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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

54.- 5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES

54.- 5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES

5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES. VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS.

5.1.— No puede hablarse de conservación de la zeta.

      Alvar, Tenerife, §§ 26-27, págs. 34-36, consigna la existencia de la θ, más exactamente de una ce «postinterdental» («el ápice de la lengua se apoya en la cara interna de los incisivos superiores», «la punta no llega a tocar el borde inferior de los incisivos»), en Taganana, La Punta del Hidalgo, La Laguna, La Esperanza, el Puerto de la Cruz y Alcalá; pero la imagen que del fenómeno ofrece está, a mi parecer, gravemente desenfocada. Con base en las respuestas obtenidas a través de su cuestionario, elabora unas estadísticas sobre los resultados de las «voces que en su origen tuvieron z» (entiéndase: las voces que en castellano moderno tienen [θ]), agrupando de un lado los «casos de seseo» y frente a ellos los que «conservan la z»; seguidamente, convierte los datos numéricos en pro­porciones relativas y trata de buscar razones que justifiquen las diferencias geográfi­cas: el predominio del «fonema» θ, esto es, la «aplastante superioridad de formas mantenidas», en La Esperanza y en La Punta; el equilibrio existente en El Puerto y en Alcalá, y la mayor «difusión» del seseo en La Laguna y en Taganana. Para Alvar, Tenerife, sólo «el desconocimiento de la dialectología canaria ha hecho generalizar la especie de su seseo»; «el seseo en un rasgo urbano», irradiado desde las dos grandes ciudades del archipiélago, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. En vista de tales datos y deducciones, incluso elabora un mapa (núm. 3) sobre «Difusión del seseo» (lámina II). Por otra parte, le parece que «el fenómeno inverso, ceceo, es muy escaso»; y puesto que sólo le han salido al paso dos casos (θiéte, Punta; θó, Laguna), piensa «en variantes momentáneas y no en tratamiento afincado».

       No puedo admitir estas conclusiones. Dejando de lado el planteamiento histórico de la cuestión (hay que tener preente la antigüedad del «çeçeo-zezeo» en Tenerife, documentado desde comienzos del siglo XVI y sucesivamente en los siglos XVII, XVIII y XIX, bien anterior al triunfo del sistema moderno de sibilantes del castellano: Cfr. D. Catalán, «Génesis del español atlántico. Ondas varias a través del Océano», Revista de Historia Canaria, 24, 1958, páginas 1-10 [reed. en este libro en el cap. 6]) y limitándonos a la descripción sincrónica de las hablas de hoy, es fácilmen­te comprobable (a lo menos fuera de los materiales coleccionados con un cuestionario de Atlas Lingüístico) que no existe un «fonema» /θ/ distinto del fonema /s/, pues una y otra variante («ese dental» y «ce postdental») se intercambian libremente, sin atención a la «etimología» de la sibilante y sin oponerse una a otra con valor significa­tivo. [Acuerda conmigo Trujillo, Masca, pp. 35 y 47: «Esta variante —se refiere a θ con cedilla— con todo, carece de valor fonológico y no es empleada nunca intencionalmente. Funcionalmente es una variante fonética del fonema /s/»].

5.2.— Convivencia del «siseo» y «ciceo» en lugares conservadores.

      Después de publicadas las observaciones de Alvar, Tenerife, tan contradictorias respecto a todos nuestros anteriores conocimientos sobre la cuestión, visité, con grupos de estudiantes universitarios de «Dialectología», los tres principales puntos de sus encuestas, La La­guna, Taganana y Alcalá, donde procuramos entrevistar, entre otros, a los mismos sujetos utilizados en 1954 por Alvar. He aquí el resultado de esas Exc. Dial, en lo que a las sibilantes explosivas se refiere: En La Laguna (Exc. Dial: S. Laz) dialogamos largamente (registrando la conversación en cinta magnetofónica) con Emilio Pérez González, el sujeto fundamental de Alvar, Tenerife, págs. 10-11 (fotografía 16, en la lámina XXVIII), natural de Tegueste (no del barrio de San Benito, en La Laguna, que dice Alvar), de donde a los seis años vino al barrio de San Lázaro, en que se casó y vive; nació el 13 de marzo de 1893. Don Emilio pronunció una tras otra las palabras que Alvar transcribe con [θ] (o con signos compuestos de θ) siempre con «ese dental», sin que en la audición directa le oyésemos «cicear» y sin que la ulterior impresión recibida a través de la cinta magnetofónica permitiese corregir nuestra inicial trans­cripción («páharo sarséro..., sírban ún poco, nó són páharoh de mérito», «cárdos alcansíleh, para loh camélloh», «só, a lah béhtiah muláreh», «só, si bá con ella de cabréhto», «ún sirgüeléro, ún mansanéro, ún narahéro», «duráhnoh, albaricóqueh, sirgüélah», «aréte o sarsíllo», «carsón blanco», gallinása, sénimo, arcansía, asebén, asemíte, sera, ehcálso (y no dehcárθo ~ dehcárso, Alvar, Tenerife, con un des- culto). Evidentemente, el 22% de θ «conservada» que Alvar, Tenerife, adjudica a La Laguna, precisa ser revisado; como residente en La Laguna (atento a las modalidades dialecta­les), puedo asegurar que en el casco urbano y en los suburbios rurales contiguos lo general es la pronunciación «siseosa» con «ese dental».

