46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO
6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO. APÉNDICE I
n cárceles lo metieron hondas y de escuridade,
que no se miran sus manos, tampoco sus lindas faces.
¡Oh Dios, qué fuertes prisiones para hombre tan delicado!
La guilía ballestera con su pico iba picando54.
El motivo de las duras prisiones aparece en el romance sefardí expresado con fórmulas tradicionales muy repetidas en el romancero. Pero aquí nos interesa destacar que don Álvaro, si bien en los primeros días de su prisión estuvo simplemente «detenido» (como explica Chacón)55, en seguida fue tratado con mayor rigor, quizá al descubrirse sus planes de fuga. El testigo 7° aducido por el Marqués de Villena en sus probanzas recuerda que
«... vido una jaula en que lo avían metido preso, e después, desde a ciertos días, hiera sacar al dicho Condeestable por la puerta de la dicha ciudad enzima de una mula, preso e con una cadena a los pies con su candado...»56;
y el 10° confirma:
«... e lo viera preso en una jaula en las casas de Pedro de Cartaxena, donde posaba, por espacio de tres o quatro días, e porque dende lo viera llevar preso enzima de una mula e con una cadena a los pies, e dezían que lo llevaban para Valladolid...»57.
Por su parte, Fernán Pérez de Guzmán, en las Generaciones y semblanzas, recuerda igualmente cómo el rey
«Fizólo poner en Portillo en fierros, en una jaula de madera»58.
Según interpretación del CGR, el curioso verso que en el romance sigue
La guilía ballestera con su pico iba picando
trata de subrayar el sufrimiento del noble duque, quien no sólo ha de soportar físicamente el maltrato, sino los afrentosos insultos de la gente baja que se aprovecha de su miserable condición de reo. El significado del sustantivo pronunciado por los cantores o recitadores [la gilía] es problemático, ya que en virtud de las reglas fonéticas del español sefardí puede leerse lo mismo /la guilía/ que /la aguililla/59, pero en el contexto no deja lugar a dudas de que la acción de ir picando con su pico está tomada en sentido figurado y de que alude a los «picotazos» que el noble preso debe soportar mientras está en manos de sus guardianes o mientras es conducido entre el populacho. Aunque la representación como una «aguililla» de los que «pican» al preso debe estar presente en el pensamiento de los cantores sefardíes, quizá el sintagma «la guilía ballestera» haya de entenderse a la luz de las voces de gemianía gura "la justicia", guro "el alguacil", gurón "el alcalde de la cárcel", gurullada "la tropa de corchetes y alguaciles", registradas en 1609 por Hidalgo y acogidas por el Diccionario de Autoridades60. [Suele creerse que el lenguaje germanesco es sólo propio del hampa de la España de los Austria, en vista de que es entonces cuando la literatura del Barroco consagra a esos héroes de la canalla; pero sabemos que la «vieja» germanía tenía ya uso en el siglo XV61. Por otra parte, J. Corominas, aunque se muestra poco consistente en el tratamiento etimológico de estas voces62, reúne una documentación que evidencia la difusión en el lenguaje común63 de garulla, garullada, gurullada, grullada, para referirse a la "gente baxa, quando se junta" (según el Diccionario de Autoridades], "gavilla de picaros, cáfila, turbamulta, cualquier reunión de gente" (que consigna Amengual64, respecto al mallorquín), junto con el uso antiguo y moderno de expresiones como «campar de garulla» (Estebanillo, XI)65, "phrase con que se significa la osadía de alguno, fiado en la gente soez y baxa que tiene de su parte" 66, y «garulla de gent» (Valencia) "balumba" 67, voces y expresiones que me parecen indicativas de que el empleo especializado de esta raíz en el lenguaje germanesco para referirse a miembros de la justicia está basado en un uso previo en el lenguaje común con el significado que acabamos de recoger68.]
