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ROMANCERO DE LA CUESTA DEL ZARZAL

55.- 6. LA ASPIRACIÓN

55.- 6. LA ASPIRACIÓN

6. LA ASPIRACIÓN. VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS.

6.1.Realización aspirada de la j.

      En todo el archipiélago, sin excepción cono­cida, a la j  [x] del castellano (heredera de ant. /x/  y /j/) corresponde una aspiración laríngea [ɦ ~ h]; hóben, huéh, hugár, hurél, héito, hárca; muhér, beríha, cohér, pahé­ro, dího, péhe, etc. Cfr. Catalán, «Canario», págs. 329-331; Alvar, Tenerife, § 15, págs. 25-26. Aunque Alvar, Tenerife, sólo recoge pronunciaciones sordas, la sonori­dad es muchas veces evidente: ’Javier’ y ’Gabriel’ son nombres indistinguibles para muchos hablantes (ɦabiél), según he podido observar en repetidas ocasiones; *Ruz, «Implos.», ha recogido en Guía de Isora pereguíl (Miguel Martín, cincuenta y nueve años, actúa de secretario del Ayuntamiento, de habla afectada), iɦa (las hermanas Candelaria y Carmen Gómez Mendibles, cincuenta y ocho y sesenta y siete años, de Chiguergue), íga (Julián Mendoza, cincuenta y seis años, trabaja en un bar de su propiedad) y numerosos ejemplos del caso especial [-ŋɦ-] ( > [-ŋg-]).

      Se recogen algunos ejemplos de pérdida, debidos a ultracorrecciones oca­sionales (como resultado de la decadencia de la aspiración procedente de /h-/): abón, «udidas del padís», arro, ícara, en Agulo (*Ascanio, «Agulo»); ergón, José Hernán­dez, treinta y ocho años (sujeto que mantiene la aspiración de la /h-/ en forma vaci­lante), en Guía de Isora (Ruz, «Implos.»). Quizá se pierda también por disimilación: uhtíllo, en La Laguna (Alvar, Tenerife, § 154), «entre usgado...», «el usgado» escribe, imitando el habla popular de Gran Canaria, Pancho Guerra (Memorias de Pepe Mo­nagos, Madrid, 1958, págs. 18 y 68). Los restantes ejemplos de Alvar, Tenerife, son del grupo -nh-, cuya especial evolución estudiamos en otro apartado. Un caso particu­lar es el de emélo registrado por *Pérez, «Dos calas», en Tías, Lanzarote (como forma general a todos los hablantes), y en el Realejo Bajo, Tenerife (como propia de los sujetos de habla popular), por *Serrano, «Estratos varios», en La Esperanza, Tenerife (Antonio, treinta y pico años, analfabeto), por *Ruz, «Implos.», en Chiguergue, Tene­rife (Carmen María Gómez Mendibles, sesenta y siete años) y por *Sosa, «Datos», en San Mateo, Gran Canaria; quizá se explique a partir del frecuentísimo plural (lo’ heméloh), con falsa separación de la [h]. Un ejemplo de pérdida en posición intervo­cálica recogió *Serrano, «Estratos varios», en La Laguna (María García, treinta años, mujer de un panadero): frióleh.

      La desfonologización de /h/ : /j, x/ ocurre en Gran Canaria desde época temprana, según muestran las cacografías «gijo» ’hijo’ (1507), «giso» ’hizo’ (1534), «xecho» (1550), «jaga» (1565), «jallo» (1580) del Archivo de la iglesia de Gáldar (Mat. Sem.: E. Sánchez, E. Moreno, E. Ojeda, M. T. Ojeda y M. A. Mesa, 1963).

      6.2.— Conservación y pérdida de /h/.

      He tratado de esta cuestión en Catalán, «Canario», páginas 229-230 (bórrese el error de incluir héito entre las voces con /h-/) [véase, en este libro cap. 6]; Alvar, Tenerife, § 14, páginas 23-25, involucra la cuestión de la conservación y pérdida de /h/ con el fenómeno puramente léxico de la introducción en el español canario de voces portuguesas con f- (fechíllo, foníl, ferrúha, etc.).

