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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

* ARTE POÉTICA DEL ROMANCERO ORAL. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

53.- 2. LAS LEYES Y LAS MUSAS

 

2. [LAS LEYES Y LAS MUSAS]. APÉNDICE II.  

      on Francisco de la Cueva y Silva, hijo de Jerónimo López de Medina y de la Cueva, y de doña Leonor de Silva, de ilustre familia consanguínea de los Duques de Alburquerque, na­ció en Medina del Campo, probablemente en el primer decenio de la segunda mitad del si­glo XVI. Debió de estudiar en Salamanca, en donde tenemos noticias suyas en 1578 8 y 1580 9. Cervantes, al alabarle en el Canto de Calíope (Galatea, publ. 1585), le sitúa entre los poetas de las orillas del Tormes10. Probablemente, una vez licenciado, antes de 1586 11, se trasladó a Valladolid, donde en 1587 era letrado de la Chancillería 12. Por los años de 1596 y 1599 interviene en ciertos pleitos de Aragón, entre ellos el de la célebre causa de la baro­nía de Quinto13, aunque sabemos que en 1598 se hallaba en Madrid14. Ninguna noticia te­nemos de nuestro autor durante los años en que la corte estuvo en Valladolid, pero en 1606, año en que ésta vuelve a Madrid, hallamos a Cueva y Silva en la Real Villa, envuelto en un proceso sensacional.

      La guerra de escrituras entre Roma y Venecia, desencadenada por la excomunión y el entredicho lanzados por Paulo V sobre el Senado y la República Veneciana, inundó a toda  Europa de tratados, opúsculos y libelos en favor de uno u otro de los contendientes. Esta guerra de escrituras alcanzó, naturalmente, a España, donde los venecianos publicaron y derramaron por diversas partes papeles en favor de su pretensión, y el embajador de la Re­pública consiguió que don Francisco de la Cueva escribiese en su defensa. La Inquisición publicó entonces un edicto prohibiendo la lectura y tenencia de los papeles difundidos por los venecianos, y a nuestro autor «le prendieron por el Santo Oficio y secuestraron los pa­peles y bienes, y por el Consejo de Estado, por justos respetos, le mandaron estar en su po­sada el día siguiente; pero habrá sido escarmiento para él y los demás, y no dejará de darle alguna pena»15.

      El encargo del embajador de Venecia y las consideraciones que para con él tuvo la Inqui­sición demuestran que Cueva y Silva era ya, en este año de 1606, un notable jurisconsulto y persona de respeto en la corte de Felipe IV; y, efectivamente, hacia estas fechas comienza a ser elogiado por escritores contemporáneos. Lope de Vega, en la enumeración de «famosos hombres de nuestros siglos» que constituye la loa del Hijo pródigo 16, anterior a 1604, incluye a don Francisco de la Cueva como personaje en quien «hallaron su esfera y luz las leyes y las musas»; es el único jurisconsulto que Lope cita. Algunos años después, su doble personali­dad de jurista y de poeta es ensalzada por Cristóbal de Mesa (La Restauración de España, lib. X, 1607); y más tarde Cervantes (Viaje del Parnaso, 1614)17, además de elogiarle como poeta, le considera «en la jurisprudencia único y raro». Don Francisco y su hermano don Antonio son citados en la Plaza universal de todas las ciencias (1615)18, de Suárez de Figueroa, entre los «valientes causídicos» de que goza España; y Herrera Maldonado le llama «Fé­nix de ambos derechos» (Sannazaro español, 1620)19. Lope, a partir de esta fecha, multiplica sus alabanzas a Cueva en las dedicatorias de las comedias la Arcadia (1620)20 y la Malcasada (1621)21, en la epístola primera de la Filomena (1621)22, en la Pobreza estimada (1623)23, y, muerto ya nuestro autor, en el Laurel de Apolo (1629)24 y la Vega del Parnaso (1637)25. Fi­nalmente, Vicente Espinel, en el prólogo del Marcos de Obregón, dice: «¿Qué autores anti­guos excedieron a los que ha engendrado España en los pocos años que ha estado libre de guerras? ¿Qué oradores fueron mayores que don Fernando Carrillo, don Francisco de la Cueva, el licenciado Berrio y otros, que, con excelente estilo y levantados conceptos, persua­den a la verdad de sus partes? De no leer autores muertos, ni advertir en los vivos los secre­tos que llevan encerrados en lo que profesan, nace no darles el aplauso que merecen»26.

      Aparte de estos elogios, con posterioridad a la prisión por el Santo Oficio en 1606, que no fue tenida en cuenta por los críticos, tenemos una noticia a la que, en cambio, dieron ex­cesiva importancia Serrano y Sanz y Rodríguez Marín, formulando de resultas su aventura­do juicio acerca de nuestro autor: se trata de un proceso en que se vio envuelto en 1609 Cueva y Silva, acusado de hechicerías27.

      Como abogado que era de las Cofradías de Representantes y Autores de Comedias, de­fendió Cueva y Silva, en 1611, el derecho nato de dichas cofradías a elegir el Mayordomo, Contador y Comisario de Comedias, y elevó al Consejo Supremo un pedimento que, al de­cir de Pellicer28, era «claro, conciso y convincente, bien diverso de los que suelen formar al­gunos causídicos, sucesores suyos, difusos, desaliñados, y no menos provistos de verbosi­dad que de cierta eloquencia lucrosa»; en este pedimento se solicitaba fuese revocada la elección que había hecho el Protector de los Hospitales y aprobado el Consejo de Castilla.

      El año 1617 Cueva y Silva interviene en un pleito, alegando a favor de la Duquesa de Sesa29, y, cuatro años más tarde, en defensa del Duque de Osuna, con ocasión del famoso proceso que se le siguió por su actuación en Italia30. Entre los años 1621 y 1623, ejerce de censor, aprobando un libro de Pantoja de Ayala y otro de Alfonso Ramírez de Prado31. En la víspera de la fiesta que los abogados hacían en la iglesia de San Felipe de Madrid, el 14 de agosto del año 1624, Cueva y Silva disertó desde el pulpito en defensa de la Inmaculada Concepción32, y al año siguiente publicó su Información de derecho divino y humano por la purísima Concepción (Madrid, 1625). En 1626 don Francisco es nombrado albacea por su hermano don Antonio, también ilustre jurisconsulto, fiscal de Indias y del Consejo del rey Felipe IV, con motivo de la institución del mayorazgo en favor del hijo de éste, don Balta­sar Gerónimo33. La noticia de la muerte de don Francisco de la Cueva y Silva, ocurrida a comienzos de 1628, fue comunicada por Lope de Vega, en carta del 14 de febrero, al deste­rrado Duque de Sesa entre otras novedades de la Corte: «Faltó don Francisco de la Cueva así a las letras y a los Consejos, insigne varón por cierto y digno de toda memoria...»34.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

8  Con motivo de las fiestas que hizo en Salamanca «el muy ilustre Sr. Nieto Megía por la nueva elección del Presidente del Consejo Real», Cueva y Silva escribe unas poesías que se publican en ese año de 1578.

9  La traducción de las Metamorfosis de Antonio Pérez Sigler, que se publica en Salamanca, 1580, lleva al frente dos sonetos laudatorios de Cueva y Silva.

