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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

7. EL ROMANCERO Y LA HISTORIA DE LA LENGUA DE MENÉNDEZ PIDAL VIAJAN COMO PARTE DEL TESORO CULTURAL DE ESPAÑA.

7. EL ROMANCERO Y LA HISTORIA DE LA LENGUA DE MENÉNDEZ PIDAL VIAJAN COMO PARTE DEL TESORO CULTURAL DE ESPAÑA.  V. LA GUERRA CIVIL. EL ROMANCERO, PARTE DEL TESORO NACIONAL.

      Cuando Lapesa, el 10 de Setiembre180, escribió a Navarro dispuesto a ejecutar los nuevos pla­nes de Menéndez Pidal, Navarro le respondió el 15 con una carta en la que hacía ver que, al tratarse de una documentación de tal valor como eran los "materiales" reunidos por Menéndez Pi­dal, el asunto no podía llevarse a espaldas del Gobierno de la República:

    "También yo he recibido carta de don Ramón, en la que me habla de sus materiales de tra­bajo. Parece que la Embajada Americana está dispuesta a encargarse del transporte. Pero no ha venido nadie aún a hablar conmigo de dicha Embajada ni a decirme concretamente los materiales de que se trata, ni de qué forma hay que prepararlos. Necesitamos esperar a tener informes concretos sobre la materia. En primer lugar, la Embajada de Méjico no dejará salir esos materiales sin una autorización expresa de don Ramón. En segundo lugar, el Ministerio de Instrucción Pública tiene el derecho de estar informado del asunto para que no pueda ha­ber falsas interpretaciones. Esperamos a saber de lo que se trata y nos pondremos de acuerdo para hacerlo todo de la manera más clara y correcta".

     La "espera", anunciada a Lapesa, explica que Navarro difiriera el contestar directamente a la carta de Menéndez Pidal del 22 de Agosto.

      Entre tanto, el 22 de Setiembre, Lapesa escribía a uno y otro nuevamente. A Menéndez Pi­dal, tras disculparse por no haberle contestado antes181, le explicaba por qué "no había encarga­do la caja o cajas" encomendadas182 y le transmitía lo dicho por Navarro:

    "Me dice Navarro que no ha ido a hablar con él nadie de la Embajada Norteamericana. Navarro sospecha que hará falta una autorización expresa de V. para que la Embajada de Mé­jico deje salir los materiales. Hoy le volveré a escribir diciéndole que el Embajador ya está en­terado del asunto, y que yo tengo instrucciones de V. sobre lo que ha de enviársele.
    Siento mucho todas estas demoras, y le tendré al corriente de cuanto haya".

A Navarro le comunicaba, a su vez, las instrucciones por él recibidas de Menéndez Pidal183.

      Sólo a fines de Setiembre, el 29, la Secretaría de Relaciones de México obtenía, al fin, una respuesta definitiva a sus antiguas gestiones de 5 de Mayo184. Ese día el Cónsul Encargado de Negocios de México en España le informaba de

    "haber dado instrucciones en igual fecha al Conserje de la Embajada de México en Madrid, en los siguientes términos185: —«Sírvase poner a disposición del Profesor Navarro Tomás, quien va autorizado por el Ministerio de Instrucción Pública de España, las cajas que contienen ma­teriales científicos pertenecientes al Profesor de la Universidad Central Don Ramón Menén­dez Pidal y que se encontraban en los sótanos de esa propia Embajada; en la inteligencia de que deberá recoger el recibo correspondiente en el que se especifique el número de cajas, el es­tado en que se encuentren los documentos en el momento de ser entregados y si las cajas se hallan abiertas o cerradas.».—Tiene entendido esta Secretaría que el señor Menéndez Pidal sa­lió de La Habana para Nueva York en julio último. En el caso de que esa Embajada conozca su dirección actual, agradeceré a usted se sirva comunicarle la información precedente"186.

      El retraso de estas instrucciones venía a complicar la situación presente, ya que respondía a los iniciales deseos de Menéndez Pidal, no a los últimos. Por otra parte, hasta el 20 de Octubre estas noticias no fueron remitidas, por oficio, desde la Secretaría de Relaciones de México al Em­bajador de México en Cuba, Alfonso Gravioto, quien, a su vez, las comunicó el 26 a José Ma­ría Chacón y éste, el 29, muy satisfecho, a Menéndez Pidal a New York187.

      Como natural consecuencia de la intervención en el tema, con propuestas divergentes, de las Embajadas en Valencia de México y de Estados Unidos, el asunto que Menéndez Pidal se es­forzaba en resolver sin recurrir personalmente al Gobierno de la República transmitiendo me­ramente sus deseos a sus antiguos discípulos residentes en la España republicana, pasó, final­mente, a tener en ella un carácter oficial. El 9 de Octubre, Navarro Tomás hacía saber a Lapesa188:

    "De los ficheros de don Ramón no tenemos que ocuparnos nosotros. Se ha hecho cargo de ellos el Ministerio de Instrucción Pública. Los ha recogido Aguilar de la Embajada de Méjico. Creo que el Ministerio se va a poner en relación con don Ramón para enviarle lo que desee".

      Y días después, el 13, escribía Navarro Tomás directamente a Menéndez Pidal explicándole al pormenor, como se habían desarrollado los hechos:

    "En su carta de 22 de Agosto me decía usted que dejásemos sus materiales en el lugar en que se encontraban hasta que viniesen a hablarme de parte de la Embajada Norteamericana. Ha pasado mucho tiempo sin que la Embajada me haya buscado ni me haya dicho nada. La­pesa me ha escrito varias veces diciéndome que tampoco a él le habían hablado en Madrid de lo que había que hacer.

    Entretanto, una carta de Montesinos189 dirigida a la Junta de Relaciones Culturales ha acla­rado que la Embajada Norteamericana se había prestado a recoger los materiales que usted había dejado en la de Méjico, y que el mismo embajador, don Fernando de los Ríos, había intervenido para que el asunto se arreglara de esa manera.

    En el Ministerio no ha parecido bien que hayan acudido ustedes a la Embajada Nortea­mericana para un servicio que las autoridades españolas podían realizar con sus propios me­dios. Sin duda, al elegir el camino, han querido ustedes evitar molestias a los órganos de nues­tra administración. Pero las cosas de usted tienen necesariamente mayor relieve que las de cualquier particular. Y el servirse de la Embajada Norteamericana ha podido ser interpretado como deseo de eludir la relación con nuestro Ministerio.

    Tengo entendido que las autoridades ministeriales se han dirigido a la Embajada de Méji­co para hacerse cargo de los materiales de usted y realizar, de acuerdo con usted mismo, las gestiones necesarias para hacerlos llegar a sus manos".

      En esa carta le informaba también, según venía haciendo, de cómo marchaban las cosas de la Junta para Ampliación de Estudios, en general, y del Centro de Estudios Históricos, en parti­cular:

    "En la Junta y en el Centro todo va saliendo adelante. Se va a emprender la publicación del tomo de láminas de Mutis relativo a la quina. Don Ignacio190, que está en Valencia, y Cuatrecasas han puesto muchísimo interés en esta publicación que va a ser un gran esfuerzo ti­pográfico y económico (unas 250.000 pesetas). También se va a emprender la serie de obras completas de Cajal.
    Saludos afectuosos a Onís y un abrazo para usted de su afectísimo".

      Pero esta carta de Navarro Tomás no llegó a manos de Menéndez Pidal en Nueva York hasta finales del mes siguiente, con lo que su incertidumbre permaneció viva largo tiempo.

      Entre tanto, en la España "nacionalista", Miguel Catalán, al recibir por vía diplomática y re­mitida por Sangróniz una carta de Ramón Menéndez Pidal del 25 de Agosto191, creyó llegada la ocasión para irle a ver personalmente a fin de conseguir, con su ayuda, el esperado permiso de salida, y el 28-29 de Setiembre viajó con esa intención a Salamanca. Volvió optimista, a pesar de no haber podido encontrar a Sangróniz192. Sin embargo, su asunto estaba lejos de marchar por buen camino, ya que su anterior viaje a Burgos había provocado que el Servicio de Infor­mación Militar de la Junta de Defensa Nacional remitiera el 20 de Setiembre al General del VII Cuerpo de Ejército una "nota informativa" con las acusaciones que ya conocemos relativas al conjunto de la familia193, a cuya llegada a Segovia se procedió a penetrar clandestinamente la noche del 29 en la oficina del Centro de Información de Heridos en que Miguel Catalán traba­jaba. El resultado fue el envío de un Telegrama Postal "SECRETO" del Coronel Jefe de Estado Ma­yor Emilio Milans, "Remitido al Generalísimo, S.I.M. de Burgos y Ejército del Centro", con los siguientes datos, además de otros referentes a Gonzalo Menéndez Pidal194:

    "MIGUEL CATALÁN SAÑUDO.- Antes del Movimiento pertenecía a Izquierda Republicana. -Protegido en todo momento por los de ideas izquierdistas e Institución Libre de Enseñanza, logra por mediación de ésta última diversos cargos, entre otros, la Cátedra de Espectrografía y Estructura del Átomo, creada para él y a su medida por la Junta de Ampliación de Estu­dios.- Esta Junta, si no regida, se encontraba por lo menos tutelada por la Institución Libre de Enseñanza, sobre la que ejercía destacada influencia el Catedrático de la Universidad de Madrid, Don Enrique Moles, izquierdista muy significado.

    Su amistad incondicional con el señor Moles y la intervención decidida de la citada Insti­tución le reporta en otro momento el obsequio de la Cátedra y Jefatura de Sección en la que tenía una remuneración anual de 12.000 pesetas (Instituto Rokeffeller de Madrid).

    El Movimiento le alcanzó veraneando en San Rafael, con su señora Doña Gimena Menéndez Pidal, desde donde se vieron precisados a evacuarse a Segovia, población en la cual empezó a trabajar en el Centro de Información de Heridos de Guerra, a la vez que se viste el uniforme de Requeté195, todo ello y posiblemente para evitar que pudiera recaer sobre él, sos­pecha alguna, dada la significación y matiz político propio y el de la familia a que pertenece.

    Parece ser que a esta persona no se le ha hecho información alguna.- Habita con este ma­trimonio, la madre de ella, Doña María Goyvi (sic) y Doña Elisa Bernis casada con Don Gon­zalo Menéndez Pidal Goyvi, estos últimos evacuados de Madrid.

    El Sr. Catalán el 28 de Septiembre fue a Salamanca, en el auto de línea, regresando el 29. Su viaje tenia por objeto el gestionar autorización para trasladarse a Nueva York con su ma­dre política y esposa, en donde en la actualidad se encuentra el Sr. Menéndez Pidal, pretex­tando la necesidad de ampliar sus estudios sobre Estructura del Átomo.- (...)196.

    Miguel Catalán Sañudo forma parte del Centro Información de Heridos de Segovia cuyo Director es JESÚS CARRASCO-MUÑOZ PÉREZ DE ISLA. La actuación y propósito laudable de este Centro, hace se le mire con simpatía, pero no es menos cierto que, manejado inteli­gentemente por manos hábiles, puede constituir esta Oficina un Centro de espionaje de al­tos vuelos y escaso riesgo, (...)197.

    Así se da el caso de que el cerebro del Centro de Información de Heridos de Segovia es un individuo de izquierda Republicana, encuadrado éste en la Escuela de la Institución de Libre Enseñanza, de la que ha recibido beneficiosas designaciones, traducidas en cargo pingüe­mente remunerado, este individuo es el que nos ocupa MIGUEL CATALÁN SAÑUDO, hijo po­lítico de Menéndez Pidal, cuyos antecedentes y actitud con relación al Movimiento son so­bradamente conocidos (...)198.

    Se trata por todos los medios completar aún más esta información.

    Segovia 8 de Octubre de 1937.- II AÑO TRIUNFAL."

      Desconozco el contenido de otra "nota informativa" del S.I.M. de 11 de Octubre a la cual el General del VII Cuerpo de Ejército contestó desde Segovia, el día 24, con un nuevo Telegrama Postal "MUY RESERVADO", remitido a los mismos destinatarios que el anterior, en que ampliaba la documentación sobre el caso con un escrito de la Delegación de Orden Público de Segovia, la cual incluía, a su vez, copia de la correspondencia recientemente recibida de América por la familia Menéndez Pidal199. En aquellas críticas semanas en que se reunían las últimas pruebas de la culpabi­lidad de Catalán para actuar sumariamente contra él200, Miguel Catalán seguía esperando inútil­mente entrevistarse con Sangróniz (13-X-1937)201. No obstante, habiendo ido a Salamanca,

    "Nada más llegar a la Secretaría, le informaron que todo estaba dispuesto para su viaje (y él, por despiste, andaba planteando el asunto con quien no tenía necesidad de intervenir); pero no sabían que había de ir con él el resto de la familia y eso ha ocasionado nuevos trá­mites que, aunque no tienen dificultad ninguna, exigen tiempo",

decía satisfecha Jimena Menéndez Pidal continuando el 18 de Octubre la carta que había ini­ciado el día 13 con noticias negativas. Fiados en las seguridades recibidas, el 19 de Octubre Ma­ría Goyri anunciaría a su marido:

    "Ya hemos arreglado el viaje. Supongo que embarcaremos el 18. Pondremos cable desde Lisboa".202

      A su vez, en la España republicana la dilación de Tomás Navarro Tomás en responder a Me­néndez Pidal y en dar curso a su respuesta tenía, a lo que parece, que ver con las iniciativas del Ministerio de Instrucción Pública del Gobierno de Valencia, ya que el 16 de Octubre el subse­cretario Wenceslao Roces, por conducto oficial a través del Embajador de la República Españo­la en Washington, Fernando de los Ríos, se dirigió a Menéndez Pidal; y el embajador escribió, entonces, 30-X-1937, a Menéndez Pidal la siguiente nota de su puño y letra:

    "Muy querido y respetado Don Ramón: Acabo de recibir por conducto de París carta B. L. M. del Subsecretario de Instrucción Pública en que me ruega haga llegar la adjunta, que venía cerrada, a poder de usted.
    Desea verle y tener ocasión de saludarle y charlar con usted su sincero amigo y admirador, Fernando de los Ríos".

      Cuando Menéndez Pidal recibió el 2 de Noviembre esta nota y la carta adjunta (cuyo texto no conozco), su reacción interna fue, a lo que parece, puntillosa en extremo. Si bien Roces le hacía saber que el Ministerio de Instrucción Pública estaba dispuesto a facilitarle los materiales de que precisaba, Menéndez Pidal , en sus apuntes sobre el tema, anotó con sorna la expresión "a disposición de V.", y apostilló con las palabras "[no estaban perdidos]" las afirmaciones "ha­berlos recobrado para V." y "al devolverlos nuevamente en manos de quien ha de valorizarlos". El fondo del enfado radicaba en un disentimiento profundo respecto a la noción de "propiedad" de unos materiales que habían sido reunidos y elaborados por él desde un Centro de investiga­ciones creado por el Estado. Nos lo revelan unas notas de Ramón Menéndez Pidal conexiona­das con el tema203:

    "El trabajo de un catedrático no está adscrito a la cátedra, ni el del Director de un Centro al mismo Centro. El Estado busca su propia conveniencia204 al nombrar un Director. No pre­tende ser mecenas del Director. El mecenazgo del Centro era a mí, como Director, 325 ó 350 pesetas mensuales, no recuerdo bien. Supongo205 que con eso206 no creerá ningún207 Subse­cretario que se pagaba la Dirección si no contaba con la devoción del Director208, pues el Sub­secretario actual opina que ese cargo obligaba".

      Pese a su disgustada reacción inicial, pasados algunos días, el 10 de Noviembre, optó por obrar con hipócrita diplomacia y escribió a Fernando de los Ríos la siguiente nota:

    "Muy querido amigo: mucho le agradeceré que remita a Roces la adjunta carta que es con­testación a la que Vd. me envió el otro día. Una ligera indisposición me hizo retardar esta res­puesta en asunto cuya urgencia tanto me interesa, y del cual ya enteraré a V. con pormenor.
    También yo deseo mucho tener el gusto de verle, y esperando oportunidad para ello, que­da siempre suyo buen amigo y admirador (...)"209,

y en la carta de respuesta a Roces (al parecer, fechada el día 8) le agradecía su gestión y le insta­ba a que hicieran el envío solicitado.
      Al propio Lapesa le decía el 10 de Noviembre lo siguiente210:

   "Mi querido Lapesa: He recibido una muy grata carta del subsecretario anunciándome te­ner en su poder los papeles míos y expresándome el deseo de ponerlos en mis manos. Con­testo hoy mismo y añado carta a Navarro.
 
