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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

ARCHIVO PERSONAL DE DIEGO CATALÁN EN ARCHIVE.ORG

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Los documentos de trabajo sobre el Romancero, las notas y los libros de Diego Catalán  se están publicando en el Archivo Diego Catalán, de Archive.org en imágenes escaneadas jpg y en archivos pdf bajo licencia creative commons, y de libre acceso a todos los investigadores.

Esta edición se lleva a cabo por un grupo de ciudadanos partidarios de la cultura libre, sin canon, ni canonjías, ni derechos de autor, que trabajan sin ánimo de lucro, secundando este proyecto iniciado por Diego Catalán.

Es decir, nada que ver con las labores de punto repulgo y  prosa apaisada para cazar subvenciones a los que se dedica la Fundación Ramón Menéndez Pidal desde que murió Diego Catalán.

¡Feliz año 2024!

63.- 7. EL LIBRO III Y LA PRIMERA CRÓNICA

63.- 7. EL LIBRO III Y LA PRIMERA CRÓNICA

7. EL LIBRO III Y LA PRIMERA CRÓNICA. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

      En los capítulos correspondientes a PCG 802-896a, la *Crónica manuelina va de acuerdo con la versión de la Primera crónica contenida en el ms. F, no con el texto regio E2(orig). Ello ocurre, tanto en los casos en que el ms. F se aleja menos de las fuentes, como en los casos en que se aleja más.

      Por ejemplo. Al tratar de la conquista de Toledo (y de otros sucesos de carácter no eclesiástico del reinado de Alfonso VI), el ms. F reorganiza, en atención a la cronología, el relato del Toledano y lo enriquece con pasajes o detalles procedentes del Tudense; en cambio, el ms. E2(orig) no hace sino amplificar retóricamente el texto del Toledano, manteniéndose apegado a su ordenación de los hechos y a su exposición. La Crónica abreviada resume la versión de F.73 En la invasión almorávide, el prototipo de E2(orig) y F había empalmado malamente, convirtiéndolas en un relato continuo, dos versio­nes, aún no armonizadas, de los sucesos, que encontró yuxtapuestas en los borradores alfonsíes.74 En vista de las repeticiones e incongruencias que este relato ofrecía, tanto E2(orig) como F, intentaron cada cual por su lado, mejorar la versión del prototipo, omitiendo, retocando y añadiendo. La Cró­nica abreviada desconoce los arreglos de E2(orig) y participa en los de F.75 El parentesco entre la *Crónica manuelina y el ms. F cesa, súbitamente, en medio del cap. 896 de PCG. Curiosamente, en ese mismo punto se inte­rrumpe, no el ms. F, pero sí el ms. E2(oríg).76 La coincidencia sería inexplica­ble si no tuviéramos en cuenta que la desaparición del ms. E2(orig) está conexionada con una frontera estructural. Hasta ese punto (PCG 896a) las dos versiones conocidas de la Primera crónica (la del ms. E2(orig.) y la del ms. F), aunque no contengan un texto acabado de la Estoria de España, 77 re­montan a un prototipo que utilizó un cuaderno de trabajo o borrador alfonsí en que se hallaban ya entretejidas las diversas fuentes de la Estoria (previa­mente traducidas, prosificadas, etc.), tanto latinas, como árabes, como ro­mances, y en que ese relato había ya sido encasillado en una estructura analística y completado con todo un sistema de sincronías, de acuerdo con las directrices de Alfonso X. En cambio, para el resto de la historia del Cid los manuscritos no remontan a una compilación alfonsí, seguramente porque Alfonso X y sus colaboradores nunca llegaron a redactar esa sección de la Estoria de España.78 Aunque el ms. F continúa, y aunque un interpolador del siglo XIV (la «mano cuarta» del ms. facticio E2) intentó completar el texto de E2(orig) con un relato idéntico al de F,79 los capítulos 896b a 962 [= 963] de PCG, que nos ofrecen no responden al modelo estructural de la Estoria de España (con su cuidadosa explotación de todas las fuentes, su organización analística y sus sincronías), sino que derivan de una *Estoria del Cid atribuida al alguacil histórico del Cid en Valencia («Abenalfarax») e indudablemente fabricada en el monasterio de Cardeña con materiales en parte ajenos al taller de Alfonso X.80

      La inexistencia, a partir de PCG 896b, de una *Estoria de España alfonsí se comprueba con el comportamiento de la Crónica de veinte reyes: mientras en toda la sección anterior de la historia «moderna» seguía siendo una refundición crítica de la Estoria de España (basada en un texto más cercano a la redacción primitiva que el de E2(orig.) y F), ahora, al encontrarse sin una compilación alfonsí, se lanza a construir por su cuenta la historia, echando directamente mano del conjunto de fuentes reunidas para la elaboración de la Estoria de España (e ignorando los materiales del pseudo-Abenalfarax).81

      Acabada la «Interpolación caradignense», volvemos a contar con dos versiones de la Primera crónica, la de F y la de E2(orig), y de nuevo la *Crónica manuelina deriva de la Primera crónica y parece emparentarse con el ms. F.82

      Más adelante, cuando la Primera crónica se convierte (en el reinado de Alfonso VIII) en una traducción amplificada del Toledano, la hermandad de la *Crónica manuelina con el ms. F perdura aún.83

      Pero la sostenida concordancia de la *Crónica manuelina y del ms. F no se extiende hasta el final de la Crónica. En el reinado de Fernando III, el ms. F sigue siendo una traducción de la Historia Gothica sin aditamentos y acaba allí donde el arzobispo don Rodrigo abandonó la historia;84 en cambio la *Crónica manuelina completaba la crónica del reinado.

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

73  Comienza por contar, en el a. XVII, la muerte del rey García (PCG, pp. 546a50-547a15; adviértase que la ed. de Menéndez Pidal no consigna todas las vars. de F) y el comienzo del cerco de Toledo, con la partición de la hueste en cuatro y el anuncio de que tardará en ganar la ciudad cuatro años; entre tanto, en el a. XIX muere la reina doña Urraca Fernández (PCG, p. 547a32-38); seguidamente se enumeran las villas comarcanas de Toledo que el rey don Alfonso conquista o adquiere (PCG, p. 538a37-b28 y var.) y se explica por qué Alfonso decide titularse «enperador de España»; a continuación se da noticia de los casamientos de la hermana del rey, doña Elvira, con el conde don García de Cabra, y de la hija, doña Urraca, con el conde don Ramón, cuyos hijos se consignan (PCG, p. 538b28 var.). El ms. E2(orig), en vez de esta compilación del Toledano y el Tudense, prefiere una versión, muy amplificada, del Toledano, tanto en los capítulos dedicados a la conquista de Toledo (PCG 867 y 868), como en el que se cuentan las muertes de don García y doña Urraca (PCG 876).

74  Véase Catalán, «El taller alfonsí», pp. 367-369 y nn. [o en el presente libro cap. II, § 4, p. 54 y nn. 39-46].

75  Por ej. conserva el nombre de «Yuçef miramomellin», donde E2(orig) lo omite (PCG, pp. 556b43-46 y 557a11-16 vars.), por retoque evidente; en cambio, supone, con F (y contra E2(orig), que «Yuçef» «priso a Aly el que enbiara a España e cortole la cabeça por que sse llamara mira mamelyn» (Cr. abrev. III-85). Los dos retoques representan intentos varios de solucionar la alternante aparición de dos miramomelines, debida a la yuxtaposición de dos relatos de la invasión almorávide (uno de ellos basado en las fuentes básicas; otro utilizando fuentes árabes). A la misma razón se debe la omisión, en F y en la Cr. abrev., del fragmento de E2(orig.) (que en PCG se consigna sólo en var. a p. 554b1), basado en las fuentes básicas, sobre la derrota de los condes en Roda y de Alfonso en Sacralias y sobre el ataque del rey contra Sevilla.

76  Catalán, De Alfonso X, pp. 61-63.

77  Catalán, «El taller alfonsí», pp. 367-373 [o en el presente libro cap. II, § 4, pp. 54-58].

78  Catalán, «El Mío Cid de Alf. X», pp. 205-215 y 291-306 [o en el presente libro cap. IV, § 2-4].

79  Es de notar que los caps, de esta interpolación, E2(d), llevan la misma numeración que en el ms. F, a pesar de que hasta este punto el ms. E2(orig) no numeraba los caps. Cfr. De Alfonso X, pp. 64-69.

80  «El Mio Cid de Alf. X», pp. 304-306 y n. 129 [o en el presente libro, cap. IV, § 4 y 5, pp. 117-119].

81  «El Mio Cid de Alf. X», pp. 210-214 [o en el presente libro cap. IV, § 2, pp. 103-107].

82  Alfonso VI es enterrado «con sus mugeres doña Ynes e doña Costança e doña Maria la Çayda» (Cr. abrev. III-168); la Zaida no se nombra en E2(orig). En Cr. abrev. III-180 se dice que doña Rica era «fija del duc de Bolerma», como en F («fija del duque de Palerna»); E2(orig) no lo consigna. En cambio, el resumen de la Cr. abrev. no se hace eco de la adición de F en PCG, pp. 654b40-655a4, basada en Tol. VI.3 y Tol. V.24.

83  Por ej., en PCG, p. 690a17, ambos textos coinciden en explicar erróneamente el nombre de la Gallia Bélgica: «por que la gano vn principe que dixeron Belges» (Cr. abrev. III-230); «del nonbre del cabdiello que la gano» (ms. F). En cambio, el ms. E2(orig) se muestra mejor enterado: «del nombre de la su yent». La corrección errónea de F y la Cr. abrev. procede de una errata, común a F y E2(orig), en PCG, pp. 689b47-690a1: «A la otra dizen Gallia Belgica por la yente de los gallos franceses que la gano et la sennoreo el que auie nombre Belgis».

84  Realmente, hoy no «acaba» en este punto, pues se ha perdido una hoja. Pero la «tabla» nos asegura que acababa en ese capítulo.

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

*   57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

* 58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

*   59.- 3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   60.- 4. LA TRIPARTICIÓN DE LA *CRÓNICA MANUELINA. LOS LIBROS I Y II

*   61.- 5. DON JUAN MANUEL Y LOS LIBROS I Y II DE LA *CRÓNICA MANUELINA

*   62.- 6. EL LIBRO III DE LA *CRÓNICA MANUELINA

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen: detalle de la Biblia de Ripoll. Siglo XI. Biblioteca Vaticana.

62.- 6. EL LIBRO III DE LA *CRÓNICA MANUELINA

62.- 6. EL LIBRO III DE LA *CRÓNICA MANUELINA

6. EL LIBRO III DE LA *CRÓNICA MANUELINA. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

      La división entre el Libro II y el Libro III de la Crónica abreviada no es tan sorprendente como la división entre los dos primeros. Nada más natural que comenzar la historia «moderna» de España con la subida al trono de León de Fernando I. Sin embargo, desde el punto de vista de la tradición manuscrita, la frontera merece tanta atención como la de la muerte de Eurico, según vamos a ver.

