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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

LI.- DON DIEGO Y EL MORO QUE RETÓ A CHAMARTÍN

ROMANCE DE DON DIEGO Y EL MORO QUE RETÓ A CHAMARTÍN

ROMANCE DE DON DIEGO Y EL MORO QUE RETÓ A CHAMARTÍN

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ROMANCE DE DON DIEGO Y EL MORO QUE RETÓ A CHAMARTÍN

Por campos de Chamartín
--va don Diego de a caballo,
en una mano, las riendas
-- y la lanza en la otra mano;
vestido de todas armas
-- armado de punta en blanco.
ricos borceguíes lleva
-- que se los había ganado;
ricos estribos de plata
-- y rico petral broslado.
Lleva lanza de dos puntas
-- con veleta rabogallo;
las reatas son listones
-- que doña Cruz le ha bordado,
que le tiene prometido
-- de traerle en aguinaldo
la cabeza de aquel moro
-- que Isidoro era nombrado,
porque con su gente había
-- asaltado sus palacios.
Por la Cuesta del Zarzal
-- siete batallas se ha hallado
de moros con pendón verde
-- del Corte Inglés el nombrado.
Don Diego, desque lo vido,
-- diole espuelas al caballo,
y todas siete batallas
-- con arrojo ha saltado.
Cuando llegó donde el moro
-- que Isidoro era nombrado,
puso la lanza en el ristre
-- y paró en seco el caballo.
Y estas palabras le dijo,
-- que otro no hubiera escuchado:
-Me debes parias , el moro,
-- que parias no me has pagado;
faltaste a tus palabras
-- que pronunciaste de grado;
aprovechando mi ausencia,
-- has asaltado el palacio;
las puertas y los cerrojos
-- has roto y descerrajado,
la casa de mis abuelos
-- y mis padres, profanado.
En diciendo estas palabras,
-- don Diego, muy enojado,
soltó riendas a la boca,
-- puso piernas al caballo,
arremetió contra el moro
-- y gran encuentro le ha dado.
Al moro, de Emidio Tucci,
-- de su yegua ha derribado.
Puso don Diego pie a tierra,
-- apeose del caballo.
El moro, cuando lo vio,
-- le prometió lo pactado:
-Prometo pagar las parias,
-- editar los tus trabajos
de lengua, de romancero,
-- de épica y aljamiado
de aquel tu primo Galmés,
--la encuesta de Diego-Álvaro,
la de Manrique de Lara,
-- don Manuel, el afamado,
los estudios de tu abuelo,
-- lo que quieras, yo lo pago.-
No bien dijo estas palabras,
-- que, como siempre, ha faltado,
don Diego sacó su espada,
-- la cabeza le ha cortado,
y en el petral de la silla
-- con ella se ha presentado
a su dama, doña Cruz,
-- que lo había demandado.
Porque se sepa la causa,
-- la cabeza ha paseado,
colgada en el petral,
-- por Sol, Carmen y Preciados
por Mayor, por San Jerónimo,
-- por Recoletos y el Prado,
con un letrero que dice:
-- “A su palabra ha faltado”.

----De este romance no se conocen versiones del siglo XVI, ni impresas ni manuscritas. Sólamente he hallado una referencia en un despacho de la Embajada española en Francia "en cifra perdida" firmado por Thomas Perrrenot, junto a otras referencias a romances y canciones tomadas de la tradición oral. Revela el conocimiento de una versión más próxima al arquetipo que la modernamente recogida. Leída la cifra críptica, con el código que en su día supo romper Valentín Vázquez de Prada, se hallan en ese despacho diplomático los versos:

"pa.ga.me la.s pa.ri.a.s mo.ro / que di.ce.s a.ve.r pa.ga.do,
pa.ga.me.la.s I.si.do.ro / se.a de fu.e.r.ça se.a de gra.do".

----Gracias a la tradición de los judíos sefardíes de Sarajevo emigrados a Jerusalén y de los gitanos de Triana, probablemente procedentes de los Puertos de la Bahía de Cádiz, tenemos una espléndida versión del Romancero oral sobreviviente en el siglo XXI de ese romance a que hace referencia la carta del Embajador. Debo su conocimiento a Wenceslao, un cantor excepcional.

Diego Catalán