En el caso de don Álvaro, sabemos que, una vez preso, cada vez que le trasladan de Burgos a Valladolid, de Valladolid a Portillo y de Portillo a Valladolid va escoltado por una tropa de gentes armadas como la que describe la Abreviación continuada del Halconero al contar la salida de Portillo:
«Fue sacado muy bien acompañado de mucha gente de armas e de pie, ballesteros como escudados» 69.
Por otra parte, la natural tendencia del pueblo bajo a ensañarse con el hasta ayer todopoderoso privado se manifiesta desde que el rey acucia a los ciudadanos de Burgos a que ataquen las casas de Pedro de Cartagena en que se aposenta el Maestre70. Así, cuando don Álvaro insiste en darse a prisión directamente al propio rey, Ruy Díaz de Mendoza y el obispo don Alonso de Cartagena le advierten:
«¿Dónde queréis ir, señor, que os matarán i la maior pieça de vos será la oreja?»71.
Más tarde, cuando es conducido preso y fuertemente aherrojado fuera de la ciudad, las gentes le acompañan mofándose de él:
«Saliendo por la puerta de dicha cibdad —recuerda el que luego sería uno de los pregoneros en su ejecución— dezían los que estavan en la cerca: Ésta es Burgos, cara de mona; ésta es Burgos, que no Escalona. E que oyera dezir que el dicho Condeestable bolbiera la cabeça hazia la cibdad y tomándose las barbas con la mano: ¡Nunca yo las rrape ni corte las uñas, si no te hago arar y sembrar de sal, corral de vacas!»72.
Escena ésta que Pedro Sánchez el Rojo, vecino de Burgos, recuerda también, pero sustituyendo el juramento amenazador por una queja que recuerda más el condolido comentario de nuestro romance respecto a las vejaciones de que don Álvaro es objeto:
«... e que, al salir de la cibdad, yban muchos onbres e moços haciendo burla dél e diziendo en boz alta: Ésta es Burgos, cara de mona; ésta es Burgos, que no Escalona. Y el dicho Condeestable dixiera a ciertos cavalleros que con él iban: ¡Que os parece, señores, qué burla se haze a onbre de tal estado como yo!»73.
Las humillaciones continuaron a lo largo de los meses de prisión. El calvario del Maestre tuvo su punto culminante cuando, conocedor ya de su sentencia, Diego de Stúñiga lo aposenta en Valladolid en las casas de Alonso Pérez de Vivero,
«donde muchos hombres y mugeres y criados de Alonso Pérez, que allí estaban, lo recibieron dando grandes gritos, diciéndole muchas palabras criminosas y feas retrayéndole la muerte de su señor Alonso Pérez, que le había muerto a mala verdad e a traición seguro en su posada, e cómo Dios, por mostrar maravilla, lo había traído así preso a su casa para que su mujer e los suyos oviesen dél venganza en su casa, donde sería sacado a justiciar por pregón de justicia. Más trabajo e dolor tenía el Maestre en oír aquellas cosas e cómo se vengaban del aquella muger e criados de Alonso Pérez que en la muerte que esperaba recebir»74.
Todavía al ser conducido al cadalso, mientras los pregoneros le acusan de cruel tirano usurpador de la corona, el pueblo se agolpa gozoso a contemplar el espectáculo; sin embargo, al ver cómo el Maestre se dispuso a sufrir a la muerte «más esforçada que devotamente, ca segunt los abtos que aquel día fizo e las palabras que dixo más pertenecían a fama que a devoçión» —conforme reprueba inmisericordemente Fernán Pérez de Guzmán—75, el público se dejó ganar por su serenidad y grandeza, según pone de relieve Chacón:
«Mira, oh lector, en este paso una cosa digna por çierto de ser notada e aún de aver por miraglosa: ca non obstante que, quando llevaban al bienaventurado Maestre a le dar muerte (ca non se debe dezir que lo levaban a justiciar, pues que contra toda justicia lo mataban), la gente que concurría a lo mirar iban todos, segund que comúnmente acaesce e se suele fazer, con gestos e senblantes non tristes, como aquellos que van a mirar cosa que non aviene cada día espeçialmente yendo a mirar un tal fecho qual nunca fue visto en Castilla, todos a un son, assí honbres como mugeres, los que allí en la plaça eran presentes e los que estaban por las ventanas de las casas que en la plaça eran allí cercanas, fizieron e mostraron, de primero, al tienpo que ya el sayón tenía el cuchillo en sus manos, un callado silençio, como si a sabiendas e so muy graves penas les fuera mandado que todos callassen, luego encontinente, después de aquello así fecho, al tienpo que ya el sayón ponía el tajante cuchillo amolado en la garganta del bienaventurado Maestre, se levanta entre todos ellos tan doloroso e tan triste e tan sentible llorar e tan alta e lagrimosa grida e bozes de tanto tristor e dolor como si cada uno dellos, así varones como mugeres, viera matar cuelmente al padre suyo o a cosa que mucho amara»76.
Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.
54 Variante: en tablados le m.
55 Cr. Álvaro de Luna,pp, 411-412.
56 Corral, Don Álvaro, p. 82.
57 Corral, Don Álvaro, p. 82.
58 Fernán Pérez de Guzmán, Generaciones y semblanzas, ed. R. B. Tate (London: Tamesis Books, 1965), retrato del rey (f. 25v del ms. Esc. Z-III-2). El testigo 14° de las probanzas confirma que la jaula era de madera, pero la sitúa en Burgos, como los otros testigos: «... y se diera a prisión a Rui Díaz de Mendoça y a el Obispo de Burgos don Alonso de Cartaxena, y ansí preso lo viera meter en una jaula de madera que para ello hizieron...» (Corral, Don Álvaro, p. 83).
59 La l y l < [1] seguida de [i] desaparece, igual que en el español de Nuevo México.
60 Diccionario de la lengua castellana en que se explica el verdadero sentido de las voces..., III (Madrid: Imprenta de la Real Academia Española, 1732), ed. facs., Madrid: Gredos, remitiendo como autoridad al Vocabulario de germanía de Juan Hidalgo de 1609; quien da las equivalencias latinas "judices vel justitiae ministri"; "stelles, itis"; "praefectus" "satellitum grex, vel caterva" (puede leerse en la reed. de J. M. Hill, Voces germanescas, Bloomington, 1949).
61 [Remito al apartado 17 de un próximo libro: D. Catalán, Cancionero en cifra de Perrenot embajador de Felipe II en Francia (1562).]
62 [Pues en gura, gnía. "la justicia", acepta de M. L. Wagner que procede de gurapa "galeras" (con étimo árabe) por abreviación jergal y que guro y gurón, gnía. "alguacil" y "alcaide de cárcel", el caló cat. guri o gura, "guardia municipal", el cast. guripa "soldado raso" y "golfo, miserable" son sus derivados; aunque, a la vez, considera que g[u]rullo y gurullón, "alguacil" y "alcaide de cárcel" y gurullada "conjunto de corchetes" son derivados de garulla "conjunto de gentezuela". En cuanto a guiri, "guardia civil", "soldado" lo considera derivado de cristino > vasc. giristino, "liberal, adversario de los carlistas". ¡Extraña confluencia de étimos!]
63 [Aparte de las acepciones de garulla y sus derivados relacionadas con frutos o frutas, se dan acepciones relacionadas con gente baja o ruin tanto en diccionarios y autores de la época clásica, como en dialectos modernos que abarcan desde Mallorca y Valencia a Asturias.]
64 [J. Amengual, Nuevo diccionario mallorquin-castellano-latin, 2 vols., Palma de Mallorca, 1858-1878, s. v.]
65 [La vida y hechos de Estebanillo González, ed. A. Carreira y J. A. Cid, Madrid: Cátedra, 1990, II, P- 275.]
66 [Según explica el Diccionario de Autoridades, s. v.]
67 [M. J. Sanelo, Ensayo: Diccionario del lemosino y valenciano antiguo y moderno al castellano (ms. Bibl. Mazzarina de París, 4501), s. v.].
