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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

88.- 5. LÉXICO

88.- 5. LÉXICO

5. LÉXICO. VIII. EL ESPAÑOL EN TENERIFE Y EN LA ROMANIA NOVA.

      Con base en sus materiales, Alvar comenta acertadamente la composición del léxico rural tinerfeño (pp. 83-95); sus datos confirman y redondean las conclusiones anteriores de los hermanos Millares, de Wagner y de Pérez Vidal sobre el léxico canario general140. Las voces de origen pre-hispánico son escasas (§ 108-110). Mucha mayor trascendencia que el pasado guanche de la isla ha tenido la participación portuguesa en la colonización de Tenerife: los lusismos son abundantes141. Este influjo portugués en el léxico canario no autoriza, claro está, a hablar de una koiné lingüísti­ca luso-castellana, como parecen sugerir algunos estudiosos locales (§ 111-113). Es lástima que Alvar haya hecho el examen de los andalucismos (§ 114-115) antes de que su ALEA le proporcionase un conocimiento directo del vocabulario andaluz. La cues­tión de las relaciones léxicas entre el español canario y el americano (§ 116) está todavía por desembrollar: la existencia de importantes colonias canarias en el Nuevo Continente, desde los tiempos de la Conquista hasta hoy día, ha facilitado, sin duda, el influjo mutuo; además hay que tener presente el papel que, durante el período colonial, desempeñaron las islas en la transmisión a América de lusismos (y «occidentalismos») y de andalucismos y en la selección y matización semántica del vocabulario general castellano 142.

      El estudio se completa con un Vocabulario (pp. 111-254). La utilización del Cuestionario ha permitido a Alvar reunir, en tiempo breve, «grandes ma­sas» de léxico rural. Pero la espléndida cosecha de palabras de empleo coti­diano atrojada en las páginas de los Cuestionarios ha sido convertida en un «Vocabulario», sin acudir nuevamente a los hablantes para determinar con precisión el significado de las voces recolectadas. El procedimiento de utilizar las preguntas como base de las definiciones conduce a resultados inaceptables:

      Así, por ejemplo, unos «novios que han roto las relaciones» estarán anojados ’enojados’, pero anojados no significa ’novios que han roto las relaciones’ (Lag.). Una «nuez vana» está, ciertamente, [ehniyada], pero esnillada no es una ’nuez vana’ (Lag.)143, pues enje- ~ enjillado, -a es un adjetivo de empleo general que significa ’encanijado, enteco, encogido, arrugado’ y que se emplea para frutas y frutos malogrados y para personas, etc.144. Cumplido es otro adjetivo de uso común que significa ’largo’, ’alargado’, ’holgado longitudinalmente’145 y puede aplicarse a una cara, a un vestido, a un palo, a un lagarto, a unas papas, a un pan, etc., pero no es un ’pan de forma alargada, cuyos extremos terminan en punta’ (Alc.). Cambado no es meramen­te ’patiestevado’ en Alc., sino ’torcido’ en general, como en toda la isla 146 y escarran­charse, -ado es ’esparrancarse, -ado’147 y no ’agacharse’ y ’patiestevado’, respectiva­mente (Tag.). Empatar es de uso general por ’empalmar’, ’juntar’ y no debe definirse como un tecnicismo: ’sujetar el anzuelo al hilo’ (Alc.)148, ’alargar el remo mediante una pieza de madera’ (Puerto); lo mismo hay que decir de zafar, definido como ’esca­parse del anzuelo, salirse un pez de la trampa’ (Punta, Puerto), ’hacer andar el gana­do’ (Esp.), pues zafarse ’escaparse’, ’librarse de ’149 se emplea comúnmente en frases como «se me zafaron las gallinas», «se me zafó un punto de una media», etc. Encachazada, según Alvar, ’dícese de la mano que tiene costras de mugre’ (Lag.), pero encachazado también se dice de ropas o cacharros, tanto o más que de partes del cuerpo, y debe definirse como ’percudido (por descuido en lavados anteriores)’150. Etcétera. La misma tendencia a tomar por definiciones las preguntas explica que se nos dé para agujero (’agujero’) el significado de ’avispero’ (Lag.), para caldero (’ca­charro de cocina’, en general) el de ’olla de aluminio’ (Alc.), para casal (’pareja de macho y hembra’, en animales o niños)151 el de ’pareja de palomas’ (Tag.), etc. Al método hay que achacar también definiciones erróneas como: galería ’arroyo’ (Lag.), a pesar de que en toda la sobrehaz de la isla no hay una sola corriente de agua natural152; lava ’desprendimiento de tierra’ (Lag.)153; abanar ’soplar’ (Tag., Alc.)154; sancochadas (papas) ’patatas sin pelar cocidas en agua muy salada o, preferiblemente, en agua de mar’155; serventía ’entrada a un campo’ (Alc.)156; o definiciones imprecisas del estilo de: beterrada ’especie de remolacha’ (Lag.)157; bubango ’especie de calabaza’ (Alc.)158; melancolía ’mancha en la piel’ (Tag.)159, etc.160.

