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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA


5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA
. III EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA.

     l caso de La muerte ocultada es diverso, pues, al estudiar esta balada, no nos pode­mos conformar con un comparatismo intrarománico, ya que resulta imprescindible tener en cuenta la persistencia hasta tiempos modernos de narraciones afines de ámbito pan-europeo, que heredan paradigmas mitémicos de antigüedad milenaria.

      En el verano de 1947, en una de mis excursiones a pie por la Cordillera Central44, llegué a Navalperal de Pinares45, donde tuve ocasión de entrevistar a Tomasa Gon­zález, entonces de unos 40 años, natural de Casillas (Avila), que me franqueó la en­trada de su casa. Lo que mayor impresión me causó (como colector de romances46) de aquella velada fue el siguiente relato poético de la señora Tomasa:

        Estaba doña Ana    con dolores de parir
2      y se le ha antojado   un hueso de javalí.
        Se ha marchado don Güeso    a caza de cazar,
4      y en medio de un prado    se ha parado a merendar.
        — Puerco, no me empuerques    las aguas de arriba;
6      no dejes a doña Ana   viuda y recién parida.—
        Ha ido el puerco a don Güeso,    le ha mordido un corvejón;
8      ha ido don Güeso al puerco    y le ha atravesado el corazón.
       Carros y carretas    van a por el puerco;
10    damas y galanes   van a por don Güeso.
       Al puerco le llevan    a la carnicería,
12    y al señor don Güeso    pa su casa iba.
       — ¿Qué tal te encuentras, Ana,    en tu parto primero?
14    — Yo bien me encuentro, don Güeso,    si tú vienes bueno.
       Arrímate, don Güeso,    arrímate a la cama,
16    verás al infante    cómo busca la mama.
       — Espérate, doña Ana,    espérate a razones,
18    que me llama el rey   para ir a sus cortes.
       — Si te llama el rey   para ir a sus cortes,
20    ¿qué hará una mujer   parida de anoche?
       — Comer y beber   y darte buena vida;
22    buena suegra te queda,    pues te asistiría.—
       — Diga usted, mi suegra,    de mí siempre amiga,
24    ¿cómo tocan tanto    esas campanas tan lindas?
       [— Es por un caballero    que se ha muerto en Indias]47.
26    — Diga usted, mi suegra,    de mí siempre amiga,
       ¿qué es ese ruidito    por el patio arriba?
28    — Es una corrida de toros    porque tú estás parida.—
       — Diga usted, mi suegra,    de mí siempre amiga,
30    ¿de qué tiempo salen    las recién paridas?
       — Unas salen al mes,    otras a los cuarenta días
32    y otras salen al año,    a ti te pertenecía.
       — Diga usted, mi suegra,    de mí siempre amiga,
34    ¿de qué traje salen   las recién paridas?
       — Unas salen de raso    y otras de seda fina,
36    otras salen de negro,    a ti te pertenecía.—
       Ya que ha llegado el tiempo    salir de parida a misa,
38    se ha encontrado un caballero:    «¡Vaya una viuda más linda!»
       — Diga usted, mi suegra,    de mí siempre amiga,
40    me ha dicho ese caballero    «¡vaya una viudita más linda!»
       — Tú anda y calla, que es a otra    que por ahí atrás venía.—
       Ya que ha llegado a la iglesia     y vio el sepulcro de don Güeso.
42    Allí tiraba rosarios,    allí tiraba medallas;
       allí tiraba collares;    todito lo destrozaba.
                                                                      Amen.

      Esta versión y otras cinco (una de ellas sólo un fragmento), procedentes de la región que vamos a llamar Alta Extremadura (N. de Cáceres, S. de Salamanca y S. de Avila)48, constituyen los últimos sobrevivientes peninsulares de un tipo del romance de La muerte ocultada que se documenta también entre los judíos sefardíes de Marruecos (y, fragmentariamente, entre los de Oriente). Esa franja de la Alta Extremadura, en que ese tipo del romance se conserva, viene a constituir el reborde exterior de una gran área meridional, que abarca Extremadura (inclu­yendo también el Sur de Salamanca y de Ávila), La Mancha y Andalucía, don­de se ha impuesto una «versión vulgata» del romance. En esa versión «vulgata», que como es común a todas las «vulgatas» ofrece sólo escasas variaciones en su texto, el motivo de la caza ha sido reemplazado por su equivalente funcional, la guerra 49.

Ya viene don Pedro    de la guerra herido
y viene corriendo (~ volando)    por ver a su hijo...