      En La Gomera. La vigencia de la /h/ en Agulo (hablár, hámbre, hahnéro, háse sust. ’haz’, hasér, hechíso, helécho, herbér, hígo, hího, hinóho, hóse ’hoz’, humiár, húye y huyía, huíga ’huya’, etc., mahapola) y en Valle Gran Rey (hábah, hácha, -chuela, halár, haldúa, hallár, haríhah, harinál, haról, harrápo, -pah, hási sust. ’haz’, háta ~ háhta, héchu, hembrilla, hentína, heríu, herréño, hiérru, hígu, -guera, híhu, hílu, hinchár, hipiár, hogaléra ’hoguera’, hogár, hohámi, hóhcu, hóhnu ’horno’, hosicásu, huérte, huír y húi,  -ih, huígu, -a, hulága, humaséra ’humareda’, huméra, hurgunéro; ahumár, ahundír, ahurriár, ahusiár, ahutár, baharáh, báhu ’vaho’, dehésa, móhu, -hósu, sahumériu) nos consta por *Ascanio, «Agulo», y *Navarro, «Valle Gran Rey». En el habla familiar siempre aparece la aspiración; pero en la conversación cuidada tienden a evitarla («de una vieja analfabeta he oído íha, óhnu alguna que otra vez, aunque ella diga normalmente híha, hóhnu ’horno’», *Navarro, «Valle Gran Rey»), de ahí la existencia de ultracorrecciones con pérdida de [h-] < /x, j/. Ejemplos sueltos de [h-] de Tamargada y Playa Santiago (Mat. Sem.). 

      En La Palma, J. Pérez Vidal (RDyTP, 4, 1948, pp. 556, 557 y 559) anota, en textos de romances tradicionales, «jiso» y «joyo» en Puntagorda (un viejo de setenta y seis años) y en San Antonio, Breña Baja (Antonio Hernández Blanco, cincuenta años), y «jiso» en Mazo.

      En Lanzarote. Según *Pérez, «Dos calas», en Tías «la norma general es la aspiración»; «entre la gente que apenas ha salido del pueblo, la pérdida de la aspirada es rara» (hába, hácha, hahnéro, halár, haldúa, hallár, hámbre, harrápah, hahnéro, hárto, háse ’el haz’, hasér, háto, hechíso, hembrílla, hentína, herbér, hígo, -guéra, hincháo, hinóho, hipiár, hóyo, huír, mahapóla ’amapola’ —ant. «hamapola», Nebrixa—, ahiláo, ahitáo, ahogár, ahorcár —raro—, ahorrár, ahumár, ahundío, re­tahíla, sahoríl, sahumério); sin embargo, «hay algunas palabras en que la aspiración es inusitada, incluso entre los hablantes conservadores», unas veces por disimilación (ího, áhta, áhme frente a hasér, alláho ’hallazgo’ frente a hallar), otras por razones puramente léxicas (arina, Ehnándeh). Los hablantes que mantienen mayor contacto con Arrecife tienden ya a suprimir la aspiración en (h)aba, (h)acer, (h)acha, (h)ambre, (h)arto, (h)echiso, (h)erbir, (h)igo, -guera, (h)oyo, (h)uyan, a(h)orcar, pero la [h-] se mantiene aún en las restantes voces.

       Los hablantes ciudadanos, de Arrecife, han abandonado la aspiración, salvo en voces cuya correspondencia en el castellano oficial les es poco conocida (haldúa, hentína ’paliza’, halár, hahnéro, háto, retahíla, sahoríl), *Pérez, «Dos calas».

