15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)
3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243). II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ
Hasta aquí he venido hablando, un tanto dogmáticamente, sobre el carácter inconcluso de la llamada Primera crónica general, en cuanto realización de la Estoria de España concebida por Alfonso X; he afirmado, sin las necesarias pruebas, que el taller historiográfico alfonsí no elaboró de un solo impulso y en continuidad regular el texto cronístico, sino en sucesivas etapas. Intentaré seguidamente fundamentar e ilustrar estas conclusiones.
Según don Alfonso anuncia doblemente en el Prólogo, su «Estoria de los fechos de España» había de alcanzar «desdel tiempo de Noe fasta este nuestro», contando las obras de los reyes «unos empos otros fastal nuestro tiempo».22 Tal propósito es claro que quedó incumplido: Desde luego —y es lástima grande— la historia de su propio reinado no llegó a escribirla; pero es de notar que ni aún siquiera completó la de su padre en los años posteriores a 1243 en que el arzobispo toledano don Rodrigo había dado por concluida su De rebus Hispaniae o Historia Gothica. En efecto, todo lo añadido al relato traducido del Toledano sobre el reinado de Fernando III, que Menéndez Pidal (siguiendo al manuscrito regio E2) admitió en su edición de la Primera crónica,23 es un postizo del s. XIV, desconocido del ms. F 24 y tan ajeno a la obra alfonsí que incluso atribuye anacrónicamente hechos del infante don Alfonso de Molina a su sobrino, el futuro Alfonso X.25
Dejando de lado estas adiciones tardías, consideremos seguidamente por separado la sección última de la Primera crónica en su estado original, la que abraza desde el comienzo de Alfonso VII hasta el año 1243 en el reinado de San Fernando. Al comparar esta sección (en los dos únicos manuscritos, E2(orig) y F, que la contienen) con el resto de la obra, saltan a la vista sus graves deficiencias estructurales.
La más comprometida novedad de la Estoria de España, esto es, la rigurosa distribución de la narración por años de reinado, no se ha intentado siquiera (los dos postreros años del reinado de Alfonso VI llevan las dos últimas indicaciones cronológicas);26 tampoco hay en ella referencias a la historia extra-peninsular, ni a la particular de los reinos de la periferia hispánica; faltan igualmente noticias tomadas de anales.
La base del relato es una traducción del Toledano, completada con detalles tomados del Tudense y alguna que otra fuente de carácter particular; pero incluso esta incipiente labor compilatria está inacabada, ya que se interrumpe al entrar en el reinado de Alfonso VIII, convirtiéndose la Crónica seguidamente en una desnuda versión de la Historia Gothica (De rebus Hispaniae) del Toledano.27
Esta traducción de la obra del arzobispo Toledano sabemos (y completo aquí observaciones de Procter28 y de Menéndez Pidal)29 que es alfonsí hasta el último de sus capítulos y anterior a 1274;30 pero no por ello necesitamos suponer que Alfonso X hubiese concluido hasta este punto, siquiera en forma de borrador, la Estoria de España. Me parece de todo punto inadmisible pensar que el rey Sabio diese alegremente por bueno el relato del arzobispo don Rodrigo en los reinados de sus inmediatos antecesores, cuando lo había considerado muy insuficiente para reinados tan lejanos como los de Fruela I, Alfonso II, Ordoño III, etc. ¿Por qué ese desinterés en un Alfonso X —emperador electo— por la cronología y por los sucesos europeos precisamente en los tiempos más cercanos? Creo indudable que la Estoria de España tal como había sido concebida por Alfonso X no llegó a escribirse en esta parte. A comprobárnoslo vienen algunos testimonios concretos.
