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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

41.- 1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO

1. DON ÁLVARO DE LUNA EN EL ROMANCERO. APÉNDICE I

Huellas de la Historia: Don Álvaro de Luna y su paje Moralicos (1453) en el romancero sefardí.

       sando como pretexto el quinto centenario de la muerte del Condestable de Castilla don Álvaro de Luna, el erudito bibliófilo Antonio Pérez Gómez publicó en 1953 un Romancero de don Álvaro de Luna en el que trató de reunir todos los romances en torno a «los antece­dentes y peripecias de su tragedia y los episodios de su caída», desde el más antiguo conoci­do (de 1547) hasta los compuestos en 1800 1. En el prólogo destaca que «la desventura de don Álvaro» ocupa «el segundo lugar», después del Cid, «como tema histórico inspirador de la popular musa de nuestra poesía»; pero reconoce que, «como material poético», las composiciones reunidas «no ofrecen ningún interés excepcional, por pertenecer, casi todas ellas, a la clase de romances eruditos, postrera y decadente etapa del género». Según Pérez Gómez, los «romances viejos históricos» acaban con el reinado de don Pedro el Cruel: «Pudiera decirse, en realidad, que en él acaba, en España, la vida patética que agita y pone al desnudo las pasiones fuertes y elementales[...]. A partir de este momento, las peripecias se van descargando de todo carácter de gesta, y entran en el área del cálculo, de la habili­dad, de la maniobra política[...]. Sólo en la frontera con los moros, o en el Nuevo Mundo, la vida, en arriesgado juego, podrá ofrecer aún temas fecundos a la epopeya»2.

      La afirmación de que a partir de Pedro I el romancero viejo histórico sólo encontrará temas dignos de interés en la frontera granadina se basa en la ignorancia o el olvido de toda una rama del romancero, de la que los romances fronterizos son sólo una muestra: el ro­mance noticiero (o noticioso). Sea a través de los pliegos sueltos y cancioneros del siglo XVI, sea gracias a la tradición oral moderna, nos han llegado noticias y textos de romances refe­rentes a muy variados sucesos de la historia de las cuatro coronas que, junto con las de Gra­nada, se reparten en el siglo XV el territorio peninsular: Portugal, Castilla, Navarra y Aragón.

    1371. Juan Lorenzo. El rey de Portugal Fernando I toma por esposa a Leonor Téllez, la mu­jer de Juan Lorenzo de Acuña (CGR 0022). I. ant. (?): Yo me estava en Coimbra ... I. mod.: Yo estando en la mi puerta     con la mi mujer real; Hermosa me era yo, hermosa,      más que rosa en el rosal; Juan Lorencio, Juan Lorencio, ¿quién te hizo tanto mal? (judíos sefardíes del Oriente mediterráneo y de Marruecos).

    1423. Marsella se defiende de los catalanes... La flota de Alfonso V ataca Niza y Marse­lla (CGR 0257). I. mod.: O nobla ciutat de Niça     que mai més tindràs renom (Cataluña fran­cesa)3.

    [1429. Prisión del Arzobispo de Zaragoza. Alfonso V hace prender a su Canciller don Alon­so de Argüello. I. ant.: Dos días de la semana     quand tú quieres cavalgar, con el encabeza­miento: Arcebispe de Çaragoça     cómo te avías exaltado4].

   1429. Prisión del Duque de Arjona. Juan II hace prender a don Fadrique Enríquez, Duque de Arjona (Prim. 70). I. ant.: De vos, el Duque de Arjona,    grandes querellas me dan; En Arjo­na estaua el duque    y el buen rey en Gibraltar.

   1430.  Alburquerque, Alburquerque. Los infantes de Aragón resisten en Alburquerque. I. ant.: Alburquerque, Alburquerque,    bien mereces ser honrado.