       En Tenerife, la aspiración se halla en mayor decadencia. Alvar, Tenerife, § 14, páginas 24-25, nota una progresiva tendencia a la pérdida conforme menor es el arcaísmo vital de la localidad (Taganana-Alcalá-La Laguna). Puedo añadir los datos y conclusiones de tres estudios, que ayudan grandemente a precisar la situación: el de *Serrano, «Estratos varios», para Santa Cruz y La Laguna, el de *Pérez, «Dos calas», para el Realejo Bajo y el de *Ruz, «Implos.», para Guía de Isora. Los hablantes de los centros urbanos de Santa Cruz y La Laguna, cualquiera que sea su nivel social o cultural, han desterrado la aspiración; también ha desaparecido en las localidades del norte de la isla de vida semiurbana, semicampesina. Quedan, sin embargo, reliquias de la antigua pronunciación en voces típicamente rurales o pertenecientes al vocabulario más familiar: «harnéro», «retahíla», «téngo ún ahilório», mantienen su [h-] en todos los ambientes sociales de Santa Cruz y La Laguna, de El Realejo Bajo y de Guía de Isora; «halár», «hálate de ahí», «ún hállo» (’un hallazgo’), «nó téngo ní úna híla» (y construcciones análogas), sahorí (voz con resonancias folklóricas), conservan la aspiración en el habla popular de las cuatro localidades y hasta en boca de muchos hablantes cultos, sobre todo en los grandes centros urbanos (halár es evitado por los más instruidos en El Realejo y Guía, y sahorí(l) por los de El Realejo); hóse ’hoz’, háse ’haz’, son por todas partes comunísimos, sobre todo entre los sujetos más en contacto con la vida campesina (Argelia Rodríguez, catorce años, de la Cuesta, hija de un jornalero; Juana Marrero, de Las Mercedes, cuarenta y pico años, de familia campesina; todos los sujetos campesinos de El Realejo; María González, veinticuatro años, lavandera, de Guía de Isora —que aspiraba también hába, hallár, hedentína—; e incluso Zoraida González Machado, veinticinco años, bachiller, hija de propietarios, de El Realejo, y Juan Ignacio Serrano, quince años, estudiante de bachillerato, hijo de militar —este último, sólo en el caso de hóse—); también conservan cierto uso hedentína y harápo (entre algunos sujetos de Guía), hinchár, mohóso, ahumár, ahundído (entre los campesinos de El Realejo y La Laguna), báho (Guía). La conservación más o menos regular de la [h] es sólo propia de los «magos» que habitan en los pequeños pagos. Así, en La Esperanza, Antonio, treinta y pico años, analfabeto, pro­nunciaba con aspiración las voces ’haba’, ’hacer’, ’hacha’, ’halar’, ’hallar’, ’harapo’, ’harnero’, ’harto’, ’el haz’, ’hazme’, ’hechizo’, ’hembrilla’, ’hervir’, ’higo’, -guera’, ’hin­char’, ’hinojo’, ’hipear’, ’hoz’, ’huir, -yamos’, ’humear (frente a ’(h)ablar’, ’(h)allazgo’, ’(h)ambre’, ’(h)arina’, ’(h)asta’, ’(h)erido’, ’(H)ernández’, ’(h)erreño’, ’(h)ipo’, en que no aspiraba); en La Azadilla Alta (Realejo Bajo), Antonio Betancort, sesenta años, analfabeto, decía: halár, hárto, herbér, hembrílla, hígo, -guéra, hinchár, ahogár, ahorcár, ahorrár, ahumár, ahundído, sahoríl, sahumério (frente a ácha, ámbre, ího); en Chiguergue, Ángeles, treinta años, aspiraba en ’haba’, ’hacer’, ’hacha’, ’halar’, ’hallar’, ’un hallo’, ’harnero’, ’harto’, ’hedentina’, ’higo’, ’hila’, ’hinojo’, ’hoyo’, ’hoz’, ’huir’, ’humo’, y las hermanas Candelaria y Carmen María Gómez Mendibles, cincuenta y ocho y sesenta y siete años, en ’halar’, ’un hallo’, ’harapo’, ’harnero’, ’harapo’, ’harto’, ’heden­tina’, ’hilo’, ’hinojo’, ’hoz’ [hóse], ’humo’, ’huye’, ’huyan’ [huígan], ’zahori [sahoril], ’retahíla’, ’vaho’, ’zahumerio’, ’ahumar’, (frente a ’(h)aba’, ’(h)ablar’, ’(h)acer’, ’(h)acha’, ’(h)igo’, ’(h)oyo’, ’(h)uir’, ’a(h)umado’, ’a(h)orrar’, ’almo(h)ada’, en que no aspiraban); en Tejina de Guía, Gumersinda, cincuenta y seis años, campesina analfabeta: hiéde, «ehtá hediéndo», «ehtá ái huéra»; en Chio: «lo hága». La aspiración rural conserva aún cierta vigencia en las clases populares de Guía: Julián Mendoza, cincuenta y seis años, trabaja en el campo y en un bar de su propiedad, y José Hernández, treinta y ocho años, conductor de guaguas, aspiran en ’harnero’, ’hila’, ’hallo’, ’hedentina’, ’ha­lar’, ’hoz’, ’harapo’, ’hallar’, ’hoyo’, ’zahorí’, ’retahíla’, ’vaho’, ’zahumerio’; Julián de­cía, además, hárto, hába, hácha, huír, hámbre; y José, húye, húigan.