10  M. de Cervantes, La Galatea, lib. VI, fol. 334 v.°, ed. facsimilar de la Real Academia, 1917.

11 Un soneto de don Francisco de la Cueva va al frente del Luzero de la Tierra Sancta de Pedro de Escobar, publicado en Valladolid, 1587, con privilegio y dedicatoria de 1586.

12  En el manuscrito de la Farsa del obispo don Gonzalo, de 1587, Cueva y Silva lleva el título de «letrado» en la Chancillería de Valladolid.

13  Juan M. Sánchez, Bibliografía aragonesa del siglo XVI.

14  Proceso por palabras injuriosas (C. Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, Madrid, 1906, vol. III, p. 366).

15  L. Cabrera de Córdoba, Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta , Madrid, 1857, p. 291.

16  Obras de Lope de Vega, ed. Academia Española, 1892, vol. II, p. Tía.

17  Madrid, 1614, fol. 14, ed. facsímil de la Academia Epañola, 1917.

18  Madrid, 1615, fol. 57.

19  Pérez Pastor, Bibl. madrileña, vol. II, p. 549.

20  Obras, ed. Acad., vol. V, p. 708.

21  Obras, Nueva ed. Acad. Española, 1930, vol. XII, p. 515.

22   Obras sueltas, vol. I, p. 410.

23  Décima octava parte de las comedias de Lope de Vega, 1623, p. 18.

24   Obras sueltas, vol. I, p. 63, silva III.

25   Parte II; cf. Obras sueltas, vol. X, p. 39.

26   V. Espinel, Marcos de Obregón, ed. en «BAE», vol. XVIII, p. 378.

27  Pérez Pastor, Bibl. madrileña, vol. II, p. 405.

28  C. Pellicer, Tratado histórico... de la comedia y el histrionismo en España, 1804, p. 93.

29  En un pleito con los herederos del Condestable de Castilla, Madrid, 1617; cf. Pérez Pastor, vol. II, p. 404.

30  Pérez Pastor, obra cit., vol. III, p. 10.

31  Pérez Pastor, obra cit., vol. III, pp. 166 y 293.

32  Pérez Pastor, obra cit., vol. II, p. 405.

33  Pérez Pastor, obra cit., vol. II, p. 308.

34  G. de Amezúa, Epistolario de Lope de Vega, Madrid, 1943, vol. IV, p. 109.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

*    47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

*    48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

*    49.- 9. LA FECHA DEL SUCESO Y EL TÍTULO DEL NOBLE MUERTO

*    50.- 10. EN CONCLUSIÓN

*    51.- 11. POSTDATA. EL PROBLEMA DE LA FORMA MÉTRICA Y LA ANTIGÜEDAD DEL «ROMANCE»

APÉNDICE II

*    52.- 1. DON FRANCISCO DE LA CUEVA Y SILVA DESESTIMADO POR LA CRÍTICA A COMIENZOS DEL SIGLO XX

  Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Letras capitulares:
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Imagen: cuadro de Hans Holbein, el joven: Los embajadores.

52.- 1. DON FRANCISCO DE LA CUEVA Y SILVA DESESTIMADO POR LA CRÍTICA A COMIENZOS DEL SIGLO XX

52.- 1. DON FRANCISCO DE LA CUEVA Y SILVA DESESTIMADO POR LA CRÍTICA A COMIENZOS DEL SIGLO XX

52.- 1. [DON FRANCISCO DE LA CUEVA Y SILVA DESESTIMADO POR LA CRÍTICA A COMIENZOS DEL SIGLO XX].  APÉNDICE II. 

La tradición oral y la introducción del metro romance en el teatro

      [l trasvase de muchos de los temas que el romancero había hecho famosos al teatro del Siglo de Oro es cuestión de antiguo estudiada que no necesita enfatizarse, también es bien sabido que los dramaturgos, desde Juan de la Cueva en adelante, citaron el texto de roman­ces por todos conocidos glosándolos en redondillas; pero creo que no se ha explicado con la debida precisión cómo el metro romance hace su aparición en la comedia apoyándose en el romancero tradicional. Aunque el canto de romances tradicionales con acompañamiento musical detrás de la manta escénica había venido siendo parte del espectáculo teatral, la in­tegración de ese canto en la intriga dramática fue un experimento que tardó en producirse y que vino acompañado por la aceptación de un nuevo metro en la polifonía métrica del teatro nacional español, el del romance, como una posibilidad adicional de expresión para las narraciones.

      Hace muchos años que, interesado por ese fenómeno, dediqué un breve estudio al autor que considero introductor del metro romance en la comedia, don Francisco de la Cueva y Silva, cuya personalidad, mal conocida, me pareció merecedora de mayor atención que la que se le ha concedido por la erudición de los siglos XIX y XX. Reproduzco aquí lo escrito por mí a los 21 años, con la adición de un apartado en que considero detenidamente las es­cenas de la Farsa del obispo don Gonzalo apoyadas en el recuerdo de versiones orales del ro­mancero del siglo XVI.]

      La figura de Cueva y Silva ha sido muy deficientemente apreciada por la crítica moderna. De Serrano y Sanz arranca un juicio despectivo sobre la personalidad de nuestro autor: «Don Francisco de la Cueva y Silva, personaje estrafalario, poeta, aficionado a la astrología, por la cual se vio procesado, y autor de innumerables alegatos jurídicos consagrados a de­fender desde la Inmaculada Concepción hasta el pleito más insostenible...»1. Esta aprecia­ción negativa de Cueva y Silva como jurisconsulto no puede estar, como luego veremos, más lejos de la exactitud; y lo infundamentado de ella salta a la vista ya que tal juicio se basa de un lado en un anacrónico menosprecio de la defensa de la Inmaculada Concepción he­cha por Cueva y Silva, y de otro en una afirmación, enteramente gratuita, de que defendía hasta el más insostenible pleito. Pero este injusto e injustificado desprecio fue recogido por Rodríguez Marín, quien, sin otro apoyo, dice de Cueva y Silva que la grave Astrea «le tenía sorbido el seso en cien enredosos y enredadores alegatos forenses»2. Por otro lado, La Barrera difundió erróneamente como fecha de la muerte de Cueva y Silva la de finales de 1621. A esta fecha falsa (corregida por Crawford3) añade La Barrera: «atribuyóse a veneno su muerte y se creyó hallar conexión entre este suceso —a la verdad bien poco extraño, dado que Cueva ya llegaba a los 70 años— y la enemistad que parece se había granjeado del Conde-Duque de Olivares»4. Nada sé de esta sospecha, que Marañón juzga imputación ca­lumniosa5.

      La personalidad literaria de Cueva y Silva no ha sido más afortunada en los juicios que sobre ella se han hecho: salvo La Barrera6, que reunió los elogios tributados a nuestro autor por sus contemporáneos y dio noticia de la existencia de un manuscrito de su tragedia Nar­ciso, nadie se ha ocupado de Cueva y Silva sino Crawford7, que editó esta tragedia; conjun­tamente publicó varias obras líricas de nuestro poeta, pero el juicio que, en vista de la trage­dia, pudo formar Crawford sobre la importancia de Cueva y Silva como autor dramático, no fue muy halagüeño.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

1  M. Serrano y Sanz, Apuntes para una bibliografía de escritoras españolas, I, Madrid, 1903, p. 301.

2  F. Rodríguez Marín, Pedro de Espinosa. Estudio biográfico, Madrid, 1907, p. 174.

3  J. P. Wickersham Crawford, en su ed. de la Trajedia de Narciso de don Francisco de la Cueva y Silva, Philadelphia, 1909.