   Claro es que, para el envío, las 200 pesetas que le giré son muy poco. Como no sé calcu­lar el coste, espero que Navarro me diga lo que puede subir. Mucho les encargo la robustez de la caja o cajas de madera, pues los carpinteros no saben lo que padecen las cajas en la bo­dega de un barco. El Romancero, por ahora no lo necesito, así que puede quedarse en la Bi­blioteca Nacional";

y en carta a su familia en Segovia del 19 de Noviembre comentaba:

    "Parece, según me escriben, que me van a mandar mis papeles. No sé si será verdad. La­pesa, en previsión, fue a casa a recoger una carpeta que yo necesitaba sobre el Dialecto Leo­nés (...). Me escriben de la Universidad de Princeton que el Sr. Russell ha participado ya al Decano de Ciencias la próxima llegada de Miguel".

      Otro motivo de impaciente incertidumbre era para Menéndez Pidal esa anunciada venida de su familia desde la España "nacionalista" que tanto se difería. Miguel Catalán, inconsciente de su precaria situación en Segovia, no había dado demasiada importancia a la noticia que le dieron en Salamanca de que había surgido a última hora un pequeño obstáculo para el viaje, no relaciona­do con su persona, sino con los miembros Menéndez Pidal de su familia211: se debería, según le informaron, a la difusión alcanzada en la España "nacionalista" de la fotografía de la boda civil en Madrid de Gonzalo Menéndez Pidal y Elisa Bernis en el Quinto Regimiento, en la cual aparecían juntamente Ramón Menéndez Pidal y Enrique Líster apadrinando el acto212. Aunque el pretex­to les pareciera fácilmente superable, si Sangróniz tomara el asunto de su mano, algo debió tras­cender a "los segovianos" respecto al verdadero clima que reinaba en los medios más influyentes de Burgos y Salamanca, pues, bien lejos de sus iniciales reacciones ante la posibilidad de em­prender viaje, el 6 de Noviembre, ante las dudas expresadas por Ramón Menéndez Pidal de si la reunión familiar debía hacerse en Estados Unidos o ya en España, María Goyri le advertía:

     "En tu carta [del 28-X-1937] pones en duda si, con el retraso, valdrá la pena de hacer el viaje; por muy bien que todo se arregle (y hay esperanzas de ver el fin) no se puede pensar en la normalidad necesaria para trabajar hasta mucho después. Ahí te debes de sentir feliz (...)",

y Jimena Menéndez Pidal, aún más claramente:

    "Desde luego, claro que nos conviene el ir sea cuando sea (...). El Abuelo de Arnal [= Ra­món Menéndez Pidal] nos escribe que no piensa por ahora marcharse y dejar a esos buenos amigos, yo creo que hace muy bien ¿verdad?213".

      Por fin, el tan largamente diferido encuentro con Sangróniz se produjo. El 12 de Noviembre de 1937 María Goyri comunicaba a su marido:

    "Ya ha vuelto Miguel de su 6° viaje y al fin (!) ha visto a Sang[róniz] tras de una nueva co­rrería San Sebastián Salamanca. Hecha la cuenta lleva recorridos 5.000 km. Ha estado muy amable; le ha indicado nuevo modo de enfocar la cuestión y buenas esperanzas de solución. De ti ha repetido que le avises en cuanto regreses a Burdeos (sic) para irte a buscar. A ver si al fin nos vemos y hablarnos. Comprendo que estarás aburrido de tantas dilaciones",

y Jimena añadía: "A ver cuándo podemos mandarte cable". Pero las buenas esperanzas para poco valieron. El 17 de Noviembre tenían ya más clara conciencia los residentes en Segovia de que no se les iba a autorizar la salida y de que el ambiente no era propicio tampoco para que Ramón Menéndez Pidal pensara en entrar en la España del IIo año triunfal:

    "Habrás estado estos días impaciente esperando el cable [anunciando fecha de viaje]214 que no ha llegado. Hay que tener paciencia. Seguiremos en esta casita donde el invierno se irá pa­sando (...). El abuelo de Arnau [=Ramón Menéndez Pidal] dicen que podría venir pronto; pero esto es un poco frío y le digo que acaso le convenga para su salud esperar un poco a que pase el rigor del invierno",

le escribió ese día su hija Jimena215.
      El 25 de Noviembre de 1937 Ramón Menéndez Pidal contestaba a las últimas noticias de su familia, llegadas amontonadamente, manifestando su depresión:

    "La casa de Onís está próxima al río: barrio universitario, muy agradable. Tenía ya casa apa­labrada para nosotros en la misma manzana de casas, con dos cuartos de baño, muy buena, pues creo que Miguel puede vivir aquí y trabajar en Princeton que está a una hora de distan­cia. Tenía ya criada buscada, todo prevenido, había médico para Diego; y vuestro cable y vues­tras cartas del 6, 12 y 17 que llegan ahora juntas me derriba todo mi castillo de naipes. Se­guiré, a mis 68 años, mi vida sin familia, cuando yo me decía como mió Cid, «mi mugier e mis fijas verme han lidiar, afarto verán por sus ojos... en estas tierras ajenas cómo se gana el pan» El pan que se atraganta! Pero, más que por mí, lo siento por Miguel, que estas Univer­sidades tan comprensivas se duelan de que no puede continuar sus trabajos y verán que no puede continuarlos. Paciencia y barajar".

      Es cierto que Ramón Menéndez Pidal reaccionó contra su desaliento216 y que abrigó, incluso, nuevas esperanzas cuando los departamentos de Física y de Astronomía de la Princeton University extendieron invitación a Miguel Catalán para el semestre Febrero-Junio de 1938 como Visiting Professor217; también que en Segovia sus familiares continuaron en Diciembre considerando más o menos posible que los impedimentos surgidos fueran removidos por Sangróniz218; pero siempre ya como una eventualidad sobre la cual no se podía contar al vivir el día presente219.

     Por otra parte, a Menéndez Pidal no sólo aquel "castillo de naipes" se le desmoronaba en aquellos meses; sino también el de recuperar los ficheros de la Historia de la Lengua y el Ro­mancero.

      Pese al interés demostrado por diversas personalidades del exterior220 y que el 30 de No­viembre llegara, al fin, a sus manos221 la carta del 13 de Octubre de Navarro Tomás en que le dejaba saber que no sólo José F. Montesinos, recientemente ido a Washington desde Valencia como Agregado Cultural, sino el propio Embajador, Fernando de los Ríos, habían procurado acelerar la recogida y envío por la Embajada Americana de los materiales requeridos a comien­zos de Octubre, aquel mismo día, Menéndez Pidal anotaba:

    "Por la noche de 30 Nov. Onís (después de haber hablado hacía 4 ó 5 días con Ríos) me profetiza que papeles no me serán entregados"222.

Y movido, sin duda, por ese pronóstico amenazador, el 3 de Diciembre redactó el borrador de una carta a Navarro, que los acontecimientos prontamente harían inútil (sobre él escribiría: "No vale"). En ella trataba de justificarse ante el Ministerio de Instrucción Pública, vía "el Director de la Biblioteca Nacional":

    "Su carta del 13 Octubre, escrita 3 días antes que la que me escribió el Subsecretario, lle­ga a mi poder 28 días después que ésta. Ya tendrá V. en su poder carta mía que incluí con la que envié a Roces.

   Ahora sólo unas líneas para contestar esa carta del 13. Comprendo que cualquiera puede interpretar que el deseo de que interviniese la Embajada Norteamericana era poder eludir la relación con el Ministerio de Instrucción, pero V. puede deshacer esa interpretación recor­dando que a comienzos de Julio escribí a V. enterándole del depósito de mis papeles en la Em­bajada de Méjico con deseo expreso de que el Subsecretario lo supiese y rogándole que fuese V. el que recogiese el depósito, como escribí a Méjico por entonces mismo; y que a fines Agos­to volví a escribir a V. en el sentido de que la intervención de la Embajada Norteamericana sería acerca de V. mismo, siempre V. y como director de la Biblioteca Nacional, organismo del Ministerio de Instrucción, pero pensando que asunto tan privado no era para ocupar la atención oficial del Ministerio223."

     Su vacilación, entre creer o no creer en el anunciado envío de los materiales de trabajo la ma­nifestaba aquel mismo día, 3 de Diciembre, a sus familiares:

    "Bien comprendo lo que me apremia Jirnena para el rescate de mis papeles; figúrate los dis­gustos e insomnios que me van costando. Ahora estoy en un compás de espera; si lo que me anuncian es sincero, lo recobraré. Pero quién se fía de sinceridades? Lo menos hasta dentro de un mes más no volveré a tener noticias. Lo que más me esperanza es que está por medio el Capicúa [= Tomás Navarro Tomás], que me tiene cariño, aunque ahora tampoco los cari­ños mandan nada. Qué tiempos!"

      La profecía de Onís estaba bien justificada. El Gobierno de la República Española había, por entonces, decidido retirar su apoyo al "exilio" de Menéndez Pidal, enmascarado oficialmente como misión cultural en el Extranjero, por considerar que su distanciamiento respecto a los in­tereses de una República que hacía frente a una rebelión armada había traspasado los límites de la lealtad debida.

      Ateniéndonos exclusivamente a sucesos y manifestaciones públicas, Menéndez Pidal no era comparable a un Gregorio Marañón, que había escrito en la prensa internacional contra el Go­bierno de la República224, sin lograr suscitar por ello simpatías en la España del Gobierno de Burgos225. No obstante, el Gobierno republicano tendría noticia de que en el mes de Marzo de 1937 la mujer y el hijo en edad militar de Menéndez Pidal, a quienes el Gobierno republicano había dejado salir para acompañarle en su viaje cultural, habían negociado desde Burdeos su entrada en la España "rebelde" y que, tras cruzar la frontera de Irún, Gonzalo Menéndez Pidal se había incorporado al ejército combatiente. Por otra parte, es posible que tuvieran noticia de que, ya en Cuba, Menéndez Pidal había expresado, aunque siempre en términos velados, su repulsa a las represiones sangrientas de que en Madrid había sido testigo226. Pero, además, por varios conductos era sabido, incluso por el propio Menéndez Pidal, que una carta suya remitida a per­sona significativa de la España "nacionalista" había sido, en su día, interceptada227; en fin, no dejaba de ser obvio que Menéndez Pidal en Nueva York se resistía a entrar en relación directa con los organismos y personas representativos del Gobierno republicano pese a los lazos de amis­tad que con esas personas tenía desde antiguo228. Sin embargo, solamente ahora la política de  hacer la vista gorda a todos estos hechos se vio bruscamente modificada, simplemente por la di­fusión de una noticia acerca de cierto acto cultural que el Presidente Manuel Azaña vino a con­siderar, personalmente, como la gota de agua que colmaba el vaso de la traición, de un liberal y amigo más, a la República.

      En la prensa republicana se publicó que Ramón Menéndez Pidal había leído una conferencia en la Casa de Italia de Nueva York229. Por más que la Casa tuviera una existencia previa al régimen de Mussolini, en 1937 Italia era, no sólo fascista, sino activo partícipe en la guerra contra la Re­pública Española. Para colmo, cuando en la España "Nacional" se hablaba, a la italiana, de voca­ción de Imperio230, Menéndez Pidal disertaba en esa Casa sobre "La idea imperial de Carlos V"231. Azaña se enteró de aquella noticia, que, curiosamente, era falsa232, el 8 de Diciembre233. Ese mis­mo día 8, el Ministro de Estado del Gobierno Republicano, desde Barcelona, enviaba un tele­grama al Embajador de España en Washington:

    "Subsecretario Instrucción Pública me remite el siguiente telegrama que traslado a V. E.: Habiendo continuado en el Centro de Estudios Históricos la obra que se venía realizando, el señor Ministro de Instrucción Pública ha dispuesto que el señor don Ramón Menéndez Pi­dal se reintegre a su puesto de Director de dicho Centro en el plazo de un mes, incurriendo de otra suerte en la penalidad señalada en el artículo 171 de la Ley de Instrucción Pública, referente a los funcionarios que abandonan voluntariamente su destino".- GIRAL.

De los Ríos remitió de inmediato la orden al "Excmo. Sr. Don Ramón Menéndez Pidal" acompañada de una misiva de su puño y letra:

    "Muy admirado amigo: En este momento recibo el Despacho que le incluyo del Ministerio de Instrucción Pública. Si quiere que yo envíe alguna respuesta en su nombre, gustoso lo haré. Le saluda con todo respeto y afecto su viejo amigo".

      Llegado el telegrama a manos de Menéndez Pidal el día 11234, ese mismo día contestó al "Excmo. Sr. D. Fernando de los Ríos", en papel de Columbia University:

    "Mi ilustre amigo: recibo el telegrama del Subsecretario de Instrucción Pública, disponiendo me reintegre al puesto de Director del Centro de Estudios Históricos.
    Habiendo contraído compromisos con esta Universidad, no me es posible hacerme cargo de la referida Dirección.
    Agradezco a V. la oferta de transcribir mi respuesta y le saluda con el antiguo afecto".

      Las relaciones de Menéndez Pidal con la España republicana quedaban rotas. Rafael Lapesa le había escrito desde Madrid el 24 de Octubre, diciendo

    "He sabido por don Tomás Navarro que el Ministerio de Instrucción Pública se ha hecho cargo de los ficheros de V. Añade Navarro: «Creo que el Ministerio se va a poner en relación con don Ramón para enviarle lo que él desee». En vista de estas noticias, he pasado por Chamartín y he recogido la carpeta sobre dialecto leonés pedida por V., la cual estaba exactamente donde V. decía. Ayer la entregué al Delegado del Ministerio de Instrucción Pública en Ma­drid, Sr. Naval, para que la una al resto de los materiales de V.
 
   En Chamartín hablé con Maximina. La pobre está con el dolor de su hijo caído en el fren­te; pero a pesar de ello, con la idea fija de la casa de Vds., que está cuidadísima. No sabe V. cuánta lástima me dio.

    Las 200 ptas. que V. me envió para los embalajes de los ficheros han sido ingresadas por mí en la cuenta de V. con el Centro.

    Ya sabe donde me tiene por si se le ocurriera alguna cosa más. Y también conoce el verda­dero afecto que le profesa",

carta que, a su llegada, don Ramón había comentado, según hemos visto, satisfecho; pero aho­ra escribió sobre ella: "No le contesté". Había dejado de creer en sus discípulos del Centro de Estudios Históricos que permanecían al servicio de la República.

      Según, el 24 de Diciembre de 1937, Navarro Tomás (después de vuelto de una estancia fue­ra de España que duró varias semanas) explicó a Lapesa235

    "En cuanto a los ficheros de don Ramón, por ahora no hay nada que hacer. Como sabe bien, los materiales se encuentran en Valencia. Se hizo cargo de ellos el Ministerio de Ins­trucción Pública y están perfectamente guardados. El estado actual de las relaciones de don Ramón con el Ministerio impide pensar en el envío que él solicita."

      Se había iniciado, por tanto, el viaje de los ficheros de la Historia de la lengua española y del ar­chivo del Romancero español, en su calidad de fondos documentales de interés nacional pues­tos bajo la directa protección del Ministerio de Instrucción Pública.

      Con el paso de los meses, el solidario esfuerzo de los integrantes del Centro de Estudios His­tóricos por buscar juntos una continuidad de vida humana y científica en los horrores de la con­tienda, con el propósito de reconstruir un futuro similar al pasado, se derrumbaba sin esperan­za de restauración. En carta a Menéndez Pidal desde Madison, Wisconsin, Américo Castro, recién llegado de Buenos Aires, 11 de Noviembre de 1937, traza, con palabra apasionada una pintura maestra del fin de una época histórica:

    "Mi querido Don Ramón: Ya sabrá Vd. por Onís noticias mías, y ahora voy a dárselas direc­tamente. Empiezo a levantar cabeza, después de una temporada de inquietudes de toda clase.

    Cada vez me alegro más de haberle mandado esos dineros a Ossorio, y liquidar así una fuente de chismes y comidillas. Causa espanto ver a qué bajo nivel se ha llegado, y cómo se calumnia y se ofende con la mayor frivolidad. Me han dado aquí a leer el ABC de Sevilla, y revuelve ob­servar la chabacanería de los insultos; hablan de una persona que se retrató en Manila con su hija, y añaden: «aparece con una mujer con las pantorrillas al aire que dice ser su hija». Todas las mujeres de la acera de enfrente son zorras, los hombres maricas y ladrones... ¿qué España ni qué nada va a salir de ahí? Y por otra parte, es increíble que Navarro se haya lanzado a adobar esa retórica carta, para dejarme en mala postura. Cuando amigos de 30 años proceden así... Navarro tenía que pensar que mi ausencia obedecía no a miedo ni a egoísmo, sino a razones de mucho fondo. Y oyera lo que oyera, no debía creerlo, como yo no lo creería. Ese es el pago a mis reiteradas cartas diciéndole que mande sus hijas a Suiza, que yo me encargo de su subsis­tencia. La mera idea de que esas criaturas puedan ser un día botín precioso para los moros u otros foragidos, estremece. Nosotros podemos hacer lo que queramos, pero meter a los hijos en ese fregado, no es lícito; sólo si se declaran independientes y hacen lo que les da la gana.
 
