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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO.  II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

      El Canciller Ayala en su retrato del rey don Pedro nos informa de que «ceceava un poco en la fabla»14. ¿Era el rey tartamudo? ¿Qué quiere indicar Ayala con esa limitación del ceceo a «un poco»?

      El caso aislado de don Pedro adquiere mayor interés si lo comparamos con las noticias, muy abundantes, de çeçeo que tenemos a fines del s. XV. Fernando del Pulgar al retratar a sus Claros Varones atiende con frecuencia como rasgo caracterizador a la pronunciación ceceosa: El conde de Cifuentes a más de «la nariz un poco luenga» «tenía la lengua çeçeosa»; Don Gastón de la Cerda, conde de Medinaceli, fijo de don Luis de la Cerda, ... «çeçeava un poco»; «Don Alfonso de Sancta Maria obispo de Burgos... fue de linaje de judíos... Fablava muy bien e con buena gracia, çeçeava un poco»; «Don Francisco, obispo de Coria... natural de la ciudad de Toledo, sus avuelos fueron de linaje de los judíos convertidos... Fue muy gran pedricador e çeçeava un poco, e como quier que pequeño de cuerpo, su órgano resonava muy claro, e tenía singular gracia en sermonear...». En tres de los cuatro casos de çeçeo denunciados por Pulgar vemos reproducirse la expresión de Ayala «çeçeava un poco»; y en dos de estos tres casos el çeçeo parece ser considerado como una gracia más en la estudiada elocución de un buen pre­dicador; en fin, de uno de estos dos célebres sermoneadores sabemos incluso que su órgano bucal «resonava muy claro»15. No cabe, pues, la posibilidad de que los dos obispos ceceosos citados por Pulgar fuesen tartamudos o de lengua estropajosa con frenillo (como quiere Amado Alonso)16; la expresión «çeçeava un poco», con que Pulgar caracteriza al conde de Medinaceli y a los dos prelados, no puede hacer referencia a un defecto fisiológico incorregible y ridículo, sino a un hábito lingüístico socialmente estimado.

      La existencia de un çeçeo propio de cortesanos y gentes que se preciaban de bien hablar aparece confirmada por un testimonio poético del Cancionero General recopilado por Hernando del Castillo (Valencia, 1511). Hállase en este cancionero una poesía anónima dirigida contra el «frayle lindo de pala­cio», Fray Iñigo de Mendoza, en que se contrapone el comportamiento que como religioso debiera el fraile tener, con la realidad de su vida galante; entre otras amonestaciones figura esta:

... no por gracia el cecear
contrahaziendo el galán;
no el reyr, no el burlar,
no de muy contino estar
do amores vienen y van17.

      Con este çeçeo galante de fines del s. XV se relaciona también el empleo del verbo çaçavear por Alfonso de Palencia en su Traslación de las Vidas de Plutarco de latín en romance. Aunque el verbo latino traducido sea BALBUTIO, según arriba dijimos, el çaceo de Alcibiades está muy lejos de ser un defecto molesto y risible como el de los ceceosos de lengua estropajosa: «et la natura allende desto le añadió una manera de çaçavear quando fablava, la qual parecía que le acrescentasse splendor en la boz y gracia en su razonamiento...»18.

      En suma, al lado de los ceceosos por lengua estropajosa, existían ceceo­sos «por gracia», como Fray Iñigo y los galanes a quienes el fraile lindo imitaba; ello no es de chocar pues sabemos que por entonces era muy común  cierto çeçeo que prestaba «buena y singular gracia» al hablar, acrecentando el esplendor de la voz, çeçeo no sólo bueno para galanes, sino apreciado en obispos predicadores.

      Creo que la frase hecha «çeçeava un poco», repetida tres veces por Pul­gar y usada antes por Ayala, se refiere precisamente a este çeçeo por hábito lingüístico o afectación, en contraste con el çeçeo por defecto incorregible de la boca, al que Pulgar parece aludir con la expresión «tenía la lengua çeçeosa» cuando delinea el retrato del Conde de Cifuentes. Adelante veremos cómo Bernal Díaz del Castillo en el s. XVI utiliza a su vez la oposición ceceava un poco : ceceava tanto quanto para distinguir el çeçeo debido a hábito lingüístico regional, del çeçeo por defecto fisiológico.

      En fin, podemos asegurar, no obstante la insistente igualación de cecear con tartamudear y BALBUTIO durante los siglos XIII-XV y aún en la primera mitad del s. XVI, que este no era el único significado del vocablo. Y, en efecto, todo un Juan de Valdés (1535) censura a Nebrixa, entre otras malas correspondencias latino-españolas, la de traducir «por cecear y ceceoso, BALBUTIRE y BALBUS»19. Lo que Valdés no específica es qué entendían por ce­cear y ceceoso él y aquellos cortesanos toledanos cuya habla servía de nor­ma al fino castellano imperial. Pero, pese al silencio de Valdés, nos es posible determinar, gracias a otras citas de los primeros años del s. XVI, en qué consistía ese « çeçear un poco» tan cortesano, tan galán, tan lleno de gracia y desenvoltura.