      Hasta el fin de los reyes de León (muerte de Vermudo III) la Estoria de España nos es conocida, según ya hemos dicho, en una Versión alfonsí ante­rior a 1271, sujeta aún a posibles actualizaciones y, quizá, a revisión,64 pero indudablemente concluida desde el punto de vista compilatorio. Es la ver­sión reproducida por el Libro II de la *Crónica manuelina y por el ms. Y [a partir de Pelayo], y desde el año 2° de Alfonso III, por la familia T, G, Z En ella se basan las amplificaciones, arreglos y refundiciones que dieron lugar a las restantes Crónicas generales. Ante todo, la Versión retóricamente amplifi­cada de 1289, conservada por el ms. E2(orig), que no se diferencia compilato­riamente de la versión original, pero que altera profundamente el discurso;65 por otro lado, la Versión crítica a que remontan la Crónica general vulgata, el ms. *L’ (utilizado por la Estoria del fecho de los godos) y, a partir de Fruela II, la Crónica de veinte reyes;66 finalmente, la Versión anovelada propia de la Crónica fragmentaria, que acaba con Ordoño III.67

      Desde Fernando I, en cambio, no conocemos una Versión alfonsí de la Estoria de España. De los textos citados, sólo sobreviven la Versión retórica­mente amplificada del ms. E2(orig) y la Crónica de veinte reyes, que siguen teniendo el mismo carácter. Al lado del ms. E2(orig) aparece ahora una nueva versión de la Primera crónica, contenida en el ms. F, que ofrece variantes importantes (a veces, por mayor fidelidad al prototipo de ambas; otras, porque innova por su cuenta; ocasionalmente, porque los dos textos se apartan en forma discrepante del prototipo);68 pero ambas versiones tienen en común muchas amplificaciones retóricas, análogas a las que en secciones anteriores de la historia caracterizaban a la versión de 1289. También co­mienza en este punto la Crónica de Castilla (conservada en múltiples manus­critos), 69 que hasta el reinado de Urraca, por lo menos, puede definirse como una refundición revolucionariamente anovelada de la versión de la Primera crónica conservada en el ms. F.70 Aunque la Primera crónica en sus dos versiones sigue estando basada, en buena parte de su extensión (no en toda), en la compilación historial de Alfonso X, es evidente que su prototipo no era una *Estoria de España perfectamente acabada: al lado de pasajes en que el trabajo compilatorio, la cronologización y la sincronización responden per­fectamente a las directrices de la obra alfonsí, surgen, aquí y allá, ciertos fragmentos estructuralmente imperfectos, en que el formador de la Primera crónica se contenta con amplificar retóricamente el relato del Toledano, olvidando las restantes fuentes y prescindiendo de la cronología y sincro­nías. 71 Esta imperfección deja de ser ocasional a partir del reinado de Alfonso VIII (PCG 988), en que la Primera crónica pasa a ser, sin más, una traducción amplificada de la Historia Gothica del arzobispo don Rodrigo (basada, eso sí, en un cuaderno de trabajo alfonsí anterior a 1273).72 Más distante aún del proyecto de Alfonso X es el fragmento, extraño al ms. E2(orig), dedicado a  completar la historia del Cid (PCG 896b-962 [= 963]), sobre el cual hablaremos luego más largamente.

      No nos puede sorprender, después de lo dicho, que el Libro III de la *Crónica manuelina sea estructuralmente muy distinto de los anteriores. Mientras los dos primeros «libros» de la *Crónica manuelina confirman la «filiación legítima», la «procedencia directa» de la Crónica abreviada, respec­to a la primitiva Estoria de España de Alfonso X, que Menéndez Pidal daba por sentada en 1896, el «tercero libro» justifica, en cambio, por sí solo, el que Menéndez Pidal tuviese necesidad de hablar en 1955 de la *Crónica manueli­na, como una obra diferente de la Estoria de España alfonsí (en cualquiera de sus versiones conocidas o reconstruibles) e incluso de todas las Crónicas generales conservadas.

      La singularidad de este Libro III no supone, sin embargo, que la *Crónica manuelina contuviese una historia «moderna» de España desconocida de las demás Crónicas; todo lo contrario. Durante sus primeros 94 capítulos y medio, la Crónica abreviada es un resumen fiel de los capítulos 802 a 895a de la Primera crónica general, mientras en el resto de la historia del Cid, hasta el cap. III-166, se asemeja a la Crónica de Castilla. A partir del reinado de Alfonso VII (Cr. abrev. III-171; segunda mitad de PCG 966 [=967], p. 648a7), o quizá desde las postrimerías de Alfonso VI (Cr. abrev. III-167; PCG 963 [= 964]), la Crónica abreviada vuelve a ser un resumen de la Primera crónica; sin embargo, en el reinado de Alfonso VIII incorpora, en dos ocasiones, varios capítulos (III-197 a III-205 y III-213 a III-215), que se relacionan íntimamente con la Crónica ocampiana. Finalmente, en el reinado de Fernando III, la Crónica abreviada resume la historia, interpolada y continuada con el «Segui­miento del Toledano», propia de la Crónica particular de San Fernando.

       Podría creerse, en vista de esta descripción, que el Libro III de la *Crónica manuelina representaba un intento (análogo al de la Crónica ocampiana) de construir una Crónica general más «completa» que las preexistentes, a base de combinar secciones de una crónica y otra. Pero no es así. Las divisiones internas de la *Crónica manuelina coinciden con importantes fronteras es­tructurales de la Crónica general y, por tanto, deben de estar relacionadas con la historia de esas fronteras; por otra parte, el parentesco de la *Crónica manuelina con la Crónica de Castilla y con la Crónica ocampiana no supone filiación. Creo de interés estudiar con detalle las relaciones de la *Crónica manuelina con las varias Crónicas generales.

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

64  Como ejemplo de una actualización alfonsí introducida en el curso de la Estoria, véase n. 54. Revisiones alfonsíes, o inspiradas en directrices alfonsíes, podrían ser los arreglos críticos citados en la n. 55 y aquellos a que aludimos en la n. 66.

65  Según estudio en Catalán, De Alfonso X, pp. 124-171.

66  Sobre los arreglos que tienen en común la CGV y la Crónica general (*Ľ) utilizada por la Estona del fecho de los godos (EfG), véase «El Toledano romanzado», pp. 57-64 [o en este libro cap. V, § 4]; sobre los que comparten la CGV y la CrXXReyes (con la cual viene ahora a coincidir ) trato, de pasada, en De Alfonso X, pp. 188 y 192-193, y en «El taller alfonsí», p. 374 Γý en el cap. II, § 5] (sobre la relación entre la CrXXReyes y la EfG, véase «El Toledano romanzado», pp. 45-49 [o en el presente libro cap. VIII, § 7-9]. [La aparición del ms. Ss confirma y enriquece nuestros conocimientos sobre la Versión crítica, véase cap. V, § 6].

67  Este arreglo de la Estoria de España, que, según nuestros conocimientos, sólo abarcaba la materia correspondiente al lib. IV del Toledano, incorpora a la Versión alfonsí un texto cíclico de las leyendas de Flores y Blancaflor, de Berta y de Mainete; también incluye, en toda su amplitud, la lista de reliquias del «arca santa» que proporcionaba Pelayo Ovetense. El arreglo nos es conocido desde la mitad de su cap. 5, que corresonde al año 3° del reinado de Pelayo, hasta el fin del de Alfonso II a través del ms. Xx, y desde mediado el reinado de este rey hasta la muerte de Ordoño II gracias a los ms. B, U, X, V. Véase Catalán, De Alfonso X, pp. 176-177, y J. Gómez Pérez, «Ley. ciclo carol.» (1963-4), pp. 7-136. Cfr. adelante, n. 104.

68  Cfr. Catalán, «El taller alfonsí», p. 369, n. 2 [o en el presente libro cap. II, § 4, n. 46].

69  Sobre los mss. y las varias versiones de la Crónica de Castilla, véase Catalán, De Alfonso X, pp. 325-345 y nn. 17-28, 33-43 y 46-47.

70  En toda su parte final, la Crónica de Castilla es una obra independiente de la PCG, aunque también tenga como fuente básica (no única) al Toledano.

71  Catalán, «El taller alfonsí», pp. 366 y 369-373 [o en el presente libro, cap. II, § 4].

72  Catalán, De Alfonso X, pp. 103-104.

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

*   57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

* 58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

*   59.- 3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   60.- 4. LA TRIPARTICIÓN DE LA *CRÓNICA MANUELINA. LOS LIBROS I Y II

*   61.- 5. DON JUAN MANUEL Y LOS LIBROS I Y II DE LA *CRÓNICA MANUELINA

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen: Ordoño II de León. Tumbo de la Catedral de Santiago de Compostela.

61.- 5. DON JUAN MANUEL Y LOS LIBROS I Y II DE LA *CRÓNICA MANUELINA

61.- 5.  DON JUAN MANUEL Y LOS LIBROS I Y II DE LA *CRÓNICA MANUELINA

5.  DON JUAN MANUEL Y LOS LIBROS I Y II DE LA *CRÓNICA MANUELINA. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

      En esos dos «libros» don Juan Manuel pudo admirar las principales características de la Estoria de España alfonsí: a) la visión unitaria de «el fecho d’Espanna», esto es, la voluntad de construir una historia nacional que no se reducía a la historia de un pueblo o de un reino, sino que se interesaba por todos los pueblos y reyes que han ejercido o ejercen «señorio» sobre el solar hispano; b) la concepción enciclopédica de la historia, que exigía contar, no sólo los hechos de los reyes, sino «todos los fechos que fallar se pudieron» referentes a España; c) el espacioso «estudio» de las fuentes historiográficas, que los dos principios anteriormente expuestos hacían ineludible; d) el cuida­doso «ayuntamiento» o coordinación de toda la información reunida, y la creación de un relato fluido que embebe, de forma exhaustiva, todo lo dicho por las fuentes; e) la exposición razonada «conplida», de los «fechos», buscan­do satisfacer las posibles «dubdas» del lector, tanto en lo que toca a la comprensión del hecho, como al de su motivación histórica; y, en fin, f) la precisión verbal, que descarta el empleo de la palabra superflua, de la frase retórica, en favor de la comunicación directa, bien «declarada», de hechos y razonamientos.

      Me parece evidente que estas características son las que impulsaron a don Juan Manuel a considerar modélica la obra de su tío, a leerla repetidas veces a fin de asimilar sus lecciones políticas y sus lecciones estilísticas.

      Pero en el «tercero libro» don Juan Manuel debió de encontrarse con una obra bastante diferente.

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

*   57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

* 58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

*   59.- 3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   60.- 4. LA TRIPARTICIÓN DE LA *CRÓNICA MANUELINA. LOS LIBROS I Y II

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen: detalle del manuscrito Golden Haggadah de Barcelona, siglo XIV. British Library

60.- 4. LA TRIPARTICIÓN DE LA *CRÓNICA MANUELINA. LOS LIBROS I Y II

60.- 4. LA TRIPARTICIÓN DE LA *CRÓNICA MANUELINA. LOS LIBROS I Y II

4. LA TRIPARTICIÓN DE LA *CRÓNICA MANUELINA. LOS LIBROS I Y II. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

      Para comprender mejor la diversa personalidad de unas secciones y otras de la *Crónica manuelina es preciso atender a una característica externa de la obra sobre la cual llama la atención el propio titular de la «tabla» con que se inicia la Crónica abreviada:

    «Esta es la tabla deste libro... que es dicho Sumario de la Cronica de España, que va rrepartido en tres libros.»

      En efecto, como ya subrayaron Nicolás Antonio y Mondéjar, el libro consta de tres «libros», cada cual con su independiente numeración de capítulos.

      Esta tripartición podría creerse irrelevante; pero, dada su conexión con muy notables fronteras estructurales de la obra, creo que debe considerarse como un fuerte indicio de que la *Crónica manuelina estaba compuesta de partes varias, que, en alguna ocasión, gozaron de autonomía.