   No veo solución alguna al problema de la patria. Un país dividido en estaditos, con los ca­talanes y los vascos jugando a nación, ya sabe que siempre me repugnó y que afronté la res­ponsabilidad de decirlo claramente; pero frente a eso el imperio de camama, pueril y ridícu­lo, con un tipejo que dice no responde sino ante Dios y la historia, y que va llevado de la mano por alemanes e italianos... Veo que ha llegado el técnico italiano a Salamanca a arreglar el corporativismo, que el embajador alemán no para en ningún sitio y está metido en todo; que las máquinas de escribir son las Olivetti, que las noticias son de la agencia Stefani o del Deutches nationales Buró, en suma, que lo español es sólo la retórica y la jactancia provin­ciana con maestros que han de ir a misa y «con mucha devoción» (España, 1825). ¿Pero qué pensarán que es un imperio? Lo grave del caso es la incapacidad de organizarse en país —con derroche de heroísmo, con abnegación e ilusionismo maravilloso por parte del pueblo, que cuando no corre como en Annual, es el de la guerra de la Independencia—. Sabe uno dema­siada historia y psicología españolas para caer en fórmulas abstractas. Tan inexacto es hablar de Imperio como de que España está preparando una futura Humanidad. A España se la es­tán merendando los extraños, porque es codiciable y por que se hizo trizas en sentido hori­zontal y vertical; y eso es todo. Tiene razón Navarro que los que trabajamos con la inteligen­cia no servimos para nada: es verdad.

    No sé si lograré quedarme aquí. Me gustaría. Aprendo inglés a marchas forzadas, para en­volverme en esa cortina de humo: huir un poco de uno mismo, meterme en el siglo XIII, de­jar, si puedo, asegurado el porvenir a mi hijo y mi mujer, y a esperar la paginita necrológica. Dedicarse a España en cuerpo y alma, quererla como a una novia, luchar por ella dentro y fuera, tratar de quitarle las jorobas, intentar rehacerle un mejor pasado, bregar por la armo­nía entre todos, y al final... un esqueleto entre los brazos. Realmente es un éxito.

    Yo estoy seguro de que Vd. me comprende y me tiene afecto, y que sean cuáles sean sus ideas (no las conozco claramente) me ha de dar la razón, porque no puedo ser más que como soy y he sido...
    Un gran abrazo de"

      Aunque Ramón Menéndez Pidal no viera, con la nitidez que Américo Castro, que habían perdido, sin remedio posible, el amor de la "novia" llamada España, las noticias que le llegaban de Segovia le alertaban de que en la zona "nacional" no se le veía, ni mucho menos, con buenos ojos. Su yerno Miguel Catalán así se lo explicaba:

    "Ya te dijimos que Sangro[niz] había contestado, al fin, a mi carta (...). Como no sabemos cuál es el punto difícil que hay que vencer, no sabemos atacarlo (...). Mi opinión es que exis­te una cierta desconfianza en algún sector respecto al padre de Kim [= Ramón Menéndez Pi­dal] y ésa no la ha logrado aún vencer y está tratando de conseguirlo".

      Al finalizar el curso de Otoño de 1937 en Columbia University y fracasado el intento de reu­nirse con su familia en Nueva York, Ramón Menéndez Pidal se lamentaba en carta a Georges Cirot (30 de Enero de 1938)236

    "Cada vez vamos viendo más claro que la duración de la guerra puede dilatarse muchísi­mo más de lo que al comienzo nos atrevíamos a imaginar. La destrucción del país será horri­ble. Sobre todo por esos bombardeos aéreos. Es desesperante no poder hacer nada. No pue­do sentir otra satisfacción, y bien pobre es, que la de consumir los últimos años de la vida en servir a la cultura patria con aquello para lo que uno está preparado. Así trabajo febrilmente en adelantar una breve historia de la Lengua española. Privado de todos mis papeles prepara­torios (30 años de trabajo que me han desaparecido) rehago como puedo las lecturas de au­tores y revistas hechas hace mucho y perdidas. Por fortuna las bibliotecas de aquí son muy buenas y dispongo de dos auxiliares que me facilitan el trabajo".

    De resultas, estaba dispuesto a enseñar en Columbia University el curso de Primavera, hasta fines de Mayo237.

      No obstante, aunque ya su amigo Cirot, jubilado, carecía de autoridad para asegurarle una invitación en Burdeos238, le insinúa en aquella carta que intente buscarle allá una posición para el curso 1938-39239, ya que

    "A pesar de lo bien que aquí se siente uno acogido, yo siempre echo de menos a ese Bur­deos. Primero por la fraternal amistad de Vd. y el trato de los profesores amigos, que no dis­fruto con los de aquí, pues ni son conocidos antiguos, ni hablo nada de inglés; en segundo lugar por la cercanía de España, y tercero porque Francia para un español es siempre el país preferido".

Y, de acuerdo con esa valoración, tomó la firme decisión de dejar la Columbia University y, tan pronto como terminara el curso de Primavera, trasladarse a París y continuar allí la redacción de su Manual de Historia de la Lengua Española. Le parecía, por otra parte, que la ida a Europa po­dría facilitar el cumplimiento del soñado deseo de reencontrarse con su familia y de regresar, si llegaba la ocasión, a su país240.

      Desde éste, los miembros de la familia más integrados en el proyecto "nacionalista" le ani­maban a una rápida incorporación a la nueva España. En efecto, tras la reconquista por las tro­pas de Franco (22-II-38) de Teruel, acción en la que participó desde su camión-radio, Gonzalo Menéndez Pidal escribía a su padre el 14 de Marzo de 1938, durante un permiso en Burgos, in­volucrando la herencia del pasado nacional, que la voz de los cantores del Romancero supues­tamente representaba, con los proyectos falangistas:

    "Asín me escribe cartas muy cariñosas, aquí están esperando tu llegada para que ocupes tu cargo en la Academia241. / Todas las tardes, desde este cuarto, se oye cantar al corro a los ni­ños y oigo muchas veces Las tres cautivas y Don Bueso y otros muchos romances y romanci­llos. En plena batalla de Teruel, en medio de un cañoneo monstruoso, te recogí un fragmen­to de La misa de amor recitado por un herrero de una aldea gallega242. Verás la de cosas que tienes que publicar a tu llegada, porque aquí estamos fraguando una conspiración con los de Falange para hacerte publicar la Historia de España y otras muchas cosas de interés nacional".

      Pero, los residentes en Segovia, trataban de ponerle en guardia respecto a peligros que veían muy posibles. Aparte de contarle las acusaciones que contra él vertía el hijo de Ramiro de Maeztu243, le advertían directamente contra los consejos de Gonzalo:

    "Kim [= Gonzalo Menéndez Pidal] estuvo un par de días en Burgos con su señora (...). De­cían habían escrito a su padre [= Ramón Menéndez Pidal] que viniese con ellos, pero no quie­ren pararse a aquilatar los pros y los contras. Tienen que asegurarle antes una vida tranquila y comprometerse a no proporcionarle ningún disgusto, por leve que sea, pues tiene ya una edad que no es para exponerse a los vaivenes de los jovencitos, como por ejemplo el sobrino de María [de Maeztu]" (Jimena Menéndez Pidal, 24-III-1938).

Aunque retirados en un rincón de la España Nacional, los "segovianos" percibían correctamen­te el ambiente cargado de rencores hacia la Junta para Ampliación de Estudios y el Centro de Estudios Históricos dominante entre los que con "espíritu tradicional y católico" construían "la nueva España, que es la España eterna; el Estado totalitario e imperial"244.

      Durante estos primeros meses de 1938 los ficheros de la Historia de la Lengua y los cajones con carpetas del Romancero permanecieron en Valencia. Pero, tras el adverso resultado del es­fuerzo que para el Gobierno de Valencia supuso la precaria conquista de Teruel, el Levante dejó de ser una zona segura en poder de la República. A continuidad de la batalla de Teruel, comen­zó la irrupción del ejército de Franco hacia el Mediterráneo. Ante el avance desde tierras turolenses del ejército enemigo, el Gobierno de la República comenzó el traslado a Barcelona del te­soro artístico cultural concentrado en Valencia. En Marzo o comienzos de Abril, antes de que el 14 de este mes se produjera la conquista de Vinaroz, que aisló a Madrid y Valencia de Barcelo­na, una persona tan representativa del institucionismo como era José ("Pepe") Giner llevó, por orden de Wenceslao Roces, los materiales de Menéndez Pidal a Barcelona245.

      Ya en el verano de 1938 Menéndez Pidal, que se hallaba instalado en París246, enterado de que sus materiales habían sido llevados, con el tesoro, desde Valencia a Barcelona, y de allí al castillo de Peralada, temiendo que, en su penuria, el Gobierno republicano negociara con ese te­soro, se había puesto al habla con el pintor José María Sert247. A fines de Enero de 1939, cuan­do ya las tropas de Franco habían entrado en Barcelona, Gregorio Marañón telefoneó a Ramón Menéndez Pidal "que Sert negociaba sacar el tesoro de Peralada" y le tranquilizó, asegurándole sobre sus materiales "que irían a Ginebra y que Sert obraba con la aprobación de Burgos"; le leyó además "un largo telegrama de Sert anunciando el trato de extraer de Cataluña el tesoro".

      Según anotaciones de Menéndez Pidal:

    "El (9 tachado) febrero 10 Viernes, me estuvo a ver Sert, 1a vez que hablaba yo con él de sus negociaciones. Me dijo que los custodios eran los directores de varios Museos y que se en­tregarían al Secretario de la Sociedad de Naciones, como particular, no como Secretario (cosa difícil de comprender)".

    "Domingo 12 de febrero. Por teléfono, me dice Sert que va a Burgos llamado por Jordana248. Que, sin él enterarse o sin poder evitarlo, las cajas habían salido ya en tren para Gine­bra; que el representante de Franco allá, Barcia249, podía hacer embargo de ellas. Me pareció que eso sería una solución para esperar y dar lugar a que en Burgos decidieran. Le dije que me parecía lo único que se podía hacer. Telegrafiará a Barcenas para que impidiera entrega a Sociedad Naciones y depositase el tesoro en el museo municipal (el Municipio siempre fue franquista, me dice Sert) y esperar órdenes de Burgos.
    Por la tarde del domingo 12, viene Marañón a 29 rue Cassette250 y me explica cómo, sin saber quién lo pagó y dispuso, salió en el tren el tesoro para Ginebra y telegrafiaron por la mañana a Barcena para el embargo.
    Cómo anda el tesoro! a las 700 cajas entregadas primero, un oficioso, por hacer favor a Franco, añadió 70 y tantas de que no se sabía.
    Con las cajas de la Biblioteca] Nac[ional] debe estar lo mío."

      Nada acerca de estas gestiones comunicó Ramón Menéndez Pidal a su familia251. Debido a ello, tras producirse la conquista de Barcelona, iniciaron también, por su parte, gestiones para conseguir localizar los materiales. A primeros de Marzo, Miguel Catalán, aprovechando un via­je a Santander, decidió acercarse a Vitoria a visitar a Javier Lasso de la Vega, llevando "una nota del historial del Romancero y demás papeles"252. Desde Vitoria, el propio Miguel informaba a su suegro el 6 de Marzo de 1939:

    "Me vine a Vitoria a dar las gracias (...) en especial a Javier (...). A la vez traía el darles una nota del Romancero para ver si, a la entrada en Valencia, pudieran encontrarlo, y para el Zar­zal. Javier y Campillo253 me prometieron ocuparse con verdadero interés. Pero resultó que vi a Muguruza254 y me dijo que habían encontrado en el Castillo de Perelada, en Bar[celo]na, unos cajones cerrados que deben contener lo robado y que los tiene su hermano José-María (Comisario de la Zona de Levante del Servicio de Defensa y Recuperación del Patrimonio Nacional - Universidad de Barcelona). He hablado con el que los ha encontrado, Sr. Chamorro, y dice que están cerrados y por eso no se sabe, pero que con ellos estaban las Meninas, que a última hora las llevaron a Ginebra",

y le aconsejaba que hiciera gestiones personales, aunque él, por su parte, pensaba proseguir el asunto a través del "Comisario de Levante".

      Al día siguiente ("7 de marzo de 1939, III Año Triunfal") Miguel Catalán escribió al "Co­misario de la Zona de Levante del Servicio de Defensa y Recuperación del Patrimonio Nacional" don José María Muguruza, a Barcelona, en los siguientes términos:

    "Mi distinguido amigo: Su hermano Pedro y el Alférez Chamorro me informan que una caja que contiene trabajos de Don Ramón Menéndez Pidal ha sido hallada en el Castillo de Perelada.

    Indudablemente se trata de la Obra del Romancero y de la Historia de la Lengua pues al salir Don Ramón de Madrid en Diciembre de 1936, por temor a lo que pudiera ocurrir a su casa, fueron éstas depositadas en los sótanos de la Embajada de Méjico. Parece ser que más tarde se apoderaron de ellas los rojos que las trasladaron a Valencia y según pudimos saber se guardaban con las Meninas. Puesto que éstas estuvieron en Perelada, probablemente esas ca­jas contienen las obras robadas.

    Ya sé que no es necesario encarecerle que tenga con ellas el mayor cuidado, sólo quería en­viarle nuestras señas por si tuviera Vd. necesidad de cualquier dato referente a dichas obras. Las señas de mi madre política Doña María Goyri de Menéndez Pidal (esposa de Don Ra­món) son, lo mismo que las mías, Arco n° 12 o también Instituto Nacional de Segovia.

    El Romancero estaba en carpetas folio metidas en cajones de madera clara y otros en cajo­nes de acero gris. El contenido eran versiones de romances manuscritos, impresas o fotocopias.

    La Historia de la Lengua estaba en fichas metidas en cajones de madera oscura. Con este motivo se ofrece de Vd. s.s.:e.s.m.".

y, asimismo, al Rector de la Universidad de Barcelona, don Emilio Jimeno:

    "Mi querido amigo y compañero: Me dan noticia aquí de que las grandes Obras de mi sue­gro, el Romancero y la Historia de la Lengua, robadas por los rojos del sótano de la Embaja­da de Méjico, donde los había depositado al huir de Madrid, parece que han aparecido en Barcelona en el Castillo de Perelada, pues han encontrado unas cajas con membretes que dice: Trabajos de Don Ramón Menéndez Pidal.

    Yo escribo al Comisario de la Zona de Levante del Servicio de Defensa y Recuperación de Patrimonio Nacional, Universidad de Barcelona (Sr. Don José Ma Muguruza) para enviarle mis señas, Arco n° 12 Segovia o en el Instituto, y las de mi madre política Doña María Goyri de Menéndez Pidal, que vive con nosotros.

    Te agradecería en el alma que te interesaras en el asunto pues se trata de una obra de valor Na­cional. Desearía, si se pudiera, comprobar que los trabajos buscados son precisamente los que en­cierran esas cajas, pues así cesaríamos en las pesquisas que llevamos haciendo para encontrarlos.

    Salúdate con el cariño de siempre y deseándote que en ese difícil cargo tengas muchos aciertos, te abraza tu amigo."

      La noticia del hallazgo de las cajas en Peralada no sorprendió a Menéndez Pidal tanto como sus familiares pensaban:

    "Respecto a los papeles míos del Romancero, según la carta de Miguel, parece que están en el castillo de Peralada y que no se los llevaron a Ginebra. Sabía yo que estaban con las Me­ninas, y encargué a Sert que mirase entre los cajones de Ginebra. Más vale no los hayan lle­vado allá. Escribo a Lasso de la Vega y a Muguruza para informarles de las condiciones en que creo yo que deben estar las cajas.- Recobraré, al parecer lo que me quitaron ¿pero todo? y cómo estará? desordenado todo y hecho un desbarajuste que necesitaré un año para volverlo a ordenar. Pero del mal, el menos" (10-III-1939).