      Éstas y otras voces mal definidas son de empleo general y común, co­munísimo, en la isla y en el archipiélago; cualquier hablante las emplea y cualquier residente conoce su significado. La desorientada interpretación evidencia pues, un fallo en el método del Cuestionario. Creo que antes de lanzarse a la aventura definitoria es preciso contar con un conjunto de «ejemplos» de los contextos en que las voces se emplean y no simplemente con una equivalencia ocasional»161; de otro modo las aportaciones de los dia-lectólogos profesionales pueden resultar menos fidedignas que las colecciones de voces, formadas, tras amorosa y paciente labor, por los eruditos locales apasionados de los usos lingüísticos regionales.

Diego Catalán. El español. Orígenes de su diversidad (1989)

NOTAS

140  Los comentarios de conjunto sobre la constitución del léxico canario, en Millares, en Wagner, «Rec. a Millares», y en Pérez Vidal, «Port.», Pérez Vidal, «Notas a Lugo», Pérez Vidal, «Inf. mar.» y Pérez Vidal, «Aportación», dejaron ya bien enfocado el problema.

141 Alvar, Tenerife, subraya razonablemente que algunos portuguesismos (del tipo chubasco, peje, canga, coruja, etc.) pudieron llegar a Tenerife con el propio español colonial. Un caso especial lo constituyen los portuguesismos difundidos por Huelva y la marinería de Cádiz, que pudieron pasar a Canarias debido a las íntimas relaciones entre la Andalucía atlántica y las islas desde los tiempos de la colonización: Un buen ejemplo puede ser la voz tinerfeña tabefe (’reque­són’, según Alvar, Tenerife, pero según Steffen, «Rec», 92, ’suero de leche’), portuguesismo arraigado también en Huelva (y cuya área puede verse en el ALEA, 11, y, comentada, en Alvar, «El ALEA», 10, mapa núm. 1).

142 Véase Pérez Vidal, «Aportación». Un caso particular, pero de gran importancia, es el acceso a América de portugueses y de negros esclavos, previamente asentados en Canarias (cfr. F. Morales Padrón, «El desplazamiento a las Indias desde Canarias», Museo Canario, 11, 1950, 1-24). Entre los «occidentalismos» americanos (cfr. Corominas, «Indian.»), son abundantes los que pudieran ser considerados como «canarismos» (varios son, evidentemente, voces marineras): bosta, botar ’arrojar’, ’echar’, cambar, -ado, carozo, casal, empatar, escangallado, escarrancha­do, enchumbar, enjillado, fañoso, fechillo, frangollo, garu(g)a~ garuja, jeito, limón, liña, raposa (cierto tipo de cesto), soturno, tanque, virar, zafado, zuncho, a rente, estar parado ’estar de pie’, pegar a ’empezar a’, mandarse mudar ’irse’, más nada, más nunca, ¿qué horas son?, etc.