    1442. Alfonso V ante Nápoles. Alfonso V pondera el coste de su ambición de ser Rey de Nápoles (CGR 2070) (Prim. 101). I. ant.: [Si s’estava en Canpo Viexo     el rey de Aragón un día5]; Miraua de Campo Viejo     el Rey de Aragón vn día. I. mod.: Miraba de Castroviejo el rey de la Durundía (Cataluña); [Mirant estava, mirando,      lo rei de Nápols un día (Cataluña); Miraba la mar de España     cómo menguaba y crecía (tradición gitana andaluza)6].

     1442. Retraída estaba la reina. Lamentaciones de la reina de Aragón doña María por la ausencia de Alfonso V en Nápoles (Prim. 100). I. ant.: Retrayda estaua la reyna,     la muy casta doña María.

     1476. La batalla de Toro. Derrota de los portugueses en la batalla de Toro. Noticia de que se cantó el romance ante el Rey Católico.

     1481. Vete para judío. Fadrique Enríquez apalea a Ramir Núñez de Guzmán, señor de To­ral, por haberle llamado judío ante el Cardenal Mendoza. I. ant.: Caualleros de Castilla      no me lo tengáis a mal.

     1483. Quejas de la Duquesa de Braganza. La Duquesa de Braganza se queja ante el Rey de Portugal João II de la degollación de su esposo don Fernando (Prim. 108). I. ant.: Quéxome de vos, el rey,      por auer crédito dado.

     1491. Muerte del príncipe de Portugal don Afonso. La Princesa de Portugal doña Isabel re­cibe la noticia de la muerte del príncipe don Alfonso de una caída de caballo (CGR 0069). I. ant.: Ay, ay, ay, que fuertes penas,      ay, ay, ay, que fuerte mal; Hablando estaua la reyna      en cosas bien de notar. I. mod.: Casada de oito días      à janela foi chegar; Casadinha de oito dias sentadinha à janela; Estava em minha janela      casadinha d’oito dias; Ja casada estava eu      bem sete meses havía; Menina que estava à janela     de cabelinho riçado (Portugal).

     1493. Llanto por don Manrique de Lara. Muerte en Barcelona del joven hijo del Duque de Nájera. I. ant.: A veynte y siete de março,     la media noche sería; En Barcelona la grande grandes llantos se hazían.

     1495. Lamento de la Reina de Nápoles. La reina doña Juana de Nápoles se queja de su de­samparo y confía en la llegada de la flota castellana (Prim. 102, 102a, 102¿>). I. ant.: Emperatrizes y reinas quantas en el mundo auía; Emperatrizes y reynas que huys del alegría; La triste reyna de Ñapóles sola va, sin compañia.

     1496.  A las armas, mariscote. Alarma ante el paso de peregrinos franceses a Santiago por Fuenterrabía y San Sebastián (CGR 0060). I. ant.: A las armas moriscote,    si las as en voluntad; A las armas, moriscote,    si n’ellas queréis entrar; A las armas, moriscote,    que bien menester serán. I. mod.: ...Entran por Fuenterrabía,    salen por San Sebastián (Cataluña, Alto Aragón, tradición gitano-andaluza).

     1497.  Muerte del Duque de Gandía. Asesinato en Roma del Duque de Gandía, hijo del Papa Alejandro Borgia (CGR 0058). I. ant.: A veynte y siete de julio    un lunes en fuerte día. I. mod.: Estrellas no hay en los cielos,    el lunar no ha esclarecido; Cuando los ricos mancevos salen a cavallería; Dio del Cielo, Dio del Cielo,    Dio de toda judería; Más arriva, más arriva, en la ciudad de Mesina; Yo estando en la mi pesca,    pescando mi provería; Una vieja de Gra­nada    gran tempestad combatía; etc. (judíos sefardíes del Oriente mediterráneo y de Marrue­cos).

