Blogia
ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

62.- 13. PÉRDIDA DE LA -R DEL INFINITIVO POR INFLUJO DEL CONTORNO

62.- 13.  PÉRDIDA DE LA -R DEL INFINITIVO POR INFLUJO DEL CONTORNO

13.  PÉRDIDA DE LA -R DEL INFINITIVO POR INFLUJO DEL CONTORNO. VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS.

13.1.— Pérdida de la -r ante me, te, se.

      Son los casos peor conservados. Aún tienen gran arraigo en La Gomera, según testimonio de *Navarro respecto a Valle Gran Rey (ejemplos: largámi; sacáti; «afincási loh piéh», aheitási ’darse maña’, ahumási ’emborracharse’, alongási, ehgalitási ’perderse, desaparecer’, ehtási ’demorarse’, ehtocási ’descubrise la cabeza’, empahullási ’hartarse’, «fahási a trabahar», fatási ’ce­ñirse’, minási ’rezumarse’, rompési, etc.; sin embargo, en Trab., 1955, M. Navarro anota sistemáticamente formas con -rs-: ensanagárse ’encenagarse’, ehnuncárse, enco­clillárse, etc., así como casárti); en el Cercado, la pérdida de la -r parece general («turráse la párra», «tárda en quemási», cazási ’casarse’, en boca de sujetos varios, M. Navarro, Trab., 1955). En Agulo: buhlá:se (*Ascanio, «Agulo»).

      También se mantienen las formas arcaicas en Lanzarote. *Pérez, «Dos calas», las considera generales en Tías (ejemplos: queréme, sentáse, con e muy abierta y a palatal también abierta); en cambio, una universitaria de Mala (Sara Robayna, veintiún años): metérse (Mat. Sem.).

      En Tenerife, Alvar, Tenerife, § 391, pág. 47, registra en Taganana arrodi­lláse, ehcarracháse, sonáse, etc.; en La Laguna, aogáse, encuclilláse, díse, etc., y «for­mas semejantes» en Alcalá. Varios sujetos de El Realejo Bajo (Antonio Hernández, unos treinta años, jornalero; Remedios y Clara García Ávila, cuarenta y seis y treinta años, sirvientas; Manuel Fuentes, unos sesenta años, medianero) pronunciaban que­réme, sentáse (con la misma modificación de las vocales que en Tías), según *Pérez, «Dos calas». En cambio, *Ruz, «Implos.», no encuentra casos de pérdida de -r con me enclítico en Guía de Isora; y los Mat. Sem. registran la conservación de -rm-, -rs-, en dos hablantes rurales de Taganana y Tejina. [Tampoco en Masca encuentra Trujillo, Masca, p. 37, casos de pérdida de -r ante s-.

      En Gran Canaria, Sosa, «Datos», recoge ahogáse y asocáse (frente a abundantes ejemplos con -rs-). Una universitaria hija de campesinos de Santa Lucía (Carmen Morales) pronunciaba dormíme, mientras otras dos de Sardina y Las Pal­mas conservaban los grupos -rm-, -rs-, con r débil (Mat. Sem.).

13.2.— Pérdida de la -r ante l- pronominal.

      Es todavía muy común. En La Go­mera tenemos datos de Valle Gran Rey (béla ’verla’, partíluh, «calláli el secréto» ’reve­larle el s.’,  * Navarro, «Valle Gran Rey»; preténdéla, namorála, «no querélo», dehpresiálu, M. Navarro, Trab., 1955), de El Cercado («echáli la tierra», «áy que tenélo», M. Navarro, Trab., 1955), y de Agulo (comélo, amálo, *Ascanio, «Agulo»); pero en Agu­lo alterna con la aspiración de la -r, resultado normal de -rl- (miráhlo, rogáhle, pare­séhlo, ehcribíhlo, *Ascanio, «Agulo»).

      En Lanzarote es general en Tías (*Pérez, «Implos.», ejs.: atahálo, coméla, tenéla, con las modificaciones vocálicas arriba descritas). En cambio, una universi­taria de Mala (Sara Robayna, veintiún años) conserva -rl- (llebarla. Mat. Sem.).

      En Hierro, según datos de un observador que suele generalizar (Mat. Sem.: R. Prieto), Diego González Armas, ochenta y cinco años, labrador: mahchále, quedálo, llamále, tomálo.