      El corte entre los dos primeros «libros» parece, a primera vista, muy arbitrario, pues el «segundo libro» se inicia con el reinado de «Chiodiselo» (PCG 454, p. 256a45), rey godo insignificante que no puede considerarse como cabeza de ningún linaje o dinastía. Sin embargó, la falta de continuidad entre uno y otro «libro» es manifiesta, pues el «primero» sólo alcanza hasta el fin del reinado de Eurico (PCG 429, p. 244b45).46

      Por otra parte, la confrontación de la Crónica abreviada con el conjunto de la tradición manuscrita de la Estoria de España nos revela algo inesperado: esa extraña partición de la historia gótica tiene mucho que ver con el proceso de elaboración de la obra alfonsí. En efecto. Hasta el reinado de Alfonso II el Casto, la Estoria de España se nos conserva en un códice regio alfonsí, el ms. E1(orig) (base de la edición Menéndez Pidal), cuyos parientes son descendientes directos o indirectos suyos.47 Pero la sección de la historia «antigua» de España correspondiente al Libro I de la Crónica abreviada nos es además conocida en un buen número de manuscritos que se agrupan frente a ese texto regio:48 Q; Qq; St, N, parte inicial de B y Nn (cuatro manuscritos que forman familia);49 Y; To (que acaba al final de la «historia de los bárbaros»); T (que no comienza sino con la «historia de los godos», PCG 386, p. 215b46), y, finalmente, L y el texto de la Crónica general que utilizó la Estoria del fecho de los godos (), aunque estos dos manuscritos ofrecen, por su parte, un texto particular en el reinado de Eurico.50 Curiosamente, la historia gótica posterior a la muerte de Eurico, a pesar del interés que su mayor conexión con la historia del reino astur-leonés podía suscitar en la Edad Media, se conserva en muchos menos manuscritos. De la Versión vulgar sólo sobreviven T [con el que pasan ahora a emparentarse], Z [y Min], formando una familia a la cual se añade (a partir del reinado de Rodrigo, PCG 552, p. 306a33) un nuevo miembro, el ms. G, y los textos hermanos L y *L’; los restantes manuscritos se han detenido antes [y el ms. Y copia ahora un texto descendiente de E1(orig)]. El fin de To (en PCG, p. 215b44) es com­prensible, pues a continuación va a iniciarse la «estoria de los godos»; pero el de Qq (PCG, p. 244b45) es mucho más interesante, ya que coincide exacta­mente con el Libro I de la Crónica abreviada. En vista de ello, me parece segu­ro que, si el prototipo de los cuatro manuscritos hermanos (St, N, primera sección de B, Nn) terminaba truncado en medio de ese mismo capítulo final del reinado de Eurico (dejando inacabada la frase «fuxo del [campo muy mal desbaratado]», PCG, p. 244a42), es porque en su original se había desprendido el último folio, que contendría únicamente el resto del capítulo. También es muy posible que el ms. Q, que acaba mutilado en el reinado de Teodorico (PCG, p. 241a31), alcanzase originalmente hasta ese mismo punto.

      La existencia de una frontera entre el reinado de Eurico y el de Alarico resulta manifiesta también en los manuscritos que continúan. Hacia el final del reinado de Eurico, tanto los manuscritos que se interrumpen como los que siguen (con la excepción de L y ) incluyen (PCG 429, p. 244b22-43) un relato de las victorias de «Theodorico» sobre «Odoacer» y «Onoulpho»:

    «...et fuesse pora Reuenna o se alçara Odoacer, et cercol y. Odoacer, ueyendosse en grand cueta por la cerca que era mui luenga et mui mala, puso su amiztad con el rey Theoderico, et metiosse en su poder et fizol pleyt et omenage de seer siempre a su mandado et del obedecer en todo. El rey Theoderico descercol estonces creyendosse en el por la postura que pusiera con el, et fuesse. Mas Odoacer, quando se uio descercado et que el rey Theoderico era ydo, quisosse alçar otra uez a esse rey Theodorico. E Theodorico, luego que lo sopo, uino sobrel et prisol et matol de mala muerte. Despues que fue muerto Odoacer, un su hermano que auie nombre Onoulpho quiso se alçar con las compannas que fincaran de su hermano Odoa­cer contral rey Theoderico; mas el rey Theoderico lidio con el, et uenciol et fizol foyr del campo; e Onoulpho, temiendosse mucho de la muerte, fuxo bien allend del rio Danubio.»

      Sin embargo, los manuscritos que continúan la historia vuelven a incluir estas noticias, procedentes de la Ostrogothorum historia del Toledano, en el reinado de Alarico (PCG 432, p. 245b54-246a16):

    «Theoderigo, rey de los ostrogodos, yaziendo sobre la uilla de Reuena et teniendo y cercado a Odoacer rey de los erulos, assi como auemos ya dicho, a cabo de tres annos metiosse Odoaçer en su mano et fizol uassallage, et desque se uio libre dell, trabaiosse de alçar se le otra uez. Theoderigo, luego que lo sopo, fue lidiar con ell et prisol et matol; desi conquirio toda Italia et fue rey et sennor della, et regno y treinta et dos annos. Vn su hermano de Odoaçer, que auie nombre Onoulpho, quiso se alçar estonçes contra Theoderigo con esfuerço et ayuda de la caualleria que fue de su hermano; mas Theoderigo, luego que lo sopo, fue lidiar con ell et uençiol; et fuxo Onoulpho de la tierra bien allend del rio Danubio.»

      La independiente redacción de una sección y otra de la Estoria, que esta repetición hace suponer, se comprueba al observar que la frontera entre los reinados de Eurico y Alarico coincide también con un cambio estructural muy notable. Durante toda la historia de los pueblos bárbaros, desde PCG c. 365 hasta el reinado de Eurico (que acaba en el cap. 429), se prescinde en la Estoria de la era cristiana (que había venido citándose, con regularidad, durante la historia romana en el primer año de cada emperador); en cambio, a partir del reinado de Alarico (PCG c. 430) se utiliza de nuevo la era cristiana, pero con la novedad de hacerlo por «el año de la Encarnación» y no, como en la historia romana, por «el año de Nuestro Señor»; además, desde el reinado de Alarico, se consigna el año del rey franco y el año del papa correspondientes, sincronías hasta este punto desatendidas.51

      Creo que no cabe duda: el Libro I de la Crónica manuelina no es una creación artificiosa, sino que refleja la existencia en la Estoria de España alfonsí de secciones elaboradas con relativa independencia unas de otras y que no siempre se transmitieron ensambladas. La tradición manuscrita nos muestra que la Versión vulgar conoció un Libro I autónomo, y que, si la Versión regia y algunos manuscritos de la Versión vulgar unieron este Libro I al siguiente, lo hicieron sin realizar un trabajo cuidadoso de «ayuntamiento» de las partes.

      A pesar de su independencia, el Libro I y el Libro II de la *Crónica manuelina tenían mucho en común. Tanto uno como otro reproducían fiel­mente, sin arreglos críticos, sin interpolaciones y sin amplificaciones retóri­cas, una sección de la Estoria de España tal como salió del taller historiográfi-co alfonsí.

      El Libro I era (según muestra toda una serie de variantes) un manuscrito de la que hemos llamado Versión vulgar, esto es, semejante a Q, Qq, To, St, N, parte inicial de B, Nn, Y, T.52 Aunque esta Versión vulgar en algunas de sus particularidades se aleja más de las fuentes que la Versión regia alfonsí del ms. E1(orig),53 creo que refleja también un estado de la Estoria de España atribuible al taller historiográfico de Alfonso X. Si se trata de un arreglo posterior, sería difícil de explicar por qué la mayoría de sus representantes (incluido el Libro I de la *Crónica manuelina) se detienen en una frontera estructural de la Estoria de España relacionada con su elaboración por secciones (esto es, en la muerte de Eurico).

      El Libro II parece estar muy apegado a la redacción original, primitiva, de la Estoria de España, anterior a 1271. En la historia de los reyes godos posteriores a Eurico desconoce las actualizaciones54 y arreglos55 de la Ver­sión enmendada después de 1274, que nos conserva la familia T, G, Z y que sirvió de base al prototipo de los mss. L y *L’ (el utilizado por la Estoria del fecho de los godos); en consecuencia, se asemeja a E1(orig), a Y  y a la Crónica general vulgata, textos que no ofrecen innovaciones en común [pero que tienen en común algunos errores menores en que el texto manuelino no incurre]. En la historia de los reyes de Asturias, la Crónica general vulgata cambia de carácter y pasa a emparentarse con L y *Ľ, remontando a una Versión crítica de la Estoria de España [que hoy puede estudiarse mejor gracias a la aparición del ms. Ss, libre de los defectos de las otras dos ramas descendientes de ella];56 nada semejante ocurre en la *Crónica manuelina, que, por otra parte, tampoco presenta las omisiones y adiciones del ms. Y [el cual en esta su tercera sección vuelve a ser independiente de E1(orig)],57 ni los pequeños" errores58 y lagunas59 que singularizan al texto regio (ms. E1(orig) y sus descendientes.

      En el reinado de Alfonso II ocurren en la tradición manuscrita cambios muy importantes: súbitamente (al final del último folio de un cuaderno regular de ocho, pero dejando inconcluso un capítulo —PCG 616— e incluso una frase —PCG, p. 350a10) nos vemos privados del texto fundamental de la Estoria de España, el ms. E1(orig),60 y con él desaparece la Versión regia alfonsí.61 Poco después, al comenzar el reinado de Ramiro I (PCG 628, p. 358b39), junto a una Versión concisa alfonsí, anterior a 1271, aparece una Versión retóricamente amplificada de 1289, esto es, de tiempo de Sancho IV (que es la versión editada, de aquí en adelante, por Menéndez Pidal). Se nos conserva, fundamentalmente, en el ms. E2(orig), códice de factura regia (y en sus derivados); pero desde Ramiro I al año 1° de Alfonso III se halla también en la familia T, G, Z. La *Crónica manuelina desconoce las amplifica­ciones, interpolaciones y retoques de ese texto regio de 1289 62 y marcha de acuerdo, en toda su extensión, con los manuscritos que, en cada caso, conser­van la Versión concisa alfonsí anterior a 1271.63

      En suma. El hallazgo de la *Crónica manuelina nos habría proporcionado un Libro I muy semejante a los manuscritos conocidos de la Versión vulgar de la Estoria de España, y un Libro II más fiel que ninguno de los manuscritos conservados a la redacción original de la Estoria de España anterior a 1271.

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

46  Si creyésemos a Nicolás Antonio, el manuscrito de Mondéjar tendría diferente número de capítulos en cada «libro» que el conocido («primus DV. secundus CCCXXV. tertius tandem CCCXLI. capitibus constat»); pero gracias a la descripción de Mondéjar mismo (cfr. n. 6), sabemos que no es así y que los «libros» acababan y comenzaban como en el ms. 1356: el I (con 508 caps, y no con 505, que dice Nicolás Antonio) acababa en «Theoderico»; el II comenzaba «quando andava la era 586 en tiempo del Emperador Justiniano alzaron los Godos por Rei a Theodiscelo» y acababa (con 341 cap. y no 325) en la muerte de Vermudo III, y el III (con 341, sic) en la de Fernando III (sólo en este punto difiere del ms. 1356, que tiene 342).