     1497. Muerte del príncipe Don Juan. El príncipe Don Juan se entrevista en Salamanca con su padre el Rey Católico antes de morir (CGR 0006). I. ant.: [«Nueva triste, nueva triste     que sona por toda España»7]. ...siete doctores lo curan      y entre ellos el de la Parra. I. mod.: Muy malo estaba don Juan,     muy malo estaba en la cama; Tando o fillo do rey     muy malito na sua cama; Malato está el hijo del rey,      malato, que non sanava; Malato estaba esse rey,     esse rey de Salamanca; Tristes nuevas, tristes nuevas     que se suenan por España; Tristes novas me vieram     lá do centro da Espanha; Voces corres, voces corren,     voces corren por España; Yo me partie­ra de Burgos,     de Burgos a Salamanca; etc. (judíos sefardíes de Oriente y de Marruecos; Espa­ña; Portugal; Cuba; Santo Domingo).

     1497. Expulsión de los judíos de Portugal. La infanta doña Isabel de Castilla exige la expul­sión de los judíos al convertirse en Reina de Portugal (CGR 0062). I. mod.: Eramos tres hermanitas      hijas del rey Dolorido; Dios del Cielo, Dios del Cielo,     Dios del Cielo estéis conmigo (judíos sefardíes del Oriente mediterráneo y de Marruecos).

    1512. Muerte de la Duquesa de Braganza. El Duque de Braganza mata, por celos a la duque­sa (Prim. 107, 107a). I. ant.: Un lunes a las quatro horas,     ya después de medio día; Lunes se dezía, lunes,     tres horas antes del día.

    1513-14. La pérdida de Navarra o Don Juan de Navarra y la Fortuna. Lamento de Juan d’Albret por la pérdida del reino de Navarra (Prim. 98). I. ant.: Los ayres andan contrarios,      el sol eclipse hazía; Los cielos andan rebueltos,     el sol eclipse hazía.

      Pero la existencia del género noticiero (no sólo sobre la frontera granadina) antes y des­pués de 1453 no invalida el carácter tardío, observado por Pérez Gómez, del romancero de don Álvaro. El tema, según se ve en su colección, sólo empieza a aparecer, tímidamente, en un cancionero manuscrito de 1547: el llamado Cancionero de Pedro del Pozo8. El romance «Por tribunal está el Rei,      las grandes causas oya», sobre la sentencia de muerte, se basa ya en la Crónica de Juan II, donde, al hablar del año 1445, se acusa al Condestable de haber hecho morir envenenadas a las dos reinas hermanas doña María de Castilla y doña Leonor de Portugal, hijas del infante don Fernando9; no hay la menor razón para suponer que «el poeta sabe, porque está lo suficientemente próximo al suceso que quiere cantar, que se sos­pechó a don Álvaro como partícipe en la muerte de las reinas», ni para hablar «del anóni­mo juglar cuyo bello romance nos conservó Pedro del Pozo», como hace Pérez Gómez10; el romancista del siglo XVI (que nada tiene de juglar) aunque no versifique la letra de la Cróni­ca, saca su información exclusivamente de ella. En 1550 la Segunda parte de la Silva publica el primer romance impreso sobre don Álvaro, «El rey se sale a oyr missa a Santa María santa», que sigue puntualmente el relato de la Crónica impresa en 1517, desde el momento en que el rey ordena al Condestable salir de su corte, hasta que come en su casa después de hacerlo prender. En 1551 surge, por obra de un «caballero cesáreo» 11, el más famoso de los romances sobre don Álvaro, «Los que priuáys con (~ seruis a) los reyes      notad bien la hystoria mía», del que conocemos tres versiones con notables variantes (algunas surgidas, posi­blemente, en la transmisión oral). Algunos años después, antes de que empiece a hacer su aparición el Romancero Nuevo, se empieza a desarrollar el ciclo, en la reelaboración del Romancero de Sepúlveda publicada en 1563 12, con romances que siguen apegadamente el relato cronístico 13. A fines del siglo XVI y comienzos del siglo XVII el tema se pone de moda14, hasta irritar a Lope de Vega, quien en La prueba de los amigos (1608) comenta (por boca del gracioso Galindo):

«¿Qué piensan estos poetas, / pues que no ay semana alguna / sin don Álbaro de Luna / y otros quarenta planetas? / Romanzes de tres en tres / a un enfadoso sujeto; / mas, como es Luna, en efeto / sale nueba cada mes»15.