4  C. A. de la Barrera, Catálogo biográfico y bibliográfico del antiguo teatro español, Madrid, 1860, p. 120.

5  G. Marañón, El Conde-Duque de Olivares, Madrid, 1936, p. 147.

6  Catálogo, pp. 119-121.

7  En su citada edición de la tragedia Narciso.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

*    47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

*    48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

*    49.- 9. LA FECHA DEL SUCESO Y EL TÍTULO DEL NOBLE MUERTO

*    50.- 10. EN CONCLUSIÓN

*    51.- 11. POSTDATA. EL PROBLEMA DE LA FORMA MÉTRICA Y LA ANTIGÜEDAD DEL «ROMANCE»

APÉNDICE II

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51.- 11. POSTDATA. EL PROBLEMA DE LA FORMA MÉTRICA Y LA ANTIGÜEDAD DEL «ROMANCE»

51.- 11. POSTDATA. EL PROBLEMA DE LA FORMA MÉTRICA Y LA ANTIGÜEDAD DEL «ROMANCE»

11. [POSTDATA. EL PROBLEMA DE LA FORMA MÉTRICA Y LA ANTIGÜEDAD DEL «ROMANCE»]. APÉNDICE I

      [n su reexamen de los textos de «El Duque de Bernax», J. A. Cid ha observado, con ra­zón, que la tradición sefardí narra la historia en una forma métrica que permite cuestionar la tradicional clasificación como «romance» del poema narrativo cantado en las comunida­des judeo-españolas de Marruecos. Aunque en las versiones hay series asonánticas de versos típicamente romancísticos (dieciseisílabos con cesura en el medio) en é94á 95 y é.a96, esas series no son extensibles a todo el texto. Abundan además los pareados97 y en la mayoría de las versiones surge una extraña rima consonante interna en el pasaje relativo a la «sentencia»:

Su padre le aconsejaba:    — Hijo, no vaya este mes.
Si de mi oyeres sabencia
muerte es y no sentencia,
no se puede derrocar.—
Ya le sacan de su casa    entre su caballería98.

Su padre le iba diciendo:    — Hijo, no vaya este mes,
porque es mes que no asetencia
no está dando la seténcia.
— Si es mes que no asetencia,
ya está dada la setencía.
Ya le sacan de su casa    de entre su caballería 99.

Su criado le decía:    — Hijo, no vaya este mes.
Hijo no vaya este mes,    si de mi oyeres licencia,
dada estaba la sentencia
no se puede arremediar.—
Ya le sacan de su casa    de entre su caballería 100.

El rey su padre le decía:    —Hijo, no vayas este mes,
de mi hallarás licencia,
dada era la sentencia;
dada era la sentencia,
no se puede revolcar.—
Ya le sacan del castillo    entre su caballería101.

Otra «rareza», aunque menos consistente, es la repetición de un octosílabo en funciones de hemistiquo par y de hemistiquio impar102.

      Cid sospecha que estas «anomalías» métricas no son fruto de una degeneración de la es­tructura «romance» en la tradición oral judeo-marroquí, sino restos de una forma poética previa, anterior a la absorción del tema por la dominante estructura romancística. La obser­vación me parece digna de tenerse en cuenta.

       Ahora bien, la posibilidad de que el poema que dio lugar al texto tradicional cantado en las comunidades judeo-españolas de Tánger y Tetuán no fuera un «romance» reabriría, a mi parecer, la cuestión de su antigüedad. Cid no duda en seguir considerando el prototipo como cuatrocentista: sería una canción «noticiera», esto es, un comentario político a un su­ceso contemporáneo. Pero también cabe pensar, dada la continuidad literaria del tema del criado Moralicos hasta el siglo XVII 103, que el poema tradicionalizado fuera una reelabora­ción seiscentista de la escena, en la cual hubiera tenido parte el teatro barroco. Ambas posi­bilidades, alternativas a la hipótesis aquí defendida, cuentan con paralelos genéricos104 que permiten considerarlas punto de partida posible de una más detenida investigación.]

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

94 [La serie en é inicial está formada por cuatro o cinco dieciseisílabos

El veintiuno de mayo,    año de noventa y tres,
ese duque de Abernaz    el rey mandara por él,
el rey mandara por él    con su criado Juan Francés;
y su padre le decía:   — Hijo, no vaya este mes.
(Dada era la sentencia,    no se puede deshacer).]

95 [La serie en á abarca de cuatro a seis versos dieciseisílabos:

Su criado le lloraba    el cual se llama Moral.
— No me llores tú, Moral,    ni te quieras cautivar.
Cabálgate en esa jaca,    si te la quisieren dar,
a mi mujer la princesa    mis nuevas le irás a dar
(que llore y no se calle    que no me espere más,
su marido don Alonso    en malas prisiones va).]

96 [La serie en é.a puede tener hasta cinco versos:

— Oh qué gritos que dará    la mi mujer la duquesa,
más amarga quedará    la mi madre la marquesa;
¡oh qué bulla que harán    los criados negros y negras!
¡ay que llanto que harán    los mis hijos a la mesa,
cuando estén sentados ellos    y no me vieren en ella!]

97

[Ya le sacan del castillo    entre su caballería,
con trompetas y alafim    día de su postrimería.
Ya le meten en tablados    hondos y de escuridades,
que no se miran las manos,    tampoco sus ricas faces.
La guilía ballestera    con su pico iba picando.
— ¡Ah Dios, qué fuertes prisiones    para hombre tan delicado!]

98  [En la versión de Tánger dicha por Hanna Bennaim, 70 a.; col, M. Manrique de Lara, 1915.]

99   [En una versión de Tetuán, anónima; col. M. Manrique de Lara, 1915.]

100  [En la versión de Tetuán dicha por Simi Chocrón, 37 a.; col. M. Manrique de Lara, 1915-1916.]

101   [En la versión de Tetuán publicada por A. de Larrea Palacín, Romances de Tetuán, Madrid: Instituto de Estudios Africanos, 1952,1, pp. 177-178.]

102  [Tres de las cinco versiones ofrecen la repetición:

A ese duque de A.     el rey mandara por él
el rey mandara por él  
con su criado Juan Francés.

Menos claro es el caso de una versión (la de la n. 99) en que se repite el hemistiquo «Hijo, no vaya este mes». En otra versión, tras el verso «La mi mujer la princesa ¡ay qué lloros llorará!», que cierra una serie en á, el colector intercaló el verso «ay qué lloros llorará la mi mujer la princesa», antes de la si­guiente serie en é,a.]

103   [Que Cid ha ilustrado en el art. cit. en la n. 38.]

104  [El cancionero «noticiero» (no romancístico) tuvo en el siglo XV un cultivo paralelo al del ro­mancero, pero no ha recibido una atención similar (hecho del que me quejé hace años en las pp. 160-165 de «Al margen de un concierto de música de los siglos XV-XVI», en Alfa la voz pregonero. Home­naje a don Ramón Menéndez Pidal, Madrid: Antiguos alumnos de la Institución Libre de Enseñanza y Seminario Menéndez Pidal, 1979, pp. 135-150 y 157-169). En cuanto a la posible mediación del teatro barroco en la transmisión a la tradición judeo-española de un tema romancístico puedo aducir el caso de El conde don Pero Vélez que estudié en Por campos (1970), pp. 175-177 y 182-184.]