      Datos sueltos sobre la aspiración en Tenerife. En Fasnia: héder, hidiéndo, húye, hállan, hárto, habladéra, hormíga, henequén, hinóho, halár, hoséah, héchoh (Mat. Sem.); en Chamorga, Dolores Rojas: hásen (Exc. Dial. Cham.-Cu.-Bo., 1960); en Taganana, un pescador: aθío; Antonia Suárez, en Los Naranjeros: hosíco (Exc. Dial. Tag., 1960); en Tacoronte, una vieja: hurón, huróna, retahiláda, «una retahíla», pero ího, inóho, báho, antiguamente hálda, hémbra, hasér; una joven: «ehtán harriándo», pero urón (Mat. Sem., 1955); en Teno: ahúmada (Exc. Dial. Teno, 1963); en Masca, José Díaz: hílo, hilár, húso, y en Alcalá, Ismael Hernández Cazañas: hortiguílla, haθío (Exc. Dial. Mas.-Alc, 1960). [Datos adicionales sobre Masca: Bernarda Díaz, setenta y un años: húso, -íllo, higuéra, hilár ~ guilár, hasér, hiérbe, almoháda, mohadílla ’almohadilla’, asahár; José Pérez, setenta y dos años: hígo, horquetón, hié­rro, herrón, hincárse, herbílla, hála, huracán, matalaúha, arbeháca, almoháda; Juan Pérez, cuarenta y dos años: helécho, hornéro; José González, setenta años: hémbra, hóyo. Según Trujillo, Masca, pp. 50-51; añádase báho, p. 59¡. M. J. López de Vergara ha anotado abundantes ejemplos de /h/ conservada, tanto en el sur como en el norte de Tenerife (en versiones de romances tradicionales, Mat. Sem., 1954-57): hágo, Chimiche (seña Jacinta, setenta y tres años); haré huróna, hábla, hisiéra, hámbre, hóndo, háncah—huróna, Granadilla (seña Juana, ochenta y siete años; doña Isolina, sesenta años; una joven de diecisiete años); hasémoh, Valle de Arona (Celia Delgado, ochenta y ocho años); huróna, pero ánca, Escalona (Angela Díaz Taoro, sesenta y cuatro años); hilár, rehilár, Las Rosas, La Esperanza (seña Gregoria, sesenta y pico años); haré, Las Mercedes (seña Victoria, ochenta y pico años); hábla, híha, Las Carboneras (seña Isabel Corón); hóndo, Valle Guerra (Dolores García, ochenta y tres años); halár, hábah, hurón, haré, híso, junto a eríah —hálda, hóndoh, La Matanza (seña María Martín, sesenta y ocho años; Avellano Rocío, cincuenta y tres años); hurón, La Perdoma (Flora García, cincuenta y un años); hasiéndo, ahorcándo, «el huéllo de mi sapáto» — hálan, Icod el Alto (seña María «La Serena», ochenta y un años; seña Mercedes Suárez); haré, híso, el Lomo, Icod el Alto (una mujer, sesenta años); huróna, La Caleta, Los Silos (Guillerma, unos sesenta años).