En el reinado de Alfonso VII, el traductor alfonsí de Toledano —o quizá Alfonso X mismo— se detiene, con motivo de una frase de la fuente, a explicar el plan de la Estoria de España, advirtiendo que «o nos acaesciere en la Estoria diremos y de los reyes de Portogal como fiziemos et faremos de los reyes de Aragon et de Nauarra, por o nos acaesciere que las sus razones uengan y», pues, según allí mismo se explica, la historia es general de las Españas, sin fronteras de reinos o religiones;31 poco después, al reseñar la enfeudación de Aragón al Emperador de España, el cronista destaca cómo el rey aragonés «guardola lealmientre fasta la cerca de Cuenca» y advierte «et quando alli llegaremos con ell cuento de la Estoria a aquel logar, y departiremos como fue deste omenage et uassallage que el rey de Aragon deuie al de Castiella, como fue dend adelant».32 Pero tanto el propósito general como la promesa concreta dejan de realizarse, ya que la Primera crónica no hará en su parte final sino reproducir la narración del Toledano. En cambio, la Crónica de Castilla —independiente de la Primera crónica en toda esta sección— consigna el fin de la enfeudación de Aragón al hablar del cerco de Cuenca por Alfonso VIII.33
Otro caso. En el reinado de Alfonso VI, la Primera crónica, al tratar de la descendencia de este rey, recuerda la santa vida de su nieta doña Sancha sirviendo durante cinco años en el Hospital de Jerusalén, y anuncia que hablará nuevamente «en el su fecho, do sera en su lugar et conuerna».34 Ese lugar, es, sin duda, el reinado de su hermano el Emperador, y sus hechos dignos de memoria a la vuelta de Tierra Santa nos son conocidos gracias a la Crónica de veinte reyes,35 cuyo prototipo utilizó materiales alfonsíes; pero la Primera crónica, por más que en ese reinado, el de Alfonso VII, sea algo más compleja estructuralmente que en el de Alfonso VIII (según hemos dicho), deja incumplida la promesa.
No hay para mí duda. La Primera crónica no halló en la cámara regia castellana un texto plenamente elaborado de la Estoria de España desde el reinado de Alfonso VII en adelante, y se contentó con aprovechar un mero cuaderno de trabajo alfonsí, en que sólo se había comenzado la tarea de incorporar a la versión del Toledano la información del Tudense y otras fuentes secundarias de carácter narrativo.
Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolución. (1990)
NOTAS
22 PCG, pp. 4a46-47 y b18-20. Cfr. además la frase que cito en la n. 19.
23 Así en el cap. 15 de De rebus Hispaniae (dilatado hasta constituir 7 capítulos, del 1039 al 1045, en PCG) todo lo relativo a la cabalgada contra Jerez, PCG, pp. 724b5-19; b24-41; 725a18-729a29; en el cap. 16 de De rebus Hispaniae (cap. 1046 de PCG) el pormenorizado relato del cerco de Córdoba, PCG, pp. 729b13-731a10; 731a20-733a45; y, finalizada la Historia Gothica del Toledano (cap. 1049 de PCG), todo el «Siguimiento de la estoria de las coronicas de los fechos de los reys de Espanna et de las sus vidas» (PCG, caps. 1050-1135), PCG, pp. 736b31-774b16.
24 El ms. F (hoy en la Bibl. de la Universidad de Salamanca, anteriormente ms. II-428 de la Bibl. de Palacio Real y previamente 2-E-4, VII-F-5, letra del s. XV), que comienza en Fernando I, acababa (antes de perder su último folio) con el capítulo de «despedida» del Toledano («De como el Arçobispo conpuso esta estoria fasta aqui», según nos muestra la Tabla) y en la materia anterior (caps. 15 y 16 de De rebus Hispaniae) seguía fielmente el relato de don Rodrigo, sin las extensas interpolaciones reseñadas en la nota 23 (su texto puede verse en PCG, pp. 724-734, variantes).