Al siguiente día (el 11 de Marzo), Menéndez Pidal escribió, efectivamente, a través de Lasso de la Vega, al Comisario General del Servicio de Defensa de Patrimonio Artístico Nacional, Pe­dro Muguruza, a Vitoria255. No obstante, su reacción ante el previsible fin inmediato de la Gue­rra Civil y la perspectiva de recobrar sus "treinta ó cuarenta años de trabajo" que daba por per­didos fue, más bien, de enorme cansancio vital. El hallazgo de sus papeles venía súbitamente a vaciar de todo sentido su apasionado esfuerzo en Nueva York y París por reconstruir el trabajo del que se creía injustamente desposeído. Tras llevar casi tres años reandando un camino ya re­corrido sentía la pereza de tener que volverlo a andar por tercera vez:

    "Queridos segovianos, que ibais a ser santanderinos256 y seréis madrileños: pronto lo se­réis y lo seremos257. Con esta idea se ha introducido desorden en mi vida de trabajo. Quiero. acabar cosas sueltas y tengo interrumpida la historia de la lengua. Además pienso que, si recobro mis trabajos, como parece muy probable, mejor espero a tenerlos a mi disposi­ción",

escribía el 14 de Marzo; y el 18 comentaba:

    "Mucho me alegro de las buenas noticias de San Rafael. A ver si las del Zarzal son seme­jantes. Pesos atómicos [= ?] me habló de ruinas, pero debe ser noticia falsa (...). Está uno tan insensibilizado para las cosas personales que, si fuese verdad la ruina, no me importaba. Lo mismo pensaba de mis papeles. Por fortuna parece que existen y que se recobrarán. En qué estado se encontrarán! (...). Nada me habló Gonza[lo] de sus proyectos con Jacinto [Alcánta­ra] 258 respecto al P. Dekim [= Ramón Menéndez Pidal]259. Sin duda ninguna debe aplazar su viaje hasta Madrid".

      Quizá esta sensación de profundo cansancio vital al ver acercarse el deseado fin de la Guerra Civil que por estos días dejan ver las cartas familiares de Ramón Menéndez Pidal pueda enten­derse mejor acudiendo a la correspondencia cruzada con Amado Alonso en la Argentina. Don Amado le escribía a París el 8 de Marzo de 1939:

    "La guerra se acaba, quizá ya esté acabada cuando usted reciba esta carta. ¿Qué será de Na­varro Tomás? Si no consigue salir, lo llevarán a un campo de concentración o lo fusilarán. Dá­maso podrá quedar tranquilo. No sé de Iglesias, Lapesa y demás jóvenes. Pero Américo, Mon­tesinos, Onís, Salinas y yo no podremos nunca más ni volver a España ni escribir para España (¿Qué será de Gili Gaya?) ¡Qué cataclismo! La RFE, como todo lo de la Junta, que cuenta con el odio explícito de los vencedores (¡Pedro Sainz Rodríguez!) no podrá seguir publicándose. Primero porque la prohibirán, y segundo porque, si no la prohiben, nos prohibirán a los que la podríamos seguir haciendo. Pienso, Don Ramón, en que bien podría, objetivamente ha­blando, salvarse la RFE publicándola fuera: Buenos Aires-Nueva York. Desde luego nada de dar a su publicación ninguna significación antisituacional. Sólo seguir nuestra labor científi­ca (...). Espero en mi alma que no sea (o fuere) ningún peligro para usted seguir siendo su di­rector. Digo, suponiendo que pronto volverá usted a su casa de Chamartín";

y el 18 de ese mismo mes de Marzo, desde París, Ramón Menéndez Pidal pretendía hallar ra­zones para sobremontar el probable incierto futuro:

    "Su carta del 8 me apena por mostrar más vehemencia en mirar las cosas de la que con­viene para la objetividad con la que V. se propone tratarlas.

    Bien comprende V. la enorme amargura que es para mí ver al fin de mis días deshecho el hogar que formamos con tanta dificultad, es el recuerdo mortificador que martillea en todos los momentos de añoranza, y mi único pensamiento obsesionante es la pacificación espiritual, empezando por la neutralidad de la cultura que siempre defendimos en la Junta y puede ser el primer paso para que los españoles dejemos en segundo término la división de derechas e izquierdas por la que tan desastrosa como infecundamente reñimos hace siglos, y nos unamos en atacar uno tras otro los grandes problemas concretos que el país necesita ir resolviendo penosamente. Vd. me recuerda el odio explícito contra la Junta. Piense V. que los vientos que forman toda borrasca giran con regularidad en redondo y cambian completamente. Cambia­rán estos. (...). Yo agradecería infinito a Vd., y a los demás amigos, si quieren no amargarme más de lo que estoy (como espero de su bondad que querrán), que no hagan nada que difi­culte la pacificación ¿Qué se pierde con no estorbarla? ¿Y qué se gana con satisfacer la cólera o la indignación del momento? Ayude V. siempre a mi esperanza en vez de quebrantarla y crea que algo se conseguirá".

Entretanto, en Segovia, seguían en conmoción, como resultado de sus propias gestiones

    "Hace 4 días —escribía a su padre Jimena el 18 de Marzo— se recibió un telegrama ofi­cial del comisario de Levante de recuperación diciéndole a Miguel que puede ir a identificar el cajón que hay a tu nombre. Lo que hacía falta era ver si lo podía traer. Como no tenemos idea del tamaño no se sabe calcular si estarán todos los trabajos o será una parte. Miguel ha pedido pasaporte para Barcelona, por si conviene ir a recuperarlos ¿Has escrito tú al herma­no de Muguruza?",

y María Goyri se extrañaba (19-III-1939) de la indiferencia que manifestaba su marido:

    "Recibida tu carta del 10. Parece que no te ha emocionado mucho el hallazgo de los pa­peles. Miguel todavía no ha podido todavía ir a Barcelona (...). Comprendo que estés ya muy cansado, y lo mejor es que vuelvas a casita, a descansar, y quizá tomarte un descanso absolu­to antes de recobrar tu despacho".

      Las noticias que de sus materiales de trabajo llegaban a Menéndez Pidal por otros conductos eran diferentes. El 24 de Marzo comentaba:

    "Al entrar en el Hotel me encuentro la tarjeta de Jimena del Sábado 18 que me trae la con­firmación de la carta de Miguel, por el telegrama oficial que recibió Miguel para identificar el cajón que hay a mi nombre. Esto me trae una pequeña confusión pues esta mañana mis­mo me telefoneó Marañón para leerme otro telegrama de Sert (que está haciendo el inventa­rio de lo de Ginebra) en donde le decía que había 700 cuadros y las cajas de mis papeles. La explicación debe ser que una caja se quedó en el castillo de Peralada y otra se la llevaron a Gi­nebra".

Sin datos para poder saber "lo que estará en Peralada y lo que estará en Ginebra", don Ramón hacía memoria de lo dejado en la Embajada de Méjico en 1936:

    "El total eran los 5 ó 6 ficheros grandes del Romancero, de acero (la abuela se acordará cuántos eran los que llevamos a la embajada) con carpetas de cartulina verde, grandes, en 4°, llenas con las versiones de los romances, apuntes sobre cada romance y fotocopias negras con letras blancas. Luego los ficheros grandes de madera, no recuerdo cuántos eran, con carpetas verdes como los anteriores. Después los 6 cajones divididos a lo largo, de nogal, del mueble que tenía en medio del despachito, es decir, 6 cajones dobles, con 12 compartimentos por lo tanto, de papeletas chicas, octavillas. Después 18 (o más?) cajones de roble con papeletas oc­tavillas también. Además varios atados de cuartillas rayadas agrupadas en carpetas de papel pajizo, que contienen Historia de la epopeya española, escrita ya para la imprenta. Esto es de lo que me acuerdo. Habrá algo más"260.

      El día 25, Miguel se puso en camino, vía Pamplona y Zaragoza, hacia Cataluña, según le co­municaba Jimena Menéndez Pidal a su padre unos días después (31-III-1939):

    "Miguel se fue el Domingo a Barcelona, con tan mala oportunidad que dudo haya podido hacer nada, pues todo el mundo anda corriendo de un lado para otro como si se hubiera vuelto loco. Todo el mundo quiere meterse en Madrid el primero".

Desde París, su padre comentaba el 28 de Marzo:

   "Por las noticias de esta mañana veo que (...) «Madrid a capitulé». Podéis suponer la an­siedad con que espero las noticias de la noche",

y el 29 insistía en su desgana a enfrentarse con el futuro:

    "Está uno tan indiferente además a todo lo personal que esta duda de si la casa [en el oli­var de Zarzal 23] está arruinada o no, no me conmueve".

      La contestación a Menéndez Pidal de Pedro Muguruza, escrita el 23 de Marzo y llegada en esa ocasión, nada nuevo añadía sobre el caso, sino que el Gobierno se encargaría de la custodia y eventual entrega de "lo recuperado" 261

      Llegado al término de su viaje, Miguel Catalán, el Viernes 31 de Marzo "a la hora de comer", desde Barcelona, escribía a su mujer, suegra e hijo, en Segovia:

    "Queridos Todos: Desde la carta que eché en Lérida no había vuelto a escribir pensando siempre en volver más deprisa que la carta, pero como no es así, me decido a enviar ésta. Se­guiré mi relato en el sitio interrumpido: a las 6 de la mañana estaba yo dispuesto a montar en algún autobús; pero, inútil; intenté parar algún coche o camioneta y, también, inútil. En­tonces, helado de frío, monté en un tren, logrando entrar por la ventanilla. Yo creí que había hecho una heroicidad al entrar así, pero cuál no sería mi asombro cuando vi que en todo el trayecto hasta las señoras usaban las ventanillas en lugar de puertas. Salimos a las de la mañana y llegamos a las 7 noche. Creo que ya está bien. No pude comer más que 1 bocadi­llo que llevaba, ni moverme del pedacito de pasillo central que pisaba.

    Nada más llegar, me dirigí al Servicio de Recuperación de Arte, Paseo de Gracia 41, y ya Juanito262 había vuelto a Zaragoza; pero, en cambio, José Ma Muguruza me recibió muy ca­riñoso (acababa de llegar de San Sebastián y su hermano Pedro le había dicho que había te­nido carta del abuelo). Me dijo que al día siguiente por la tarde un agente del servicio me acompañaría a la apertura de la caja, cuyas dimensiones eran 57 X 77 X 112. Me busqué sitio donde cenar y dormir en el Hotel Imperial, calle de S. Pablo.

    El Jueves por la mañana fui a la Universidad (los comercios cerrados por la toma de Ma­drid, no pude aprovechar para nada) y Jimeno me recibió cariñoso; la carta para él fue la que llegó y en cambio la de Muguruza tardó mucho más. Él pues fue quien inició las gestiones. Allí vi una porción de compañeros de carrera y amigos de Universidad y de Instituto y me enteré de dónde dan clase. Entre ellos uno algo pariente de Jaime, pues es cuñado de Martín Gamero, que me contó muchas cosas y de muchas gentes; todos sabían perfectamente de no­sotros.
 
   Por la tarde fuimos al Palacio Nacional en un coche y se procedió a abrir la caja. No os po­déis figurara la emoción que yo sentía en aquel momento. ¿Qué trabajos serían los que con­tendría? (El alférez que me acompañaba era un pintor al cual le han desvalijado todo). El con­tenido era principalmente los cajones metálicos (5), con los romances Heroicos, Fronterizos, Carolingios, Teatro, Ensalada, etc, etc. Una contiene original de la epopeya y otros origina­les; fichas rayadas con frases moriscas, fichas de Lope y otros papeles de Lope de letra de la abuela y muchas cosas más (Liñán de Riaza Real...)
 
   También había 1 caja madera estrecha con romances de Cautivos 1 caja doble n° 4 del fi­chero de la Historia de la lengua, Oraciones subordinadas-Coordinación. 1 paquete cuader­nos del dialecto leonés excursión de Lorenzo Rodríguez 1932. 1 caja de madera conteniendo aromática (sic) y 7 cajas de cartón rojo con carpetas verdes con fechas empezando en 1109 y terminando en 1282. Así pues esto debe ser la mitad escasa de lo que buscamos.

    Esta mañana he vuelto a la oficina y Muguruza ha marchado a Valencia. Su encargado Apa­ricio, que me ha dado toda clase de facilidades (es de Zaragoza y me conoce mucho de anti­guo), me ha dicho que en Perelada hay muchos cajones que no han traído por falta de ca­miones, que debo ir allí pues deben estar, y me ha dado un oficio para que me permitan registrarlo todo. Caso de no estar allí, el Alcalde de aquí me informará de la pista de lo que se llevaron a Ginebra, pues algunos camiones los han detenido las autoridades francesas por el camino y él sabe el detalle de en dónde están.

    Así que ahora voy a intentar llegar a Perelada, que está al lado de Figueras. No sé aún por qué medio. Mateo Martorell, que está conmigo, me ayudará a todo.

    Entre los que están, pero que no he visto, es Gili, dando clase en un Instituto"263.

Al llegar esta carta a Segovia, Jimena Menéndez Pidal escribió en el verso de la última hoja:

    "Acabamos de recibir esta carta que te mandamos para que sepas lo que hay que buscar en Ginebra como complemento de lo encontrado.

    Le acabo de poner un telegrama a Muguruza, al Servicio de Recuperación Paseo de Gracia 41, diciéndole: «existen más cajas papeles Menéndez-Pidal en Ginebra».

    Nos llega aviso de Gonzalo, desde Madrid, diciendo que Zarzal está intacto. De modo que la biblioteca también está salvada.

    No vengas antes de recuperar lo de Ginebra, no suceda como antes. Abrazos",

y la remitió a París. Su padre la recibió el 5 de Abril.

      Ya de vuelta por Zaragoza, el 7 de Abril de 1939, "Año de la Victoria", Miguel Catalán es­cribió directamente a su suegro, que seguía en París, una carta, que él recibió el día 12:

    "Querido abuelo. Ya voy de regreso para casa, después de muchas gestiones tras de las cosas robadas. He podido encontrar un cajón que se había depositado (bajo la custodia del Servicio de Recuperación Artística que dirige D. Pedro Muguruza) en el Palacio Nacional en Barcelona. Este cajón contiene todo lo que tenía el archivo metálico de romances y originales de trabajos; ade­más, un cajón doble n° 4 con fichas de la Historia de la Lengua y, luego, un cajón de madera con romances de cautivos, otro de cartón rojo con carpetas verdes desde 1109 a 1282; un pa­quete del dialecto leonés por Lorenzo Rodríguez excursión de 1932 y, por último, una caja de madera con aromática (sic). Esto es todo. Para buscar lo que faltaba fui a Gerona, Figueras y, an­dando, al Castillo de Perelada y allí no hay nada. Es posible que se encuentre aún en los sótanos del Castillo de Figueras, pues falta mucho por registrar o quizás en algunos otros depósitos.

    En Barcelona me entrevisté con el secretario particular del alcalde, que me explicó que éste (Sr. Mateu, dueño del Castillo de Perelada) se hallaba en Ginebra intentando recuperar tam­bién todas sus cosas que le han robado. Me informó que los camiones de cosas, al entrar Fran­cia descargaron cerca de Le Perthus en Leboulu (Francia) y que allí debe haber cosas incautadas por Francia. Luego algunas de ellas siguieron a Ginebra. Debes intentar informarte de ello allí.

    Las señas del servicio de recuperación de arte son Paseo de Gracia 41, Barcelona, y el Co­misario es D. José Ma Muguruza.

    He sabido por éste que Pedro recibió tu carta. Todos están amabilísimos y con verdaderos deseos de ayudar a buscar las cosas.

    Aquí toda la familia bien. Yo intento regresar a Segovia, veré que combinación puedo ha­cer, pues con la toma de Madrid el servicio de viajeros se ha complicado por la mucha gente que se traslada de una parte para otra.

    De Jimena no tengo noticias de hace más de una semana, pues como no he hecho más que ir de un lado para otro no habrá sabido dónde escribirme.

    Bueno, a ver si pronto nos reunimos. Un abrazo de Miguel".

Sobre esta carta, Ramón Menéndez Pidal anotó una "Noticia" transmitida por T. Pérez Rubís a Santullano:

    "En Ginebra hay 5 cajas que en el inventario de entrega llevan indicación de ser «Docu­mentación del Centro de Estudios Históricos relativa a D. Ramón Menéndez Pidal», núms. D-142, D-143, D-144, D-145 y D-146. Además D-141 con el «Archivo de la Palabra»".

Noticia que comunicó a sus familiares de Segovia el 14 de Abril.
      El 15 les anunciaba

    "Haré gestiones para la devolución de las 5 cajas que hay en Ginebra con mi nombre; ma­ñana voy a almorzar a Saint-Cloud, donde va también el Embajador [José Félix de Lequerica] y espero me dirá algo, pues ya es tiempo de que haya recibido contestación de Suiza y de Burgos"264.