68 [Lo propiamente germanesco es designar específicamente a los agentes de la justicia con esos términos despectivos.]
69 Según el ms. de la Bibl. universitaria de Santa Cruz, Valladolid. Se trata de la copia sacada por Gerónimo de Zurita de otra que le proporcionó Antonio Álvarez de Toledo que se decía sacada de la que poseyó Lorenzo Galíndez de Carvajal. La Cr. J. II usó esa Abreviación del Halconero como fuente, abreviando a su vez el relato (según ocurre en este pasaje, cfr. Cr. J. II, p. 683a). Cito el ms. de Valladolid a través de J. de M. Carriazo, en la p. CCI de su introducción a Don Lope de Barrientes, Refundición de la Crónica del Halconero, «Colección de Crónicas Españolas» IX (Madrid: Espasa Calpe), 1946.
70 El testigo 5° (el que actuó de pregonero cuando le sacaron de la cárcel) nos informa de cómo el rey, cuando se decide a arriesgarse a poner en práctica el plan de apresar a don Álvaro, incita a los ciudadanos burgaleses: «Oyera dezir publicamente a muchas personas que la noche de antes andaua el rrei por las calles de la dicha cibdad diciendo a los que topaba: Doleos, señores, de mi; yd adelante a la posada del Maestre (porque ya en este comedio don Álbaro de Çúñiga tenía cerçada la posada de el dicho Condeestable», y de cómo, más tarde «viera al dicho señor rrei don Johan armado en blanco enzima de vn cavallo en la placa e mercado en la cibdad de Burgos... e su alteça decía: Adelante, adelante, a la posada de el Maestre...» (Corral, Don Álvaro, pp. 81 y 80).
71 Según el que fue pregonero (testigo 5°). Aunque refiriéndolas a un contexto diverso, confirma las palabras el testigo 9° (Pedro Alfonso, de 85 a.): «... queriendo salir fuera a pelear, le dixeron algunas personas: No salgáis, señor, fuera, porque, si salís, la mayor pieça de vos será el oreja», a su vez, el testigo 17° comprueba que estaba en lo cierto el pregonero en cuanto a la ocasión de la advertencia: «el viera al dicho Condeestable... estar armado en blanco enzima de un cavallo, procurando de salir fuera e diziendo que se quería ir al rrei, y que el dicho Rui Díaz de Mendoça y el Prestamero su hermano, que allí estavan, le dixeran: Señor, no salgáis fuera, porque vos harán pedaços» (Corral, Don Álvaro, pp. 81, 82 y 85 respectivamente).
72 Corral, Don Álvaro, pp. 81-82.
73 Corral, Don Álvaro, p. 82.
74 Cr. J. II, p. 683a. Cfr. en la prolongación de la Abreviación continuada del Halconero, citada por J. de M. Carriazo en la introducción a Barrientos, Refundición del Halconero, p. CCI.
75 Fernán Pérez de Guzmán, Generaciones y semblanzas, ms. Esc. Z-III-2, f. 25 v (ed. cit., p. 44).
76 Cr. Álvaro de Luna, pp. 433-434.
CAPÍTULOS ANTERIORES:
NOTA INTRODUCTORIA
* 1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO
I. HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE
* 2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO
* 3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA
* 4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»
* 5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ
* 6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO
II PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN
* 7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN
* 8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA
* 9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE
* 10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA
* 11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO
* 12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO
* 13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES
* 14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»
* 15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA
* 16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE
* 17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER
* 18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO
* 19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO
* 20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA
* 21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA
III EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA
* 23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN
* 24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA
* 26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA
* 27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE
* 28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA
* 29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA
IV POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA
* 30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA
* 31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN
* 32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA
* 33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO
* 34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO
* 35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS
* 36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO
* 37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS
* 38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS
* 39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS
* 40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN
APÉNDICES
APÉNDICE I
* 41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO
* 42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»
* 43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO
* 44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA
* 45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO
Diseño gráfico:
La Garduña Ilustrada
Letras capitulares: Olde English
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