      En Gran Canaria, Pancho Guerra (Memorias de Pepe Monagas, Madrid, 1958) utiliza insistentemente la aspiración (que transcribe, claro está, con j) para ca­racterizar el habla vulgar canaria: jilo, jediondo, jembritas, jecho, jagan, maljecho, jinojo, La Jonda (apodo), josico, jallara (págs. 33, 87, 108 y 199,57,87,99, 100, 113, 157, 162, 299, 313), y ajorrao (’ahorrado’), desajusio, sajorín, arrejunde, ajorren (págs. 21, 63, 96, 138). Sosa, «Datos», recoge la hié, el báho, en el pago de Juan Grande (San Bartolomé); herbiéndo, hóse ’hoz’ (pero íhoh), en Santa Lucía; halío, halióneh, en Castillo Romeral; la hié, hóse ’hoz’, báho, tahárri, tahária (pero ablár, ího, «graníya l’elecho», ípo, el ígado), en San Mateo.

Diego Catalán. El español. Orígenes de su diversidad (1989)

CAPÍTULOS ANTERIORES:  EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

ADVERTENCIA

1.- EL ESPAÑOL. ORÍGENES DE SU DIVERSIDAD

I ORÍGENES DEL PLURALISMO NORMATIVO DEL ESPAÑOL DE HOY

*   2.-1. EL FIN DEL FONEMA /Z/ [DZ - Z] EN ESPAÑOL

*   3.- 2. EL FIN DEL FONEMA /Z/

*   4.- 3. ¿PROCESO FONÉTICO O CAMBIO FONOLÓGICO?

*   5.- 4. ¿PROPAGACIÓN DE UN CAMBIO FONÉTICO O DE UN SISTEMA FONOLÓGICO?

*   6.- 5. LA FALTA DE DISTINCIÓN /Z/ : /Ç/, REGIONALISMO CASTELLANO - VIEJO

*   7.- 6. LA CONFUSIÓN SE CONVIERTE EN NORMA DEL HABLA DE LA CORTE (FINALES DEL SIGLO XVI)

*    8.- 7. LA PÉRDIDA DE LA DISTINCIÓN /Ç/ : /Z/ NORMA GENERAL DEL HABLA (EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVII)

*   9.- 8. EL CAMBIO EN LA NORMA CORTESANA, VISTO POR LOS GRAMÁTICOS EXTRANJEROS

10.- 9. EL ESPAÑOL ORIENTAL ANTE EL TRIUNFO DE LA NUEVA NORMA DE MADRID

11.- 10. RESISTENCIA DEL ANTIGUO SISTEMA TOLEDANO EN LA ALTA EXTREMADURA

*   12.- 11. LA NUEVA NORMA ANTE EL CECEO ANDALUZ

*   13.- 12. CONCLUSIÓN

 II EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA.

*   14.- 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

*   15.- 2. CECEOSOS DE LENGUA ESTROPAJOSA

*   16.- 3. CECEOSOS POR HÁBITO LINGÜÍSTICO

17.- 4. COMUNIDADES CECEOSAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI. SU LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Y SOCIAL