Pero el 21 nada había logrado:

    "Estoy aburrido, como podéis suponer, esperando noticias de Ginebra. En la embajada en­cargaron a Sert el envío de mis cinco cajas y me dicen que vendrán enseguida, pero yo creo que no será así. Les di el número de las cajas en el catálogo de entrega, para facilitar todo, pero creo que no es bueno el procedimiento seguido".

      Una papeleta de Menéndez Pidal nos informa sobre la marcha del asunto unos días después:

    "Mamblas me telefonea, Sábado 29 abr[il] de vuelta de Ginebra, que en la 1a semana de Abril [sic, habrá que leer Mayo] saldrán, lo que no son 120 cuadros q[ue] se expondrán en Gi­nebra265, todas las demás cajas para Irún. Irá con ellas Bejarano, que me vendrá a ver el mar­tes 2 de Abril [léase, Mayo].- Serán entregadas a Muguruza.
    Cree que debo recogerlas en Irún.
    Vio a Sotomayor en Ginebra q[ue] es el encargado".

      Sin embargo, el nuevo Embajador de España en París, Lequerica, hizo saber a Menéndez Pi­dal lo siguiente:

    "Con relación a nuestra conversación sobre el particular, tengo el gusto de manifestarle, que según me comunica el Señor Ministro de España en Berna, hubiera tenido gran agrado en complacer á Vd. en su deseo de retirar algunos objetos de su propiedad, de entre los que se encuentran actualmente en Ginebra, pero según me manifiesta dicho Señor, ello es com­pletamente imposible, primero por las instrucciones terminantes que le han sido dadas por nuestro Gobierno de restituir á España la totalidad de los objetos que se hallan en Ginebra, y segundo porque en la actualidad está ya todo preparado para el viaje en condiciones que harían muy difícil poder encontrar las cajas".

    "(...)266 Siento que mi gestión no haya tenido más éxito y deseando pueda en breve retirar en España estos objetos de su propiedad".

De acuerdo con esta decisión gubernativa,

    "Miércoles 3 mayo me ve Vejarano: que el sábado 6 salen de Ginebra las cajas para Ma­drid. Van él y Muguruza con ellas a España. Estaba acostándome a las 9 ½ y al anunciarme la visita a escape me revisto y bajo a verlo; ya hay noticia segura.

     Escribo a Muguruza a Ginebra que entregue las cajas a Luis267, a Gonzalo o a Miguel".

Noticias que comunicaba a Segovia el 4 de Mayo, añadiendo:

    "Como nada sé de Gonzalo, más quisiera se ocupara de ellas Miguel, ya que tan bueno fue en su aventura barcelonesa. Que telefonee a Muguruza para que, cuando el gobierno le auto­rice la devolución, pueda recogerlas llevándolas a Chamartín".

Por su parte, el 3 de Junio de 1939, "Año de la Victoria", El Comisario General del Servicio de Defensa del Patrimonio Nacional, Pedro Muguruza, comunicaba a Miguel Catalán268:

    "Llegaron los cajones de Ginebra y se hallan en la Biblioteca Nacional, bajo el personal cui­dado del Sr. Artigas".

Por el momento no fueron devueltos. Sobre esta carta Menéndez Pidal anotaría después de su regreso a España:

    "Están en el Centro [de] E[studios] Históricos, julio 1939".

    Al fin, el 23 de Julio de 1939, "Año de la Victoria", Ramón Menéndez Pidal, a los 7 días de haber cruzado la frontera por Irún, acudió a prestar el siguiente juramento:

    "Juro por Dios y por mi honor que son de mi propiedad los papeles de estudio y trabajos científicos de que se incautó el Gobierno de Valencia en 1937, contenidos en cinco cajas re­cuperadas en Ginebra, más otra hallada en Peralada y trasladada después al Palacio Nacional de Barcelona. Las cinco cajas llevaban en el inventario de entrega del Tesoro artístico de Sui­za los números D-142 a D-146, según me informaron en abril pasado el vizconde de Mam­blas y el señor Bejarano. La caja de Barcelona mide 57-77-112 y fue reconocida en mi nom­bre, a fines de marzo del presente año, en el Palacio Nacional por don Miguel Catalán a invitación del comisario de Recuperación don José María Muguruza",

y firmaba el siguiente documento (fechado en Madrid, 31 de Julio de 1939. Año de la Victoria):

    "En el día de hoy se entregan a D. Ramón Menéndez Pidal cinco cajas (n° 2 a 6) que con­tienen ficheros y papeles de su propiedad".

Sobre él consta la orden:

    "Entregúese. Vicente Navarro Reverter (firma y rúbrica)".

El Archivo volvía en esa fecha a la Cuesta del Zarzal 23, en Chamartín de la Rosa.

      Andados algunos años después, el 26 de Febrero de 1947, Ramón Menéndez Pidal, retirado en su casa de la Cuesta del Zarzal, hubo de salir al paso de afirmaciones tendenciosas sobre la suerte de su casa y archivo en la España republicana publicadas en Hispania-USA por un ame­ricano filo-franquista que le visitó en la posguerra, Warren E Manning269. Su rectificación, que Híspanla incluyó en el siguiente número (XXX, p. 226 )270, hacía constar al editor de la revista amercana:

    "Una rectificación (...) quisiera hacer sobre una inexactitud importante, debida sin duda a lo bilingüe o trilingüe de nuestra conversación tan agradable. No pude decir que mi casa de Madrid había sido saqueada por bandidos ningunos, pues la encontré en perfecto estado de conservación a pesar de los tres años de guerra y abandono; no dejé en ella más que a los por­teros, y ni las ramas de los árboles habían sido cortadas, a pesar de los fríos inviernos. Mis pa­peles de trabajo no fueron sacados de mi casa, sino de un edificio extranjero donde yo los ha­bía depositado y aparecieron efectivamente en Ginebra, cuidadosamente embalados. Mucho agradeceré a usted se sirva hacer constar en la revista esta rectificación".

Diego Catalán: "El archivo del Romancero, patrimonio de la humanidad. Historia documentada de un siglo de historia" (2001)

NOTAS

180 Nada más recibir, el 9 de Setiembre, la carta del 22 de Agosto de Menéndez Pidal.

181 "Recibí su carta del 22 de Agosto, a la que no he contestado hasta hoy en espera de poderle dar datos concretos sobre sus ficheros de material científico".

182  "No había encargado la caja o cajas porque V. me decía en su carta anterior, la del 5 de julio, que el traslado sólo se hiciera en el caso de no poder seguir los ficheros en la Embajada de Méjico, y, como le in­diqué, aguardaba la respuesta del Embajador, que te­nía que recibir aclaraciones a un cable que estaba confuso. Todavía no me ha contestado".

183 Según Pérez Villanueva (1991), p. 368.

184 Gestión a la que en el oficio de la Secretaría de Relaciones se hace expresa referencia.

185  Cita entrecomillada, desde "Sírvase" hasta "ce­rradas".

186 Conozco este oficio por la copia que el Emba­jador A. Gravioto remitió a Chacón y Calvo del Oficio de la Secretaría (núm. 311853).

187 En la suya, Chacón le comentaba: "Ahora sus papeles seguirán los rumbos del gobierno de Valen­cia. Están bajo la custodia de Navarro que hará segu­ramente que puedan llegar a sus manos con todas las posibles garantías". Chacón le comentaba: "Nos han devuelto de Segovia los paquetes impresos que man­damos a la dirección del Sr. Catalán: mala táctica esta de prohibir la circulación de toda clase de publicaciones en la zona nacionalista. En cambio, nuestras relaciones con Valencia son absolutamente normales" y le ponderaba la labor de Navarro y la Sección de Estudios Clásicos del Centro.

188  Carta publicada por Pérez Villanueva (1991), pp. 368-369.

189 José E Montesinos había abandonado Valencia e ido a los Estados Unidos con el cargo de Agregado Cultural de la Embajada del gobierno de la Repúbli­ca Española. La "Chronique" del Bulletin Hispanique, XL (1938),p. 122, daba la noticia, transmitida por carta de H. Serís de 31 de Enero de 1938.

190 Ignacio Bolívar, Presidente de la Junta para Am­pliación de Estudios desde la muerte de Cajal.

191  Debido a un error (según les aclaraba a sus fa­miliares el 5-X-37), pues él la franqueó para que fue­ra en un vapor.

192  "Volvió satisfecho de allí, pues encontró am­biente acogedor, organización facilitona; no como en el viaje anterior", Jimena Menéndez Pidal, 30-IX-1937.  En esa misma carta Miguel Catalán daba cuenta a su suegro de todas las gestiones que hasta entonces llevaba hechas.

193 Véase en la n. 198 el final del Telegrama Postal secreto que cito a continuación, en ese final el Coro­nel Jefe del Estado Mayor de Segovia resume los da­tos aportados por el S.I.M.

194 Según hacía constar el "Informe" que el policía de Segovia núm. 1285 (César Zubiaur Pons) envió el 7 de Setiembre de 1937 (que dice reproducir otro del 13 de Julio de 1937) al Servicio de Información Mi­litar de la Junta Militar o de Defensa Nacional de Burgos: "Gonzalo Menéndez Pidal al ser evacuado en Madrid, con el fin de hacerlo juntamente con su ac­tual esposa, los casó Lister y dicen formalizaron posteriormente su unión en Francia. Se incorporó al Regimiento de Transmisiones, siendo destinado a un camión radio. Ha estado en el Frente de Vizcaya y hace poco pasó al de Palencia. No se sabe si continúa allí o ha bajado al de Madrid"; datos ampliados en otro informe remitido el 12 de Setiembre de 1937 del policía, también de Segovia, 1218 (el inspector Francisco Borreguero Gallego) con igual destino (y que dice reproducir otro del 17 de Julio de 1937): "en el mes de abril de 1937 llegó a esta capital la se­ñora de Menéndez Pidal con su hijo D. Gonzalo Menéndez Pidal, incorporándose éste inmediatamente a cumplir el Servicio Militar, siendo destinado al Regi­miento de Transmisiones y en la actualidad se en­cuentra en el Frente del Norte, por cuya causa no se ha podido observar sus actividades políticas". Finalmente, el Coronel Jefe del Estado Mayor de Segovia reunía ahora la siguiente información: "GONZALO MENÉNDEZ PIDAL GOYRI.- El día 18 se encontraba en Madrid haciendo oposiciones que quedaron suspen­didas. Entonces fue incorporado a la Biblioteca Na­cional en la Sección de catalogación de Bellas Artes, asimismo prestó servicio en los laboratorios de Ma­drid Film, evitando por este medio el tener que afi­liarse a ninguna organización política ni sindical. -En la segunda quincena de Octubre tuvo que refugiarse en la Embajada de Méjico, en donde permaneció hasta la segunda quincena de Diciembre que pudo conseguir pasaporte con sus padres con los que creyó poder salir de Alicante, donde sin embargo hubo de permanecer varios días hasta que por una unidad de la Escuadra inglesa fue trasladado a Marsella. / De Marsella pasó a Burdeos, donde empezó a gestionar su entrada para incorporarse al Ejército. Las gestio­nes las llevó a cabo satisfactoriamente el aviador Don Carmelo de las Morenas, cerca del Secretario Gene­ral del Estado, Don Nicolás Franco.- Por otra parte también las realizó el Comandante de Estado Mayor de la División de Burgos, Don Ángel León.- / Con los pases que este último le envió se trasladó de Bur­deos a Segovia.- El último día de estancia en Madrid contrajo matrimonio con Doña Elisa Bernis, la cual le ha acompañado en su viaje, celebrando su matri­monio canónico en Burdeos.- (siguen dos lineas y media de puntos suspensivos). / Además de su esposa le acompaña su madre Doña María Goyvi.- Es soldado del reemplazo de 1932 y está destinado en el Regimiento de Transmisiones, cuya Plana Mayor se encuentra en Segovia".

195 Puedo asegurar que este detalle es falso. Recuer­do cómo mis padres censuraban a algunos republica­nos amigos, refugiados en Segovia, por vestir "cami­sas" de las milicias participantes en el "Movimiento nacional". El ambiente circundante ni siquiera logró que mis padres y yo asistiéramos a misa o mi madre adquiriera un velo (habían dejado de ser católicos practicantes algunos años atrás).

196  A continuación se incluían datos adicionales acerca de esos planes de viaje: "Ha recibido tres giros de a cien dólares cada uno, remitidos de America y por mediación del Banco Hispano-Americano de Se­govia.- Estas sumas, es posible correspondan al im­porte de los pasajes a tal lugar. Coincidiendo con es­tas gestiones, se sabe que un Ministro de Relaciones Exteriores de aquel Continente las realiza con igual propósito y a ruego del Sr. Menéndez Pidal", así como respecto a Elisa Bernis: "La señora de Don Gonzalo Menéndez Pidal, Doña Elisa Bernis ha marchado en 20 del último a Fuenterrabía, para unirse a su madre y hermana que han llegado ayer, evacuadas de Madrid.- Piensan fijar su residencia en Salamanca".

197 A continuación se argumenta con un ejemplo lo importante que era militarmente la información que Catalán reunía: "En la noche del 29 de Septiembre úl­timo se penetró clandestinamente en la susodicha Ofi­cina y estudiado con detenimiento la documentación diversa y múltiple que tiene se vieron oficios de Jefes de Cuerpo, otros de Jefes de Centros y dependencias, noticias de diferentes Hospitales, escritos de Unidades diversas y, en suma, toda una Oficina de Información, con detalle del Movimiento diario de tropa, y no se precisa puntualizar los efectivos, por que es de conocimiento vulgar el saber casi con exactitud el número de hombres que el Reglamento preceptúa para cada Uni­dad Orgánica y armamentos que tienen asignados. A este respecto se cita el contenido de uno de tantos es­critos informativos:   (Se dice literalmente) «Al efecto hemos de manifestarle que los Regimientos y Milicias que radican en esta Plaza son: Batallón Montaña n° 8, América 23, Grupo Mixto de Zapadores-Minadores, Requetés y Falange.- De la misma forma rogamos a Vd. se sirva indicarnos los de esa Región.» (Esta carta está fechada en 19 de Abril en Pamplona)".

198  Seguidamente se incorpora la ficha política de la familia con las precisiones derivadas de la denun­cia de Suñer:
    "RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL.-SEÑORA DE MENÉNDEZ PIDAL.-
    GIMENA MENÉNDEZ PIDAL.-Del primero hasta ahora, nos limitamos a ratificar, cuanto de él se dice en la nota informativa del S.I.M. n° 1.1325 fecha 20 de Septiembre, esto es, que está al servicio del Gobierno rojo de Valencia como pro­pagandista en Cuba, carácter débil, de gran cultura, Presidente de la Academia de la Lengua. En cuanto a la señora e hija, cultas, enérgicas, persuasivas y están consideradas como muy peligrosas para el Movi­miento Nacional".

199  Para más detalles remito a D. Catalán, La His­toria y la Memoria (obra citada en la n. 177). Allí ex­plico cómo Miguel Catalán sobrevivió tras aquella acusación.

200 El segundo Telegrama Postal, dirigido al Gene­ralísimo, S.I.M. de Burgos y Ejército del Centro, es­timaba "No es aún llegado el momento de proceder a adoptar ninguna medida por no tenerse pruebas su­ficientes de su culpabilidad" y se dejaba en suspenso esa "medida" hasta realizar "nuevas gestiones y averi­guaciones".

201 Jimena escribía esos días a su padre: "Seguimos sin poderte dar ninguna nueva acerca del proyecta­do viaje. Quedaron en avisar a Miguel cuando San­gró[niz] llegase a Salamanca y nadie le avisa y el tiempo pasa y no se resuelve nada" (6-X-1937); "Miguel se ha vuelto a ir hoy a Salamanca sin saber si Sangro[niz] está allí, pero a ver si esperando allí le coge a tiempo o si se informa del asunto aunque él no esté" (13-X-1937).

202 El día anterior (18-X-1937), continuando la carta familiar, le explicaba: "Mañana vuelve a irse Miguel con los retratos para los pasaportes. Veremos si los trámites no le llevan mucho tiempo. Yo estoy ya deseando de verme al fin del viaje, por más que todo se arregla gracias a Dios mejor que nunca pudiera esperar".

203  No sabemos con qué objeto anotó Menéndez Pidal estos conceptos. Su conexión con el momento al cual lo referimos se subraya por haber tachado dos comienzos del escrito anteriores al que quedó: "pare­ce que el Sr. Roces no sabe lo que es", "Sabrá Roces lo que es trabajo". Sospecho que pensó escribir en es­tos términos a Navarro Tomás.

