO Y CONSERVACIÓN DE LL

*    57.- 8. CONSERVACIÓN Y PÉRDIDA DE -D-

*    58.- 9. VOCALIZACIÓN DE LA D EN EL GRUPO -DR-

*    59.- 10. ASPIRACIÓN Y CONSERVACIÓN DE -S IMPLOSIVA

*    60.- 11. DISTINCIÓN Y NEUTRALIZACIÓN DE -R, -L

*    61.- 12. LOS GRUPOS -RN-, -RL-: CONSERVACIÓN Y ASPIRACIÓN DE LA IMPLOSIVA

*    62.- 13. PÉRDIDA DE LA -R DEL INFINITIVO POR INFLUJO DEL CONTORNO

*    63.- 14. PÉRDIDA DE IMPLOSIVAS

*    64.- 15. RESULTADOS VARIOS DE -NH-, -LH- Y -RH-

*    65.- 16. GRUPOS CULTOS

*    66.- 17. HIATOS, CONVERTIDOS EN DIPTONGOS DECRECIENTES

*    67.- 18. HIATOS, CONVERTIDOS EN DIPTONGOS CRECIENTES

*    68.- 19. [W] > [GW] INICIAL, INTERVOCÁLICO Y TRAS R

*    69.- 20. GENERALIZACIÓN DEL PREFIJO ES-

*   70.- 21. VOCAL ANALÓGICA EN EL PRESENTE DE «HABER»

*    71.- 22. VOCAL ANALÓGICA EN LA PERSONA «NOSOTROS»

*     72.- 23. ACENTUACIÓN ANALÓGICA EN LA PERSONA «NOSOTROS» DEL SUBJUNTIVO

 *    73.- 24. «NOS», MORFEMA DE LA PERSONA «NOSOTROS» EN EL VERBO

*     74.- 25. «LOSOTROS» (’NOSOTROS) Y «LOS» (’NOS’)

*     75.- 26. PÉRDIDA Y CONSERVACIÓN DE LA PERSONA «VOSOTROS»

*     76.- 27. INEXISTENCIA DE LEÍSMO Y LAÍSMO

*     77.- 28. EL POSESIVO DE TERCERA PERSONA

*    78.- 29. PERSISTENCIA DEL VERBO «HABER» (’TENER’)

*    79.- 30. «SER», AUXILIAR DE VERBOS TRANSITIVOS Y REFLEXIVOS. EL IMPERSONAL «HABER»

*    80.- 31. CONSTRUCCIONES ANÓMALAS CON «HABER» Y «SER», POR CRUCE DE FRASES

*    81.- 32. PASADO SIMPLE Y PASADO COMPUESTO

*    82.- 33. POSPOSICIÓN DEL PRONOMBRE ÁTONO

VIII. EL ESPAÑOL EN TENERIFE Y EN LA ROMANIA NOVA

*    83.- VIII. EL ESPAÑOL EN TENERIFE Y EN LA ROMANIA NOVA. PROBLEMAS METODOLÓGICOS

*    84.- 1. FRAGMENTACIÓN GEOGRÁFICA Y ESTRATIFICACIÓN SOCIO-CULTURAL

*     85.- 2. FONÉTICA

*     86.-3. MORFOLOGÍA

*     87.- 4. SINTAXIS

*     88.- 5. LÉXICO

*     89.- 6. CONCLUSIÓN

IX. EL «ALPI» Y LA ESTRUCTURACIÓN DIALECTAL DE LOS DOMINIOS LINGÜÍSTICOS DE LA IBERO-ROMANIA

*    90.- IX. EL «ALPI» Y LA ESTRUCTURACIÓN DIALECTAL DE LOS DOMINIOS LINGÜÍSTICOS DE LA IBERO-ROMANIA

*    91.- 1. LOS MAPAS FONÉTICOS

*    92.- 2. LOS RINCONES DIALECTALES LEONÉS Y ARAGONÉS

*    93.- 3. EL DOMINIO LINGÜÍSTICO CASTELLANO

*    94.- 4. EL DOMINIO LINGÜÍSTICO CATALÁN

*    95.- 5. EL DOMINIO LINGÜÍSTICO GALLEGO-PORTUGUÉS

*    96.- 6. EN SUMA

X . NUEVOS ENFOQUES DE LA FONOLOGÍA ESPAÑOLA

*    97.- X. NUEVOS ENFOQUES DE LA FONOLOGÍA ESPAÑOLA

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Imagen: Letra mayúscula V del S/ XII, vía www.fromoldbooks.org

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