47  [Entre los parientes de E1(orig) que comparten con este códice del scriptorium alfonsí algunos errores hay que incluir a los manuscritos hermanos Z y Min, hasta el c. 436 de PCG; claros descendientes de E1(orig) son, hasta el reinado de Rodrigo,] los mss. (y ed.) de la Crónica general vulgata (CGV), que en toda la historia «antigua» marchan de acuerdo con la Versión regia. Sobre estos manuscritos de la CGV, véase Catalán, De Alfonso X, p. 190, nn. 53-56 (excluyase el ms. L, cit. en la n. 57, que no es, propiamente, una CGV, según expliqué en «El Toledano romanzado», pp. 57-64 [y en el cap. V del presente libro, pp. 121-137]; de entre ellos, el ms. O-F exige un estudio especial, pues combina más de una crónica (cfr. «El Toledano romanzado», pp. 72-73 y nn. 238-242 [y en las pp. 296-297 del presente libro, cap. XI, § 8].

48  Véase «El Toledano romanzado», pp. 52-53 [y en el presente libro cap. V, § 2, n. 9]. R. Menéndez Pidal y sus colaboradores, Primera crón.2 (1955), pp. lvii-lxii, no prestaron suficiente atención al problema de las varias versiones de la Estoria de España en la parte correspondiente al ms. E1. La clasificación de los manuscritos propuesta por J. Gómez Pérez, «Elaboración de la PCG» (1963), pp. 233-276, es preferible, pero contiene también errores importantes.

49  El parentesco es claro: todos ellos retrasan la narración de PCG, pp. 5b36-7b26 detrás de PCG, pp. 7b27-9b11, por derivar de un prototipo que tenía mal cosidos algunos folios.

50 Véase «El Toledano romanzado», pp. 56-57.

51  Sin percatarse de su conexión con otros indicadores de la discontinuidad, señala la diferen­cia J. Gómez Pérez, «Fuentes y cronología de la PCG» (1959), pp. 629-631. Sobre la importancia y significado de la estructura analística en las obras históricas de Alfonso X véase F. Rico, Alfonso el Sabio y la General estoria: tres lecciones (Barcelona, 1972), pp. 56-64.

52  La Crónica abreviada, de acuerdo con la Versión vulgar, habla de «Alarigo rey de los vgnos» (y no de los «herulos»), vencido y sometido por Hermanarigo (Cr. abrev. I-478; PCG 400, p. 225b19-23) y, en consecuencia, al trazar la historia de los hunos y consignar que alzaron por rey a «Vualamer», interpola la noticia «e ante desto avia avido otro que avie nonbre Alarigo de que de suso a dicho» (Cr. abrev. I-480; PCG 402, p. 226b40var); consigna la edad que tenía Hermanarigo cuando murió («lo al por que avia cient años» Cr. abrev. I-489; PCG 411, p. 233b6) y, a continuación, abre un nuevo capítulo (Cr. abrev. I-490) con la cronología correspondiente («en el sesto año del rey Vualia...»); del mismo modo, en el de Theodaredo consigna que «fasta el XIIII° año del su rregnado non dize ninguna cosa, si non que morio el enperador Theodosio e fue puesto en su logar Marçian» (Cr. abrev. I-491; PCG 412, p. 234a53); etc.

53  Tanto el cambio de «herulos» en «vgnos», como el perfeccionamiento de la cronología, que hemos cit. en la n. 52, son evidentes retoques.

54  La actualización más notable consiste en dar noticia del hallazgo en Pampliega de los restos de Bamba y de su traslado a Santa Leocadia la Nueva de Toledo, realizado por Alfonso X en 1274 (véase la n. 174 de «El Toledano romanzado», en que reproduzco el doc. alfonsí donde consta toda la historia de ese traslado [y en el presente libro, cap. V, § 2]). La actualización figura tanto en T y Z, como en L y *L’; en cambio, el ms. E1(orig), la CGV, el ms. Y y el libro II de la *Crónica manuelina desconocen el hallazgo y el traslado, y dicen, poco más o menos, lo mismo que resume don Juan Manuel en su sumario: «E metiose monje en Panpliega e visco siete años en el monesterio e morio, e dize que y yaze enterrado» (Cr. abrev. II-85; cfr. PCG 538, p. 300a46-49). Para más detalles, véase «El Toledano romanzado», pp. 53-56 y nn. 174-176 [o el cap. V, § 2 del presente libro].

55  Sirva de ejemplo el reinado de Rodrigo. La Cr. abrev. organiza el reinado dando preferencia a la cronología del Toledano sobre la del Tudense («Dize que, seyendo Vetiza biuo en Cordoua, començo a rregnar el rey Rodrigo, e regno tres años, los dos en vida de Vetiza e el vno despues. Pero dis don Lucas de Tuy que fueron siete años e VI meses»). Lo mismo hacen E1(orig), la CGV e Y. En cambio, T, G, Z, junto con L y *L’  redistribuyen los hechos de Rodrigo a lo largo de los siete años que le daba de reinado Lucas de Tuy.

56  Véase «El Toledano romanzado», pp. 58-64 y nn. [o, en el presente libro, el cap. V, § 4].

57  El ms. Y abunda en omisiones y ofrece algunas interpolaciones muy particulares, como las ocho líneas en que cuenta la muerte, por hambre y sed, del obispo traidor Oppas (en PCG, p. 324a6).

58  Por ejemplo: «Alcaman» (Cr. abrev. II-113) y no «Achaman» (PCG, p. 321b30, «Vrben» (Cr. abrev. II-118) y no «Vrbera» (PCG, p. 325b39var; «Ista» (Cr. abrev. II-121) y no «Ysma» (PCG, p. 328a14var). Cfr. Catalán, De Alfonso X, pp. 33, 40, 41.

59  El resumen de don Juan Manuel, «dize que enbio Ysem, vn moro rey de Cordoua, a vn moro que avia nonbre Adixmelit que corriese tierra de cristianos» (Cr. abrev. II-157), conserva memoria de la frase «... Abdelmelic con grant hueste a tierra de cristianos que la destruyesse et la crebantasse» (PCG, p. 346b18-20), omitida, por homoiographon, en el ms. E1(orig) (y sus descen­dientes), pero que procede de la fuente (Toledano, Hist. Arabum, XX, p. 261: «misit quemdam a suis, qui Abdelmelic dicebatur cum magnu exercitu, ut christianorum patriam devastaret»). Cfr. Catalán, De Alfonso X, pp. 35 y 40.

60  El ms. C (del s. XIV) copió el ms. E1(orig) antes de que se le segregaran los dos cuadernos finales para formar el códice facticio E2; gracias a él sabemos que, antes de esa operación, el ms. E1(orig) acababa truncado en la forma indicada.

61  Conservada, aparte de E1(orig), por el ms. C (copia de E1(orig), por los mss. B, X, U, V (procedentes de C), por los mss. I y J (copias de E2); etc. Cfr. Catalán, De Alfonso X, pp. 32-49.

62  Cfr. Catalán, De Alfonso X, pp. 145, n. 22; 146, n. 25; 155, n. 47; 156, n. 48; 157, n. 49; 161, n. 56; 163, n. 60; 166, n. 64; 168, n. 70: 169, n. 74: 170 y 172-4, 176, 194.

63  Con el ms. Y, desde Ramiro I, y con la familia T, G, Z, desde el año 2º de Alfonso III. Naturalmente, también coincide, frente a la Versión amplificada, con la Crónica fragmentaria (Cr. fragm.), salvo las características interpolaciones de está crónica, y con la Cr. general vulgata, el ms. *L’ y la Crónica de veinte reyes (CrXXreyes), salvo en los característicos arreglos de estos textos representantes de una * Versión crítica de la Estoria de España.

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

*   57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

* 58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

*   59.- 3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen: detalle de  "Chroniques de France ou de Saint Denis, vol. I". Francia; siglo XIV. The British Library, Londres.

59.- 3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA

59.- 3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA

3. LA *CRÓNICA MANUELINA Y LA ESTORIA DE ESPAÑA. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

      Dada la personalidad de don Juan, hijo del infante don Manuel, la tarea de reconstruir la «Crónica de España» resumida en su Crónica abreviada podría creerse idéntica y reductible a la identificación del texto primitivo, genuino, de la Estoria de España de Alfonso X. Así lo entendió R. Menéndez Pidal en 1896:

    «No estará demás aducir aquí una prueba que justifique plena­mente la preferencia que hemos otorgado a la versión inédita a que nos venimos refiriendo... y esa prueba decisiva nos la suministra la Crónica abreviada que por los años 1320 a 24 escribió Don Juan Manuel... Nadie que considere el buen sentido literario de este célebre autor, así como la admiración y el respeto con que miraba todas las obras de su tío Don Alfonso, podrá poner en duda la verdad de este resumen, ni desconfiar de su filiación legítima, ni de su procedencia directa de la primitiva Crónica del Rey Sabio.»39

      Pero esta argumentación, por razonable que parezca, resultó ser falsa. El propio Menéndez,Pidal, al tratar de actualizar en 1955 su concepción del «género» constituido por las Crónicas generales de España, valoró el testimo­nio de don Juan Manuel en forma enteramente nueva:

    «No habían pasado aún cuarenta años de la muerte del Rey Sabio, cuando el magnate don Juan Manuel maneja y estudia detenidamen­te un códice de la Crónica de España. Él, sobrino del difunto Rey Sabio; él, gran literato y devoto admirador de las obras del rey su tío, se encuentra en las mejores condiciones para conocer el verdade­ro texto de la Crónica real; abrevia, capítulo por capítulo, el códice escogido, para después consultarlo más fácilmente, pero el ejemplar que tan detenidamente estudia, en el que admira la docta ordenación y los caracteres estilísticos propios de la gran capacidad del rey su tío, vemos hoy con sorpresa que no contiene el texto regio, sino que es soló una de tantas variedades análogas a él, con muchas alteracio­nes y muchas novedades.»40

      Esta doble y contradictoria apreciación de la «Crónica de España» mane­jada por don Juan Manuel, por parte de un especialista como Menéndez Pidal, tiene, según vamos a ver, una explicación: la *Crónica manuelina no era una obra unitaria, estaba compuesta de secciones con carácter y de valor distintos, que exigen un examen separado.

      La necesidad de considerar cada sección de la *Crónica manuelina con independencia se debe, en parte, al fenómeno que Menéndez Pidal ha llama­do «tradicionalidad de las Crónicas generales de España»,41 esto es, al carácter «abierto» de la estructura de estas compilaciones historiales. Esta apertu­ra, que Menéndez Pidal pone en relación con el proceso de refundición en los Cantares de gesta, se da, de forma no muy disimilar, en otras crónicas españolas no generales 42 y es considerada «típica» de la novela arturiana;43 es, en fin, según creo, una propiedad que compartieron, con los géneros de trasmisión oral, los géneros literarios de gran difusión entre la nueva socie­dad laica letrada de los siglos XIII y XIV.