143 Ni está relacionado con el gall. ast. esbillar ’quitar los erizos a las castañas’.

144 Según señalan todos los vocabularios canarios: «enjillado, -a ’encojido, arrugado’ (se dize de la fruta)», Lugo; «En Gran Canaria se aplica este mismo calificativo al individuo encanijado, falto de desarrollo», Millares; ’canijo, encanijado, enteco, enclenque, enfermizo, esmirriado, desmedrado’ y enjillarse ’enflaquecerse, encanijarse’, Reyes. Lo mismo en América (según ano­tan ya Wagner, «Rec. a Millares», 84, y Pérez Vidal, «Notas a Lugo»): enjillarse ’no cuajar bien el grano de maíz u otro’, Cuba (desusado), Pichardo novísimo, La Habana, 1953; ’encogerse de hombros por enfermedad o por accidente’ (ejs.: «con el asma, se enjillan las personas», «se enjilló cuando le dieron la pedrada») Santo Domingo, M. A. Patín Maceo, Dominicanismos2, 1947; enjillarse~ -irse ’no alcanzar una persona, animal o fruto el crecimiento o desarrollo normal’, Puerto Rico, Malaret, Diccionario de Americanismos3, 1946; engillao~enjillado ’enjuto, ende­ble’, Santo Domingo, R. Brito, Diccionario de Criollismos 1930, ’flaco y alto de hombros’, Henríquez Ureña, S. Dom., 183 y 184. En Andalucía, A. Alcalá Venceslada, Vocabulario anda­luz, Madrid, 1951, cita de Sierra Segura, Jaén, la frase «los pinos enguillados hay que cortarlos» y deduce que enguillado significa ’pino enfermo o podrido’. Cfr. pg. engelhar-se ’enrugar-se, adquirir pregas, dobrar-se; murchar, avelar’; engelhado ’enrugado, encarquilhado; murcho, fa­ñado; embaraçado, encolhido’ (Morais); gall, enxel(o) ’delgado más de lo regular, débil, de poco valor’. Corominas, «Indian.», 41, n. 1, admite, siguiendo a Spitzer, la base GELICULARE.

145 Según fue ya consignado por Lugo: ’largo, ecstenso’ (ej.: «tiene la cara cumplida»); Re­yes: ’holgado, extendido en sentido longitudinal’ (ej.: «ese palo es muy cumplido»). También se emplea (Pérez Vidal, «Notas a Lugo») con valor sustantivo: ’longitud’ (ej.: «la tubería tiene 12 m. de cumplido», Galdós).

146 Cambar ’combar’ figura en Lugo, Reyes, Millares (ejs.: «No te cambes, niño» ’...encor­ves...’; «Isidrito es un infeliz. Todo le sale cambado»). Como gall. y venez. Comentado por Pérez Vidal, «Aportación», 91.

147 ’Abrirse de piernas’ y ’abierto de piernas’ Lugo; ’esparrancarse’, ’a horcajadas’ (ej.: «iba escarranchado en la mula»), Reyes; «americanismo... ’esparrancarse (abrir las piernas, separarlas con exceso)’», Millares («estar escarranchado» ’...abierto de piernas’, «indica también la actitud del que se instala definitivamente en alguna parte»). Como gall, y am. Estudiado por Pérez Vidal, «Port.».