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

*    47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

*    48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

*    49.- 9. LA FECHA DEL SUCESO Y EL TÍTULO DEL NOBLE MUERTO

*    50.- 10. EN CONCLUSIÓN

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50.- 10. EN CONCLUSIÓN

50.- 10. EN CONCLUSIÓN

10. EN CONCLUSIÓN. APÉNDICE I

      os paralelismos citados, entre la historia de la prisión y ajusticiamiento del Condestable, Maestre de Santiago, Conde de San Esteban de Gormaz y Duque de Trujillo don Álvaro de Luna, en 1453, y la del romancístico «Duque de Bernax», aunque de muy diverso valor probatorio (según desde un principio advertimos), resultan, a mi parecer, demasiado nota­bles como para poder desligar el relato cantado en el siglo XX por los judíos sefardíes de Marruecos del hecho histórico ocurrido 39 años antes de la expulsión de sus antepasados de España en el siglo XV. El detalle de la entrega, por parte del noble ajusticiado, a su cria­do Morales o Moral, como último acto señorial antes de morir, de la cabalgadura en que ha sido conducido al cadalso identifica, definitivamente, ambos sucesos.

      El romance de la Prisión de don Álvaro de Luna (CGR 0024) viene así a sumarse al im­presionante grupo de romances noticieros sobre sucesos históricos de entre 1370 y 1500 ajenos a la frontera granadina de los que no se conservan versiones antiguas impresas, pero que han sido salvados del olvido por la memoria de sucesivas generaciones de trasmisores de tradición92: Leonor Téllez, la mujer de Juan Lorenzo de Acuña, hecha reina de Portugal por el rey Fernando (1371), la flota de Alfonso V de Aragón entra en Niza y ataca Marsella rompiendo las cadenas de su puerto (1423), prisión y ejecución de don Álvaro de Luna (1453), alarmante paso por la frontera de Fuenterrabía y San Sebastián de numerosos fran­ceses como peregrinos a Santiago (1496), muerte, por excesos amorosos, del príncipe don Juan, recién casado con Margarita de Austria, a quien deja embarazada de un heredero de las coronas de Castilla y Aragón (1497)93.

      Estos romances nos muestran (mejor que otros cualquiera) que la tradición oral no ha necesitado del apoyo de la escritura para conservar durante cinco o seis siglos memoria de múltiples pormenores históricos de indudable autenticidad, aunque los personajes y los he­chos cantados hayan quedado totalmente fuera de la memoria histórica de las comunidades en que los relatos se cantan y los sucesos cantados carezcan, por tanto, de contexto referencial, y aunque los cambios socioculturales del mundo en que se cantan pudieran parecer razón suficiente para condenarlos al olvido. Perdida su función inicial «noticiera» y su pos­terior carácter de testimonios históricos, los romances sobre sucesos políticos de fines de la Edad Media han continuado cantándose gracias al permanente interés de sus escenas dra­máticas como ejemplos de vida y al placer estético que los transmisores y receptores caste­llanos, catalanes, portugueses o sefardíes de esas narraciones han seguido obteniendo de la reproducción y recreación de las expresiones poéticas propias del lenguaje figurativo del romancero o de su audición por boca de los portadores locales del saber tradicional.

      La dignidad con que el noble Duque de Bernax acepta la afrentosa conducción al «tablado» y su próximo ajusticiamiento, junto con la patética anticipación de su muerte han sobrevivido más de medio millar de años al propósito del viejo Condestable don Álvaro de Luna de representar ante la Historia el papel de héroe trágico sobre el tablado, en que iban a cortarle la cabeza y a mostrarla durante nueve días en el garabato al bajo pueblo del «co­rral de vacas» burgalés, a fin de lograr con su altiva serenidad conservar impoluta para la fama su nítida piel de armiño.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

92  El hecho de que la memoria colectiva, apoyándose en un texto transmitido oralmente, pueda recordar durante los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, XIX y XX tanto dato y pormenor histórico como los que recuerdan todos estos romances debe ser tenido muy presente por todos aquellos lectores que dudan de la capacidad retentiva de las memorias de los juglares transmisores de las gestas en los siglos XIII, XII, XI, X...

93 Véase atrás, n. 7.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

*    47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

*    48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

*    49.- 9. LA FECHA DEL SUCESO Y EL TÍTULO DEL NOBLE MUERTO

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49.- 9. LA FECHA DEL SUCESO Y EL TÍTULO DEL NOBLE MUERTO

 

9. LA FECHA DEL SUCESO Y EL TÍTULO DEL NOBLE MUERTO.  APÉNDICE I

     as varias versiones del romance sefardí coinciden en comenzar, como algunos romances noticieros publicados en el siglo XVI89, consignando la fecha del suceso narrado:

Año de noventa y dos,    año de mil y trescientos;

Año de noventa y cuatro,    año de noventa y tres;

El veintiuno de mayo,    año de noventa y tres.

Al veintiuno de mayo,    año de noventa y tres.

Obviamente, estas fechas no coinciden con las de la prisión, el 4 de abril de 1453, o de la ejecución, el 2 de junio de 1453, de don Álvaro. Si la tradición sefardí del siglo XX remonta, como creemos, a un romance noticiero viejo, del siglo XV, habría que suponer que en el prototipo se decía algo así como:

*Año de mil quatrocientos,    año de cinquenta e tres.

A pesar de la discordancia notada en las centenas y en las decenas, entre los textos tradicio­nales del siglo XX y los acontecimientos, no deja de ser notable la pervivencia, en tres de las variantes romancísticas de la fecha, del año «tres», cuya antigüedad en el romance está ase­gurada por las rimas «por él», «Juan Francés», «este mes», «deshacer».

      Posiblemente también remonte al prototipo del romance la referencia, más adelante, al «día de Pascua Florida», pues, aunque se trata de un día de obvias connotaciones folklóri­cas, parece recordar el tiempo en que se produjo la prisión de don Álvaro. Los contempo­ráneos notaron ya la notable coincidencia de los acontecimientos con el valor simbólico de aquellos días del año según el calendario litúrgico:

«El Miércoles, las Ochavas de Pascua Florida, queriendo nuestro señor facer obra nueva, el día que debiera ser de resureçión, fue pasión del dicho Condestable»90.

      La transformación del Condestable, Maestre de Santiago, Conde de San Esteban de Gormaz y Duque de Trujillo en «Duque de Bernax ~ Abernaz ~ Abernal ~ Abernán ~ Al-berná» no me parece obstáculo para la identificación de las dos historias, ya que la onomás­tica está sujeta en el romancero tradicional a frecuentes alteraciones que rara vez podemos explicar (¿será ese nombre una deformación de «Gormaz»?). Resulta, por otra parte bien curioso que la mujer de «el duque» romancístico reciba correctamente (según ya hemos vis­to) 91 el nombre de «la condesa».