      Caso diverso es el de Taganana, donde interrogamos (Exc. Dial: Tag.) al «principal colaborador» de Alvar, Tenerife, Julián Izquierdo González, y a los secundarios, Juana Izquierdo Negrín, Ambrosio Núñez y el alcalde Daniel Negrón, así como a otros varios sujetos. Aquí la existencia de una pronunciación «ciceante», con «ce postdental», al lado de la «siseante», con «ese dental», es un hecho de inmediata observación; pero también es evidente que se trata de dos variantes de un único fo­nema sibilante y que los casos de «ce postdental» no representan el «mantenimiento» de la z «castellana». El propio Julián Izquierdo: θurθír, θarθíllo, póθo, coθída y qué­so, pero aθurcár, aθóma, «θe lo come el ganádo», «θón como lah m.», «loθ animáleh», «de por θí» y cabésa, pesúño, ehquisiadéra; otro pastor compañero de Julián, más joven: «camísa de míllo», «camíθa de cáña», éθo, resentína; otro hombre: θa, serroho; Rafael Perdomo, de Taborno, ochenta y dos años, pastor (presumía de su estan­cia en Santa Cruz con motivo del servicio militar): θérco, carniθéra y misión, camisa, rabísa, sierra, casal, sarpúllo, pero «nó θe díθe», «θe me paθó», éθo, aθí, «θí éh», «guarda lo θúyo», θéa, θeñór, miθión y resentál, dúrse, sarsíllo, carsón, beserríto, serbísio, reclamasión, ofísio, íso (en este sujeto la «ce postdental» era poco «ciceante», próxima a «ese dental»); un pescador: rahóθo, «aθió: ólah qué en el már de léba biénen tranquílah», ehtáiθe ’cuerdas de que pende la pandorga’, inoθidáble, «bérga dúrθe», bonánθa. Junto a estos sujetos más o menos «cicesoso», hay algún que otro hombre que sólo emplea la variante «siseante»: torsér, ehcabesár, sursír, sarsíllo, sársa, sénima, ehquisiadéra, donsélla, sirgüélo-léro, sérco, dijo sistemáticamente Ambro­sio Núñez (otro de los encuestados por Alvar, Tenerife). Las mujeres no «cicean»; sirva de ejemplo Antonia Suárez Carballo, de Los Naranjeros, unos cuarenta años, labradora: sahóneh, pesuña, poséta, sársa, alcansía, leñáso, aguisiárlo (’azuzarlo’), ca­sar (’casal’), «se dehcóncha», sale, «San Huán», «míso, míso» (para llamar al gato).

      En Alcalá hallamos (Exc. Dial: Mas.-Alc.) un sujeto que «ciceaba» siem­pre, Ismael Hernández Cazañas, «Ihmaél Elnándeh Caθáñah»: θóy, θúba, θí, «θé yó qué», θacár, rabióθo, príθa, «máθ allá», «θiento dóθ áñoh», bonánθa, embarcaθión, haθío, «aparého dúlθe», roθón, díθen, lináθa, tróθoh, etc.; otro que «siseaba» siempre: nása, benesolánoh, Benesuéla, saórra, ehtaponáso, (h)asé, desasé, trése, séra; otros que alternaban: ponθílla, cabesón, salabárda, násas (Luis Hernández Cazaña[s]) y seθína, θínco, basío, polbaséra (otro hombre); Juan Antonio Hernández León em­pleaba normalmente la «ese dental» y sólo tendía a la «ce postdental» cuando hablaba con Ismael. Pero no encontramos ningún distinguidor de /θ/ : /s/.

      Ocasionalmente he oído la variante «ciceosa» en Candelaria (a un campesino) y también a viajeros de guagua en el área Tegueste-Tejina (1955); pero en todo el norte de Tenerife la variante más común es la «ese dental». En contraste con Taganana, las aldeas contiguas de la Punta de Anaga desconocen la variante «ciceosa» (Exc. Dial, Cham-Cu.-Bo., 1960): Ninguno de los seis sujetos (tres hombres y tres mujeres) interrogados en Chamorga, ninguno de los cinco (un hombre y cuatro muje­res) abordados en La Cumbrilla y ninguno de los seis (dos hombres y cuatro mujeres) con que hablamos en Las Bodegas empleaban otra variante que la «ese dental»: dúlse, ásen, nasído, sarsíllo, alcansíleh, desíhle, dóse, márso, Almásiga, sirgüéla, «a comeniénsia», cosinál, susídio, presibéra (’pesebre’), secál, «losétah antigua», «eran loh mosáicoh de ánte», «braséro de piedra», sartén, páso, secár, atrabesáo, etc.