148 Empatar ’empalmar, juntar una cosa con otra’ y empate, fueron ya comentados por Pérez Vidal, «Inf. mar.», 19.

149 sa- o zafar [safar] ’soltar, desatar, desasir’ («se zafa la correa o cuerda que ata un haz de leña, se zafan los cordones de los zapatos, etc.»), Pérez Vidal, «Provinc.», 158; en La Gomera (al menos) puede significar ’acabar, terminar una tarea’ («safé primero que tú» ’acabé antes...’, se­gún dato de M. Navarro); -se ’escaparse, librarse’ (cfr. Dice. Acad.). El partic. sa- o zafado significa (como en and., amer., gall., cfr. Dicc. Acad.) ’atrevido, osado’, Lugo; ’irrespetuoso de modales, libre y desenvuelto de palabra’, Millares; en La Gomera es zafo («safu e lengua» ’libre de lengua, amigo de insultar’, «safu e manus» ’largo de manos, amigo de llegar a las manos’, «safu e sena» ’libre de la cena’, esto es: ’después de cenar’, según datos de M. Navarro). Cfr. C. Michaelis en Homen. a Menéndez Pidal, III, 441.

150  ’Suzio, entrapado’, Lugo; ’empercudido’; manchado o sucio de tal modo, y casi siempre por descuido en lavados anteriores, que difícilmente puede recobrar su primitiva limpieza’, encachazar ’percudir, emporcar’, Reyes; ’lleno de suciedad que no cede al lavado ordinario’, Steffen, «Rec», 84. Pérez Vidal, «Notas a Lugo» y «Provinc.», 139, lo considera americanismo.

151 Significación general anotada ya por Corominas, «Indian.», 142, n. 1, con referencia a Pérez Galdós («Un viaje de impresiones», 1864, HR, 1, 121).

152 ’Galería’ (5ª acepc. del Dicc. Acad.), ’túnel excavado en los montes para alumbrar aguas subterráneas’.

153 ’Lava’ sust.

154 Abanar(se) ’abanicar(se)’, ’aventar con el soplillo o abanador’, cfr. Lugo, Reyes, Millares y las frases: «abanar la lumbre», «abanar el fuego» ’avivar, sostener... con el abanador’, «abanar las moscas» ’espantar, ahuyentar...’, «abanar el pañuelo» ’agitar..., para hacer señas o saludar’; «este niño tiene las orejas abanadas» ’... de soplillo’.

155 No, sino peladas y guisadas con otros ingredientes (compárese en Millares sancocho: «el sancocho (salcocho) de pescado y papas...», «... un sancocho o un caldo de pescado fresco...»). Véase Rosenblat, Buenas y malas pal, I, 101-105.

156 ’Seventía’, ’Servidumbre de paso’ (compárese Millares).

157 ’Remolacha (común)’. Compárese Millares: «... nadie llama de otro modo a la remolacha».

158 ’Calabacín’.

159 ’Vitíligo’(enfermedad). Steffen, Revista de Historia Canaria, 17, 1951, 23, n. 25.

160 Más ejemplos en Steffen, «Rec», 84 y 86-93. La imposibilidad de recoger con este méto­do de encuesta la zoonimia y la fitonimia ha sido puesta de manifiesto por Steffen, «Rec», 84-86, buen conocedor de esos campos semánticos.

161 Especialmente en los casos en que el intérprete de los datos no sea nativo y no esté muy familiarizado con el habla local.

CAPÍTULOS ANTERIORES:  EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

ADVERTENCIA

1.- EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

I ORÍGENES DEL PLURALISMO NORMATIVO DEL ESPAÑOL DE HOY

*   2.-1. EL FIN DEL FONEMA /Z/ [DZ - Z] EN ESPAÑOL

*   3.- 2. EL FIN DEL FONEMA /Z/

*   4.- 3. ¿PROCESO FONÉTICO O CAMBIO FONOLÓGICO?

*   5.- 4. ¿PROPAGACIÓN DE UN CAMBIO FONÉTICO O DE UN SISTEMA FONOLÓGICO?