204 Desde "busca" a "conveniencia", interlineado.

205 Antes escribió y tachó "No creo".

206  A continuación escribió y tachó "los poderes públicos".

207 Substituye a "el", tachado.

208 primero había escrito: "Yo por mi parte lo ejer­cía por afecto" y lo tachó.

209 Según borrador que Menéndez Pidal adjuntó a la carta de Ríos.

210 Carta publicada por Pérez Villanueva (1991), p. 369.

211  "Parece que Miguel tiene todo allanado para él, pero ahora es la familia del abuelo de Arnaldo [=Ramón Menéndez Pidal] la que tiene que aclarar unas cosas, claro que como Sangro[niz] lo ha cogido por su cuenta todo se resolverá", Jimena Menéndez Pidal, 27-X-1937.

212 "Todavía estamos en las mismas. Sang[róniz] ha dicho que tomaba el asunto por su cuenta (...). Miguel bien se ha movido durante mes y medio sin lograr ver a Sang[róniz]" (María Goyri); "De Gon­zalo hace días no tenemos carta (...). La foto de su boda es lo que nos trae ahora a mal traer" (Jimena). "Todo está preparado para empezar a trabajar, salvo ese pequeño detalle, surgido a última hora, de la foto" (Miguel), 2-XI-1937. Pero la foto y el reporta­je del periódico "Milicia popular" que se publicó en el Madrid "revolucionario" en Diciembre de 1936 (cfr. atrás, n. 16) circulaban, sin duda, en Burgos y Salamanca en Noviembre de 1937 acompañados de sustanciosos comentarios como los que en Mayo de 1939 haría en un semanario Jorge Vigón (cfr. adelante, cap. VI, § 1).

213  En post data del día 8 María añadió: "Estamos a tan larga fecha que pierde actualidad todo lo que se dice. No creo que te dejase de enviar la carta de Asín, sobre todo que sabes lo esencial de ella que es el ofre­cimiento de Sangróniz de irte a esperar a la frontera con su coche. Respecto de las cartas tuyas a Garrigues y Sangróniz no sé a qué pueda deberse la falta de con­testación. Ellos tienen conocimiento de la carta per­dida. Cárdenas [representante del Gobierno de Fran­co en Estados Unidos] será el que sepa el asunto".

214 Ramón Menéndez Pidal, creyendo inminente el viaje, dejó de escribir a su familia después del 29 de Octubre; el 18 de Noviembre, impaciente, les puso un cable.

215  Al siguiente,  18-XI-1937, María esquivaba la censura familiar ("te estoy escribiendo después de las 12 y voy a echar ésta mañana sin esperar a nadie, por­que las cartas colectivas son una calamidad, pues lo que escribe uno le parece mal al otro, y viene un tercero y anula lo de los anteriores, y se acaba por no echar la carta o por dejarla más seca que un esparto") y era mu­cho más clara: "a nosotros no nos pasa nada, todos se­guimos buenos (...). Eres feliz trabajando (...) compá­rate con el padre de Arnau [= Miguel Catalán] que ahora sus diarias ocupaciones están muy reducidas y cuando quiere poner en marcha su labor se encuentra con la imposibilidad de trabajar (...). Tu carta famosa a Sangro [niz] no acabamos de entender claramente si la recibió, pues no sabe M[iguel] si aludió a ella o a la pri­mera; lo que desea es que vengas (...). Menos mal que no nos hemos quedado sin casa para este invierno (...); si no, habíamos hecho negocio redondo".

216 En la misma carta del 25 de Noviembre seguía diciendo: "Pero escribo sin tino, y no sé por qué me pongo tan pesimista pues tanto en el cable como en las cartas esperáis que el viaje se arregle (...)".

217  El 26-XI-1937 escribió únicamente a Miguel para comunicarle esta noticia con la esperanza reno­vada de que pudiera aceptar la invitación.

218 "Ayer recibimos contestación [de Sangróniz] di­ciendo que lamenta, por el momento, no poder dar contestación al contenido de mi carta porque ha eva­cuado una consulta al organismo competente y no le han respondido todavía. De modo que por ahora no sabemos nada en concreto. Y no nos queda aquí más recurso que se nos ocurra que esperar con paciencia" (Miguel Catalán a su suegro, 9-XII-1937).

219 En la misma carta del 9-XII-1937, Miguel con­tinuaba: "Yo ahora, como te dije en las cartas ante­riores, aprovecho bien el tiempo con los datos que tengo, pero se me acabará pronto el material si no me envía el Profesor Russell los datos que me tenía ofre­cidos (...). Voy rehaciendo lentamente lo que perdí (...) ¿Podrías tú escribir a Russel explicándole? Pues para mí sería ahora un poco largo y difícil", y María Goyri: "Yo estoy dedicada a hacer punto, único en­tretenimiento para acortar las largas horas del invier­no". Y el 10-XII-1937 Jimena Menéndez Pidal expli­caba:   "De  nuestro  viaje  claro   que  no   tenemos noticias francamente negativas pero más nos vale no hacernos ilusiones (...). Ahora hemos aprendido a despreciar todo lo que no sea el momento presente", y María Goyri remachaba: "La [carta] tuya nos ha aplanado más de lo que estábamos. No hay sino tener paciencia (...). Pensamos que todavía podemos considerarnos felices con sólo mirar alrededor".

220 Aquel mes de Noviembre, según Menéndez Pi­dal extractó en un apunte manuscrito, Amado Alon­so, desde Buenos Aires, le trasmitía la noticia, de par­te de Alfonso Reyes, que "si V. quiere dirigirse a Castillo Nájera, el embajador Mexicano en Washing­ton, estará feliz de mediar para que le mande a N[ueva] Y[ork] sus papeles".

221  Según anotaciones de Menéndez Pidal.

222  En apuntes manuscritos relativos al asunto de los materiales depositados en la Embajada de Méjico.

223  A lápiz, figura a continuación lo siguiente: "Desde Julio siempre tuve a V. al corriente de todas mis gestiones y deseos (y que escribí a Méjico dando para mediador el nombre de V. como director de la Biblioteca] Nac[ional], organismo dependiente del Minist[erijo [de] I[nstrucción] P[ública])".

224 "Liberalismo y comunismo", en la "Revue de Pa-ris", 15-XII-1937, y en "La Nación" (Buenos Aires), 3-1-1938, ensayo destinado a mostrar que "las gran­des fuerzas del mundo libran en España", "no una guerra civil, sino una lucha internacional y universal", en busca de una victoria "que será para todos", y que sólo hay en el mundo dos campos, el "comunista", de Rusia, y el "anticomunista", de Italia, Alemania, Por­tugal y el Japón. En esa contienda universal "cuya fase militar se juega en los campos de España", "los libera­les españoles saben ya a qué atenerse", de tal modo que el 90% de los alumnos universitarios españoles li­berales y socialistas (y aún muchos comunistas) se ha­bría convertido al fascismo "por los días de las elec­ciones del Frente Popular", y "lucha como soldados voluntarios de las filas nacionalistas", "los del resto del mundo, todavía no"; como San Pablo, "los liberales del mundo oirán también un día el trueno y el rayo; caerán de su caballo blanco y cuando recobren la conciencia habrán aprendido de nuevo el camino de la verdad".

225 Aunque la prensa de los nacionalistas reprodu­jera, con satisfacción, las declaraciones de Gregorio Marañón en el exilio (y en 1938 las distribuyera, en separata, la "Oficina de Prensa y Propaganda de la Representación Española" en Buenos Aires, depen­diente del Gobierno de Burgos), la verdadera reac­ción de los círculos gobernantes de Burgos era, sin duda, la que pone de manifiesto el libro publicado allí ese año por una figura tan representativa del nue­vo régimen como Enrique Suñer, Presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza, Los intelectuales y la  tragedia  española,   Burgos:   Editorial  Española, 1936. Suñer escribe el libro como reacción a la "conversión" de Marañón, cuyo pasado político rememo­ra y comenta con frases como: "esta persona es la misma que ahora (enero 1937) viste a sus hijos en Fran­cia con emblemas nacionales, para disimular su izquierdismo rabioso" (p. 65); "el hombre que así ha­blaba tiene ahora (25 de febrero de 1937) la desaprensión de manifestar en una entrevista celebra­da con un redactor de Le Petit Parisién, las siguientes ideas: «He sido engañado. Me he equivocado (...)». No, ciertamente, no hay sincera enmienda en las mencionadas declaraciones. Sólo existe una hábil téc­nica para que la inocente mediocridad hispana, asisti­da e influenciada por los rojos disimulados e infiltra­dos, desgraciadamente, en territorio nacional, reaccione candidamente en favor del arrepentido ¡Al lazareto, al lazareto, doctor Marañón!". Aunque bue­na parte del libro, de corte autobiográfico, gire alre­dedor de Marañón, no deja de hacer hincapié en que su caso es llamativo, pero no único: "España sufre la más horrenda de las catástrofes de su Historia. Ríos de sangre corren por todos los ámbitos de la Penínsu­la (...). Nuestro espíritu se rebela contra una posible impunidad de los despiadados causantes de nuestra tragedia. No es posible que la Providencia y los hom­bres dejen sin castigar tantos asesinatos, violaciones, crueldades, saqueos y destrucción (...). Es menester, con la más santa de las violencias, jurar ante nuestros muertos amados la ejecución de las sanciones mereci­das ¿Quiénes son los máximos responsables de tantos dolores y de tantas desdichas? Para nosotros no cabe la duda: los principales responsables de esta inacaba­da serie de espeluznantes dramas son los que, desde hace años, se llaman a sí mismos, pedantescamente «intelectuales» (...). Deseo con estas páginas descorrer una parte del velo encubridor de los autores trágicos que nos han llevado al caos en que vive una gran par­te de España: busco el señalarlos con el dedo, dela­tando con todo valor, duramente, sin eufemismos ni atenuaciones, sus turbias actividades y los planes de que se valieron (...). Ojalá sirvan estas páginas de lec­ción para el futuro; que ellas permitan afirmar la ab­soluta necesidad en que estamos, si queremos vivir con honor, de eliminar de nuestro suelo patrio a los culpables (...). / Lo esencial es que el alma española (...) sepa también recoger en la memoria las figuras execrables de los agentes de nuestro daño, para que no queden olvidadas a la hora en que deba tener lu­gar una justicia tan implacable como el perjuicio que nos han causado" (en el prólogo dirigido "Al Lector"). A lo largo de su libro, Suñer señalaba con el dedo a los hombres de la Institución Libre de Enseñanza, de la Junta para Ampliación de Estudios y de la Resi­dencia de Estudiantes como los verdaderos culpables de los ríos de sangre.

226  En la introducción a su ya citada conferencia (véase atrás, n. 5) sobre "Poesía árabe y poesía espa­ñola"  (28-11-1937), publicada en Revista Cubana, VII (1937), núms. 19-21, pp. 19-21.

227 Según carta de Ramón Menéndez Pidal a su fa­milia residente en Segovia del 17 de Julio de 1937, "Al salir de La Habana tuve otro grave disgusto. Tuve la certeza de que mi carta a Garrigues, por una de tantas violaciones de la correspondencia, era conocida entre los amigos de Navarro [= Gobierno de Valencia]", y el 2 de Setiembre: "Me preguntáis por mi carta. Su ex­travío es tanto más chocante cuanto que salió de La Habana por conducto del representante oficial, al cual hice ver que usaban mala valija. No aciertan a expli­carse el extravío". Por otra parte, en Segovia sus familiares habían recibido otro aviso del que daban noticia a Ramón Menéndez Pidal: "Ayer escribieron a Elis[a Bernis] sus hermanas [desde Madrid] y nos cuentan que ha llegado al pueblo del capicúa [= Valencia, resi­dencia entonces de Tomás Navarro Tomás] una carta tuya que no les ha gustado nada, ellas dicen que les está bien empleado por leer lo que no es para ellos y a nosotros nos ha dejado llenos de curiosidad, sin saber a qué se refieren" (Jimena Menéndez Pidal, 11 de Ju­lio de 1937), noticia que el 15 de Julio le explicarían así: "Nos han escrito la familia de Elis[a] de que una carta del abuelo de Arnal [= Ramón Menéndez Pidal], dirigida a una señora francesa la han cogido y man­dado a los jefes del capicúa [= Gobierno de Valencia] pues juzgaban que en ella se hablaba muy mal de ellos ¿sabes tú algo? Pero parece que afortunadamente esos señores jefes no le dan importancia a la cosa". Llega­das a sus respectivos destinatarios las dos noticias cru­zadas, María Goyri consideró identificables las dos cartas interceptadas por el Gobierno republicano: "Vaya con la cartita que fue a parar a los amigos de Navar[ro]; y decías que la enviaban por medio seguro ¿Qué medio fue? Debe de referirse al mismo asunto que te contábamos en cartas anteriores y al parecer no ha despertado gran indignación" (6-VIII-1937); mientras Ramón Menéndez Pidal no lo veía claro: "No sé de qué carta mía, enviada donde el capicúa [= Valencia], os puede hablar la familia de Elis[a]. De­cirme si sabéis de dos cartas o una sola para que yo haga cabalas. La noticia que yo tuve por Saavedra (...) es que la carta enviada es la que yo escribí a Garri[gues]" (25-VIII-1937).

228 A su llegada a Nueva York, la mujer del Emba­jador de España le había ofrecido su casa: "Me escri­be Gloria [Giner] que vaya con ellos. Contesto que tengo que estar en contacto inmediato con las bi­bliotecas. Sabe por Ángeles Gasset que Fernanda [Troyano, sobrina de Fernando de los Ríos, el mari­do de Gloria] está muy unida a Jimena. Le doy las noticias que sé, bien pocas". Al comenzar el curso en Columbia University, Ramón Menéndez Pidal veía con frecuencia a la hija del Embajador, pues se ma­triculó en su curso; pero explicó así a su hija Jimena la relación: "Mucho me alegro de que hayas contri­buido a mejorar la suerte de Fernanda. Su prima, que estuvo cenando aquí en casa el otro día pues se ha apartado de sus padres para estar en una Residencia haciendo en Columbia su doctorado, me preguntó por ella y le di noticias" (28-IX-1937); "Ya transmití el recado a los del niño comilón [= los tíos de Fer­nanda Troyano]. No me trato con ellos, pero la niña es alumna de mi clase de los miércoles".

229 La publicación de la noticia en la prensa republi­cana me consta a través de una carta de Jimena Me­néndez Pidal a su padre del 2-XII-1937 escrita con los códigos de camuflaje que ya conocemos: "Ramona [Menéndez Pidal, quien había pasado de la España Re­publicana a la Nacional recientemente] nos dijo que había visto un periódico de los amigos [= Gobierno de Valencia] del capicúa [= Tomás Navarro Tomás] que habías dado una conferencia en la casa de Italia".

230 Cfr., a este respecto, cómo juzgaba A. Castro la vocación imperial de Franco en la carta citada más abajo.

231  La conferencia tuvo una versión impresa que circuló en formas varias: "La idea imperial de Carlos V", en "La Prensa" (N. York), días 21, 22, 23, 25, 26, 27 y 28 de Octubre de 1937; y en Revista Cubana, X (1937), núms. 28-30, pp. 5-31; La idea imperial de Carlos V, La Habana: Secretaría de Educación, 1938.

232 En carta del 22 de Octubre, Ramón Menéndez Pidal contaba a su familia: "Voy a la Casa de las Españas a ver si tengo carta vuestra. Antesdeayer di allí la conferencia sobre Carlos V. Onís estuvo cariñosísi­mo en las palabras que dijo y [Ángel] del Río lo mis­mo, haciéndome sentir que estaba entre discípulos del Centro de Estudios Históricos, en una continua­ción del Centro". Y en Diciembre aclararía de nuevo a su hija: "Mi conferencia no se celebró en la casa de Italia, sino en la de las Españas. Fue la de Carlos V, que creo ya os hablé de ella. La van a imprimir aquí (23-XII-1937)". Lo que sí había sido cierto es que había estado dispuesto a irse a vivir a la casa de Italia, pero "los Onís parece quieren que siga viviendo con ellos. No pueden hacer más de lo que hacen".

233  M. Azaña, Obras completas, IV, México, 1968, p. 852.

234 Según apuntó sobre él, a lápiz, Menéndez Pidal.

235 Carta publicada por Pérez Villanueva (1991), p. 369.

236  Que cito por su borrador.

237  "Si los asuntos de mi familia u otra contingen­cia no lo exigen, yo continuaré aquí hasta fines de Mayo, en que se acaba el curso".