Diego Catalán. El español. Orígenes de su diversidad (1989)

CAPÍTULOS ANTERIORES:  EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

ADVERTENCIA

1.- EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

I ORÍGENES DEL PLURALISMO NORMATIVO DEL ESPAÑOL DE HOY

*   2.-1. EL FIN DEL FONEMA /Z/ [DZ - Z] EN ESPAÑOL

*   3.- 2. EL FIN DEL FONEMA /Z/

*   4.- 3. ¿PROCESO FONÉTICO O CAMBIO FONOLÓGICO?

*   5.- 4. ¿PROPAGACIÓN DE UN CAMBIO FONÉTICO O DE UN SISTEMA FONOLÓGICO?

*   6.- 5. LA FALTA DE DISTINCIÓN /Z/ : /Ç/, REGIONALISMO CASTELLANO - VIEJO

*   7.- 6. LA CONFUSIÓN SE CONVIERTE EN NORMA DEL HABLA DE LA CORTE (FINALES DEL SIGLO XVI)

*    8.- 7. LA PÉRDIDA DE LA DISTINCIÓN /Ç/ : /Z/ NORMA GENERAL DEL HABLA (EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVII)

*   9.- 8. EL CAMBIO EN LA NORMA CORTESANA, VISTO POR LOS GRAMÁTICOS EXTRANJEROS

10.- 9. EL ESPAÑOL ORIENTAL ANTE EL TRIUNFO DE LA NUEVA NORMA DE MADRID

11.- 10. RESISTENCIA DEL ANTIGUO SISTEMA TOLEDANO EN LA ALTA EXTREMADURA

*   12.- 11. LA NUEVA NORMA ANTE EL CECEO ANDALUZ

*   13.- 12. CONCLUSIÓN

 II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

*   14.- 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

*   15.- 2. CECEOSOS DE LENGUA ESTROPAJOSA

*   16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

17.- 4. COMUNIDADES CECEOSAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI. SU LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Y SOCIAL

18.- 5. EL ÇEZEO SEVILLANO EN TIEMPO DE LOS REYES CATÓLICOS, SEGÚN EL TESTIMONIO DE LAS GRAFÍAS

*    19.- 6. EL ÇEÇEO SEVILLANO, DESCRITO POR NEBRIXA

20.- 7. CARÁCTER FRICATIVO DE LA /Ç/ Y DE LA /Z/ DEL SEVILLANO MEDIEVAL

*    21.- 8. LAS GRAFÍAS Y EL ÇEZEO MEDIEVAL

*   22.- 9. CONCLUSIÓN: EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA

III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 23.- III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 24.- 1. CONSIDERACIONES DIACRÓNICAS ACERCA DE LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL

* 25.- 2. LAS SIBILANTES IMPLOSIVAS EN EL ESPAÑOL DE ESPAÑA: GEOGRAFÍA Y DIACRONÍA

26.- 3. LA EVOLUCIÓN DE -S, -Z COMPARADA CON LA DE -R, -L

*   27.- 4. FONÉTICA Y FONOLOGÍA

* 28.- 5. LOS ALÓFONOS DEL ARCHIFONEMA SIBILANTE EN EL ESPAÑOL Y LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

29.- IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

*    30.- 1. SINGULARIDAD DEL HABLA «CHINATA»

*    31.- 2. PERSONALIDAD LINGÜÍSTICA DE NUESTRO AUTOR

*    32.- 3. TEXTOS

 * 33.- 4. EL SISTEMA FONOLÓGICO «CHINATO» EN LA CONCIENCIA DE NUESTRO AUTOR

*   34.- 5. PROBLEMAS DE FONÉTICA SINTÁCTICA

*   35.- 6. DEBILIDAD DE LA ANALOGÍA MORFOLÓGICA

V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*  36.- V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*   37.- 1. EL ÇEZEO [ÇEZ̧EO] SEVILLANO Y EL ESPAÑOL DE CANARIAS Y LAS ANTILLAS EN EL PRIMER CUARTO DEL S. XVI

*   38.- 2. EL ESPAÑOL ULTRAMARINO DE LOS PUERTOS Y EL ESPAÑOL MERIDIONAL

VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   39.- VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   40.- 1. EL ESPAÑOL DE LOS PUERTOS DE AMÉRICA

*   41.- 2. EL DATO CANARIO: ESTRATOS VARIOS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO

*   42.- 3. CONSONANTES IMPLOSIVAS

*    43.- 4. EL FONEMA /H/

*   44.- 5. LA -D- (< -T- LATINA)

*   45.- 6. LA OPOSICIÓN [L PALATAL] : [Y] Y EL YEÍSMO

*   46.- 7. LA -CH-

*    47.- 8. LA DIPTONGACIÓN DE LOS HIATOS

*    48.- 9. CONCLUSIÓN

VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    49.- VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    50.- 1. LA DIALECTALIZACIÓN VERTICAL: COEXISTENCIA DE MODALIDADES ARCAIZANTES Y NEOLÓGICAS DE ESPAÑOL ATLÁNTICO

*    51.- 2. EL CONFLICTO ENTRE LA NORMA REGIONAL Y EL ESPAÑOL NORMATIVO

*    52.- 3. DOCUMENTACIÓN (ILUSTRATIVA DE LAS CUESTIONES TRATADAS)

*    53. 4. LA S SONORA

       Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Imagen: Letra minúscula n de Durero

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