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

89  Según puede verse fácilmente en A. Rodríguez Moñino, Diccionario de pliegos sueltos poéticos. Siglo XVI, Madrid: Castalia, 1970 (= DicARM): «El año de quatrocientos    que nouenta y dos corría» (Pérdida de Granada por el Rey Chico), DicARM 684; «Año de mil y quinientos    y dezinueue a mi ver» (Muerte del emperador Maximiliano), DicARM 172; «Año de mil y quinientos    veynte e cinco se dezía, / dezinueue eran de junio,    lunes era aquel día» (Francisco I, prisionero, desembarca en Barce­lona), DicARM 8; «Año de 1500    treynta y cinco que corría» (Conquista de Túnez y La Goleta), Dic­ARM 56; «Año de mil y quinientos     treinta y nueue que corría» (Muerte de la emperatriz), DicARM 160; «Año de mil y quinientos    quarenta y cinco corría» (Muerte de la princesa María, hija de los Re­yes de Portugal), DicARM 542; «Año de cinquenta y tres,    en doce días de Enero» (Fuego en la nao de Lope Hortiz. No romance), DicARM 634; «Año de cinquenta y quatro,    veynte y dos era del mes» y «Año de mil y quinientos    de quatro y cinquenta corría», / a veynte y dos de Setiembre,    un sábado que anochecía» (Incendio de las naos en la ribera del Guadalquivir. No romance y romance), DicARM 858 y 245; «Año de mil e quinientos    cinquenta y nueue se dezía» (Rescate frente a Cádiz de la presa de los turcos), DicARM 189; «Año de mil y quinientos    y sesenta y dos contados» (Desastrosa pérdida de galeras), DicARM 394; «Año de mil y quinientos,    que ochenta y ocho corría» (El rey hace juntar su armada en Lisboa), DicARM 304; «Año de mil y quinientos    y más nouenta y tres años» (Diluvio en la villa de Bilbao), DicARM 371.

90  En su retrato del rey, en las Generaciones y semblanzas, ms. Esc. Z-III-2, f. 25v (ed. cit., p. 43). La fecha 21 de mayo, que citan algunas de las versiones del romance, cae, desde luego, en el tiempo en que don Álvaro estuvo preso en Portillo, pero no corresponde a la de sus «salidas» o traslados (para la ejecución se le sacó de Portillo el viernes, 1 de junio, no antes).

91  Atrás, § 9.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

*    47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

*    48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

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Imagen de portada: Hans Holbein, el joven: Danza de la muerte.

48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

48.- 8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS

8. LA CONDESA, LOS HIJOS Y LOS CRIADOS NEGROS. APÉNDICE I

      uando el Duque de Bernax, ya en el cadalso, entrega su jaca a su criado Moral, le enco­mienda que, si le es posible, haga saber a su mujer e hijos ausentes su desgraciado fin:

— Cabálgate en esa jaca,    si te la quisieren dar;
a mi mujer la condesa   mis nuevas le irás a dar,
que llore y no se calle,    que no me espere más,
su marido don Alonso    en malas prisiones va.
¡Ay, qué bulla que harán    criados negros y negras!
¡ay, qué llantos que harán    los mis hijos a la mesa,
cuando estén sentados ellos    y no me vieren en ella!82.

      Don Álvaro, durante los primeros días de su prisión, confía en que podrá superar con la ayuda de los suyos la difícil situación en que se halla. Por ello, desde la cámara en que se encuentra detenido envía con sus pajes Morales y El Adrada «cartas escriptas de su mano» a Chacón y a Sesé «para que ellos las enbiasen a la Condesa su muger e al conde don Juan e a don Pedro de Luna sus fijos»83, según cuenta el propio Chacón (que dice desconocer lo que decían)84. La Condesa, su mujer, y el Conde, su hijo, se alzan, entonces, en la villa de Escalona, protestando ante el Papa y los príncipes cristianos de la ruptura por el rey de los juramentos y seguridades dadas al Maestre. Además de intentar conseguir una presión di­plomática sobre Juan II, tratan de amedrentar al rey, amenazándole con coaligarse, no sólo con sus enemigos, mas con los moros o los mismos diablos si pudiesen85, y por su parte, el Maestre preso se negó a ordenarles la entrega de las fortalezas que tenían, a cambio de la «clemencia, tempranza e misericordia» regias, «antes respondió... que mandaba a sus fijos e parientes que se alzasen e fiziesen guerra e metiesen fuego en mis regnos por quantas partes pudiesen», si podemos creer lo que el propio rey cuenta a sus subditos para justificar la eje­cución86. Pero, una vez enterados de la muerte en el cadalso de don Álvaro, la Condesa y el conde don Juan pactaron prontamente con el rey, a fin de no caer en caso de traición y poder conservar parte del patrimonio del Condestable87.

      La alusión a los criados negros de don Álvaro podría creerse un anacronismo introduci­do por los cantores marroquíes. Pero está lejos de serlo. Baste recordar el siguiente relato del halconero real Pero Carillo de Huete sobre el regreso de don Álvaro a la corte, después de su primer destierro, el año 1428:

«E el Condestable venía vien bordado de argentería, e quatro pajes por aquella vía e[n] quatro  cavallos muy grandes e muy fermosos e muy bien guarnidos a maravilla. E venían delante dél dos negros, que trayan sendos lebreles negros; e el vno traya vn venablo e el otro traya vna lança de Xerez»88.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

82  Variantes: mi madre; la princesa; que se case y no aguarde; que su hijo; don Francisco; + porque el Duque de Bernax cautivóse sin rescate; con que b. llorarán; + ay qué guayas que hará la mi mujer la princesa, más amarga quedará la mi madre la marquesa.

83   Cr. Álvaro de Luna, pp. 411 -412.

84  «Lo que en ellas se contenía no se sabe; pero el Maestre, como sea cosa natural que los que es­tán dolientes querrían ser sanos e los que están presos querrían ser sueltos, de creer es que él buscaría su deliberación por quantas artes buscarla pudiese».

85   Según la respuesta del rey, dada en Fuensalida, 22 de mayo de 1453, a la amenazadora carta de la condesa doña Juana Pimentel, y el relato que hace el rey, estando en el real sobre Escalona el 18 de junio de 1453, en carta a todos sus subditos. Se hallan reproducidas en J. Rizzo, Juicio crítico, pp. 374-383 (según copia de la iglesia de Toledo, en Bibl. Real, t. XX de la Colecc. del padre Burriel) y pp. 396-414 (según copia en el Archivo del Marqués de Villena), respectivamente.

86   Carta cit. en la n. 85.

87   Cfr. Cr. Álvaro de Luna, p. 436 y Cr. J. II, p. 684a. Al pacto alude la carta de perdón, indulgen­cia y mercedes de villas y lugares de Juan II, fechada en Escalona, 28 de junio de 1453, transcrita en un documento ed. por Rizzo, Juicio crítico, pp. 384-388.

88  Ms. 9445 de la Bibl. Nacional de Madrid. Cito por la ed. de J. de M. Carriazo, Crónica del halconero de Juan II, Pedro Carrillo de Huete, «Colección de Crónicas Españolas», VIII, Madrid: Espasa Calpe, 1496, p. 18.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

*    47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

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Imagen de portada: Lluís Dalmau (1428-1461) fragmento de la Virgen de los Consellers (1443- 45). Museo Nacional de Arte de Cataluña.

47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

 

7. [EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ]  . APÉNDICE I

        [. A. Cid, en una nueva contribución a la interpretación del texto sefardí77, se muestra escéptico respecto a la posible conexión del sustantivo [la gilía] con las voces de germanía a que arriba he aludido y recuerda la presencia en una familia de manuscritos de la Crónica de Chacón de unos versos sentenciosos puestos en boca del propio don Álvaro ya muerto:

Al águila el ballestero
con sus plumas la firió.
Ansí fizo el de Vivero
que en mi casa se crió.
Entre nos mesmos salió
porque entrambos nos perdimos.
Si bien o mal lo hezimos,
en nos mesmos se absolvió78.