238  Cirot sólo le podía garantizar la buena disposi­ción del rector Terracher (carta del 12-1-1939): "Je ne puis naturellement rien vous promettre, je n’en ai plus ni le droit ni le pouvoir" (carta 14-11-1938).

239  "En esta inseguridad ya comprendo que, en los meses que faltan, no deberé acudir a Vds. caso de un necesario acercamiento a mi familia; pero, si pudiera contar con algo para el curso 38-39, probablemente me iría ahí a terminar mi libro".

240 "Ya tengo casi agotado el trabajo en estas bi­bliotecas, de modo que, cuando acabe mi curso aquí a mediados de Mayo, me embarcaré para Francia a continuar mi trabajo en París y en Burdeos. Allí esta­ré en comunicación con gentes y cosas de España, que aquí se está demasiado lejos de todo y es deses­perante la lentitud del correo" (25-II-1938).

241  El 11 de Marzo de 1938 Ramón Menéndez Pi­dal había recibido carta de Miguel Asín, quien le ha­cía saber: "Trato con Sangróniz para facilitar y apresu­rar su regreso, caso de que Vd. no pensase prolongar todavía su estancia en los Estados Unidos".

242  En el Archivo Menéndez Pidal del Romancero no he podido hallar copia de este fragmento.

243 El 21 de Marzo de 1938 María Goyri escribió a su marido advirtiéndole "El otro día llamó Ramona y nos contó que el P[adre] Getino les había escrito que el sobrino de María, la que se fue a B[uenos] A[ire]s y la esperaban ahí [= María de Maeztu] ha contado no sé qué patrañas del abuelo de Arnau [= Ramón Menéndez Pidal]. No creo que importe lo que invente una imaginación calenturienta como la suya, pero hay que estar atentos", y Jimena Menén­dez Pidal reforzaba ese mensaje insistiendo: "Me lla­mó la prima [= Ramona Menéndez Pidal] por teléfo­no  para contarme  la historia del  sobrino  de  la ex-directora [= María de Maeztu] (...). Parece que le echa la culpa del entorpecimiento del viaje; yo no creo que un peque así pueda tener arte ni parte decisiva, pero, si no es él, habrá sido otro «más mayor», contra el que los amigos no tuvieron fuerza; la «fa­milia» está en ese plan, de que cualquier chico, por cualquier tontería, les haga cambiar de planes".

244 Según definición de Joaquín de Entrambasaguas, que en aquel año publicó su libro Pérdida de la Universidad española, Bilbao: Ediciones Libertad, Julio 1938, con el propósito de culpabilizar de la sangre vertida a los "verdugos" de la Institución Li­bre de Enseñanza, de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, de la Junta de Relaciones Culturales, del Centro de Estudios His­tóricos, del Instituto Cajal, Instituto Rockefeller, de la Escuela de Criminología, del Museo de Ciencias Naturales, del Instituto Escuela, del Museo Pedagó­gico, de la Escuela Superior del Magisterio, de la Universidad de Verano, de Misiones Pedagógicas, del Centro Superior de Investigaciones Científicas, de la Fundación Nacional de Ensayos, de la Barraca, de la Expedición al Amazonas, etc. y de exigir que se les niegue el perdón: "Que esperen a escuchar el per­dón de los labios helados de los miles de muertos, de los mártires caídos por su culpa". Don Joaquín se congratulaba de los estudios realizados por Enrique Suñer "y los señores Gregorio Rocasolano, González Palencia, Bermejo, Guallart, Allué, Sancho, Miral, Romualdo de Toledo, Talayero, Artigas, Riba y Temprano" a fin de "exigir responsabilidades a los culpables" de la Institución Libre de Enseñanza, "ese odioso fantasma (...) ya desaparecido oficialmente, aunque alguno de sus intrigantes, simpatizantes, disfrutantes y demás gentuza o gentecilla crean en una posible resurrección y ahora deseen silencio", y contribuía a señalar con su dedo acusador a una se­rie de ellos: "el forajido Castillejo", Américo Castro "el maniquí erudito", "el inverecundo Sánchez Al­bornoz", Aguado Bleye, Navarro Tomás, Hornero Serís, Moles, los Bolívar, los Cabrera, los Buen, los Barnés, los Zulueta-Besteiro, los Luzuriagas, Jimé­nez Fraud, los Sbert, los López Rey, los Sayagués "y demás canalla".

245 Según relato de Rafael Lapesa a Pérez Villanueva, que éste resume (en su obra citada, p. 370).

246 Embarcó en Nueva York el 18 de Mayo de 1958 y el 24 estaba ya en París.

247  Según un apunte manuscrito del propio Me­néndez Pidal en que va rememorando los hechos.

248 El general Francisco Gómez Jordana, Conde de Jordana. Era el Vicepresidente del Gobierno de Fran­co y Ministro de Asuntos Exteriores.

249 Sin duda, Bárcena, como corrige el nombre más adelante en la nota.

250 Señas del hotel a donde se había trasladado Ra­món Menéndez Pidal.

251 Silencio que, más tarde, le reprocharía su mujer, vistas las consecuencias: "Dinos lo que piensas, no te lo calles como lo del cajón de Ginebra que dices lo sabías hace tiempo y Miguel ha recorrido toda Cata­luña en su busca" (10-IV-1939).

252  Según Jimena Menéndez Pidal anunciaba a su padre, 4-III-1939, y añadía: "¿Le vas tú a escribir so­bre ello?"

253 Miguel Gómez del Campillo.

254  Pedro Muguruza era Comisario General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional.

255 Como aclarará más adelante a sus familiares (24-III-1939), "escribí a Pedro Muguruza, no al her­mano, dándole señas de los papeles, y encargándole cuidado, si por cualquier causa tenían que abrir las cajas, pues los ficheros estaban sin tapas y si se volca­ban y desordenaban las papeletas, me costaría traba­jo volverlas a su orden, si es que acababa de ordenarlas. Envié la carta a Lasso de la Vega". La fecha cons­ta por la respuesta de Muguruza.

256 Miguel fue trasladado al Instituto de Santander desde el de Segovia, pero no llegó a ocupar el puesto. El traslado interesaba a su familia, en vista de la ac­cesibilidad de la Biblioteca Menéndez Pelayo.

257 Se vaticinaba ya la rendición de Madrid. Acóntecimiento que, según Ramón Menéndez Pidal pensaba, haría posible su vuelta a España.

258 Jacinto Alcántara, antiguo profesor del Instituto Escuela, trabajaba como falangista "camisa vieja" con Raimundo Fernández Cuesta, ministro en el gabinete de Franco y Secretario General de Falange Española.

259 Habían proyectado ir a buscar a Ramón Me­néndez Pidal, si se decidía a entrar en España, a la frontera, para que fuera a vivir con Gonzalo Menén­dez Pidal a Burgos.

260 Significativamente, en aquel momento, era a este trabajo, que creía no necesitaba elaboración, al que daba preferencia: "La Historia de la epopeya, claro es, me importa más que los ficheros, pues eché mucho trabajo en ella".

261 "Mi querido Don Ramón. Su amable carta del 11 actual me ha llegado justamente ayer, en Vitoria, retransmitida por Lasso de la Vega; y me apresuro a decirle que tendremos la más exquisita atención para los bultos que, proviniendo de Perelada, parecen con­tener documentación cuya importancia bien se nos alcanza, al ser posiblemente su trabajo, tan valioso y estimado. Puede Vd. tener la más absoluta tranquili­dad de que lo recuperado habrá de llegarle, por nues­tra parte y en el día que nos ordenen hacer la devo­lución, exactamente como llegó a nuestras manos; y que cuanto venga o salga de sus envases en mala o deficiente condición, será objeto del más meticuloso cuidado para evitar un desorden o un daño, por leve que fuera. / Su sobrino Luis viene con nosotros y puede calcular el interés que pondrá en cuanto afecte a su labor" (Vitoria, 23-III-1939, en papel del "Instituto de España", en caracteres rojos, como des­de tiempo atrás escribía Pedro Muguruza).

262 Juan Cabrera, físico, catedrático de Zaragoza, hermano de Blas Cabrera, "que ha estado recupe­rando el tesoro científico en Barcelona y espera ir a Valencia" (según Jimena Menéndez Pidal, 4-III-1939).

263 La carta continúa: "Hoy he visto cosas en los es­caparates; las telas las encargo a la mujer de Martorell que buscará a ver si encuentra algo. Camisas he visto y compraré. Estoy impaciente de ver cómo os habéis desenvuelto con la liberación de Madrid. Aquí co­memos bien y no está nada caro".

264 El almuerzo fue dado por el Dr. Debat, "gran fabricante de específicos que tiene el castillo de St. Cloud, lujosísimo. El jefe técnico del laboratorio es un discípulo de Cajal, que vino pensionado por la Junta de Ampliación y aquí se quedó" (17-IV-1939). El embajador de Franco ofreció "pedir enseguida las cajas de Ginebra".

265  En la "Chronique" de G. Cirot publicada en el Bulletin Hispanique, XLI (1939), p. 385 figura la no­ticia: "Illustration, 8 juillet 1939: Noelle Roger, L’exposition des chefs-d’oeuvre du Prado a Geneve (174 ta-bleaux et 21   tapisseries,  choisis  parmi les 2,000 tableaux et 14 kilométres de tapisseries envoyés á la S[ocíete] d[es] N[ations], á Geneve".

266 Y le hace saber que no es distinta la situación de las colecciones particulares de Cambó o de Mateu, que era a la sazón Alcalde de Barcelona.

267  La hipótesis de que fueran entregados a Luis Menéndez Pidal se justifica por la noticia que le ha­bía transmitido Muguruza, citada en la n. 261.

268  La carta va dirigida a Serrano 119, sin duda al Instituto Rockefeller, al que Miguel Catalán se incor­poró hasta que, sometido a depuración, se le prohi­bió el acceso a sus antiguos laboratorios y a los traba­jos de investigación que tenía en curso de realización.

269  Hispania-USA, XXIX (1946), 519-522.

270 Seguida de una nota en que Manning se disculpa por haber malentendido a Menéndez Pidal, Hispania-USA, XXX (1947), 226 y 227.

LÁMINAS

Segovia con el Alzamiento Nacional. Fotogra­ma del documental "Consejo de la Sección feme­nina de Falange" (Archivo de la Filmoteca Espa­ñola, A-1159).

Páginas del extenso telegrama secreto, remitido por el Estado Mayor del VII Cuerpo del Ejército desde Segovia (8-X-1937) a Franco y al Servicio de Información Militar de Burgos y Ejército del Centro, relativo a la familia de Menéndez Pidal.

Miguel Catalán, Diego Catalán (y Macarra, que murió en el frente de Aragón) en Segovia, 1937 (primeros meses).

El general Várela, al no conseguir tomar Madrid, fue enviado a Segovia por Franco con el mando de la Sie­rra del Guadarrama, frontera entre las dos Españas. Mayo de 1937.

    

Banderas sobre el Alcázar, símbolo de España "una, grande y libre" creada por Isabel y recreada por Fran­co. (Fotogramas de "Noticiario español", n°. 9 y del documental "Consejo de la Sección femenina de Falange. Archivo de la Filmoteca Española, A-1265 y A-1159).

Aunque antes de la "unificación" de las organizaciones políticas de "la España nacional" (Abril, 1937) Segovia se identificaba con las milicias de las J.A.P (Juventudes de Acción Popular), todas las fuerzas vivas que apoyaron el "Alzamiento"aceptaron la nueva simbología. (Fotogramas de "Noticiario español" n° 17 y de "Consejo de la Sección femenina". Archivo de la Filmoteca Española, A-1267y A-1159).
Las camaradas de la Sección femenina de FET y de las JONS.


La "Cruzada", proclamada por 18 obispos (1-VII-1937), integraba los ritos fascistas con los de la Iglesia militante. Pilar Primo de Rivera saluda; el obispo de Segovia bendice.

Visitas de doña Carmen Polo, mujer del Caudillo, y de Pilar Primo de Rivera a Segovia. Fotogramas del "Noticiario Español" n°. 17 y de "Consejo de la Sección femenina". Archivo de la Filmoteca Española, A-1267 y A-1159). Bajo esos soportales tenía su sede el "Centro de Información de Heridos" donde trabajaba como vo­luntario Miguel Catalán.

Desde el comienzo del ataque del ejército a Madrid, la aviación "nacional" castigó muy especialmente los edificios del Museo del Prado, sobre cuyo tejado arrojó 9 bombas incendiarias, y el compartido por el Museo Antropológico y la Biblioteca Nacional, atacado con 28 bombas incendiarias el 16-XI-1936. El gobierno republicano dispuso el desalojo del Tesoro artístico, que fue almacenado en sótanos y, finalmente, transportado a Valencia. (Primero los cuadros, tapices y otros objetos, entre Noviembre de 1936 y Julio de 1937; más tarde fondos de la Biblioteca Nacional y del Archivo de Menéndez Pidal).


Milicianos y una experta de la Junta Delegada del Tesoro Artístico catalogan un cuadro antes de almace­narlo (1937. Fotos David Seymour).
 



Evacuación del Tesoro artistico desde el Museo Arqueológico. (3-VII-37) Junta D.T.A. Arch y varios Fototeca de Información Artística, IPHE (MEC).   

                                                         
Camión de la Junta Delegada del Tesoro Artístico próximo a partir para Valencia.

Siguiendo instrucciones de Menéndez Pidal, el Embajador de México (en Valencia) dispuso la en­trega del Archivo Menéndez Pidal (que la Embajada mantenía en Madrid) a Navarro Tomás, Di­rector de la Biblioteca Nacional. El 10 de Noviembre de 1937, Menéndez Pidal pensaba que el Ro­mancero podía quedarse en la Biblioteca Nacional, pero deseaba que le remitieran los ficheros de la Historia de la Lengua, para su trabajo en Nueva York. El Ministerio de Instrucción Pública, al ha­cerse cargo del Archivo, lo trasladó a Valencia como parte del Tesoro artístico nacional.
Motoristas custodiando uno de los envíos del Tesoro artístico hacia Valencia. Junta D. T.A. Archivo chico, n°. 372. Fototeca de Información Artística, IPHE (MEC).

 
     

Una expedición con fondos del Tesoro artístico enviada a Valencia desde Madrid. (5- VIII-37) Junta D. T.A. Arch. y varios. Fototeca de Información Artística, IPHE (MEC).

La publicación franco-española filo-fascista "Occident" tradujo (25-X-1938) el estudio de Menéndez Pidal sobre "La idea imperial de Carlos V" al tiempo que hacía propaganda de la posición de Sert.

Sert negoció, como representante del Gobierno de Burgos, la inmediata entrega por las autoridades euro­peas del "Tesoro Artístico Nacional" al Gobierno de Franco tan pronto como cruzara la frontera francesa.

La polvareda levantada por el artículo de Menéndez Pidal acerca de "La idea imperial de Carlos V" susci­tó que los filólogos del "Instituto de Filología" que dirigía Amado Alonso en Buenos Aires le enviaran una car­ta de adhesión (11-IV-1938).

La silenciosa neutralidad (pero patente desvinculación hostil respecto al gobierno republicano), que desde Nueva York mantuvo Menéndez Pidal, determinó que se le ordenara in­corporarse a la dirección del Centro de Estudios Históricos. Al no hacerlo, fue destituido por el Ministerio de Instrucción Pública, y su Archivo, in­corporado al Tesoro nacional, quedó entonces a cargo del Ministerio.


 

Carta de Fernando de los Ríos, embajador de la República española en Estados Unidos a R. Menéndez Pidal, transmitiéndole la orden del Ministro de Estado (Giral) de incorporar­se a la Dirección del Centro de Estudios His­tóricos en Valencia en el plazo de un mes, y borrador de la contestación.


El solidario esfuerzo de los hombres del Centro de Estudios Históricos por salvar el pasado de las consecuencias de la guerra fraticida se desmorona.
Carta de A. Castro a R. Menéndez Pidal refugiados, uno y otro, en dos "colonias" culturales del Centro en Estados Unidos.

Tras la segunda fase de la batalla de Teruel (recuperada la ciudad por los "nacionales" en febrero de 1938) y del avance de las tropas de Franco hacia Vinaroz, el gobierno republicano encargó a José (Pepín) Giner el traslado del Tesoro artístico a Cataluña. El Archivo de Menéndez Pidal formó par­te de la expedición.
Batalla de Teruel. 21 de Diciembre de 1937 (foto Robert Capa / Magnum Photos).

 Diseño, enviado por Gonzalo Menéndez Pidal a su ahijado "Arnau", del Camión-radío de propa­ganda donde servía durante la batalla de Teruel.