      Por otra parte, la disparidad en carácter de unas secciones y otras de la *Crónica manuelina depende también del estado en que Alfonso X dejó el arquetipo de las Crónicas generales, esto es, su Estoria de España: acabada (aunque no «cerrada»), en las secciones referentes a lo que podríamos llamar historia «antigua» y «media»; inconclusa, en la historia «moderna»; apenas comenzada a elaborar, en la historia «contemporánea». A este respecto, creo preciso autocitarme para explicar el cambio en la valoración de la Primera crónica general ocurrido con posterioridad (1960-62) a la última actualización de las ideas de Menéndez Pidal sobre las Crónicas generales (1955):

      «La Primera crónica general de España editada por Menéndez Pidal no puede identificarse con la Estoria de España de Alfonso X, aunque en líneas generales sea su más directo representante. En la cámara regia castellana debieron, según creo, quedar atesorados, conjuntamente, códices y cuadernos de trabajo del taller alfonsí, que contenían, bien secciones ya concluidas de la Estoria de España, bien fragmentos aún en curso de elaboración (unos ya bastante avanza­dos, otros en las etapas iniciales de la construcción); aprovechando esos materiales, pero sin continuar el inconcluso trabajo compilato­rio, el formador de la Primera crónica general trató de componer una historia de España sin soluciones de continuidad.»45

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

39  Ley. Inf. Lara1, pp. 52-53.

40  «Tradicionalidad», pp. 141-142.

41  «Tradicionalidad», pp. 138-142.

42  Puede servir de ejemplo la Crónica de Alfonso XI, cuyas transformaciones he examinado en La tradición manuscrita.

43  Frente a las hipótesis del comparatismo tradicional, hace tiempo que Eugène Vinaver mostró, muy convincentemente, cómo operaba en la novela arturiana el proceso re-creador («the "fitting in" process»). Una reexposición reciente de su revolución «copérnica» en los estudios del género puede verse en The Rise of Romance (Oxford, 1971), cap. IV y, en parte, cap. VI.

44  Desde la perspectiva de Alfonso X, sería «antigua» la historia de España hasta la monarquía gótico-asturiana, «media» la historia de los reyes de León, «moderna» la de la dinastía navarro-castellana y «contemporánea» la de la dinastía borgoñona (o, quizá, mejor, desde Alfonso VIII).

45  Catalán, «El taller alfonsí», pp. 357-358.

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

*   57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

* 58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen: Probable retrato de Don Juan Manuel: detalle del retablo de la  Virgen de la Leche, de Bernabé de Módena (siglo XIV). Catedral de Murcia.

58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

58.- 2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL

2. EL PRÓLOGO DE LA CRÓNICA ABREVIADA. ANOTACIONES SOBRE EL DESPERTAR DE LA VOCACIÓN DE DON JUAN MANUEL. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

      La Crónica abreviada comienza con la «tabla», en cuyo título se declara y precisa ya la personalidad política de su autor:

    Esta es la tabla deste libro que don Iohan fijo del muy noble ynffante don Manuel, tutor del muy alto e noble rrey don Alfonso su sobrino, adelantado mayor del rreyno de Murçia, fizo, que es dicho Sumario de la Crónica de España.20

      Sabemos, por tanto, que la obra fue escrita durante aquellos años de la menor edad de Alfonso XI en que don Juan es reconocido (por más o por menos ciudades y comarcas) como tutor del rey. La Crónica abreviada resulta ser la primera obra de don Juan Manuel. Esta constatación nos obliga a examinar la circunstancia en que don Juan Manuel decide, por vez primera, «hacer» un libro.

      El 26 de junio de 1319 los infantes don Pedro (hijo de Sancho IV) y don Juan (hijo de Alfonso X), tutores del niño rey Alfonso XI, mueren en la Vega de Granada.21 Este suceso proyecta a don Juan Manuel, hijo de infante y casado con una infanta,22 al primer plano político de Castilla; para sus contemporáneos será, en adelante, «el mayor omne que señor oviesse». No es joven, tiene ya 37 años y una larga experiencia política. Desde el primer momento, se cree llamado a gobernar el reino, como tutor, hasta que Alfonso XI llegue a su mayor edad. Sin embargo, la «prudente» (y astuta) reina doña María (abuela y tutora del rey niño) bloquea, con hábiles maniobras, la candidatura de don Juan Manuel y crea un pretendiente rival en su hijo, el infante don Felipe. Don Juan tendrá que buscar el apoyo del otro don Juan, el hijo del infante don Juan, para compensar su relativa debilidad política en tierras de Castilla y León. Desaparecida la reina del escenario político (30 jun. 1321), el forcejeo continúa, y don Juan Manuel, a pesar de su habilidad y de su firmeza en las negociaciones, ve frustrada su inicial ambición a la tutoría indivisa. En la contienda, que opone a los dos don Juanes contra don Felipe, don Juan Manuel pasa entonces por una experiencia que nunca olvidará: la sorpresa traicionera de Villaóñez, en que estuvo a punto de ser asesinado (jun. 1322).23

      La coincidencia en el desarrollo de las ambiciones políticas de don Juan Manuel y el comienzo de su actividad como escritor no puede considerarse casual, pues, según él mismo comenta en el Prólogo del Libro de los estados:24

    Los tienpos et las cosas que en ellos acaesçen mudan los fechos. Et todos los philosofos et las prophetas et después los sanctos, segunt las cosas que les acaesçieron en cada tienpo, asi dizian et fazian sus dichos et sus fechos; e aun todos los omnes en este nuestro tienpo de agora asi lo fazen, ca segunt les acaesçen en los fechos, asi an de fazer et de dezir. Et por esta manera oganno fiz un libro... que lo demas es fecho segund las cosas que entonçe acaesçien o que eran acaesçidas. Et acaesçe que agora esto acaesçiente, commo dixo Boesço, «camina qui quondam, etc.».

      Una vez que «hizo» su primer libro (entre 1320 y 1325), don Juan no cesaría de producir uno tras otro (hasta alcanzar la madurez como escritor con el Libro de Patronio o del conde Lucanor, cuya primera parte es de 1331-1333): el de la caballería (perdido), el de la caza, el del caballero y el escudero (empezado en Sevilla, h. nov. 1326 y acabado en el Castillo de Garci Muñoz en 1327, antes de oct.) y el del infante o de los estados (iniciado «luego que ove acabado» el anterior y cuya «primera parte» fue concluida en Pozancos, 22 de mayo, 1330, antes de empezar en la «Cinquaesma» el «segundo libro»).25

      Estas obras tampoco son fruto del ocio; todo lo contrario, nacieron duran­te unos años en que don Juan Manuel se vio envuelto en un verdadero torbellino de actividad diplomática y militar: Al cumplir Alfonso XI catorce años (13 ag. 1325) y habiendo don Juan renunciado a la tutoría, el rey entrega el gobierno a los dos caballeros de la parcialidad de don Felipe que en 1322 organizaron «la de Villaóñez»;26 en vista de ello, los dos don Juanes se coaligan para deservir al rey. Pero, súbitamente, una hábil maniobra de los privados coloca a la hija de don Juan Manuel, aún niña, en el trono de Castilla (pacto: 11 oct. 1325; casamiento: 28 nov.) y a su padre en la Frontera, como adelantado mayor, donde obtiene una resonante victoria sobre Ozmín, el vencedor de los infantes (29 ag. 1326).27 Don Juan Manuel, suegro de un rey adolescente, con autoridad militar sobre Andalucía y Murcia, amigo entraña­ble del más poderoso señor en Castilla y Vizcaya (el otro don Juan), cuñado del arzobispo de Toledo, yerno del rey de Aragón, parecía destinado a ser un Fernando de Antequera del s. XIV. Sin embargo, en poco tiempo la rueda de la Fortuna y la astucia de los privados le colocan en la más desesperada situación: el 31 de octubre de 1326 Alfonso XI mata en Toro, en una entrevista traicionera, a don Juan hijo del infante don Juan; don Juan Manuel, a punto de correr igual suerte, huye de Sevilla y busca refugio en el Castillo de Garcí Muñoz (son estos los días en que escribe el Libro del caballero y el escudero).28  El rey y sus privados ya no necesitan de doña Constanza Manuel; dispuestos a aislar políticamente a su padre, inician la negociación de unas bodas reales dobles, de Alfonso XI con María de Portugal y de su hermana la infanta doña Leonor con el heredero de Aragón (don Juan descubre el plan en 2 abr. 1327). La resistencia de Aragón a estos convenios, en atención a don Juan Manuel, se derrumba con la muerte de la infanta aragonesa casada con don Juan Manuel (ag. 1327) y del suegro de don Juan Manuel, Jaime II de Aragón (2 nov. 1327). Cuando la reina niña es reducida a prisión en Toro (oct. 1327), su padre, agraviado y acorralado, se decide a arriesgar todo en una «guerra guerriada» (nov. 1327) contra Alfonso XI, en la que trata de envolver (16 dic.) al rey moro de Granada (es este «el doloroso et triste tienpo» a que se refiere en la dedicatoria del Libro de los estados). La guerra, a pesar de la alianza entre los reyes cristianos,29 no acabó con don Juan Manuel,30 sino con los privados,31 y don Juan «ovo paz con el rrey la mas onrada que nunca se falla por ninguna fazanna que la oviese omne en Espanna» (ag. 1329), según se vanagloria en el Libro de los estados.32 Pero esa «paz» de los años 1330 a 1333 era más bien una tregua («commo quier que agora estamos avenidos et non ayamos guerra, siempre estamos a sospecha el uno del otro» confesará en el Lucanor);33 y don Juan Manuel no desperdiciará la ocasión de devolver los golpes de 1327 cuando los benimerines pongan cerco a Gibraltar (1333).34

      Esta conexión, tan evidente, entre la máxima tensión política en la vida de don Juan Manuel y su mayor actividad como escritor, nos lleva a pregun­tarnos sobre los motivos que le impulsaron a componer sus primeras obras. El Prólogo de la Crónica abreviada nos da una respuesta muy curiosa:

    «...E este muy noble rrey don Alfonso, entre muchas cosas nobles que fizo, ordeno muy conplida mente la Cronica de España, e puso lo todo conplido e por muy apuestas rrazones e en las menos pala­bras que se podia poner... Por que don Iohan su sobrino sse pago mucho desta obra e por la saber mejor, por que [por] muchas rrazo­nes non podría fazer tal obra commo el rrey fizo ni el su entendi­miento non abondaua a rretener todas las estorias que son en las dichas cronicas, por ende fizo poner en este libro en pocas rrazones todos los grandes fechos que se y contienen. E esto fizo el por que non touo por aguisado de començar tal obra e tan conplida commo la del rrey su tio, antes saco de la su obra conplida vna obra menor. E non la fizo si non para ssi en que leyese... E si otro leyere en este libro e non lo fallare por tan conplido, cate el logar onde fue sacado en la Cronica en el capitulo de que fara mención en este libro...»

      Y algo muy semejante nos dice también el Prólogo del tercero de sus libros, el de la caza:35

    «Entre muchos conplimientos e buenas cosas que Dios puso en el rrey don Alfonso, fijo del sancto e bien aventurado rrey don Ferran­do, puso en el su talante de acresçentar el saber quanto pudo, e fizo por ello mucho, assi que non se falla que del rrey Tolomeo aca ningún rrey nin otro omne tanto fiziesse por ello commo el. Et tanto cobdiçio quelos de los sus regnos fuessen m[u]y sabidores que fizo trasladar en este lenguaje de Castiella todas las sçiençias... Et por que don Iohan su sobrino, fijo del infante don Manuel hermano del rrey don Alfonso, se paga mucho de leer en los libros que falla que conpuso el dicho rrey (e) fizo escriuir algunas cosas que entendía que cunplia para el de los libros que fallo que el dicho rrey abia conpues­to, señalada mente en las Cronicas de España et en otro libro que fabla de lo que pertenesçe a estado de caualleria, e quando llego a leer en los (dichos) [libros] que el dicho rrey ordeno en razón de la caca, por que don Iohan es muy caçador, ley[e] mucho en ellos e fallo que eran muy bien ordenados ademas...»