18.- 5. EL ÇEZEO SEVILLANO EN TIEMPO DE LOS REYES CATÓLICOS, SEGÚN EL TESTIMONIO DE LAS GRAFÍAS

*    19.- 6. EL ÇEÇEO SEVILLANO, DESCRITO POR NEBRIXA

20.- 7. CARÁCTER FRICATIVO DE LA /Ç/ Y DE LA /Z/ DEL SEVILLANO MEDIEVAL

*    21.- 8. LAS GRAFÍAS Y EL ÇEZEO MEDIEVAL

*   22.- 9. CONCLUSIÓN: EL ÇEÇEO-ZEZEO AL COMENZAR LA EXPANSIÓN ATLÁNTICA DE CASTILLA

III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 23.- III EN TORNO A LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE AYER Y DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

* 24.- 1. CONSIDERACIONES DIACRÓNICAS ACERCA DE LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL

* 25.- 2. LAS SIBILANTES IMPLOSIVAS EN EL ESPAÑOL DE ESPAÑA: GEOGRAFÍA Y DIACRONÍA

26.- 3. LA EVOLUCIÓN DE -S, -Z COMPARADA CON LA DE -R, -L

*   27.- 4. FONÉTICA Y FONOLOGÍA

* 28.- 5. LOS ALÓFONOS DEL ARCHIFONEMA SIBILANTE EN EL ESPAÑOL Y LA ESTRUCTURA SILÁBICA DEL ESPAÑOL DE MAÑANA

IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

29.- IV CONCEPTO LINGÜÍSTICO DEL DIALECTO «CHINATO» EN UNA CHINATO-HABLANTE

*    30.- 1. SINGULARIDAD DEL HABLA «CHINATA»

*    31.- 2. PERSONALIDAD LINGÜÍSTICA DE NUESTRO AUTOR

*    32.- 3. TEXTOS

 * 33.- 4. EL SISTEMA FONOLÓGICO «CHINATO» EN LA CONCIENCIA DE NUESTRO AUTOR

*   34.- 5. PROBLEMAS DE FONÉTICA SINTÁCTICA

*   35.- 6. DEBILIDAD DE LA ANALOGÍA MORFOLÓGICA

V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*  36.- V GÉNESIS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO (ONDAS VARIAS A TRAVÉS DEL OCÉANO)

*   37.- 1. EL ÇEZEO [ÇEZ̧EO] SEVILLANO Y EL ESPAÑOL DE CANARIAS Y LAS ANTILLAS EN EL PRIMER CUARTO DEL S. XVI

*   38.- 2. EL ESPAÑOL ULTRAMARINO DE LOS PUERTOS Y EL ESPAÑOL MERIDIONAL

VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   39.- VI. EL ESPAÑOL CANARIO. ENTRE EUROPA Y AMÉRICA

*   40.- 1. EL ESPAÑOL DE LOS PUERTOS DE AMÉRICA

*   41.- 2. EL DATO CANARIO: ESTRATOS VARIOS DEL ESPAÑOL ATLÁNTICO

*   42.- 3. CONSONANTES IMPLOSIVAS

*    43.- 4. EL FONEMA /H/

*   44.- 5. LA -D- (< -T- LATINA)

*   45.- 6. LA OPOSICIÓN [L PALATAL] : [Y] Y EL YEÍSMO

*   46.- 7. LA -CH-

*    47.- 8. LA DIPTONGACIÓN DE LOS HIATOS

*    48.- 9. CONCLUSIÓN

VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    49.- VII. EL ESPAÑOL EN CANARIAS

*    50.- 1. LA DIALECTALIZACIÓN VERTICAL: COEXISTENCIA DE MODALIDADES ARCAIZANTES Y NEOLÓGICAS DE ESPAÑOL ATLÁNTICO

*    51.- 2. EL CONFLICTO ENTRE LA NORMA REGIONAL Y EL ESPAÑOL NORMATIVO

*    52.- 3. DOCUMENTACIÓN (ILUSTRATIVA DE LAS CUESTIONES TRATADAS)

*    53. 4. LA S SONORA

*   54.- 5. EL CECEO: VARIANTES SISEANTES Y CICEANTES

       Diseño gráfico:

La Garduña Ilustrada

Imagen: Letra minúscula m de Durero

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