      En fin, el juicio de conjunto de Pérez Gómez16 sobre los romances del ciclo refleja bien el carácter de este romancero:

«Todos sin excepción, desde el publicado en 1566 por Sepúlveda (sic); pertenecen a la clase de romances eruditos. Ningún pormenor histórico es en ellos conservado 17; son puras endechas al Condestable, trenos lamentando su desgracia 18; juegos de palabras en torno a su apellido, y consideraciones morales sobre lo quebradizo de las glorias humanas».

Sólo, pues, en la España de los Felipe la caída del «valido» de Juan II habría vuelto a co­brar interés poético. Tuvo que transcurrir todo un siglo, desde que se apagaron los ecos de las voces contemporáneas, para que el suplicio del «mayor señor sin corona que en todas las Españas ovo» volviera a ser considerado por los poetas como un tema aleccionador o poético.

      Pero el hecho de que en la Monarquía española el tema de don Álvaro resultase más bien incómodo, no supone que la caída del privado haya sido pasada por alto por el noticierismo romancístico contemporáneo. Al estudiar la pervivencia de romances de «con­texto histórico nacional» en la tradición oral moderna, los redactores del Catálogo gene­ral del romancero (CGR)19 hemos señalado la existencia de un romance (el 0024 del CGR) sobre la Prisión de don Álvaro de Luna. Curiosamente, este romance tradicional mira con simpatía evidente al prócer caído, reflejando la reacción admirativa que, pese a todo, en el público asistente a la ejecución suscitó la capacidad del Condestable de mos­trarse digno y señorial hasta el momento en que le seccionaban la cabeza y la colgaban en el garabato. También resulta políticamente sorprendente el hecho de que sean los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492 quienes mantienen memoria de ese punto de vista, a pesar de que sus hermanos de raza, los conversos o confesos don Alonso de Cartagena obispo de Burgos20, el Relator Dr. Fernando Díaz de Toledo y el licenciado Alonso Díaz de Montalvo21, tanta parte tuvieron en su muerte, y de que el propio don Álvaro tuviera clara conciencia de haberse atraído la enemistad de «este linaje»22.

Diego Catalán. Arte poética del Romancero oral II. Memoria, invención, artificio.

1  A. Pérez Gómez, Romancero de don Álvaro de Luna (1540-1800) (Valencia: «...la fuente que mana y corre...», 1953).

2  En la «introducción bibliográfica» del libro citado en la n. 1.

3  Sobre los hechos históricos a que se refiere este romance de la tradición oral moderna véase el estudio de J. A. Cid, «El romancero como la otra historia. El asalto aragonés a Marsella (1423) en un romance catalán» [en Actes del Col.loqui sobre cançó tradicional. Reus, set. 1990, ed. S. Rebés, Abadía de Montserrat, 1994, pp. 37-86].

4  [E. Marín Padilla, «Arcebispo de Çaragoça». Romance castellano manuscrito del año 1429, Zarago­za: Navarro y Navarro, 1997. Sensacional hallazgo de un romance noticiero copiado, de mano del no­tario García Gavín, en un protocolo el mismo año del suceso narrado, suceso que culminó con la de­saparición del cuerpo del arzobispo aprisionado.]

5   [Tanto el hallazgo de una nueva versión, copiada por el notario Pascual Contín, en un protocolo del año 1448, que se conserva en el Archivo de La Almunia de Doña Godína, Zaragoza, como las ver­siones procedentes de la tradición moderna pueden verse reunidas en E. Marín Padilla y J. M. Pedrosa, «Un texto arcaico recuperado para la historia del romancero: una versión aragonesa manuscrita (1448) de Las quejas de Alfonso V», Revista de Literatura Medieval, Universidad de Alcalá de Henares (en prensa).]