      En Tenerife tenemos abundante documentación. En El Realejo Bajo, * Pérez, «Implos», considera normal la forma cohélo (con ę abierta); sólo los cultos (una universitaria de diecinueve años; una joven con bachillerato y carrera de piano, hija de propietarios, de veinticinco años) conservan el grupo -rl- (pronunciándolo ápico-palatal). En Guía de Isora (*Ruz, «Implos.»), la pérdida de la -r, con abertura de la vocal precedente, es la pronunciación más generalizada (atahálo, cambiálo, gosálo, labálo, rosiála, cohélo, bendélo, subíla, etc.), aunque algunos sujetos la alternan con la ocasional conservación del grupo -rl- (ataharlo, llamarlo, junto a atahálo, co­hélo, erbíla, etc.), y otros (José Rodríguez «Judía», sesenta y cuatro años, pirotécnico; Olivia Jordán, treinta y seis años, con bachillerato y algunos estudios universitarios; María González, veinticuatro años, lavandera) con la pronunciación geminada (atahál-lo, llamál-lo, cohél-lo, dehpedíl-lo, cambiál-lo, frente a cohéla, atahálo, labá­la, dehálo, etc.); es rara la aspiración ataháhlo (Ismael Rodríguez, dieciséis años, estudiante de bachillerato, hijo de un curandero), a pesar de la frecuencia de -hl- < -rl- en otros casos. En Santa Cruz y La Laguna (*Serrano, «Estratos varios») domina la conservación de   -l-, con pronunciación ápico-palatal, pero algunos sujetos (Julia Gil, veinte años, estudiante, hija de militar, y Argelia Rodríguez, catorce años, hija de un jornalero de La Cuesta, en Santa Cruz; Domingo Fernández, treinta y cuatro años, oficial de Banco, y Jesús Rodríguez, setenta y pico años, carpintero, en La Laguna) aspiran (cohéhlo, ataháhlo). Luciano, sesenta y nueve años, bedel de la Uni­versidad, La Laguna: «para cantálo», contehtále (Mat. Sem.); Emilio Pérez González, nacido en 1893, del barrio de San Lázaro, La Laguna (el sujeto de Alvar, Tenerife, para La Laguna): aspira por lo común la -r (ehtroncáhla, rompéhlah, ehtregáhla, crusáhla, pasáhloh, buhcóhloh, rehpetáhla; frente a un solo caso de geminación: atrabesál-le, Exc. Dial. S. Láz., 1959). En Santa Cruz, una maestra y un empleado (ambos de treinta y cinco años) mantienen -rl- («de bérla»; preguntárle), y un estu­diante del magisterio (Juan Aguilar, dieciocho años) gemina en ehcuchál-la (Mat. Sem.: C. Delgado y P. Ruiz). Tomasa Marrero, cuarenta y dos años, de Candelaria, recovera en Santa Cruz: presentál-loh, yebál-lah (Mat. Sem.: M. Navarro). En Chamorga: traélo, llebáloh, cómela, junto a remendáhla, rapáhla, desíhle; en La Cumbrilla: quitála, junto a aprendéhlo, y en Las Bodegas: bendéla, llebálo (Exc. Dial. Cham.-Cu.-Bo., 1960). En Taganana (aparte de pedíle, anotado por Alvar, Tenerife, § 391, pág. 47), Concepción Núñez, treinta y seis años, cocinera en La Laguna: llebála (Mat. Sem.); Paulino Suárez Delgado: tehéla; Rafael Perdomo, ochenta y dos años, de Taborno, pastor: pelálo, echálo, «ponélo al sól», dilo ’irlo’, ehpabilálah; en cambio, Octavio aspiraba siempre (podéhla, empuháhla, aguantáhla, desíhle, rehpetáhla); An­tonia Suárez Carballo, de Los Naranjeros, vacilaba entre coméhla y aguisiárlo. La mujer de Julián Izquierdo dijo: cortála, cohélo (Exc. dial. Tag., 1960). En Las Carbo­neras, seña Isabel Corón: disimulála (Mat. Sem., 1954: M. J. López de Vergara). En Tacoronte, una mujer de unos cuarenta y cinco años: la -r del infinitivo seguida del pronombre lo «no la pronunciaba absolutamente nada» (Mat. Sem., 1955: C. R. Je­rez). En Tejina, Yolanda Remedios Herrera, diecisiete años, campesina: llebála, junto a bel-la (Mat. Sem.). En el Puerto de la Cruz, V., sesenta y ocho años, pescador: bañálo (Mat. Sem.); Nazaria Borges, treinta años, sirvienta en Santa Cruz: coméhlo, dáhlo, desíhle (Mat. Sem., 1955: T. Capote); José Hernández Lima, sesenta y cinco años, ma(r)chá(r)le, junto a quedáhlo, llamáhle, tomáhlo (Mat. Sem.: R. Prieto, en informe generalizador, digno de poca confianza). En El Lomo, Icod el Alto, una mujer de sesenta años: ponéle, dále ’darle’ (Mat. Sem.: M. J. López de Vergara). En Teno: bélo ’verlo’ (Exc. Dial. Teno, 1963). En Masca: arreglálo (con a palatal y abier­ta, Exc. Dial. Mas.-Alc, 1960) [y la afirmación de Trujillo, Masca, p. 37, «la [-r] de los infinitivos se asimila y funde con la [l-] de los pronombres átonos, e incluso del artículo. Y esto... de una manera general»]. En Alcalá: ponéla, «a béla» (Exc. Dial. Mas.-Alc, 1960).