25 De Alfonso X, pp. 83-86. En el códice artificioso E2, a partir del f. 321 (en el cap. 1035 de PCG) todos los cuadernos que siguen, E2(f), fueron adicionados por el formador de mediados del s. XIV. El manuscrito primitivo E2(orig) de tiempo de Sancho IV posiblemente acababa como F (De Alfonso X, pp. 72-76).
26 Capítulos 963 (realmente: 964) y 964 (realmente: 965) de PCG, pp. 643b y 645a.
27 A partir del cap. 988 de PCG (p. 668a). [Sin que contradiga lo afirmado el largo pasaje del cap. 1013 de PCG en que Alfonso VIII arenga sucesivamente a sus naturales, a los restantes españoles y a las gentes ultramontanas antes de la batalla de Las Navas (PCG, pp. 693a9-694a3), pasaje ajeno al Toledano pero que tiene todo el aire de ser una invención retórica sin base en otra fuente.]
28 E. S. Procter, Alfonso X of Castile, pp. 89-96.
29 R. Menéndez Pidal, Primera crón.2, pp. XXXIII-XXXIV.
30 Alfonso X, el tratar de los descendientes de sus abuelos Alfonso IX y Berenguela (PCG, cap. 997), hace constar su propio parentesco con los emperadores de Constantinopla, Balduino y María, deseándoles la protección divina: «Et dize ell arçobispo aqui: Dios guarde ell estado dellos. Et dezimos Nos: Amen, ca debdo auemos y» (PCG, pp. 677b43-678a3); Balduino II (en destierro desde 1261) muere en enero de 1274. En el último capítulo narrativo traducido del Toledano (PCG, cap. 1048) figuran dos frases añadidas al texto de la fuente, introducidas sin duda al tiempo de la traducción en días de Alfonso X: la primera está destinada a alabar a los jóvenes infantes don Alfonso y don Fernando, hijos de Fernando III, con ocasión de la primera expedición militar en que participan; la segunda a consignar que los tratos de sumisión de Écija, Almodóvar, etc. ocurrieron estando presentes los infantes «et otorgandolo todo el infante don Alfonso» (PCG, pp. 736a1-11 y a26-28). De Alfonso X, p. 73.
31 PCG, p. 653a29-b3.
32 PCG, p. 653b37-41.
33 «E estonçe quito al Rey de Aragon el tributo del seruiçio que le auia de fazer por mucho bien e ayuda que le fizo en esta çerca» (ms. G, f. 235c); el cap. 999 de la Primera crónica no se aparta del Toledano.
34 PCG, p. 520b36-48. Año 1º de Alfonso VI.
35 En un capítulo especial se cuenta cómo «En esta sazón vino doña Sancha, hermana del Enperador, de la que ya deximos suso, de Vltramar donde avie estado çinco años en seruiçio de Dios, e llego a Leon» y cómo el Emperador le dio su parte del reino «tal qual ella plugo», y ella «metiose freyla» en San Isidoro de León. Se detalla seguidamente la traslación de las monjas del monasterio a Carvajales y la conversión de San Isidoro en monasterio de varones, las donaciones que doña Sancha hace a San Isidoro y los pueblos que da en heredad a las órdenes del Hospital y del Templo. La biografía de doña Sancha se remata con una alabanza de aquella caritativa virgen y con la referencia al lugar donde se mandó enterrar. Notan la existencia de este capítulo Th. Babbitt, CVR Latin Sources (1936), p. 122 y L. F. Lindley Cintra, Crón. de 1344, pp. CCLXXXIX-CCXC (quien destaca, con razón, el carácter desconocido de la fuente utilizada).
CAPÍTULOS ANTERIORES: LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:
PRESENTACIÓN
* 1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»
I. ALFONSO X HISTORIADOR
* 2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM
* 3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS
* 4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS
* 5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA
* 6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA
* 7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES
* 8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA
* 9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA
* 10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS
* 11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS
* 12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA
II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.
Imagen: Alfonso X, la reina Violante y el infante don Fernando
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