      En primer lugar tenemos la curiosa alusión de Pedro de Alcalá (1505), a los ceceosos que pronunciaban extrañamente la c «con el pico de la lengua entre los dientes altos y baxos»20. Por otra parte el propio Nebrixa (1503 y 1507), a pesar de la equivalencia dada en el Vocabulario, nos habla de «quos vulgo Hispani ceceosos vocant» caracterizándolos, según luego veremos, por el defecto lingüístico de pronunciar /ç/ dorso-dental en lugar de /ss/ ápico-palatal21; y, en fin, Jaime de Huete en su Comedia Thesorina (h. 1528) saca a escena un fraile ermitaño que habla sustituyendo siempre  en vez de /ss/ y z en vez de /s/, peculiaridad lingüística que aclara en la acotación inicial di­ciendo «los interlocutores son los infrapuestos y es de notar que el fraile es çaçeador»22.

      Estos testimonios nos bastan para afirmar que en el s. XV, aparte de una significación amplia, que permitía usar cecear y ceceoso (y sus variantes) con referencia a toda clase de defectos fisiológicos de elocución, estaba bien arraigado un significado más concreto de esas voces. En este sentido más restringido cecear (o çacear) quería decir pronunciar, en lugar de /ss/ y /s/ ápico-alveolares, /ç/ y /z/ dorso-dentales (Nebrixa, Huete), o, en otros ca­sos, dar a la /ç/ (quizá también a la /ss/?) una realización interdental con «el pico de la lengua entre los dientes altos y baxos», según especifica Pedro de Alcalá.

Diego Catalán. El español. Orígenes de su diversidad (1989)

NOTAS

 

14 Crónica, cap. 32. Véase A. Alonso «Historia del ceceo», p. 185.

15 XVII, XX, XXIX y XX en la ed. de 1486. Ed. J. Domínguez Bordona, «Clásicos castella­nos» 49, pp. 77, 95, 137-138, 142. [ed. R. B. Tate: Clarendon Press, 1971, pp. 39, 47, 66, 68, 69].

16 «En los siglos XIV y XV, y también en los dos siguientes, los ceceosos o zazos (defecto personal, lengua con frenillo) debieron de ser frecuentes en España, a juzgar por el número de personajes históricos y literarios de que tenemos noticias» supone A. Alonso («Historia del ce­ceo», p. 185). Este ingenuo comentario precede a la noticia del «ceceo» del rey don Pedro y de los personajes retratados por Pulgar.

17 Ed. «Bibliófilos Esp.», II, p. 38 [mejor ver la ed. facs. de la Real Academia Española (Madrid, 1958), fol. CLXX]. Véase también A. Alonso «Historia del ceceo», p. 186, quien cree al fraile «zazo (defecto personal, lengua con frenillo)», según se deduce de la p. 185.

18 Véase la nota 12.

19 A. Alonso, Estudios hispanoam., pp. 42-43.

20 Pedro de Alcalá, Vocabulista arábigo, 1505, folio 104, n.a. Véase «Historia del ceceo», p. 189.

21  Véase más adelante nuestro apartado «El ceceo sevillano descrito por Nebrixa».

22 Tomo este dato de un trabajo inédito de R. Menéndez Pidal («Sevilla frente a Madrid», publ. en 1962]. Véase Catalán, «The End of /z/», p. 287 [en el presente libro, c. 1, p. 21 y n. 6].

CAPÍTULOS ANTERIORES:  EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

ADVERTENCIA

1.- EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

I ORÍGENES DEL PLURALISMO NORMATIVO DEL ESPAÑOL DE HOY

*   2.-1. EL FIN DEL FONEMA /Z/ [DZ - Z] EN ESPAÑOL

*   3.- 2. EL FIN DEL FONEMA /Z/

*   4.- 3. ¿PROCESO FONÉTICO O CAMBIO FONOLÓGICO?

*   5.- 4. ¿PROPAGACIÓN DE UN CAMBIO FONÉTICO O DE UN SISTEMA FONOLÓGICO?

*   6.- 5. LA FALTA DE DISTINCIÓN /Z/ : /Ç/, REGIONALISMO CASTELLANO - VIEJO

*   7.- 6. LA CONFUSIÓN SE CONVIERTE EN NORMA DEL HABLA DE LA CORTE (FINALES DEL SIGLO XVI)

*    8.- 7. LA PÉRDIDA DE LA DISTINCIÓN /Ç/ : /Z/ NORMA GENERAL DEL HABLA (EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVII)

*   9.- 8. EL CAMBIO EN LA NORMA CORTESANA, VISTO POR LOS GRAMÁTICOS EXTRANJEROS

10.- 9. EL ESPAÑOL ORIENTAL ANTE EL TRIUNFO DE LA NUEVA NORMA DE MADRID

11.- 10. RESISTENCIA DEL ANTIGUO SISTEMA TOLEDANO EN LA ALTA EXTREMADURA

*   12.- 11. LA NUEVA NORMA ANTE EL CECEO ANDALUZ

*   13.- 12. CONCLUSIÓN

 II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

*   14.- 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

*   15.- 2. CECEOSOS DE LENGUA ESTROPAJOSA

       Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Imagen: Letra mayúscula X de Albert Durero.

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