6  [Dadas a conocer por S. Rebés, «Las quejas de Alfonso V el Magnánimo y el romancero tradicional de Tarragona», conferencia leída en la 39th Annual Kentucky Foreign Language Conference, Lexington, University of Kentucky, 1986 (en prensa) y por L. Suárez Ávila, «El romancero de los gitanos bajo andaluces, germen del canto flamenco», en El romancero: tradición y pervivencia a fines del siglo XX, ed. P. M. Piñero et al., Cádiz: Fundación Machado y Universidad de Cádiz, 1989, pp. 563-607. La versión catalana fue publicada por H. Anglès, «Recull e cançons populars de la comarca de Camp», IV Certamen del Centre de Lectura, Reus: Centre de Lectura, 1921 (1926), pp. 267-268.]

7   [Sólo recientemente se ha tenido noticia y publicado una versión de este romance manuscrita de fines del siglo XVI o comienzos del siglo XVII: C. A. Zorita, R. A. DiFranco y J. J. Labrador, eds., Poesías del Maestro León..., Cleveland, 1991, pp. 188-189. Véase, en la presente obra, el cap. II, § 6 de esta Parte segunda.]

8  A. Rodríguez-Moñino, El cancionero manuscrito de Pedro del Pozo (1547) (Madrid, 1950), p. 90 (núm. 10).

9  Biblioteca de Autores Españoles (BAE), LXVIII, p. 625b: «E después que el rey ovo estado algunos días en El Espinar, vínole nueva como la reyna doña Maria su muger, que estaba en Villacastín aldea de Segovia, era fallescida, de que el rey ovo aquel sentimiento que de razón debía. La cual se cree ser muerta de yervas, también como la reyna doña Leonor su hermana, porque no estuvo enferma más de quatro días... e por esto se cree estas dos señoras reynas ser muertas de yervas, como dicho es, e aun se afirma que en el proceso que el rey don Juan mandó hacer contra el Condestable se halló quién dio las yervas a las dichas señores e por cúyo mandado». Claro está que en el famoso proceso nadie  hizo esa acusación de que aquí se habla. S. G. Morley, «Two new historial Romances», RPh, V (1951-1952), 198-202, cree que el romance hace referencia al año 1441 y no a los tiempos del proceso de 1455 «since the two Queens died in 1445», sin comprender que las dos reinas acusan a don Álvaro es­tando muertas, según pone de manifiesto el último verso del romance.

10  A. Pérez Gómez, «Un romance de don Álvaro de Luna», RPh, V (1951-52), 202-205.

11  En la edición de Anvers: Martín Nucio, sin año (1551) del Romancero de Sepúlveda (Romances nuevamente sacados de hystorías antiguas de la crónica de España por Lorenço de Sepúlveda vezino de Seuilla) se añadieron a la primera edición, Sevilla, c. 1550, varios romances «compuestos por vn cauallero Cesario, cuyo nombre se guarda para mayores cosas», que el editor destacó en la Tabla señalán­dolos con un asterisco [*]. [Debe tenerse bien presente que en la edición posterior de Anvers: Philippo Nucio, 1566, se añadieron, por error, asteriscos en la Tabla siempre que en la de la edición sin año iba una línea sangrada por iniciar una letra del alfabeto. Este error desorientó a los críticos. Aunque Rodríguez Moñino llegó a hacer befa de las atribuciones de Menéndez Pidal al Caballero cesáreo, hoy podemos aceptar que los romances añadidos por Martín Nucio en su edición son obra de otro autor y no de Lorenzo de Sepúlveda.] De acuerdo con un extraño criterio (que confunde a los lectores), Ro­dríguez Moñino basó su reedición de la obra de Sepúlveda en una refunción, ajena a la iniciativa de este autor, que incorporaba textos de varia procedencia: Lorenzo de Sepúlveda, Cancionero de roman­ces [Sevilla, 1584] (Madrid: Castalia, 1967), y no en las ediciones de 1551 hechas en Amberes por Juan Steelsio y Martín Nucio,  que reproducen bastante de cerca la obra original de Sepúlveda (o la de Me­dina del Campo: Francisco del Canto, 1576, también basada en la princeps).

