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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

47.- 7. EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ

 

7. [EL AGUILILLA BALLESTERA, A OTRA LUZ]  . APÉNDICE I

        [. A. Cid, en una nueva contribución a la interpretación del texto sefardí77, se muestra escéptico respecto a la posible conexión del sustantivo [la gilía] con las voces de germanía a que arriba he aludido y recuerda la presencia en una familia de manuscritos de la Crónica de Chacón de unos versos sentenciosos puestos en boca del propio don Álvaro ya muerto:

Al águila el ballestero
con sus plumas la firió.
Ansí fizo el de Vivero
que en mi casa se crió.
Entre nos mesmos salió
porque entrambos nos perdimos.
Si bien o mal lo hezimos,
en nos mesmos se absolvió78.

      Ya hemos visto, de pasada, que uno de los momentos de máxima humillación para el Condestable aprisionado fue cuando, conocedor de la sentencia que le va a llevar al cadal­so, su mortal enemigo y guardián Diego de Stúñiga lo aposenta en las casas del «perro bermejo»79 que le traicionó, Alonso Pérez de Vivero, a quien don Álvaro, precipitando los acontecimientos, había hecho caer de una torre abajo tras mostrarle las pruebas de su traición, provocando con esa acción el temor del rey a que su ex privado optara por el re­gicidio como una última posibilidad para escapar de la muerte. Allí el enjaulado don Álvaro tuvo que soportar cómo se vengaban, a su vez, de él la mujer y criados de su vícti­ma. La copla sentenciosa recoge admirablemente, sin inclinarse en favor de uno u otro personaje, el paradójico hecho de ser ambos, a la vez, víctimas de la ruptura de su inter­dependencia; pero la imagen con que se abre la composición poética es el mayor acierto, pues en aquel caso histórico la pluma que, salida del águila e incorporada a la flecha del ballestero cazador, hace caer al suelo herida a la propia águila es, efectivamente, una pluma de oficio, dado que el ambicioso criado de don Álvaro y contador mayor y conseje­ro de Juan II no era, al fin y al cabo, sino un letrado, en modo alguno un caballero80. Nunca, pues, mejor usado el antiguo exemplum del águila herida por su propia pluma81

      Para Cid, en esta copla de arte menor incorporada a los manuscritos de la Crónica de don Álvaro de Luna estaría la clave del verso sefardí:

 La aguililla ballestera    con su pico iba picando,

 pues le parece que hay entre uno y otro texto una indudable «identidad formal y genética», aunque la imagen «en El Duque de Bernax tenga significado tan distinto». La copresencia de «águila ~ aguililla» y «ballestero ~ ballestera» en dos poemas relativos a la muerte de don Álvaro me pareció, en un principio, al leer el borrador del trabajo de Cid, un dato positivo que, en efecto, pudiera llegar a ser una pista «genética» del poema tradicional cantado por los judíos marroquíes; pero, al intentar concretar la posible génesis del verso sefardí, no me parece ya nada evidente una relación de dependencia entre una y otra representación meta­fórica. En efecto, no logro explicarme cómo el águila señorial abatida por la saeta de un ba­llestero, que es don Álvaro en las coplas, disminuida en «aguililla», se pudo convertir en la gavilla de corchetes armados de ballestas y gente baja y soez que insulta y agravia al gran señor reducido a prisión del relato sefardí, ni cómo el ballestero que lanza la saeta armada con las plumas de Vivero se pudo transformar en mero adjetivo determinativo de esa singu­lar «aguililla».]

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

77  [Artículo cit. en la n. 38.]

78  [Figura en los mss. 150 de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, 2127 (olim I-210), 10141 (olim Ii-121) de la Biblioteca Nacional, Madrid y 9/538 (olim 12.4-1/H-15) de la Biblioteca de la Academia de la Historia.]

79  [Como en su apasionada «tragedia» de la caída y muerte de don Álvaro llama Chacón al Contador mayor de Juan II (Cr. Álvaro de Luna, p. 337), entre otros múltiples improperios (véase C. Monte­ro, La Historia, creación literaria, 1994, p. 126).]