      Ante tan explícitas e insistentes razones no cabe duda de que el incentivo para escribir se lo proporcionó a don Juan la lectura de las obras del rey don Alfonso y la admiración que sentía por el modelo de hombre de estado que el hermano de su padre encarnaba.

      Vemos también que, en un principio, el propósito de don Juan, al «sacar» de la Crónica o Estoria de España de Alfonso X «vna obra menor», fue sólo hacer más fácil su tarea de lector, poder asimilar mejor el contenido de la obra «cumplida». Paralelamente, lo que mandó escribir acerca de la caballe­ría fue aquello «que entendía que cunplia para el», esto es, los «fechos» y «rrazones» que podían serle de personal utilidad.

      Esta finalidad «autodidáctica» de los primeros libros de don Juan Manuel, tan reiteradamente expresada, podría creeerse una invención del ilustre hijo de infante para ponerse al resguardo de las posibles críticas de sus contempo­ráneos; 36 pero basta intentar leer de corrido el texto de la Crónica abreviada para convencerse de que don Juan no nos engaña en su Prólogo. Si en el caso del Libro de la caballería (desconocido) es imposible saber cuán de cerca siguió don Juan la estructura de la obra «cumplida» del rey su tío, respecto a su primer libro podemos asegurar que se limitó, con devota admiración, a resumir, capítulo tras capítulo, el manuscrito de la Crónica general de Espa­ña que poseía, sin entremeterse a incorporar, como hará en obras posteriores a partir del Libro de la caza, comentarios basados en su experiencia perso­nal.37

      Y, sin embargo, esta primera obra, que don Juan no hizo «sino para sí», para leérsela a solas, va precedida de un Prólogo todo él ya muy personal y muy representativo de lo que reconocemos ser el estilo manuelino. ¿Quién no recuerda la prosa raciocinante de las obras mayores de don Juan Manuel al leer el pasaje de ese prólogo en que se trata de explicar «cumplidamente» por qué «ninguno non podria y mas dezir nin tan bien» como dijo Alfonso X en su Prólogo de la Estoria de España?:

    «E esto por muchas rrazones: Lo vno, por el muy grant entendi­miento que Dios le dio. Lo al, por el grant talante que auie de fazer nobles cosas e aprouechosas. Lo al, que auia en su corte muchos maestros de las ciencias e de los saberes a los quales el fazia mucho bien (e) por leuar adelante el saber e por noblesçer sus rregnos, ca fallamos que en todas las ciencias fizo muchos libros e todos muy buenos. E lo al, por que auia muy grant espacio para estudiar en las materias que quería componer algunos libros, ca moraua en algunos logares vn año e dos e mas, e avn segunt dizen los que viuian a la su merced, que fablauan con el los que querian e quando [querian] e quando el queria, e ansi auia espacio para estudiar en lo que el queria fazer p[or] si mismo e avn para veer e esterminar las cosas de los saberes que el mandaua ordenar a los maestros e a los sabios que traya para esto en su corte.»

      Pero nuestra sorpresa se convierte en asombro al ver que este Prólogo de una obra tan impersonal se abre con una especie de «manifiesto literario» en que don Juan Manuel revela que tenía muy madura su concepción de la prosa desde antes ya de iniciar su actividad como escritor:

 

    «E por esta razon los que fazen o mandan fazer algunos libros, mayor mente en rromançe —que es señal que se fazen para los legos que non son muy letrados—, non los deuen fazer de rrazones nin por palabras tan ssotiles que los que las oyeren non las entiendan o por que tomen dubda en lo que oyen. E por ende, en el Prologo deste libro que don Iohan fijo del muy noble ynfante don Manuel... mando fazer, non quiso poner y palabras nin rrazones muy sotiles; pero quiso que lo fuessen yaquanto, por que, segunt dizen los sabios, quanto omne mas trabaja por auer la cosa, mas la terna despues que la ha...; pero son tales que todo omne que aya buen entendimiento, avn que non sea letrado, las entenderá...»

      La preocupación que en este Prólogo manifiesta don Juan Manuel por conseguir una exposición plena y clara (esto es, «lo mas conplida et declara­da» posible, para que el lector no «tome dubda» en lo que «oye»), y a la vez concisa («en las menos palabras» que pueda ser) y de cierta sutileza («yaquanto sotil»), estará en la base de toda su producción literaria subsiguiente.

      Por otra parte, el Prólogo de la Crónica abreviada nos muestra a don Juan Manuel obsesionado, como hombre político, por la «decadencia» de España desde los días gloriosos de Alfonso X:

      «...en tal manera, que todo omne que la lea [se refiere a la Estoria de España de Alfonso X] puede entender, en esta obra e en las otras que el conpuso e mando conponer, que avia(n) muy grant entendi­miento, e avia muy grant talante de acrescentar el saber, e cobdiciaua mucho la onrra de sus rregnos, e que era alunbrado de la gracia de Dios para entender e fazer mucho bien. Mas, por los pecados de España e por la su ocasion, e señalada miente de los que estonçe eran e avn agora son del su linage, ovo tal postrimeria que es que­branto de lo dezir e de lo contar; e siguiosse ende tal daño que dura agora e durara quanto fuere voluntat de Dios. ¡Bendito sea el, por todo lo que faze, ca derechos e marauillosos e escondidos sson los sus juicios!; e ansi commo agora e en otras muchas vezes enbio tribulaciones en España, despues la libro, ansi commo lo puede fazer e que lo fara quando fuere la su merced. E creo, que si mas amansassemos las muy malas nuestras obras, que amansaria el la su saña que a contra nos; e todo esto se fara commo la su merced fuere.»

      Esta doble reacción ante el modelo alfonsí —literaria y política— nos hace pensar lo importante que sería el hallazgo de la Crónica cumplida38 de don Juan Manuel; pero, privados de ella y teniendo que contentarnos con la abreviada, el Prólogo que venimos comentando representa un poderoso in­centivo para intentar descubrir, a través del sumario manuelino, cómo era —literaria y políticamente— esa «Crónica de España» en que don Juan tanto aprendió.

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

20  En el Prólogo vuelve a titularse «tutor del muy alto e muy noble señor rrey don Alfonso su sobrino e guarda de los sus rregnos, e fue adelantado mayor del rregno de Murçia».

21  He editado los relatos de la Crónica de Alfonso XI (1344) y de la Gran crónica de Alfonso XI referentes a este suceso en La tradición manuscrita, pp. 281-337. [El relato de la segunda de estas obras puede ya leerse en su contexto, véase D. Catalán, Gran cr. A° XI, caps. XVIII-XXI].

22  «Don Johan fijo del infante don Manuel» llegó a ser Príncipe y Duque de Villena, por merced de los reyes de Aragón Alfonso IV y Pedro IV; pero nadie pudo hacerle «infante» (como modernamente le hacen tantos y tan destacados historiadores), pues no nació, bien a su pesar, hijo de rey.

23  Según recuerda en Estados, ed. Tate-Macpherson, I, lxii, 113-114. Es de lamentar que los modernos editores de está obra (que, por primera vez, nos han puesto en las manos un texto recomendable) identifiquen mal el suceso (n. 43, p. 294), por no atender al Chronicon Domini Johannis Emmanuelis y desconocer mi comentario en «La historiografía en verso y en prosa de Alfonso XI a la luz de nuevos textos», III, AEM, II (1965), p. 294 y n. 286. Véase ahora, Catalán, La tradición manuscrita, p. 170 y n. 99, y (para el relato cronístico de Fernán Sánchez de Valladolid, hasta ahora inédito) p. 352.

24  Estados, I, i, 15. Tate y Macpherson restauran, por primera vez, la cita de Boecio malamente deformada por el pésimo ms. S (corrijo, en algún detalle, la puntuación).

25  A pesar de los argumentos en contra que aduce Giménez Soler, creo que el Prólogo del Libro de la caza, citado más adelante, prueba que don Juan sólo llevaba escritos hasta entonces la Crónica abreviada y el Libro de la caballería. En el Libro del caballero y el escudero remite ya a este último. G. Orduna, «Los prólogos», 123-144, considera también que los tres libros se agrupan estrechamente y representan una primera etapa «alfonsí» en la obra de don Juan Manuel.

26  Esto es, Garci Lasso de la Vega y Alvar Núñez Osorio. Cfr. Catalán, La tradición manuscrita, p. 352.

27  Sobre este suceso y el relato de la Gran crónica, véase Catalán, La tradición manuscrita, pp. 360-366 y p. 155, n. 7 [y, ahora, Catalán, Gran cr. A° XI (1976), caps. LVIII-LX].

28  Refiere estos sucesos, desde un punto de vista hostil a los privados, Rodrigo Yáñez en el Poema de Alfonso XI (1348), estrs. 247-252 y 259-266 (ed. Ten Cate, 1956), y, distorsionando los hechos para acusar a don Juan Manuel, Fernán Sánchez de Valladolid en la Crónica de Alfonso XI (1344). La Gran crónica combina las dos presentaciones [Gran cr. A° XI, caps. LIII-LXIV]. Cfr. Catalán, La tradición manuscrita, pp. 154-168 [y, ahora, el estudio que hago en las pp. 147-155 de Gran cr. A° XI (1976)].

29  A. Giménez Soler, Don Juan Manuel, pp. 82-90 y does. 430-59. Don Juan Manuel comenta su angustiosa situación en Estados, I, lxx, 132. En Lucanor, Ex. xliii, creo que alude también al dudoso comportamiento de Alfonso IV de Aragón.

30  Gracias a la resistencia de Escalona, a que alude, sin duda, en el Ex. xii del Lucanor.

31  Cuyo desastroso fin celebra abiertamente don Juan en el Lucanor, Ex. xlv (la nota 773 de la ed. Blecua contiene varios errores históricos que reclaman corrección). Sobre el triunfo de la rebelión del prior de San Juan y el fin de los privados (que canta el romance noticioso de El buen prior Hernán Rodríguez), cfr. Catalán, La tradición manuscrita, pp. 124-130, y Siete siglos de romancero (Madrid, 1969), pp. 15-56 [o, ahora, Gran cr. A° XI, p. 155].

32  Lugar cit. en la n. 29.

33  Ex. xv, 107. Acerca de las dudas de don Juan Manuel sobre si fiarse en el rey (y en su amistad con el prior), véase el Ex. xxxiv, y sobre si empezar o no nuevamente la guerra, los Exs. iv, vi, xxix y xxxiii. [En el Ex. xiii incluso defiende, de forma sutil, el derecho al regicidio. Cfr. Catalán, "Prólogo" a M. C. Ruiz, Lit. y política: don Juan Manuel (1989), pp. xi-xvi].

34  En el Ex. ix del Lucanor don Juan Manuel, después de ponderar las ventajas de aliarse con un «enemigo de que me vino mucho mal» (Alfonso XI) contra «otro omne muy mas poderoso que nos entramos» (Albohacén) y contar un cuento favorable a la concordia, acaba por aconse­jar lo contrario («...si el tal fuer, fariades mal seso en le ayudar, ante tengo quel devedes estrañar quanto pudierdes»). Más hipócrita es en sus cartas a Alfonso IV de Aragón (véase Giménez Soler, Don Juan Manuel, doc. 510).

35  Ed. G. Baist (Halle, 1880), pp. 1 y 2-3 [y ed. J. M. Blecua (Madrid, 1982-83), Obras, I, pp. 519 y 520-521].

36  Sabemos que efectivamente era criticado, pero que tenía buenas respuestas a esa crítica según vemos en el Lib. Enfinido, xxvi, [ed. Blecua, Obras, I, pp. 182-183].