      Ya hemos visto, de pasada, que uno de los momentos de máxima humillación para el Condestable aprisionado fue cuando, conocedor de la sentencia que le va a llevar al cadal­so, su mortal enemigo y guardián Diego de Stúñiga lo aposenta en las casas del «perro bermejo»79 que le traicionó, Alonso Pérez de Vivero, a quien don Álvaro, precipitando los acontecimientos, había hecho caer de una torre abajo tras mostrarle las pruebas de su traición, provocando con esa acción el temor del rey a que su ex privado optara por el re­gicidio como una última posibilidad para escapar de la muerte. Allí el enjaulado don Álvaro tuvo que soportar cómo se vengaban, a su vez, de él la mujer y criados de su vícti­ma. La copla sentenciosa recoge admirablemente, sin inclinarse en favor de uno u otro personaje, el paradójico hecho de ser ambos, a la vez, víctimas de la ruptura de su inter­dependencia; pero la imagen con que se abre la composición poética es el mayor acierto, pues en aquel caso histórico la pluma que, salida del águila e incorporada a la flecha del ballestero cazador, hace caer al suelo herida a la propia águila es, efectivamente, una pluma de oficio, dado que el ambicioso criado de don Álvaro y contador mayor y conseje­ro de Juan II no era, al fin y al cabo, sino un letrado, en modo alguno un caballero80. Nunca, pues, mejor usado el antiguo exemplum del águila herida por su propia pluma81

      Para Cid, en esta copla de arte menor incorporada a los manuscritos de la Crónica de don Álvaro de Luna estaría la clave del verso sefardí:

 La aguililla ballestera    con su pico iba picando,

 pues le parece que hay entre uno y otro texto una indudable «identidad formal y genética», aunque la imagen «en El Duque de Bernax tenga significado tan distinto». La copresencia de «águila ~ aguililla» y «ballestero ~ ballestera» en dos poemas relativos a la muerte de don Álvaro me pareció, en un principio, al leer el borrador del trabajo de Cid, un dato positivo que, en efecto, pudiera llegar a ser una pista «genética» del poema tradicional cantado por los judíos marroquíes; pero, al intentar concretar la posible génesis del verso sefardí, no me parece ya nada evidente una relación de dependencia entre una y otra representación meta­fórica. En efecto, no logro explicarme cómo el águila señorial abatida por la saeta de un ba­llestero, que es don Álvaro en las coplas, disminuida en «aguililla», se pudo convertir en la gavilla de corchetes armados de ballestas y gente baja y soez que insulta y agravia al gran señor reducido a prisión del relato sefardí, ni cómo el ballestero que lanza la saeta armada con las plumas de Vivero se pudo transformar en mero adjetivo determinativo de esa singu­lar «aguililla».]

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

77  [Artículo cit. en la n. 38.]

78  [Figura en los mss. 150 de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, 2127 (olim I-210), 10141 (olim Ii-121) de la Biblioteca Nacional, Madrid y 9/538 (olim 12.4-1/H-15) de la Biblioteca de la Academia de la Historia.]

79  [Como en su apasionada «tragedia» de la caída y muerte de don Álvaro llama Chacón al Contador mayor de Juan II (Cr. Álvaro de Luna, p. 337), entre otros múltiples improperios (véase C. Monte­ro, La Historia, creación literaria, 1994, p. 126).]

80  [Cid, en su comentario de las coplas, recuerda dos famosas escenas en que, al describir al Contador mayor, se ironizan sus pretensiones de querer actuar como caballero. En las Coplas de la Panade­ra (w. 204-212) se le pinta como partícipe de la batalla de Olmedo, diciendo:

Vide al señor de Xorquera
Alonso Pérez Vivero
con escribanía y tintero
colgada en su linjadera
e dentro una alcoholadera
con polvos para escribir;
quisiera dello reír,
si hobiera do me acogiera,
Di Panadera

(ed. J. Rodríguez Puértolas, Poesía crítica y satírica del siglo XV, Madrid: Castalia, 1981, p. 139). No menos derogatoria es la escena que refiere Gonzalo Chacón con ocasión del fallido intento de asesinar en Madrigal a don Álvaro promoviendo un «ruido» o pelea de gentes con la esperanza de que acudie­ra a apaciguarlo mal apercibido: el hijo bastardo de don Álvaro, que salió a «despartyr el tal ruydo», «encontró con el traydor Alfonso Pérez, el qual ya sea que çiertamente en cabo del año ninguna vez se solía armar, nin su cuerpo nin su ofiçio lo demandaban, pero en aquel día, enredándole a ello la víbora de su tragada trayçión que el coracón le roya, él venía armado de todas pieças... encima de un caballo encubertado» y, por más que trata de disuadirle de seguir en su empeño, Vivero, sin decir palabra, «salvo que abaxaba la cabeça debaxo de una çelada que llebaba», continúa «trabajando en toda mane­ra mansamente por pasar adelante», hasta que hace su aparición en la escena el propio don Álvaro y, poniéndole la mano sobre el arnés, le pregunta con sorna: «Buen honbre, buen honbre, ¿quién vos en­gañó?», (Cr. Álvaro de Luna, pp. 302-303), consciente de que el inusitado comportamiento del Conta­dor dejaba al descubierto el traicionero plan del falso «ruido».]

81 [La más famosa utilización del exemplum, según me ha sido grato recordarle a J. A. Cid (y él tomó como punto de partida para enriquecer la versión impresa de su trabajo mediante la n. 16), son las estrofas 270-272 del Libro de buen amor.

El águila cabdal    cata sobre la faya,
todas las otras aves    de allí las atalaya.
Non ay péndola d’ella    que sy en tierra caya
[e] vallestero la falla,    precíala más que saya:
saetas e quadrillos    que trae amolados,
con péndolas de águila    los ha enpendolados.
Fue, commo avía usado,    a ferir los venados,
al águila cabdal    diole por los costados.
Cató contra sus pechos    el águila ferida
e vido que sus péndolas    la avían escarnida,
dixo contra sí mesma   una razón te [n] ida:
— De mí sal qui’m’mató    e me tiró la vida.

(En el ms. 5: 270¿z canta; 270c q. en; 270d sy v.; 212c temida; 212d salyó quien me). La fábula es ajena al Romulus de Walter el inglés, como nota F. Lecoy (Recherches sur le Libro de buen amor de Juan Ruiz archiprétre de Hita, París: E. Droz, 1938, pp. 113, 118), quien reconoce «II m’a été ímpossible de trouver trace dans aucun recueil ancien» (p. 127), «on ne trouve dans les collectiones connues au Moyen Age aucun modele correspondant» (p. 145); pero remonta a Esopo y llegará a ser conocida de La Fontaine (II, 6) gracias a la tradición esópica del siglo XVI (Ésope de Névelet 196).]

