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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

EL REY RODRIGO PIERDE EL REINO

EL REY RODRIGO PIERDE EL REINO

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EL REY RODRIGO PIERDE EL REINO

Caminaba don Rodrigo
--a solas, sin compañía;
el caballo, de cansado,
--con el peso no podía.
Camina descaminado,
--que el camino no sabía.
Subiose a una alta torre,
--donde sol ni luna veía;
vio pasar moros armados,
--con tamaña gritería;
vio pasar sus caballeros,
--con tamaña cobardía.
-Pobre de mí, desgraciado,
--que reinos ya no tenía;
si ayer tenía vasallos,
--hoy ninguno poseía;
si ayer tenía corona,
--hoy sin ella me veía.-
Se metiera en una cueva,
--donde una culebra había;
se metiera en una cueva,
--mil penitencias hacía.
Campanas de sí tocaban,
--velas de sí se encendían;
es el alma del buen rey
--que para el cielo camina.

--Sólo ha sido hallada una versión de este romance en la tradición del siglo XX. La recogió Victor Sáid Armesto en 1903 de labios de Josefa Abad Paz, de 72 años, natural de Loira, en Pontevedra, que la oyó, cuando joven, a una campesina, llamada Remedios, natural de otro lugar de Pontevedra, Tuiriz. Es una acertada síntesis de dos romances, que nos son conocidos en versiones del siglo XVI, inspirados, como todos los más viejos referentes al rey Rodrigo, en la lectura de una historia anovelada escrita en 1443 por Pedro de Corral, cuyo éxito indignó a Fernan Pérez de Guzmán: la Crónica sarracina (de que hubo una temprana impresión en Sevilla, 1499). Corral fue hermano del famoso condotiero de compañías de “roteros” en Francia Rodrigo de Villandrando, a quien Juan II hizo Conde de Ribadeo por sus trascendentales servicios a la Corona en tiempos difíciles. El primer romance viejo del cual es éste heredero es el que comienza “Las huestes de don Rodrigo / desmayaban y huían”, sobre el lamento del rey derrotado, del cual no conocemos más versiones orales del siglo XX. En cambio, sobre la penitencia con la culebra hay una amplia descendencia de versiones modernas del romance que en el siglo XVI se publicó en un texto, aún en “estilo juglaresco”, que comienza “Después que el rey don Rodrigo / a España perdido avía”; me referiré a ellas al comentar la que publico con el título “Penitencia del rey Rodrigo”.

Diego Catalán

Crónica del moro Rasis (Ms. Bib. Catedral de Toledo, caj.26, nº24)

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