37  Es indudable que don Juan Manuel alcanzó a leer los tratados de caza y pesca compilados por Alfonso X. H. Tjerneld ha mostrado («Una fuente desconocida del Libro de la Montería del Rey Alfonso el Sabio», SN, XXII, 1950, 171-173, que en los fols. 6 a 152 del ms. E = V-II-19 de la Bibl. del Escorial (y, muy incompletamente, en el ms. A = 9 de la Academia Española) se conserva una traducción alfonsí, acabada el 9 de abril de 1250, del tratado árabe de halconería y perros de caza de Moamin, y que esa traducción fue aprovechada, ampliamente en el Libro de la montería de Alfonso XI, que debe heredar mucho de los de Alfonso X. Sin embargo, como observa bien G. Orduna, «Los prólogos», el Libro de la caza de don Juan Manuel «muestra una elaboración por la que la fuente alfonsí desaparece, hábilmente entretejida, y dispuesta con artificio tal, que hoy resulta difícil de discernir». Orduna piensa que el texto conocido del Libro de la caza es una reelaboración de un libro anterior más fiel a su fuente, cuyo Prólogo heredaría; pero el propio Prólogo explica ya que don Juan Manuel, aunque admira la «teórica» y la «pratica» expuestas en el modelo alfonsí, ha creído más importante el dar a conocer cómo se caza «agora»; esto es, en sus propios días, pues en materia de caza la «pratica», que se muda con los tiempos, es, al fin y al cabo, de mayor interés  que la «teórica» (cfr. adelante, § 12 y n. 110).

38 La significación del adjetivo «conplido» en las obras de don Juan Manuel es tan clara que no se comprende cómo ha podido dudarse de que la Crónica cumplida tenía que ser, en contraste con la abreviada, una crónica amplia, plenamente desarrollada. Sin embargo, la hipótesis desati­nada de la erudición decimonónica, que quiso identificar la Crónica cumplida con las apuntacio­nes analísticas del escuetísimo Chronicon latino editado por Flórez, por Benavides y por Baist, ha llegado hasta la «Bibliography» (p. 308) de la ed. Tate-Macpherson del Libro de los estados. «Cumplido» con el significado de «amplio, extenso, largo» perdura en el español canario (cfr. ZRPh, LXXXII, 1966, pp. 499-500 [puede leerse ahora en D. Catalán, El español. Orígenes de su diversidad Madrid: Paraninfo, 1989, cap. VIII, esp. p. 229 y n. 145]).

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

*   57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen:detalle del Beato de Liébana

57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

57.- 1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO

1. CUATRO SIGLOS DE ERUDICIÓN Y DE OLVIDO. IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA*

      Hace cuatrocientos años que la extraña curiosidad de Argote de Molina por la historia y la literatura medievales puso en manos de la erudición una noticia bien interesante: don Juan Manuel fue autor de una historia de España.1

      La noticia procedía de la lista de obras que figura al frente del Prólogo de El conde Lucanor, donde se lee: «Et los libros que fizo son estos que el a fecho fasta aqui: la Cronica abreuiada...» etc. Contando con este solo dato, los eruditos se dedicaron, durante siglos, a barajar conjeturas, desde Ambrosio de Morales,2 hasta el conde de Puymaigre,3 que quiso reducirla al Chronicon Domini Johannis Emmanuelis dado a conocer por el padre Flórez.4 Sin em­bargo, el verdadero carácter de la Crónica abreviada constaba ya desde fines del s. XVII en que Nicolás Antonio lo vio, primero en la biblioteca de Cristóbal de Zambrana y luego en la del marqués de Mondéjar, y lo describió sumaria­mente en su Bibliotheca hispana vetus (Roma, 1672-96);5 a su vez, Mondéjar hizo constar (h. 1704) que poseía «un manuscrito antiguo mui autorizado» del epítome y citó algunos fragmentos de su Prólogo.6

      Modernamente, el descubrimiento del «manuscrito de Madrid»,7 con lo que pudiéramos llamar «Obras completas» de don Juan Manuel (por desgra­cia, incompletas), vino a complicar las cosas, pues el Prólogo general que las encabeza incluye una nueva lista de obras, según la cual don Juan Manuel resulta ser autor, no de una crónica, sino de dos: «... et el otro de la Cronica abreuiada, et el otro de la Crónica conplida».

      Ticknor, que fue el primero en confrontar las dos listas, notó ya que ambas coincidían en nombrar «la Crónica de España compendiada de la General que mandó escribir su tío D. Alfonso el Sabio»; pero, al ignorar el paradero del manuscrito que «existia aun á mediados del s. XVIII [sic] en manos del marqués de Mondéjar», consideró perdida la obra y se extravió en sus juicios sobre el posible contenido del compendio.8 Fueron los traductores de Tick­nor, especialmente Gayangos, quienes aportaron, por fin (1851), la noticia de que el sumario de don Juan Manuel se conservaba en el ms. F-81 (hoy 1356) de la Biblioteca Nacional de Madrid.9

      El descubrimiento de la Crónica abreviada fue, indudablemente, una gran decepción, incluso para Gayangos, pues la obra no pasaba de ser un incoloro índice de la Crónica general de Alfonso X.10 Pero ya Amador de los Ríos se encargó de matizar esta valoración negativa, haciendo notar (1863) que ese «índice razonado de la Estoria de Espanna del rey don Alfonso» era, a pesar de todo, una obra personal de don Juan Manuel perteneciente «a la primera edad de su vida literaria», y destacando el interés del sumario para el conoci­miento de la Estoria alfonsí y para la apreciación de Alfonso X como litera­to.11 A fines del siglo, R. Menéndez Pidal, con ocasión de su magno esfuerzo por ordenar el caos que hasta entonces formaban los manuscritos de las varias crónicas generales de España (1896), subrayó lo muy atentamente que don Juan «leyó» la compilación histórica del rey su tío, y en vista de esa atención y de la personalidad del «lector», tuvo por indudable que la Crónica abreviada debía considerarse testimonio de excepción al intentar identificar el verdadero texto de la Estoria de España.12 No es, pues, de extrañar que hasta se propusiera editarla;13 pero la perfecta concordancia del resumen manuelino con la Primera crónica general en las secciones estudiadas le hizo posponer la empresa una vez que dio cima a la edición completa (1906) de esta extensísima obra.

       La aparente irrelevancia de la Crónica abreviada para la historia de la literatura y aun para la historia de la historiografía acabó por condenarla al olvido, hasta tal punto que en 1932, cuando A. Giménez Soler renovó documentalmente la biografía de don Juan Manuel, cayó en el error de creerla desconocida y llegó a escribir sobre ella unas páginas en que se amontonan las confusiones.14 Así se expica que, recientemente (1969), José M. Blecua haya podido afirmar que Benito Sánchez Alonso, en su Historia de la historio­grafía española, I (Madrid, 1941) «fue el primero en indicar que esta crónica se conserva en el manuscrito 1356 de la Biblioteca Nacional de Madrid, y que no es más que un resumen, capítulo por capítulo, de la Crónica general».15

      Esta pequeña historia, que acabo de esbozar, de cuatro siglos de erudición en torno a la Crónica abreviada, es tan deprimente que me ha parecido imposible el no aceptar la invitación de Robert B. Tate y de Ian Macpherson a pergeñar un estudio de conjunto sobre esta olvidada obra de don Juan Manuel.

      Mis observaciones tienen su punto de partida en la renovación de la historiografía romance de los siglos XIII y XIV iniciada, a mediados del siglo XX, por Luis F. Lindley Cintra con la publicación del volumen introductorio (1951) de su edición de la Crónica de 1344. Aunque Cintra apenas se refiere a la Crónica abreviada, sus observaciones bastaron para poner de manifiesto que la versión de la Crónica general resumida por don Juan Manuel estaba lejos de ser un fiel trasunto de la Primera crónica.16 De ahí que Menéndez Pidal, al revisar sus ideas sobre las Crónicas generales (en vista de los hallazgos de Cintra), prestase ya especial atención (1955) a la *Crónica manuelina, esto es a la Crónica general desconocida que poseyó don Juan Manuel y para cuyo manejo redactó el sumario-índice que es su Crónica abreviada.17  Por mi parte, nunca he olvidado en mis estudios sobre la historiografía medieval el testimonio manuelino.18

      Quiero advertir que buena parte de las observaciones aquí reunidas han sido anticipadas en el texto o notas de otros trabajos míos; pero serán pocos los lectores que me conozcan tan a fondo como para haberlas agrupado en un esquema como el que aquí presento. Otra aclaración previa: a menudo cito directamente el ms. 1356, donde se conserva la Crónica abreviada; sin embargo, no debe olvidarse que la obra se puede hoy consultar a través de la[s] edi­ciones] de R. L. y M. B. Grismer (1958) [y de J. M. Blecua (1982-83)].19

Diego Catalán. La Estoria de España de Alfonso X. Creación y evolu­ción. (1990)

NOTAS

*  Publicado en Juan Manuel Studies, ed. I. Macpherson, London: Tamesis Books, 1977, pp. 17-51.

1  EL CONDE LUCANOR. / Compuesto por el excelentissimo principe don luan Manuel... / Dirigido / Por Gonçalo de Argote y de Molina, al muy Illustre señor / DON PEDRO MANVEL... (Sevilla, 1575). Bibl. Nacional, Madrid, R-10647. También cita la Crónica de don Juan Manuel en Nobleza de Andaluzia (Sevilla, 1588).

2  Coronica general de España (Alcalá, 1578), Lib. XIII, caps. IV y XXVIII.

3  Comte de Puymaigre, Les vieux auteurs castillans, nouvelle éd. (Paris, 1890), pp. 184-185. Aún más desorientadora es la noticia de A. de Puibusque, Le Comte Lucanor (Paris, 1854), pp. 106-107, n. 1, quien creyó que el Chronicon era «le résumé de don Juan Manuel, traduit en latin par Florez».

4  H. Flórez, España sagrada, II (Madrid, 1747), pp. 207-216. Hay otras eds. del Chronicon: A. Benavides, Memorias de Don Fernando IV, I (Madrid, 1860), pp. 675-679; G. Baist, RF, VII (1893), 551-556.

5  En el t. II, Lib. IX, c. VI.

6  Memorias historicas del Rei D. Alonso el Sabio... obra postuma de D. Gaspar Ibañez de Segovia, Peralta i Mendoza... ed. F. Cerdá (Madrid, 1777). El marqués murió en 1708; la obra parece ser de 1704.

7  Ms. S: 6376 (ant. S-34), Bibl. Nacional (2a mitad s. XV).

8  George Ticknor, History of Spanish Literature, 3 vols. (London, 1849), quien sólo conoció una copia incompleta (cfr. pp. 64-66 y n. 28 del c. IV) del ms. S (como el ms. 1497 de la Bibl. de Cataluña). Comparó (n. 22 del c. IV, p. 65) la lista del Prólogo general con la de la ed. Argote de El Lucanor (las dos historias son designadas: «Chronicle of Spain» y «La Cumplida»). La alusión a Mondéjar, retrasando su vida medio siglo, figura en las pp. 59-60. En la n. 23 del c. VIII, p. 153, supuso, gratuitamente, que la Crónica particular del Cid pudo estar basada en la Crónica abreviada. Cito las frases por la versión española de 1851.