      Sobre Gran Canaria estamos peor informados. *Sosa, «Datos», recoge abundantes ejemplos de aspiración de la -r, como único resultado (sorribáhlo, capáhlo, abentáhlo, meséhlo, aguareséhlo, etc.). Los costumbristas canarios representan esta pronunciación con -s: «sembraslo», «dejaslo», «quitasle», escribe Pancho Guerra, Memorias de Pepe Monagas, Marid, 1958 (págs. 80, 86, 148), pero alternando con otro resultado, «casalos» (pág. 17). Datos sueltos de Gran Canaria: una universitaria de Sardina decía llebáhla, mientras otra de Las Palmas (Ana María Macario, veinte años) llebárla. bél-la (Mat. Sem.).

13.3.— La -r seguida de nos.

      Tiene, en general, el mismo tratamiento que en el grupo -rn- interior de palabra.

13.4.— Pérdida de -r ante l- del artículo.

      Cuento con testimonios escasos. Alvar, Tenerife, § 292, pág. 39, cita de La Laguna las formas tocá (sin duda formando parte de la frase «tocar las campanas», cfr. pregunta 830 de Alvar, cuest. ALEA, Granada, 1952) y deθí. advirtiendo: «por fonética sintáctica en estos dos casos». En Taganana, Rafael Perdomo, ochenta y dos años, pastor: «presentá las ármah» (Exc. Dial. Tag., 1960). Yolanda Remedios Herrera, diecisiete años, campesina de Tejina, y Concep­ción Núñez, treinta y seis años, cocinera, procedente de Taganana: «asé la cama», «recohé lah tachah» (Mat. Sem.) [En Masca, Trujillo, Masca, p. 37, la considera normal].

      En Gran Canaria, donde la pérdida de -r, -l finales es bastante común, los ejemplos tienen menos interés (dos universitarias, una de Las Palmas y otra de Sardina: «asé la cama», «recohé lah tacha(h)», Mat. Sem.; en San Mateo, «tocá la campana» ’tañer las campanas’, Sosa, «Datos»).

Diego Catalán. El español. Orígenes de su diversidad (1989)

CAPÍTULOS ANTERIORES:  EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

ADVERTENCIA

1.- EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

I ORÍGENES DEL PLURALISMO NORMATIVO DEL ESPAÑOL DE HOY

*   2.-1. EL FIN DEL FONEMA /Z/ [DZ - Z] EN ESPAÑOL

*   3.- 2. EL FIN DEL FONEMA /Z/

*   4.- 3. ¿PROCESO FONÉTICO O CAMBIO FONOLÓGICO?

*   5.- 4. ¿PROPAGACIÓN DE UN CAMBIO FONÉTICO O DE UN SISTEMA FONOLÓGICO?

*   6.- 5. LA FALTA DE DISTINCIÓN /Z/ : /Ç/, REGIONALISMO CASTELLANO - VIEJO

*   7.- 6. LA CONFUSIÓN SE CONVIERTE EN NORMA DEL HABLA DE LA CORTE (FINALES DEL SIGLO XVI)

*    8.- 7. LA PÉRDIDA DE LA DISTINCIÓN /Ç/ : /Z/ NORMA GENERAL DEL HABLA (EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVII)

*   9.- 8. EL CAMBIO EN LA NORMA CORTESANA, VISTO POR LOS GRAMÁTICOS EXTRANJEROS

10.- 9. EL ESPAÑOL ORIENTAL ANTE EL TRIUNFO DE LA NUEVA NORMA DE MADRID

11.- 10. RESISTENCIA DEL ANTIGUO SISTEMA TOLEDANO EN LA ALTA EXTREMADURA

*   12.- 11. LA NUEVA NORMA ANTE EL CECEO ANDALUZ

*   13.- 12. CONCLUSIÓN

 II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

*   14.- 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

*   15.- 2. CECEOSOS DE LENGUA ESTROPAJOSA

*   16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

17.- 4. COMUNIDADES CECEOSAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI. SU LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Y SOCIAL