12  La refundición del Romancero de Sepúlveda nos es conocida a través de dos ediciones de 1563, una hecha en Alcalá, por Francisco de Cormellas y Pedro de Robles, que lleva el título de Recopilación de romances viejos sacados de las Coránicas Españolas, Romanas y Troyanas, y otra en Granada, con el tí­tulo de Cancionero de Romances sacados de las coránicas antiguas de España. Es esta refundición, que nada debe a Sepúlveda, la elegida por A. Rodríguez Moñino como base de la reedición citada en la n. 11.

13  Los romances «Año de mil y quatrocientos    cinquenta y dos han pasado», «Ya lo sacan de Por­tillo    con muy gran cauallería» y «Un miércoles de mañana    a las nueue oras del día» se basan en la Crónica de Juan II publicada en 1517.

14  De ahí los numerosos pliegos sueltos del siglo XVII que acogen romances sobre don Álvaro de Luna, en contraste con la ausencia del tema en los pliegos viejos.

15  En la escena 6a del acto 2°, Folio 7 del acto 2° del autógrafo de Lope. Véase la ed. facs. publica da en Madrid: Instituto de España, 1963; o, en su defecto, la transcripción de H. Ziomek, en Lope de Vega, La prueba de los amigos (Athens: Univ. of Georgia Press, 1973). La comedia se estrenó en 1608, el 14 de enero, en el Corral de la Pacheca.

16  En RPh, V (1951-1952), 204 (art. cit. en n. 10).

17  Salvo, claro está, los consignados en la fuente cronística.

18  Pero sin cuestionar las razones alegadas en el proceso que remata su «caída».

19  D. Catalán, J. A. Cid, B. Mariscal, F. Salazar, A. Valenciano y S. Robertson, El Romancero pan-hispánico. Catálogo general descriptivo / The Pan-Hispanic Bailad. General descriptive Catalogue. CGR, 2 (Madrid: Seminario Menéndez Pidal, 1982), pp. 265-268.

20  El obispo tomó parte muy activa en la preparación de la prisión y en la ejecución de la misma, en contraste con la fidelidad demostrada al Maestre por su hermano, el procurador de Burgos, Pedro de Cartagena, en cuyas casas se alojaba don Álvaro, y por el hijo de éste, Álvaro, de quienes Gonzalo Chacón comenta «son, por cierto, buena casta de conversos los de aquel linaje» cuando don Álvaro de Cartagena se ofrece a aventuradamente sacar por albañares escondidos al Maestre sitiado y el Maestre desconfía argumentando: «e demás desto, aqueste Álvaro de Cartajena es sobrino del obispo de Bur­gos, el qual sé bien que en este fecho es el mayor contrario que yo tengo» (Crónica de don Álvaro de Luna, ed. J. de M. Carriazo, pp. 381-382).