*   6.- 5. LA FALTA DE DISTINCIÓN /Z/ : /Ç/, REGIONALISMO CASTELLANO - VIEJO

*   7.- 6. LA CONFUSIÓN SE CONVIERTE EN NORMA DEL HABLA DE LA CORTE (FINALES DEL SIGLO XVI)

*    8.- 7. LA PÉRDIDA DE LA DISTINCIÓN /Ç/ : /Z/ NORMA GENERAL DEL HABLA (EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVII)

*   9.- 8. EL CAMBIO EN LA NORMA CORTESANA, VISTO POR LOS GRAMÁTICOS EXTRANJEROS

10.- 9. EL ESPAÑOL ORIENTAL ANTE EL TRIUNFO DE LA NUEVA NORMA DE MADRID

11.- 10. RESISTENCIA DEL ANTIGUO SISTEMA TOLEDANO EN LA ALTA EXTREMADURA

*   12.- 11. LA NUEVA NORMA ANTE EL CECEO ANDALUZ

*   13.- 12. CONCLUSIÓN

 II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

*   14.- 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

*   15.- 2. CECEOSOS DE LENGUA ESTROPAJOSA

*   16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

17.- 4. COMUNIDADES CECEOSAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI. SU LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Y SOCIAL

18.- 5. EL ÇEZEO SEVILLANO EN TIEMPO DE LOS REYES CATÓLICOS, SEGÚN EL TESTIMONIO DE LAS GRAFÍAS

*    19.- 6. EL ÇEÇEO SEVILLANO, DESCRITO POR NEBRIXA

20.- 7. CARÁCTER FRICATIVO DE LA /Ç/ Y DE LA /Z/ DEL SEVILLANO MEDIEVAL

*    21.- 8. LAS GRAFÍAS Y EL ÇEZEO MEDIEVAL

*   22.- 9. CONCLUSIÓN: EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA

III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 23.- III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 24.- 1. CONSIDERACIONES DIACRÓNICAS ACERCA DE LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL

* 25.- 2. LAS SIBILANTES IMPLOSIVAS EN EL ESPAÑOL DE ESPAÑA: GEOGRAFÍA Y DIACRONÍA

26.- 3. LA EVOLUCIÓN DE -S, -Z COMPARADA CON LA DE -R, -L

*   27.- 4. FONÉTICA Y FONOLOGÍA

* 28.- 5. LOS ALÓFONOS DEL ARCHIFONEMA SIBILANTE EN EL ESPAÑOL Y LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

29.- IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

*    30.- 1. SINGULARIDAD DEL HABLA «CHINATA»

*    31.- 2. PERSONALIDAD LINGÜÍSTICA DE NUESTRO AUTOR

*    32.- 3. TEXTOS

 * 33.- 4. EL SISTEMA FONOLÓGICO «CHINATO» EN LA CONCIENCIA DE NUESTRO AUTOR

*   34.- 5. PROBLEMAS DE FONÉTICA SINTÁCTICA

*   35.- 6. DEBILIDAD DE LA ANALOGÍA MORFOLÓGICA

V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*  36.- V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*   37.- 1. EL ÇEZEO [ÇEZ̧EO] SEVILLANO Y EL ESPAÑOL DE CANARIAS Y LAS ANTILLAS EN EL PRIMER CUARTO DEL S. XVI

*   38.- 2. EL ESPAÑOL ULTRAMARINO DE LOS PUERTOS Y EL ESPAÑOL MERIDIONAL

VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   39.- VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   40.- 1. EL ESPAÑOL DE LOS PUERTOS DE AMÉRICA

*   41.- 2. EL DATO CANARIO: ESTRATOS VARIOS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO

*   42.- 3. CONSONANTES IMPLOSIVAS

*    43.- 4. EL FONEMA /H/

*   44.- 5. LA -D- (< -T- LATINA)

*   45.- 6. LA OPOSICIÓN [L PALATAL] : [Y] Y EL YEÍSMO

*   46.- 7. LA -CH-

*    47.- 8. LA DIPTONGACIÓN DE LOS HIATOS

*    48.- 9. CONCLUSIÓN

VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    49.- VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    50.- 1. LA DIALECTALIZACIÓN VERTICAL: COEXISTENCIA DE MODALIDADES ARCAIZANTES Y NEOLÓGICAS DE ESPAÑOL ATLÁNTICO