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

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46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO. APÉNDICE I

      n cárceles lo metieron    hondas y de escuridade,
que no se miran sus manos,    tampoco sus lindas faces.
¡Oh Dios, qué fuertes prisiones    para hombre tan delicado!
La guilía ballestera    con su pico iba picando54

      El motivo de las duras prisiones aparece en el romance sefardí expresado con fórmulas tradicionales muy repetidas en el romancero. Pero aquí nos interesa destacar que don Álva­ro, si bien en los primeros días de su prisión estuvo simplemente «detenido» (como explica Chacón)55, en seguida fue tratado con mayor rigor, quizá al descubrirse sus planes de fuga. El testigo 7° aducido por el Marqués de Villena en sus probanzas recuerda que

«... vido una jaula en que lo avían metido preso, e después, desde a ciertos días, hiera sacar al dicho Condeestable por la puerta de la dicha ciudad enzima de una mula, preso e con una ca­dena a los pies con su candado...»56;

y el 10° confirma:

«... e lo viera preso en una jaula en las casas de Pedro de Cartaxena, donde posaba, por espacio de tres o quatro días, e porque dende lo viera llevar preso enzima de una mula e con una cade­na a los pies, e dezían que lo llevaban para Valladolid...»57.

Por su parte, Fernán Pérez de Guzmán, en las Generaciones y semblanzas, recuerda igual­mente cómo el rey

«Fizólo poner en Portillo en fierros, en una jaula de madera»58.

      Según interpretación del CGR, el curioso verso que en el romance sigue

La guilía ballestera    con su pico iba picando

trata de subrayar el sufrimiento del noble duque, quien no sólo ha de soportar físicamente el maltrato, sino los afrentosos insultos de la gente baja que se aprovecha de su miserable condición de reo. El significado del sustantivo pronunciado por los cantores o recitadores [la gilía] es problemático, ya que en virtud de las reglas fonéticas del español sefardí puede leerse lo mismo /la guilía/ que /la aguililla/59, pero en el contexto no deja lugar a dudas de que la acción de ir picando con su pico está tomada en sentido figurado y de que alude a los «picotazos» que el noble preso debe soportar mientras está en manos de sus guardianes o mientras es conducido entre el populacho. Aunque la representación como una «agui­lilla» de los que «pican» al preso debe estar presente en el pensamiento de los cantores se­fardíes, quizá el sintagma «la guilía ballestera» haya de entenderse a la luz de las voces de gemianía gura "la justicia", guro "el alguacil", gurón "el alcalde de la cárcel", gurullada "la tropa de corchetes y alguaciles", registradas en 1609 por Hidalgo y acogidas por el Diccio­nario de Autoridades60. [Suele creerse que el lenguaje germanesco es sólo propio del hampa de la España de los Austria, en vista de que es entonces cuando la literatura del Barroco consagra a esos héroes de la canalla; pero sabemos que la «vieja» germanía tenía ya uso en el siglo XV61. Por otra parte, J. Corominas, aunque se muestra poco consistente en el trata­miento etimológico de estas voces62, reúne una documentación que evidencia la difusión en el lenguaje común63 de garulla, garullada, gurullada, grullada, para referirse a la "gente baxa, quando se junta" (según el Diccionario de Autoridades], "gavilla de picaros, cáfila, tur­bamulta, cualquier reunión de gente" (que consigna Amengual64, respecto al mallorquín), junto con el uso antiguo y moderno de expresiones como «campar de garulla» (Estebanillo, XI)65, "phrase con que se significa la osadía de alguno, fiado en la gente soez y baxa que tiene de su parte" 66, y «garulla de gent» (Valencia) "balumba" 67, voces y expresiones que me parecen indicativas de que el empleo especializado de esta raíz en el lenguaje germanes­co para referirse a miembros de la justicia está basado en un uso previo en el lenguaje co­mún con el significado que acabamos de recoger68.]

      En el caso de don Álvaro, sabemos que, una vez preso, cada vez que le trasladan de Burgos a Valladolid, de Valladolid a Portillo y de Portillo a Valladolid va escoltado por una tropa de gentes armadas como la que describe la Abreviación continuada del Halconero al contar la salida de Portillo:

«Fue sacado muy bien acompañado de mucha gente de armas e de pie, ballesteros como escu­dados» 69.

Por otra parte, la natural tendencia del pueblo bajo a ensañarse con el hasta ayer todopode­roso privado se manifiesta desde que el rey acucia a los ciudadanos de Burgos a que ata­quen las casas de Pedro de Cartagena en que se aposenta el Maestre70. Así, cuando don Álvaro insiste en darse a prisión directamente al propio rey, Ruy Díaz de Mendoza y el obispo don Alonso de Cartagena le advierten:

«¿Dónde queréis ir, señor, que os matarán i la maior pieça de vos será la oreja?»71.

Más tarde, cuando es conducido preso y fuertemente aherrojado fuera de la ciudad, las gentes le acompañan mofándose de él:

«Saliendo por la puerta de dicha cibdad —recuerda el que luego sería uno de los pregoneros en su ejecución— dezían los que estavan en la cerca: Ésta es Burgos, cara de mona; ésta es Bur­gos, que no Escalona. E que oyera dezir que el dicho Condeestable bolbiera la cabeça hazia la cibdad y tomándose las barbas con la mano: ¡Nunca yo las rrape ni corte las uñas, si no te hago arar y sembrar de sal, corral de vacas!»72.

Escena ésta que Pedro Sánchez el Rojo, vecino de Burgos, recuerda también, pero sustitu­yendo el juramento amenazador por una queja que recuerda más el condolido comentario de nuestro romance respecto a las vejaciones de que don Álvaro es objeto:

«... e que, al salir de la cibdad, yban muchos onbres e moços haciendo burla dél e diziendo en boz alta: Ésta es Burgos, cara de mona; ésta es Burgos, que no Escalona. Y el dicho Condeestable dixiera a ciertos cavalleros que con él iban: ¡Que os parece, señores, qué burla se haze a onbre de tal estado como yo!»73.

      Las humillaciones continuaron a lo largo de los meses de prisión. El calvario del Maes­tre tuvo su punto culminante cuando, conocedor ya de su sentencia, Diego de Stúñiga lo aposenta en Valladolid en las casas de Alonso Pérez de Vivero,

«donde muchos hombres y mugeres y criados de Alonso Pérez, que allí estaban, lo recibie­ron dando grandes gritos, diciéndole muchas palabras criminosas y feas retrayéndole la muerte de su señor Alonso Pérez, que le había muerto a mala verdad e a traición seguro en su posada, e cómo Dios, por mostrar maravilla, lo había traído así preso a su casa para que su mujer e los suyos oviesen dél venganza en su casa, donde sería sacado a justiciar por pregón de justicia. Más trabajo e dolor tenía el Maestre en oír aquellas cosas e cómo se vengaban del aquella muger e criados de Alonso Pérez que en la muerte que esperaba recebir»74.