21  Ambos jurisconsultos fueron parte activa en la preparación de la sentencia de muerte, sin ser oído, de don Álvaro. Sobre el papel jugado por el Relator comenta Chacón en su Crónica (ed. Carriazo, p. 431) y nos informa una Relación anónima de fines del siglo XV del Archivo del Marqués de Villena (publicada por J. Rizzo y Ramírez, Juicio crítico y significación política de D. Álvaro de Luna [Ma­drid: Rivadeneyra, 1865], pp. 415-420): «estando el señor Rey en Fuensalida, año de cinquenta e tres años, envió llamar a los letrados siguientes, de quien su Alteza se confió, conviene a saber: al Doctor Fernando Díaz de Toledo Relator e al Doctor Pedro González de Ávila e al Doctor Gonzalo Ruiz de  Ochoa e al Doctor de Zamora e fiscal al Doctor Pedro Díaz e al Doctor Alonso García de Guadalajara e al Bachiller de Ferrera el Viejo e al Licenciado de Logroño e al Licenciado de Montalvo... E mandó primero al Relator que dijese su parescer. E el dicho Relator preguntó a su Alteza si sabía ser verdad todo lo que su Alteza avía relatado porque no avía de dar cuenta a otro sino a Dios. E el dicho señor Rey respondió que aquella era la verdad e que los dichos letrados fundasen sobre ella. E que el dicho Relator respondió que le parescía según el derecho que era digno de muerte por justicia e de perder los bienes para la cámara e fisco de su Alteza. E desta respuesta plugo mucho al Rey. E desque los otros letrados vieron la voluntad del Rey, siguieron todos el consejo del dicho Relator». Alonso Díaz de Montalvo, en su Glosa a la Ley única, título IV, libro I del Fuero Real, justifica que no había necesi­dad de oír al reo para condenarle y ajusticiarle, inventando el precedente de la historia del Conde de Dacia y argumentando: «maxime quia licet Rex omisisset ordinem judicii in condemnando, hoc fecit cum consilio delibérate Virorum litteratorum sui Consilii et de eorum consilio et informata sui regali conscientia, asserendo firmiter de certa scientia dicti Magistri crimina, cujus simplici verbo creditur in facto proprio propter ejusdem magnam auctoritatem» (aunque luego en la Glosa de Las Siete Partidas, Partida 1a, título 7, ley 1a, cláusula «Como religioso», mantenga que el proceso fue nulo, no sólo por defecto de jurisdicción, sino porque el Maestre «non tum fuit citatus, auditus nec confessus, nec judicialiter convictus»). Cfr. D. Catalán, «El Toledano romanzado y las Estorias del fecho de los godos del siglo XV», Estudios dedicados a], H. Eerriott (Madison: University of Wisconsin, 1966), pp. 9-102: 89-91 y n. 299 [véase ahora D. Catalán, La Estaría de España de Alfonso X. Creación y evolución, Madrid: Fundación Ramón Menéndez Pidal y Universidad Autónoma de Madrid, 1992, pp. 263-265 y 283].

22  Recuérdense las razones de don Álvaro cuando desconfía de la oferta del fiel Álvaro de Cartage­na: «... mas ya sabéis cómo este Álvaro de Cartajena es de linaje de conversos e sabéys otrosí quánto mal me quiere este linaje, aunque los he fecho los mayores bienes que en mis días otro hombre les fizo en este reyno» (según testimonio de Chacón, allí presente), Crón, Álvaro de Luna, p. 381.

CAPÍTULOS ANTERIORES: 

NOTA INTRODUCTORIA

*   1.- NOTA INTRODUCTORIA. MEMORIA, INVENCIÓN, ARTIFICIO

I.    HALLAZGO DE UNA POESÍA MARGINADA: EL TEMA DEL CORAZÓN DE DURANDARTE

*   2.- 1. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA MOMIFICADO

3.- 2. EL CORAZÓN DE DURANDARTE, TEMA AÚN VIVO EN LA MONTAÑA ASTURIANA

4.- 3. LA TRANSMISIÓN ESCRITA DEL TEMA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII Y EL ROMANCE TRADICIONAL «CONQUEIRO»

*   5.- 4. LA «CREACIÓN» DEL ROMANCE TRADICIONAL. EL TESTIMONIO GITANO-ANDALUZ

*   6.- 5. TRANSMISIÓN Y RECREACIÓN DE CONTENIDOS SIMBÓLICOS. EL EJEMPLO DE EL PRISIONERO

II    PERMANENCIA DE MOTIVOS Y APERTURA DE SIGNIFICADOS: MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    7.- 1. EL ROMANCE DE LA MUERTE DEL PRÍNCIPE DON JUAN