*    51.- 2. EL CONFLICTO ENTRE LA NORMA REGIONAL Y EL ESPAÑOL NORMATIVO

*    52.- 3. DOCUMENTACIÓN (ILUSTRATIVA DE LAS CUESTIONES TRATADAS)

*    53. 4. LA S SONORA

*    54.- 5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES

*    55.- 6. LA ASPIRACIÓN

*    56.- 7. YEÍSMO Y CONSERVACIÓN DE LL

*    57.- 8. CONSERVACIÓN Y PÉRDIDA DE -D-

*    58.- 9. VOCALIZACIÓN DE LA D EN EL GRUPO -DR-

*    59.- 10. ASPIRACIÓN Y CONSERVACIÓN DE -S IMPLOSIVA

*    60.- 11. DISTINCIÓN Y NEUTRALIZACIÓN DE -R, -L

*    61.- 12. LOS GRUPOS -RN-, -RL-: CONSERVACIÓN Y ASPIRACIÓN DE LA IMPLOSIVA

*    62.- 13. PÉRDIDA DE LA -R DEL INFINITIVO POR INFLUJO DEL CONTORNO

*    63.- 14. PÉRDIDA DE IMPLOSIVAS

*    64.- 15. RESULTADOS VARIOS DE -NH-, -LH- Y -RH-

*    65.- 16. GRUPOS CULTOS

*    66.- 17. HIATOS, CONVERTIDOS EN DIPTONGOS DECRECIENTES

*    67.- 18. HIATOS, CONVERTIDOS EN DIPTONGOS CRECIENTES

*    68.- 19. [W] > [GW] INICIAL, INTERVOCÁLICO Y TRAS R

*    69.- 20. GENERALIZACIÓN DEL PREFIJO ES-

*   70.- 21. VOCAL ANALÓGICA EN EL PRESENTE DE «HABER»

*    71.- 22. VOCAL ANALÓGICA EN LA PERSONA «NOSOTROS»

*     72.- 23. ACENTUACIÓN ANALÓGICA EN LA PERSONA «NOSOTROS» DEL SUBJUNTIVO

 *    73.- 24. «NOS», MORFEMA DE LA PERSONA «NOSOTROS» EN EL VERBO

*     74.- 25. «LOSOTROS» (’NOSOTROS’) Y «LOS» (’NOS’)

*     75.- 26. PÉRDIDA Y CONSERVACIÓN DE LA PERSONA «VOSOTROS»

*     76.- 27. INEXISTENCIA DE LEÍSMO Y LAÍSMO

*     77.- 28. EL POSESIVO DE TERCERA PERSONA

*    78.- 29. PERSISTENCIA DEL VERBO «HABER» (’TENER’)

*    79.- 30. «SER», AUXILIAR DE VERBOS TRANSITIVOS Y REFLEXIVOS. EL IMPERSONAL «HABER»

*    80.- 31. CONSTRUCCIONES ANÓMALAS CON «HABER» Y «SER», POR CRUCE DE FRASES

*    81.- 32. PASADO SIMPLE Y PASADO COMPUESTO

*    82.- 33. POSPOSICIÓN DEL PRONOMBRE ÁTONO

VIII. EL ESPAÑOL EN TENERIFE Y EN LA ROMANIA NOVA

*    83.- VIII. EL ESPAÑOL EN TENERIFE Y EN LA ROMANIA NOVA. PROBLEMAS METODOLÓGICOS

*    84.- 1. FRAGMENTACIÓN GEOGRÁFICA Y ESTRATIFICACIÓN SOCIO-CULTURAL

*     85.- 2. FONÉTICA

*     86.-3. MORFOLOGÍA

*     87.- 4. SINTAXIS

  Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Imagen: Letra minúscula g del S/ XII. British Museum

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