      Todavía al ser conducido al cadalso, mientras los pregoneros le acusan de cruel tirano usurpador de la corona, el pueblo se agolpa gozoso a contemplar el espectáculo; sin em­bargo, al ver cómo el Maestre se dispuso a sufrir a la muerte «más esforçada que devota­mente, ca segunt los abtos que aquel día fizo e las palabras que dixo más pertenecían a fama que a devoçión» —conforme reprueba inmisericordemente Fernán Pérez de Guzmán—75, el público se dejó ganar por su serenidad y grandeza, según pone de relieve Chacón:

«Mira, oh lector, en este paso una cosa digna por çierto de ser notada e aún de aver por miraglosa: ca non obstante que, quando llevaban al bienaventurado Maestre a le dar muerte (ca non se debe dezir que lo levaban a justiciar, pues que contra toda justicia lo mataban), la gente que concurría a lo mirar iban todos, segund que comúnmente acaesce e se suele fazer, con gestos e senblantes non tristes, como aquellos que van a mirar cosa que non aviene cada día espeçialmente yendo a mirar un tal fecho qual nunca fue visto en Castilla, todos a un son, assí honbres como mugeres, los que allí en la plaça eran presentes e los que estaban por las ventanas de las casas que en la plaça eran allí cercanas, fizieron e mostraron, de primero, al tienpo que ya el sayón tenía el cuchillo en sus manos, un callado silençio, como si a sa­biendas e so muy graves penas les fuera mandado que todos callassen, luego encontinente, después de aquello así fecho, al tienpo que ya el sayón ponía el tajante cuchillo amolado en la garganta del bienaventurado Maestre, se levanta entre todos ellos tan doloroso e tan triste e tan sentible llorar e tan alta e lagrimosa grida e bozes de tanto tristor e dolor como si cada uno dellos, así varones como mugeres, viera matar cuelmente al padre suyo o a cosa que mu­cho amara»76.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

54   Variante: en tablados le m.

55  Cr. Álvaro de Luna,pp, 411-412.

56  Corral, Don Álvaro, p. 82.

57  Corral, Don Álvaro, p. 82.

58  Fernán Pérez de Guzmán, Generaciones y semblanzas, ed. R. B. Tate (London: Tamesis Books, 1965), retrato del rey (f. 25v del ms. Esc. Z-III-2). El testigo 14° de las probanzas confirma que la jaula era de madera, pero la sitúa en Burgos, como los otros testigos: «... y se diera a prisión a Rui Díaz de Mendoça y a el Obispo de Burgos don Alonso de Cartaxena, y ansí preso lo viera meter en una jaula de madera que para ello hizieron...» (Corral, Don Álvaro, p. 83).

59  La l y l < [1] seguida de [i] desaparece, igual que en el español de Nuevo México.

60  Diccionario de la lengua castellana en que se explica el verdadero sentido de las voces..., III (Ma­drid: Imprenta de la Real Academia Española, 1732), ed. facs., Madrid: Gredos, remitiendo como autoridad al Vocabulario de germanía de Juan Hidalgo de 1609; quien da las equivalencias latinas "judices vel justitiae ministri"; "stelles, itis"; "praefectus" "satellitum grex, vel caterva" (puede leerse en la reed. de J. M. Hill, Voces germanescas, Bloomington, 1949).

61   [Remito al apartado 17 de un próximo libro: D. Catalán, Cancionero en cifra de Perrenot embajador de Felipe II en Francia (1562).]

62  [Pues en gura, gnía. "la justicia", acepta de M. L. Wagner que procede de gurapa "galeras" (con étimo árabe) por abreviación jergal y que guro y gurón, gnía. "alguacil" y "alcaide de cárcel", el caló cat. guri o gura, "guardia municipal", el cast. guripa "soldado raso" y "golfo, miserable" son sus deri­vados; aunque, a la vez, considera que g[u]rullo y gurullón, "alguacil" y "alcaide de cárcel" y gurullada "conjunto de corchetes" son derivados de garulla "conjunto de gentezuela". En cuanto a guiri, "guar­dia civil", "soldado" lo considera derivado de cristino > vasc. giristino, "liberal, adversario de los car­listas". ¡Extraña confluencia de étimos!]

63  [Aparte de las acepciones de garulla y sus derivados relacionadas con frutos o frutas, se dan acepciones relacionadas con gente baja o ruin tanto en diccionarios y autores de la época clásica, como en dialectos modernos que abarcan desde Mallorca y Valencia a Asturias.]

64 [J. Amengual, Nuevo diccionario mallorquin-castellano-latin, 2 vols., Palma de Mallorca, 1858-1878, s. v.]

65   [La vida y hechos de Estebanillo González, ed. A. Carreira y J. A. Cid, Madrid: Cátedra, 1990, II, P- 275.]

66 [Según explica el Diccionario de Autoridades, s. v.]

67 [M. J. Sanelo, Ensayo: Diccionario del lemosino y valenciano antiguo y moderno al castellano (ms. Bibl. Mazzarina de París, 4501), s. v.].

68 [Lo propiamente germanesco es designar específicamente a los agentes de la justicia con esos términos despectivos.]

69  Según el ms. de la Bibl. universitaria de Santa Cruz, Valladolid. Se trata de la copia sacada por Gerónimo de Zurita de otra que le proporcionó Antonio Álvarez de Toledo que se decía sacada de la que poseyó Lorenzo Galíndez de Carvajal. La Cr. J. II usó esa Abreviación del Halconero como fuente, abreviando a su vez el relato (según ocurre en este pasaje, cfr. Cr. J. II, p. 683a). Cito el ms. de Valla­dolid a través de J. de M. Carriazo, en la p. CCI de su introducción a Don Lope de Barrientes, Refun­dición de la Crónica del Halconero, «Colección de Crónicas Españolas» IX (Madrid: Espasa Calpe), 1946.

70  El testigo 5° (el que actuó de pregonero cuando le sacaron de la cárcel) nos informa de cómo el rey, cuando se decide a arriesgarse a poner en práctica el plan de apresar a don Álvaro, incita a los ciu­dadanos burgaleses: «Oyera dezir publicamente a muchas personas que la noche de antes andaua el rrei por las calles de la dicha cibdad diciendo a los que topaba: Doleos, señores, de mi; yd adelante a la posada del Maestre (porque ya en este comedio don Álbaro de Çúñiga tenía cerçada la posada de el dicho Condeestable», y de cómo, más tarde «viera al dicho señor rrei don Johan armado en blanco en­zima de vn cavallo en la placa e mercado en la cibdad de Burgos... e su alteça decía: Adelante, adelan­te, a la posada de el Maestre...» (Corral, Don Álvaro, pp. 81 y 80).

71  Según el que fue pregonero (testigo 5°). Aunque refiriéndolas a un contexto diverso, confirma las palabras el testigo 9° (Pedro Alfonso, de 85 a.): «... queriendo salir fuera a pelear, le dixeron algu­nas personas: No salgáis, señor, fuera, porque, si salís, la mayor pieça de vos será el oreja», a su vez, el testigo 17° comprueba que estaba en lo cierto el pregonero en cuanto a la ocasión de la advertencia: «el viera al dicho Condeestable... estar armado en blanco enzima de un cavallo, procurando de salir fuera e diziendo que se quería ir al rrei, y que el dicho Rui Díaz de Mendoça y el Prestamero su her­mano, que allí estavan, le dixeran: Señor, no salgáis fuera, porque vos harán pedaços» (Corral, Don Álvaro, pp. 81, 82 y 85 respectivamente).

72  Corral, Don Álvaro, pp. 81-82.

73 Corral, Don Álvaro, p. 82.

74 Cr. J. II, p. 683a. Cfr. en la prolongación de la Abreviación continuada del Halconero, citada por J. de M. Carriazo en la introducción a Barrientos, Refundición del Halconero, p. CCI.

75 Fernán Pérez de Guzmán, Generaciones y semblanzas, ms. Esc. Z-III-2, f. 25 v (ed. cit., p. 44).

76 Cr. Álvaro de Luna, pp. 433-434.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

  Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Letras capitulares:
Olde English