*    8.- 2. EL ROMANCE EN LA TRADICIÓN ANTIGUA Y MODERNA

*    9.- 3. EL DOCTOR DE LA PARRA DESAHUCIA AL PRÍNCIPE

10.- 4. LA PRIMERA SECUENCIA DEL ROMANCE UTILIZADA EN 1613 POR VÉLEZ DE GUEVARA

*   11.- 5. LA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO

*   12.- 6. LAS DOS SECUENCIAS DEL ROMANCE ORAL EN UN MANUSCRITO DEL SIGLO DE ORO

*    13.- 7. LA DOLOROSA SOLEDAD DE LOS PADRES

*    14.- 8. LA «EPHEBI FILII SENEX FORTITUDO»

*    15.- 9. LA PASIÓN AMOROSA POR MARGARITA

*   16.- 10. SUBVERSIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA SEGUNDA SECUENCIA: EL TRIUNFO DEL AMOR EN LA MUERTE

*   17.- 11. LOS DERECHOS DE LA MUJER

*   18.- 12. LA ESPERANZA DE UN HEREDERO PÓSTUMO

*   19.- 13. ACTUALIZACIONES DE LA ESTRUCTURA HISTÓRICA DEL ROMANCE NOTICIERO

*    20.- 14. DE NUEVO EL DOCTOR DE LA PARRA

*    21.- 15. EL ROMANCE, ENTRE LA HISTORIA Y EL REFERENTE EN QUE SE RE-CREA

III  EL MITO SE HACE HISTORIA. EL ROMANCE Y LA HERENCIA BALADÍSTICA

*    22.- 1. ROMANCERO Y BALADA

*    23.- 2. LOS MODELOS NARRATIVOS SE ADAPTAN: HERENCIA Y RECREACIÓN

*   24.- 3. DIFICULTADES DEL COMPARATISMO. UNA «BALADA» CHINA Y UN ROMANCE: LA BELLA EN MISA

*    25.- 4. UNIDAD DE LA TRADICIÓN PAN-ROMÁNICA Y PERSONALIDAD DE SUS SUBTRADICIONES: EL CABALLERO BURLADO

*    26.- 5. VARIEDAD EN LA TRADICIÓN PENINSULAR DE UNA BALADA DEL OCCIDENTE EUROPEO: LA MUERTE OCULTADA

*    27.- 6. SIGNIFICADO LITERAL Y SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS: LA CAZA DE LA MUERTE

*   28.- 7. LA TRADICIÓN PENINSULAR Y SUS RELACIONES CON LA TRADICIÓN PAN-EUROPEA

*     29.- 8. LA SOBREVIVENCIA DE LOS MITOS Y SU ADAPTACIÓN A LA HISTORIA

IV   POÉTICA DE UNA POESÍA COLECTIVA

*     30.- 1. LA CREACIÓN COLECTIVA

*     31.- 2. LOS MATERIALES POÉTICOS EMPLEADOS EN LA CREACIÓN

*     32.- 3. EL ARTE DE LA ARTESANÍA LITERARIA

*     33.- 4. EL LENGUAJE POÉTICO DEL ROMANCERO

*     34.- 5. LA «FÓRMULA» COMO TROPO

*     35.- 6. ADECUACIÓN DE LAS FÓRMULAS A CONTEXTOS INSÓLITOS

*     36.- 7. CÓMO SURGEN NUEVAS FÓRMULAS DE DISCURSO

*     37.- 8. LAS UNIDADES DE LA INTRIGA: LOS MOTIVOS

*     38.- 9. LOS SIGNIFICADOS SIMBÓLICOS

*    39.- 10. LA «SINTAXIS» POÉTICA: EL «ORDO ARTIFICIALIS» Y OTROS RECURSOS ARTÍSTICOS

*    40.- 11. MODALIDADES DE LA NARRACIÓN

APÉNDICES

  Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Letras capitulares:
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Imagen: Grial de Rochefoucauld. 

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