 

La Subsecretaría de Prensa y Propaganda (dirigida por Dionisio Ridruejo) proporcionó durante la Guerra civil la simbologia apropiada para un Estado nacionalista con vocación populista, recu­rriendo a la España de Isabel y Fernando y de Carlos V, a los tercios de Flandes y al Romancero heroico.
Fotograma del No­ticiario español n°. 12 sobre la batalla de Ca­taluña; en su introducción se presenta a las mujeres sin hombres de La Puebla de Sanabria
(Zamora) cantando una adaptación de "Mambrú se fue a la guerra" para mostrar el volun­tario sacrificio de los jó­venes de la España más castiza que acudían a servir en la causa "na­cional" (Archivo de la Filmoteca Española, A-1265).

Pilar Primo de Ri­vera, camarada jefe de la Sección Femenina del partido único, en "El Calvario" de Segovia. (Fotograma del do­cumental "Consejo de la Sección femenina". Archivo de la Filmoteca Española).

El avance "nacional" hacia Barcelona provocó la emigración de multitud de gentes en dirección a la frontera.
Fugitivos de Tarragona hacia Barcelona. 15 de enero de 1939 (foto Robert Capa / Magnum Photos).

Fugitivos desde Barcelona. Enero de 1939 (foto Robert Capa /Magnum Photos). El avance "nacional" hacia Barcelona provocó la emigración de multitud de gentes en dirección a la frontera.

Columna de refugiados atravesando Gerona (foto Internationaal Instituut voor Sacíale Geschiedenis, a tra­vés de A. Paz, Guerre d’Espagne, París: Hazan, 1997).

   

Llegando a la frontera franco-española (fotograma del "Noticiario español" n°. 15. Archivo de la Filmote­ca Española, A-1267).



Cuando los restos del ejército republicano de Cataluña escapan, junto con columnas de refugiados ci­viles, atravesando la frontera francesa con destino a los campos de concentración a que les confina la Re­pública hermana, el Gobier­no se preocupó de conseguir que el grueso de las cajas del Tesoro artístico llegara a ser transportado hasta Ginebra.
Con la llegada de las tro­pas victoriosas de Franco a los pueblos fronterizos, los encargados del Tesoro hubie­ron de abandonar parte de los cajones en los castillos de Perelada y Figueras, donde fueron intervenidos por el Servicio de Defensa y Recuperación del Patrimonio Na­cional (de Franco).


Soldados y civiles cruzando la frontera franco-española de Cataluña (fotogramas del "Noticiario español", n°. 15. Archivo de la Filmoteca Española).

Apertura de cajones del Tesoro artístico que quedaron en el castillo de Figueras (fotogramas del "Noticiario español" n°. 17. Archivo de la Filmoteca Española).

"La guerra se acaba, quizá ya esté acabada cuando usted reciba esta carta... ¡Qué cataclismo! La RFE, como todo lo de la Junta, que cuenta con el odio explícito de los vencedores (¡Pedro Sainz Ro­dríguez!) no podrá seguir publicándose. Primero porque la prohibirán, y segundo, porque, si no la prohiben, nos prohibirán a los que la podríamos seguir haciendo" (Amado Alonso, desde Buenos Ai­res, a Ramón Menéndez Pidal, en París, 8-III-1939). "Bien comprende V. la enorme amargura que es para mí ver, al fin de mis días, deshecho el hogar que formamos con tanta dificultad, es el recuer­do mortificador que martillea en todos los momentos de añoranza ... Vd. me recuerda el odio explí­cito contra la Junta. Piense V. que los vientos que forman toda borrasca giran con regularidad en redondo ... Cambiarán estos ... Ayude V. siempre a mi esperanza en vez de quebrantarla y crea que algo se conseguirá" (Menéndez Pidal a Alonso, 18-III-1939).
Menéndez Pidal en París (Invierno 1938). En una recepción en el "bureau" del diario "La Prensa" de Bue­nos Aires.
 

La Guerra Civil se aproximaba a su fin. Menéndez Pidal, desde París, se preocupaba por la suer­te de los antiguos colaboradores del Centro de Estudios Históricos y por las obras que tenían entre ma­nos.
Apunte de los primeros meses de 1939 en que se van acumulando noticias, más o menos ciertas, acerca de Castro Escudero, Bal y Torner, de la sección de Folklore del Centro de Estudios Históricos, traídas por los refu­giados de la España republicana. En otras papeletas análogas, Menéndez Pidal se interesa por saber respecto a la suerte de otros miembros del Centro.

La despedida. Hasta un "mañana" que jamás vendría. Foto Robert Capa /Magnum Photos.

Huérfano de guerra, foto David Seymour

SUMARIO:

I
PRESENTACIÓN: EL ROMANCERO Y EL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL

* EL ARCHIVO DEL ROMANCERO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

II. CREACIÓN Y ORÍGENES DEL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL DEL ROMANCERO

*1. LOS FONDOS DEL S. XIX

* 2. DESCUBRIMIENTO DE LA TRADICIÓN ORAL CASTELLANA EN 1900

* 3. LOS PRIMEROS PASOS EN LA COMPILACIÓN DE UN ROMANCERO ORAL PAN-HISPÁNICO

* 4. EN BUSCA DE ROMANCES FUERA DE LA PENÍNSULA: EN CANARIAS Y EN LAS COMUNIDADES SEFARDÍES, 1904

* 5. "A POR PAN Y A VER AL DUQUE": PRIMER VIAJE A AMÉRICA, 1905-1906

* 6. EL FONÓGRAFO DE CILINDROS DE CERA VIAJA EN BUSCA DE MELODÍAS, 1905-1906

* 7. LA MÚSICA Y LA DANZA COMO PARTE DEL ROMANCERO, 1905

* 8. ANTE UNA BUENA COSECHA, 1905-1908

* 9. MENÉNDEZ PIDAL HACE INVENTARIO: LAS PRIMERAS MIL QUINIENTAS VERSIONES DEL ARCHIVO Y LAS CONFERENCIAS EN LA COLUMBIA UNIVERSITY DE NUEVA YORK EN 1909

* III EL ROMANCERO HISPÁNICO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS

* 1. LA CREACIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS Y EL ROMANCERO DE RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL

* 2. LOS DIALECTÓLOGOS Y EL ROMANCERO ORAL: 1910-1912

* 3. MANRIQUE DE LARA COLECTA EN ORIENTE EL ROMANCERO SEFARDÍ, 1911-1912

* 4. OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO ANTERIORES A LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, 1909-1913

* 5. EL ROMANCERO HISPÁNICO DE AMÉRICA DEL NORTE, 1913

* 6. LOS PLIEGOS SUELTOS DE PRAGA LLEGAN AL ARCHIVO, 1913-1914

* 7. MENÉNDEZ PIDAL VUELVE A AMÉRICA, PERO DEJA DE LADO EL ROMANCERO, 1914

* 8. LAS GRANDES ENCUESTAS REGIONALES DE JOSEFINA SELA Y DE EDUARDO M. TORNER, 1914-1920

* 9. MANRIQUE DE LARA, EL ROMANCERO DE LOS JUDÍOS DE MARRUECOS Y DE LA PENÍNSULA Y LA MÚSICA DE LOS VIHUELISTAS, 1915-1922

* 10. POESÍA POPULAR Y ROMANCERO, 1914-1918

* 11. LA GEOGRAFÍA FOLKLÓRICA Y LA EXPLORACIÓN DE REGIONES HASTA EL MOMENTO POCO ENCUESTADAS, 1920

* 12. AURELIO DE LLANO Y EL CONOCIMIENTO DEL ROMANCERO ASTURIANO, 1919-1925

* 13. OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO DE COMIENZOS DE LOS AÑOS 20

* 14. LA TERCERA PARTE DE LA SILVA, PERDIDA, 1921

* 15. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO, EN EL OLIVAR DE CHAMARTÍN DE LA ROSA, 1925

* 16. SIGUE LA ACTIVIDAD RECOLECTORA, 1926-1927

* 17. LA CEGUERA TEMPORAL DE MENÉNDEZ PlDAL Y SU "FLOR NUEVA DE ROMANCES VIEJOS", 1926-1928

* 18. MANRIQUE DE LARA NUEVAMENTE EN ORIENTE. EDICIÓN FRUSTRADA DE LAS MÚSICAS DEL ROMANCERO: 1923-1928

* IV. EL PROYECTO DE PUBLICACIÓN DE EPOPEYA Y ROMANCERO FINES DE LOS AÑOS 20, COMIENZOS DE LOS AÑOS 30

* 1. EL ROMANCERO, PARTE DE UNA MAGNA OBRA A PUNTO DE PUBLICARSE

* 2. LAS FUENTES DOCUMENTALES ANTIGUAS

* 3. GALICIA EN EL FOCO DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE EL ROMANCERO PAN-HISPÁNICO, 1928-1931

* 4. APORTACIONES AL ARCHIVO DE COLECCIONES AJENAS. EL ROMANCERO CATALÁN, 1930-1933

* 5. 1930. LOS BAILES ROMANCEADOS QUE AÚN PERDURAN

* 6. NUEVAS CAMPAÑAS DE RECOLECCIÓN DE MÚSICAS Y TEXTOS POR LA SECCIÓN DE FOLKLORE DEL CENTRÓ DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, 1930-1936

* 7. PARÁLISIS RECOLECTORA EN PORTUGAL, 1930

* 8. DISCOGRAFÍA Y PELÍCULAS ETNOGRÁFICAS; EL ROMANCERO INCORPORADO A LA ENSEÑANZA ESCOLAR. 1932-1936

* V. LA GUERRA CIVIL. EL ROMANCERO, PARTE DEL TESORO NACIONAL

* 1. DISCONTINUIDAD DE EPOPEYA Y ROMANCERO Y CONTINUIDAD LATENTE DEL ROMANCERO

* 2. MADRID BOMBARDEADO. EL ARCHIVO "REFUGIADO" EN LA EMBAJADA DE MÉXICO

* 3. OCASO DE LA JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS. CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD DE LOS PROYECTOS DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS

* 4. ANÍBAL OTERO, ENCUESTADOR DEL ROMANCERO Y DEL ATLAS LINGÜÍSTICO, ACUSADO DE ESPIONAJE

* 5. MENÉNDEZ PIDAL, ANCLADO EN CUBA, A LA BÚSQUEDA DE ROMANCES

* 6. VERANO DE 1937. LOS DISCÍPULOS DE MENÉNDEZ PIDAL Y LAS CANCILLERÍAS SE PREOCUPAN DE LA SEGURIDAD DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO

* 7. EL ROMANCERO Y LA HISTORIA DE LA LENGUA DE MENÉNDEZ PIDAL VIAJAN COMO PARTE DEL TESORO CULTURAL DE ESPAÑA

* VI. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL CONFINADOS EN SU CASA

* 1. DEPURACIÓN DE MENÉNDEZ PIDAL. FIN DE SUS PROYECTOS CON UNA PROYECCIÓN NACIONAL, 1939-1941

* 2. EL ROMANCERO DORMITA EN SUS CAJONES, 1939-1945

* 3. UNA NUEVA GENERACIÓN DE ROMANCISTAS TOMA EL RELEVO, 1945-1946

* 4. MENÉNDEZ PIDAL VUELVE AL ROMANCERO, 1946-1950

* 5. LA CARTOGRAFÍA ROMANCÍSTICA Y LA EXPLORACIÓN DE LA TRADICIÓN EN LA SERRANÍA DE CUENCA, EN LAS BALEARES, EN SORIA, EN SEGOVIA, EN ÁVILA, EN LA MESETA MANCHEGA, EN ALISTE Y EN MARRUECOS, 1947-1948

* 6. ÉXITO EN LA TRADICIÓN ORAL DE ALGUNAS VERSIONES FACTICIAS DE LA FLOR NUEVA

* 7. HACIA UNA RECUPERACIÓN DEL ROMANCERO PORTUGUÉS, 1948

* 8. NUEVAS ENCUESTAS: LIÉBANA Y POLACIONES; LA SIERRA DE BÉJAR Y PLASENCIA; SANABRIA. LLEGAN OTRAS APORTACIONES AL ARCHIVO. 1948-1949

* 9. FIN DEL SEMINARIO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS. FINAL DE LAS ENCUESTAS Y PUBLICACIÓN DIFERIDA DE LOS TRABAJOS SOBRE EL ROMANCERO, 1950-1954

* 10. ACTIVIDAD RECOLECTORA EN LA AMÉRICA HISPANA. SU REPERCUSIÓN EN EL "ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL", 1948-1952

* 11. REPERCUSIONES DE LAS PUBLICACIONES SOBRE EL ROMANCERO EN LA EXPLORACIÓN DE LA TRADICIÓN ORAL, 1953-1954

* 12. HACIA UNA EDICIÓN INTEGRAL DE LAS FUENTES IMPRESAS DEL ROMANCERO DEL S. XVI

* VII. LA PUBLICACIÓN DE LOS FONDOS DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO ENCOMENDADA AL SEMINARIO  RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL

* 1. EL "SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL" DE LA UNIVERSIDAD DE MADRID Y EL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL, 1954

* 2. LOS PRIMEROS DIFÍCILES AÑOS DEL "SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL" Y EL ROMANCERO, 1954-1959

* 3. INTENTOS DE ROMPER CON EL AISLAMIENTO INTELECTUAL DE LA ESPAÑA DE LOS AÑOS 50

* 4. GRAN RECOLECCIÓN DE ROMANCES EN LAS ISLAS CANARIAS, 1952-1957

* 5. EL ROMANCERO TRADICIONAL, CUESTIONADO, 1959-1962

* 6. ÚLTIMAS CONTRIBUCIONES DE MENÉNDEZ PlDAL AL ROMANCERO, 1959-1965

* 7. MENÉNDEZ PIDAL EN ISRAEL Y EL ROMANCERO SEFARDÍ, 1964

* 8. EL SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL Y EL FUTURO DEL ARCHIVO-BIBLIOTECA MENÉNDEZ PIDAL, 1963-1966

* 9. REACTIVACIÓN DE LA LABOR EDITORIAL DEL ROMANCERO, 1966

* 10. PROPUESTA DE CREACIÓN CON CAPITAL AMERICANO DE UN CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS EN EL ARCHIVO-BIBLIOTECA MENÉNDEZ PIDAL, 1967-1968

* VIII EL ARCHIVO DEL ROMANCERO RENACE COMO PATRIMONIO CULTURAL DE INTERÉS MUNDIAL

* 1. NON OMNIS MORIAR, 1969

* 2. BELLAS PALABRAS Y NEGRAS REALIDADES, 1969-1970

* 3. ACTIVIDADES DE LA CÁTEDRA-SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL. CATALOGACIÓN DE LOS FONDOS SEFARDÍES DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO. LOS FONDOS PATXOT SE HACEN INACCESIBLES. 1969-1971

* 4. EL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y LA CONEXIÓN AMERICANA, NUEVAS PERSPECTIVAS, 1971-1975

* 5. EL ROMANCERO ¿AÚN VIVE?, 1973-1975

* 6. CRECER, PARA NO MORIR, 1976-1981

* 7. EL ROMANCERO AÚN VIVE. VOCES NUEVAS DE LA TRADICIÓN ORAL, 1977-1978

* 8. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL ROMANCERO. UNA NUEVA EMPRESA COLECTIVA, 1977-1984

* 9. LAS GRANDES ENCUESTAS COLECTIVAS DEL PROYECTO DEAPHR, 1980-1984

* 10. LAS TRADICIONES ORALES LEONESAS Y EL ROMANCERO EN LEÓN A FINALES DEL S. XX, 1984-1988

* 11. FIN DE ETAPA. DISPERSIÓN DEL EQUIPO INVESTIGADOR DEL PROYECTO DEAPHR. LA FUNDACIÓN RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL Y EL CAPITAL PRIVADO INAUGURAN UNA ÉPOCA NUEVA. 1984-1989

* 12. LOS ARCHIVOS DEL ROMANCERO NUEVAMENTE EN EL FOCO. LOS LABORATORIOS HUMANÍSTICOS INSTALADOS EN EL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS MENÉNDEZ PIDAL, 1988-1998

* 13. EL ROMANCERO ANTE EL CENTENARIO DEL ’98

* EPÍLOGO

* 1.- EL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS MENÉNDEZ PIDAL DINAMITADO

* 2.- EL ARCHIVO DEL ROMANCERO ANTE LA REESTRUCTURACIÓN DE LA FUNDACIÓN MENÉNDEZ PIDAL Y DEL CENTRO SITO EN CHAMARTÍN

* 3.- LOS FONDOS DEL ARCHIVO DEL ROMANCERO Y LA INVESTIGACIÓN

* 4.- DESPEDIDA

Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

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