18.- 5. EL ÇEZEO SEVILLANO EN TIEMPO DE LOS REYES CATÓLICOS, SEGÚN EL TESTIMONIO DE LAS GRAFÍAS

*    19.- 6. EL ÇEÇEO SEVILLANO, DESCRITO POR NEBRIXA

20.- 7. CARÁCTER FRICATIVO DE LA /Ç/ Y DE LA /Z/ DEL SEVILLANO MEDIEVAL

*    21.- 8. LAS GRAFÍAS Y EL ÇEZEO MEDIEVAL

*   22.- 9. CONCLUSIÓN: EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA

III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 23.- III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 24.- 1. CONSIDERACIONES DIACRÓNICAS ACERCA DE LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL

* 25.- 2. LAS SIBILANTES IMPLOSIVAS EN EL ESPAÑOL DE ESPAÑA: GEOGRAFÍA Y DIACRONÍA

26.- 3. LA EVOLUCIÓN DE -S, -Z COMPARADA CON LA DE -R, -L

*   27.- 4. FONÉTICA Y FONOLOGÍA

* 28.- 5. LOS ALÓFONOS DEL ARCHIFONEMA SIBILANTE EN EL ESPAÑOL Y LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

29.- IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

*    30.- 1. SINGULARIDAD DEL HABLA «CHINATA»

*    31.- 2. PERSONALIDAD LINGÜÍSTICA DE NUESTRO AUTOR

*    32.- 3. TEXTOS

 * 33.- 4. EL SISTEMA FONOLÓGICO «CHINATO» EN LA CONCIENCIA DE NUESTRO AUTOR

*   34.- 5. PROBLEMAS DE FONÉTICA SINTÁCTICA

*   35.- 6. DEBILIDAD DE LA ANALOGÍA MORFOLÓGICA

V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*  36.- V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*   37.- 1. EL ÇEZEO [ÇEZ̧EO] SEVILLANO Y EL ESPAÑOL DE CANARIAS Y LAS ANTILLAS EN EL PRIMER CUARTO DEL S. XVI

*   38.- 2. EL ESPAÑOL ULTRAMARINO DE LOS PUERTOS Y EL ESPAÑOL MERIDIONAL

VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   39.- VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   40.- 1. EL ESPAÑOL DE LOS PUERTOS DE AMÉRICA

*   41.- 2. EL DATO CANARIO: ESTRATOS VARIOS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO

*   42.- 3. CONSONANTES IMPLOSIVAS

*    43.- 4. EL FONEMA /H/

*   44.- 5. LA -D- (< -T- LATINA)

*   45.- 6. LA OPOSICIÓN [L PALATAL] : [Y] Y EL YEÍSMO

*   46.- 7. LA -CH-

*    47.- 8. LA DIPTONGACIÓN DE LOS HIATOS

*    48.- 9. CONCLUSIÓN

VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    49.- VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    50.- 1. LA DIALECTALIZACIÓN VERTICAL: COEXISTENCIA DE MODALIDADES ARCAIZANTES Y NEOLÓGICAS DE ESPAÑOL ATLÁNTICO

*    51.- 2. EL CONFLICTO ENTRE LA NORMA REGIONAL Y EL ESPAÑOL NORMATIVO

*    52.- 3. DOCUMENTACIÓN (ILUSTRATIVA DE LAS CUESTIONES TRATADAS)

*    53. 4. LA S SONORA

*    54.- 5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES

*    55.- 6. LA ASPIRACIÓN

*    56.- 7. YEÍSMO Y CONSERVACIÓN DE LL

*    57.- 8. CONSERVACIÓN Y PÉRDIDA DE -D-

*    58.- 9. VOCALIZACIÓN DE LA D EN EL GRUPO -DR-

*    59.- 10. ASPIRACIÓN Y CONSERVACIÓN DE -S IMPLOSIVA

*    60.- 11. DISTINCIÓN Y NEUTRALIZACIÓN DE -R, -L

*    61.- 12. LOS GRUPOS -RN-, -RL-: CONSERVACIÓN Y ASPIRACIÓN DE LA IMPLOSIVA

  Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Imagen: Letra minúscula f de Durero

0 comentarios