9  Historia de la literatura española por G. Ticknor, trad, por P. de Gayangos y E. de Vedia, I (Madrid, 1851), «Adiciones y notas», pp. 516-517. Véase también la introducción de Gayangos a Escritores en prosa anteriores al s. XV, BAE, LI (Madrid, 1860), p. XXI, donde copia un fragmento del prólogo. Sin embargo, el propio Gayangos contribuyó a la confusión general, al proponer, como hipótesis preferente, la identificación del ms. 1356 con «La Cumplida» y del Chronicon latino con «La Abreviada», aunque también admitió la posibilidad contraria, e incluso el que «La Cumplida» fuese una «Cronica castellana mas perfecta ó cumplida, que no ha llegado hasta nosotros».

10  En Escritores en prosa afirma tajantemente: «No es más que la Crónica general de don Alfonso, en compendio. No es obra de don Juan, sino de alguno de sus servidores á quien él se la encargó».

11  Historia crítica de la literatura española, IV (Madrid, 1863), pp. 290-292; III, pp. 568 y 574-575, respectivamente. Se desorientó, sin embargo, al creer que la Crónica cumplida podía identificarse con la Crónica de 1344 (IV, pp. 292-293).

12  Ley Inf. Lara1 (1896), pp. 52-54 (describe el ms. en pp. 393-394). Puede acudirse a la reedición de 1971 («Obras completas», I), que reproduce fotográficamente el texto de 1896 y añade una «Tercera parte» (Ley Inf. Lara3).

13  Primera crón. (1906). En el prólogo anunciaba un tomo II (que nunca se publicaría), en el cual «Por apéndice irá la Crónica abreviada de don Juan Manuel».

14  Don Juan Manuel. Biografía y estudio crítico (Zaragoza, 1932), pp. 150 (lista de obras de los dos Prólogos, el general y el del Lucanor; por una errata evidente, desaparece en la primera frase «et el otro de la cronica abreuiada», aunque después se alude a que en esa lista la Cr. abreviada «es el sexto» libro); 152-154 (discusión sobre si la Cr. abreviada «se ha perdido o existe»; toda ella gira alrededor de si el Chronicon latino puede o no identificarse con una de las dos crónicas; Giménez Soler se inclina, acertadamente, por una respuesta doblemente negativa); 172-173 y 176 (tras afirmar, respecto a la Cr. abreviada, que «la erudición ha de resignarse a dar por perdida esta obra, por lo menos ignorada hasta hoy», discurre acerca de su fecha y acaba proponiendo la de «después de 1337»); 206-209 (después de comentar que las dos crónicas «son de los libros perdidos... aquellos cuya pérdida más debe lamentar la posteridad, por el valor literario y el histórico que debían reunir», se entretiene en aducir razones para creer que esas crónicas debían de ser una continuación de la Estoria de España de Alfonso X).

15  Lucanor, p. 21.

16  Al estudiar la Crónica ocampiana y su fecha de composición, advierte: «Noutra ocasião tratarei detidamente do principal argumento em que me apoio para o fazer: devo-o a análise da Crónica abreviada de D. Juan Manuel (Bibl. Nacional de Madrid, ms. 1356). Naquela obra do sobrinho de Alfonso X (que morreu em 1348), já se reflecte um texto muito semelhante ao que editou Ocampo» (Cintra, Crón. de 1344, 1951, p. CCCXV, n. 441).

17  Menéndez Pidal, «Tradicionalidad» (1955).

18  Catalán, De Alfonso X (1962); «El Mio Cid de Alf. X» (1963); «El taller alfonsí» (1963); «Reyes de Africa de Gilberto» (1963-64); «El Toledano romanzado» (1966); «Poesía y novela» (1969) [reed. en los caps. IV, II, VII, III-V-X-XI y VI del presente libro]. Véase también La tradición manuscrita (1974). Escrito ya este trabajo leo el artículo de G. Orduna, «Los prólogos» del que me haré eco en las anotaciones.

19  Juan Manuel, Crónica abreviada. Ed. with Introduction, Notes and Index Verborum by R. L. Grismer and M. B. Grismer (Minneapolis, 1958) [y ed. Blecua, Obras, II, pp. 505-815].

CAPÍTULOS ANTERIORES:  LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN:

PRESENTACIÓN

1.- PRESENTACIÓN. «LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN»

I. ALFONSO X HISTORIADOR

*  2.- 1. LA FUNCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LA RESTAURACIÓN DEL IMPERIUM

3.- 2. LA HISTORIA COMO CONOCIMIENTO CIERTO Y EXHAUSTIVO DE LOS HECHOS PASADOS

4.- 3. TEXTO Y GLOSA. LA EXPLICACIÓN DE HECHOS Y PALABRAS

5.- 4. LA ESTRUCTURACIÓN CRONOLÓGICA DE UNA HISTORIA ECUMÉNICA

6.- 5. LA ARMONIZACIÓN DE LO NARRADO Y EXPLICADO POR LAS VARIAS FUENTES EN LA GENERAL ESTORIA

7.- 6. LA ESTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DEL SOLAR «ESPAÑA» Y DE SUS NATURALES

8.- 7. DOS PRINCIPIOS DE ESTRUCTURACIÓN: LOS SEÑORÍOS Y LA CRONOLOGÍA

9.- 8. LA ARMONIZACIÓN DE LOS RELATOS DE LAS FUENTES EN LA ESTORIA DE ESPAÑA

*   10.- 9. LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS

*   11.- 10. EJEMPLARIDAD Y DECORO HISTORIOGRÁFICOS

*   12.- 11. EL ESPEJO DE LA HISTORIA

II. EL TALLER HISTORIOGRÁFICO ALFONSI.

13.- 1. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO ES LA CUMPLIDA REALIZACIÓN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA PROYECTADA POR ALFONSO X

14.- 2. CÓMO SE ELABORÓ LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LAS ESCUELAS ALFONSÍES. ETAPAS VARIAS EN LA COMPILACIÓN

15.- 3. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA. LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «CONTEMPORÁNEA» (ALFONSO VII-AÑO 1243)

16.- 4. LA «QUARTA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA EN LA SECCIÓN DEDICADA A LA HISTORIA «MODERNA» (FERNANDO I-ALFONSO VI)

17.- 5. LA «TERCERA PARTE» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

III. ALFONSO X NO UTILIZÓ EL «TOLEDANO ROMANZADO»

18.- INTRODUCCIÓN

19.- 1. VERSIONES EN ROMANCE DEL TOLEDANO

20.- 2. LOS MANUSCRITOS COMPLETOS DEL TOLEDANO ROMANZADO

* 21.- 3. LA «CHRONICA OMNIUM PONTIFICUM ET IMPERATORUM ROMANORUM» INCORPORADA A LA «OPERA HISTORICA» DE DON RODRIGO XIMÉNEZ DE RADA Y AL «TOLEDANO ROMANZADO»

22.- 4. EL PROBLEMA DE LA FECHA Y EL AUTOR DEL ROMANZAMIENTO

23.- 5. LA «HISTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA HISTORIA GOTHICA CONTINUADA

24.- 6. LA « YSTORIA DE LOS GODOS» DEL TOLEDANO ROMANZADO NO ES UNA TRADUCCIÓN AMPLIADA DEL TOLEDANO

25.- 7. ADICIONES DEL TRADUCTOR

26.- 8. LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL NO UTILIZÓ EL TOLEDANO ROMANZADO

IV. EL MIO CID DE ALFONSO X Y EL DEL PSEUDO IBN AL-FARAŶ

*   27.- INTRODUCCIÓN

*   28.- 1. LA ESTORIA DE ESPAÑA DE ALFONSO X Y LA PRIMERA CRÓNICA GENERAL

29.- 2. EL FIN DE LA ESTORIA DE ESPAÑA ALFONSÍ Y LA ESTORIA CARADIGNENSE DEL CID

*   30.- 3. EL MIO CID QUE UTILIZÓ ALFONSO X

31.- 4. LA «REFUNDICIÓN DEL MIO CID» Y LA «LEYENDA DE CARDEÑA»

32.- 5. CONCLUSIÓN

V. LA «VERSIÓN CRÍTICA» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA Y SUS DERIVACIONES

*   33.- 1. UNA VERSIÓN OLVIDADA DE LA CRÓNICA GENERAL

34.- 2. LA «VERSIÓN VULGAR» Y LA «VERSIÓN ENMENDADA DESPUÉS DE 1274» DE LA ESTORIA DE ESPAÑA

35.- 3. UN «ARREGLO» DE LA «VERSIÓN ENMENDADA»

36.- 4. LOS REYES ASTUR-LEONESES. LOS MSS. L, *Ľ Y LA CRÓNICA GENERAL VULGATA

37.- 5. DOS RAMAS TEXTUALES DERIVADAS DE LA MISMA «*VERSIÓN CRÍTICA»

38.- 6. APARICIÓN DE LA VERSIÓN CRÍTICA. EL MS. SS

VI. POESÍA Y NOVELA EN LA HISTORIOGRAFÍA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

39.- 1. LA SECULARIZACIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA POR OBRA DE ALFONSO X

40.- 2. DESINTEGRACIÓN DE LOS MÉTODOS HISTORIOGRÁFICOS ALFONSÍES

41.- 3. LA NOVELA CIDIANA CARADIGNENSE

42.- 4. NOVELIZACIÓN DE LA CRÓNICA GENERAL

43.- 5. CONCLUSIÓN

VII. LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON A ESPAÑA DE SIGISBERTO Y LA CRÓNICA FRAGMENTARIA

44.- 1. LA GRAN CRÓNICA DE ALFONSO XI Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL MAESTRO SUJULBERTO

*   45.- 2. LA CRÓNICA DE CASTILLA Y LA HISTORIA DE ÁFRICA DEL SABIO GILBERTO

*   46.- 3. LA CRÓNICA ABREVIADA DE DON JUAN MANUEL

*   47.- 4. LA CRÓNICA FRAGMENTARIA Y LA ESTORIA DE LOS REYES MOROS QUE OVO EN AFRICA QUE ASEÑOREARON ESPAÑA DE SIGIBERTO

*   48.- 5. EL TESTIMONIO DE LA GRAN CONQUISTA DE ULTRAMAR

*   49.- 6. CONTENIDO Y FECHA DE LA *GRANDE ESTORIA DE ÁFRICA

VIII. LA EXPANSIÓN AL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ESTORIA DE ESPAÑA NUEVAS PRECISIONES

*    50.- 1. EL MS. A ES FACTICIO

*    51.- 2. RELACIÓN ENTRE LOS MSS. A1, A’ Y Ae

*   52.- 3. LA TRADUCCIÓN DE LA VERSIÓN AMPLIFICADA DE 1289 QUE UTILIZÓ DON PEDRO DE BARCELOS

*   53.- 4. EL MS. A2 Y EL UTILIZADO POR DON PEDRO DE BARCELOS

*   54.- 5. LA CRÓNICA DE 1404 UTILIZÓ EL MS. A2

*   55.- 6. LA CRÓNICA DE 1404 Y EL MS. A’

*   56.- 7. LA ADAPTACIÓN DEL MODELO HISTORIOGRÁFICO ALFONSÍ POR EL ÁREA LINGÜÍSTICA GALLEGO-PORTUGUESA

IX. DON JUAN MANUEL ANTE EL MODELO ALFONSÍ: EL TESTIMONIO DE LA CRÓNICA ABREVIADA

Diseño gráfico: 


La Garduña Ilustrada 

Imagen: mosaico del siglo XII: catedral de Otranto, Italia