      El romance hexasilábico sobrevive también en la tradición catalana. Pero en ella sólo una versión de Arles (Roselló)50, que dice:

Es mort don Olalbo    a la cacería,

y otra de Donzell (Lleyda)51, que comienza:

DonBueso se va    a la romería;
mentre está cazando,    la muerte li arriba

conservan el motivo de la caza; en las restantes se prescinde totalmente del episodio inicial, y el romance comienza con la secuencia de la despedida del esposo, cuando deja a su mujer próxima a parir o recién parida y parte, supuestamente, a tierras lejanas por un «any i un día»52.

      En Cataluña este romance hexasilábico convive con otra redacción de la misma historia en octosílabos 53; y el romance octosilábico es el único conocido en el Nor­te de España y de Portugal (N. de Salamanca, Zamora, Trás-os-Montes, Ourense, Lugo, Asturias, León y N. de Falencia)54, donde comienza así:

Don Hueso iba de caza,    no caza como solía    

o

A cazar iba don Pedro,    a cazar como solía.

      Fuera de la Península, el romance octosilábico se conserva también en Cana­rias 55, donde no hay caza, ni guerra, pues la noticia de la muerte la recibe el esposo estando enfermo en cama. La nueva escenificación procede del romance de la Muerte del príncipe don Juan y el enlace entre ambos temas lo proporciona la preocupación de don Juan por su hijo postumo, cuya vida quiere proteger de un posi­ble aborto 56.

      La variabilidad métrica y cambiante estructura, dentro de una innegable uni­dad, de este romance de La muerte ocultada, resulta doblemente interesante al comparar las versiones españolas con la tradición baladística europea. Pero antes de entrar en ese terreno, conviene que nos familiaricemos un poco más con nues­tra versión de la provincia de Ávila y sus hermanas en las varias lenguas hispánicas.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

OTAS

44  En que a una jornada montañera incorporaba el deporte cinegético de rastrear romances.

45  Hoy lugar invadido por madrileños veraneantes o domingueros.

46  Al margen de esos intereses, lo que me dejó impresión más imborrable fue la escandalosa libertad con que un niñuco de un par de años, rojo por el alcohol, se amorraba continuamente a una bote­lla de vino. Cuando, transcurridos los años, el 28-VIII-1980, J. A. Cid y A. Vian reentrevistaron a To­masa González, mi paso por el pueblo era recordado fechándolo como ocurrido algunos meses antes de la muerte del niño.

47 Este verso (25) fue omitido en la recitación de 1947; lo restituyo a partir de la recitación de 1980, en el curso de la encuesta citada en la n. 46.

48 Malpartida de Plasencia (Cáceres), (Gregoria Canelo, 1904); Candelario (Salamanca), (Diego Catalán y Alvaro Galmés, 1947); Buenavista, antes Pocilgas (Salamanca): Apolonia Pedreira, 66 a (Ma­nuel Manrique de Lara, 1918); Navalmoral de la Sierra (Ávila): Clotilde Martínez (Agapito’ Marazuela, c. 1933); Casillas (Avila): Asunción Peinado, 64 a. y Ascensión Guerra, 35 a. (Jesús Antonio Cid y Ana Vían, 1980). Pueden leerse editadas en RTLH, XII (1985), pp. 59-66.

49  En RTLH, XII (1985), pp. 159-278 se editan 178 versiones y fragmentos de este tipo del romance (de ellas sólo 2 y un fragmento muestran que la «versión vulgata» empieza a difundirse fuera del área señalada).

50  Publicada por M. Milà i Fontanals, Romanceríllo catalán: Canciones tradicionales, T ed., Barcelona: A. Verdaguer, 1882, p. 157.

51   Recogida por Joan Tomàs y Joan Amades para el Cançoner Popular de Catalunya, 1929.

52   En RTLH, XII (1985), pp. 28-30 y 80-91, Beatriz Mariscal publicó 8 versiones, 2 facticias y variantes de otras 9, representativas de la tradición catalana.

53   Sólo me es conocida una versión de Calaf (Barcelona), publicada en 1896 por Milà i Fontanals, Romanceríllo, pp. 157-158. Reed. en RTLH, XII (1985), pp. 156-157.

54   En RTLH, XII (1985), pp. 93-152, se publican 79 versiones octosilábicas del N.O. peninsular.

55 Véanse las cinco versiones canarias publicadas en RTLH, XII (1985), pp. 152-156, procedentes de D. Catalán, La flor de la marañuela, I y II (1969).
 
56    — No lo siento por mi muerte,    porque tan presto me llama,
       siéntolo por la princesa,    es niña y queda ocupada.
       No le digan de mi muerte,    no le den a saber nada,
       mientres no estaba parida    y mientras no esté alumbrada.
Cfr. cap. II, §§ 9 y 12.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

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