80  [Cid, en su comentario de las coplas, recuerda dos famosas escenas en que, al describir al Contador mayor, se ironizan sus pretensiones de querer actuar como caballero. En las Coplas de la Panade­ra (w. 204-212) se le pinta como partícipe de la batalla de Olmedo, diciendo:

Vide al señor de Xorquera
Alonso Pérez Vivero
con escribanía y tintero
colgada en su linjadera
e dentro una alcoholadera
con polvos para escribir;
quisiera dello reír,
si hobiera do me acogiera,
Di Panadera

(ed. J. Rodríguez Puértolas, Poesía crítica y satírica del siglo XV, Madrid: Castalia, 1981, p. 139). No menos derogatoria es la escena que refiere Gonzalo Chacón con ocasión del fallido intento de asesinar en Madrigal a don Álvaro promoviendo un «ruido» o pelea de gentes con la esperanza de que acudie­ra a apaciguarlo mal apercibido: el hijo bastardo de don Álvaro, que salió a «despartyr el tal ruydo», «encontró con el traydor Alfonso Pérez, el qual ya sea que çiertamente en cabo del año ninguna vez se solía armar, nin su cuerpo nin su ofiçio lo demandaban, pero en aquel día, enredándole a ello la víbora de su tragada trayçión que el coracón le roya, él venía armado de todas pieças... encima de un caballo encubertado» y, por más que trata de disuadirle de seguir en su empeño, Vivero, sin decir palabra, «salvo que abaxaba la cabeça debaxo de una çelada que llebaba», continúa «trabajando en toda mane­ra mansamente por pasar adelante», hasta que hace su aparición en la escena el propio don Álvaro y, poniéndole la mano sobre el arnés, le pregunta con sorna: «Buen honbre, buen honbre, ¿quién vos en­gañó?», (Cr. Álvaro de Luna, pp. 302-303), consciente de que el inusitado comportamiento del Conta­dor dejaba al descubierto el traicionero plan del falso «ruido».]

81 [La más famosa utilización del exemplum, según me ha sido grato recordarle a J. A. Cid (y él tomó como punto de partida para enriquecer la versión impresa de su trabajo mediante la n. 16), son las estrofas 270-272 del Libro de buen amor.

El águila cabdal    cata sobre la faya,
todas las otras aves    de allí las atalaya.
Non ay péndola d’ella    que sy en tierra caya
[e] vallestero la falla,    precíala más que saya:
saetas e quadrillos    que trae amolados,
con péndolas de águila    los ha enpendolados.
Fue, commo avía usado,    a ferir los venados,
al águila cabdal    diole por los costados.
Cató contra sus pechos    el águila ferida
e vido que sus péndolas    la avían escarnida,
dixo contra sí mesma   una razón te [n] ida:
— De mí sal qui’m’mató    e me tiró la vida.

(En el ms. 5: 270¿z canta; 270c q. en; 270d sy v.; 212c temida; 212d salyó quien me). La fábula es ajena al Romulus de Walter el inglés, como nota F. Lecoy (Recherches sur le Libro de buen amor de Juan Ruiz archiprétre de Hita, París: E. Droz, 1938, pp. 113, 118), quien reconoce «II m’a été ímpossible de trouver trace dans aucun recueil ancien» (p. 127), «on ne trouve dans les collectiones connues au Moyen Age aucun modele correspondant» (p. 145); pero remonta a Esopo y llegará a ser conocida de La Fontaine (II, 6) gracias a la tradición esópica del siglo XVI (Ésope de Névelet 196).]

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

APÉNDICE I

*    41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

*    42.- 2. EL ROMANCE SEFARDÍ DEL «DUQUE DE BERNAX»

*    43.- 3. EL PAJECICO MORALES Y LA MULA DEL REO

*    44.- 4. EL COMPLEJO DEL ARMIÑO: DON ÁLVARO SE ENTREGA

*    45.- 5. EL PREGÓN Y EL CADALSO

*   46.- 6. LAS DURAS PRISIONES Y EL PICOTEO A UN HOMBRE DELICADO

  Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Letras capitulares:
Olde English

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